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RusiaAnuario de los testigos de Jehová 2008
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Una de las primeras cosas que debía organizarse era la obra de viajante. Al principio se establecieron cinco circuitos en el país: dos en San Petersburgo y tres en Moscú y las zonas circundantes. Los primeros cinco superintendentes de circuito de tiempo completo fueron Artur Bauer, Pavel Bugaisky y Roy Öster en Moscú, y Kzyztov Poplawski y Hannu Tanninen en San Petersburgo. Más tarde se asignó también al hermano Roman Skiba como superintendente de circuito. Matthew Kelly, que se graduó en 1992 de la Escuela de Entrenamiento Ministerial en Estados Unidos, fue asignado como superintendente de distrito de tiempo parcial.
Recordando cómo eran las primeras visitas de circuito a principios de los años noventa, Hannu Tanninen relata: “Le mandé una carta a una congregación de Petrozavodsk (Carelia) sobre la visita que les haríamos, y en ella les explicaba cómo se celebrarían las reuniones durante la semana. Cuando mi esposa y yo llegamos, un anciano de la congregación ya nos estaba esperando en la estación del tren para llevarnos a su casa. Al llegar, me mostró la carta y me dijo: ‘Recibimos su carta, pero como no la entendimos, preferimos no hacer nada y esperar a que usted llegara y nos explicara todo’.
”Para la primera visita de circuito que hicimos en Murmansk había trescientos ochenta y cinco publicadores, que dirigían mil estudios bíblicos. Pero, en realidad, el número de personas que estudiaban era mucho mayor porque una gran cantidad de estudios se dirigían con grupos de personas interesadas. Por ejemplo, una precursora tenía trece estudios, pero eran más de cincuenta las personas que estudiaban con ella.
”Nuestra segunda asignación fue en los oblasts de Volgogrado y Rostov. En Volgogrado solo había cuatro congregaciones para una población de más de un millón de personas. Los hermanos aprendieron con entusiasmo cómo dirigir los estudios bíblicos y las reuniones, y cómo predicar de casa en casa. En cada visita se formaban nuevas congregaciones. En mi informe anotaba cuántos se habían bautizado desde la visita anterior. Cada congregación tenía cincuenta, sesenta u ochenta bautizados entre una visita y otra, y en cierta ocasión, ¡una tuvo más de cien! Como consecuencia, en solo tres años se formaron dieciséis nuevas congregaciones.”
En enero de 1996 se nombró un Comité de Sucursal de Rusia. Al mismo tiempo se nombraron los primeros superintendentes de distrito de tiempo completo. Entre ellos estuvieron Roman Skiba (Siberia y el Extremo Oriente ruso), Roy Öster (Bielorrusia, Moscú y el área desde San Petersburgo hasta los montes Urales), Hannu Tanninen (desde Caucasia hasta el río Volga) y Artur Bauer (Kazajistán y Asia central). En aquellos días, todos los superintendentes de distrito atendían, además de su distrito, un circuito pequeño.
RECORREN ENORMES DISTANCIAS
Uno de los primeros precursores especiales que llegaron a Rusia de Polonia a principios de 1993 fue Roman Skiba. Haciendo un recuento de aquellos tiempos, él dice: “En octubre de 1993 recibí el nombramiento para servir en la obra de circuito. Mi primera asignación abarcaba congregaciones en el sur de San Petersburgo, el oblast de Pskov y todo Bielorrusia. Y aunque no era el circuito más grande de Rusia, tuve que acostumbrarme a viajar enormes distancias. En noviembre de 1995 fui asignado a un circuito en los Urales y fui nombrado superintendente de distrito sustituto. Mi territorio abarcaba los Urales, toda Siberia y el Extremo Oriente ruso. Un hermano calculó que en este distrito cabrían treinta y ocho países del tamaño de Polonia. ¡Cruzaba ocho husos horarios! Unos dos años más tarde, la sucursal me pidió que visitara un grupo en Ulán Bator, la capital de Mongolia”.
El hermano Skiba prosigue: “En cierta ocasión, para ir de Norilsk (al norte del círculo polar ártico) a Ekaterimburgo tuvimos que tomar dos aviones: uno de Norilsk a Novosibirsk y otro de Novosibirsk a Ekaterimburgo. Recuerdo muy bien el viaje porque parecía que nunca llegaríamos. En Norilsk, nuestro vuelo salió con doce horas de retraso, así que Lyudmila —mi esposa— y yo estuvimos un día entero en el aeropuerto. Felizmente, aprendimos a tener nuestro estudio personal durante los viajes.
”A veces, pese a todos nuestros esfuerzos, llegábamos tarde para la visita a la congregación. Una vez, para llegar a la congregación de Ust-Kan (república de Altái), que está en lo alto de una montaña, tuvimos que atravesar la cordillera en automóvil por caminos sin pavimentar. Lamentablemente, el auto se averió en el camino, y no solo se nos hizo tarde para que yo revisara los registros de la congregación, sino que llegamos dos horas después de la hora programada para la reunión. Nos sentíamos frustrados, seguros de que todo el mundo se habría marchado. ¡Qué sorpresa fue encontrar a 175 personas esperándonos en el salón alquilado! ¡Y eso que eran menos de cuarenta publicadores! Al parecer, nuestra demora dio tiempo para que alcanzaran a llegar muchas personas interesadas que venían de otras aldeas en las montañas.”c
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[Ilustración de la página 210]
En compañía de su esposa, Lyudmila, Roman Skiba recorrió grandes distancias como superintendente de distrito
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