-
RusiaAnuario de los testigos de Jehová 2008
-
-
Ivan Krylov recuerda: “Después de haber estado en la prisión de máxima seguridad, estuve en distintas minas de carbón donde nuestros hermanos y hermanas hacían trabajos forzados. Logré ponerme en contacto con el grupo de hermanos y establecer una red de comunicación entre nosotros, de modo que si alguien conseguía una revista, la copiaba a mano y la pasaba a los demás. Predicábamos en todos los campos, y muchas personas mostraron interés. Algunas de ellas se bautizaron en el río Vorkutá cuando quedaron en libertad.
”Nuestra fe en Jehová y su Reino se vio sometida a pruebas constantes. Cierto día de 1948, un grupo de prisioneros organizó una revuelta en un campo de Vorkutá. Pensando en producir el mayor impacto posible, los rebeldes les dijeron a los demás prisioneros que se dividieran en grupos, fuera por nacionalidad o por religión. En ese entonces éramos quince hermanos en el campo, y les explicamos que nosotros, los testigos de Jehová, éramos cristianos y que, así como los primeros cristianos no se levantaron contra Roma, nosotros no participábamos en ese tipo de movimientos. Claro, a muchos les sorprendió nuestra respuesta, pero nos mantuvimos firmes.”
La revuelta tuvo consecuencias lamentables: soldados armados sofocaron la rebelión, encerraron a los rebeldes en una barraca, la rociaron de gasolina y le prendieron fuego. Casi ninguno sobrevivió. Pero a los Testigos, ni los tocaron.
“En diciembre de 1948 —prosigue Ivan— conocí en cierto campo a ocho hermanos que habían recibido veinticinco años de condena. Aquel fue un invierno horriblemente crudo, y el trabajo en las minas era muy agotador. Con todo, brillaban en sus ojos la confianza y la esperanza sólida. Hasta los prisioneros que no eran Testigos recobraban las fuerzas al ver su actitud positiva.”
-
-
RusiaAnuario de los testigos de Jehová 2008
-
-
[Ilustración de la página 100]
Ivan Krylov
-