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“A donde tú vayas yo iré”Ejemplos de fe
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CAPÍTULO 4
“A donde tú vayas yo iré”
1, 2. a) ¿Cómo es el camino que recorren Rut y Noemí? ¿Con qué penas carga cada una? b) ¿En qué sentido es el viaje de Rut distinto al de Noemí?
RUT y Noemí recorren a pie un camino que atraviesa las llanuras de Moab. Ahora están solas. Sus siluetas apenas se distinguen en el inmenso paisaje azotado por el viento. Rut se da cuenta de que las sombras de la tarde son cada vez más alargadas. “Tal vez sea hora de buscar un lugar donde pasar la noche”, piensa mirando a su suegra. La quiere muchísimo y está dispuesta a hacer todo lo que esté en su mano para cuidar de ella.
2 Cada una carga con sus propias penas. Hace años que Noemí es viuda y ahora llora la muerte de sus hijos, Mahlón y Kilión. Rut también está muy afligida, pues Mahlón era su esposo. Ahora las dos se dirigen al mismo sitio, la ciudad de Belén en Israel. Sin embargo, cada una ve el viaje de forma distinta. Mientras que Noemí vuelve a su lugar de origen, Rut avanza hacia una tierra desconocida, dejando atrás a sus parientes, su país y su cultura, lo que incluye a sus dioses (lea Rut 1:3-6).
3. ¿Qué preguntas debemos responder si queremos tener una fe como la de Rut?
3 ¿Por qué una joven como Rut daría un giro tan grande a su vida? ¿De dónde sacó las fuerzas para comenzar de nuevo y cuidar de Noemí? Rut la moabita es un gran ejemplo de fe, y conocer las respuestas a estas preguntas nos ayudará a imitarla. (Vea también el recuadro “Una obra de arte en miniatura”.) Antes que nada, averigüemos por qué estas dos mujeres emprendieron el largo camino que las llevaría a Belén.
Una familia destrozada por la tragedia
4, 5. a) ¿Por qué Noemí y su familia se mudaron a Moab? b) ¿A qué pruebas se enfrentó Noemí en Moab?
4 El pequeño país de Moab, donde se crió Rut, estaba situado al este del mar Muerto. Se encontraba en una región de altas mesetas cortadas por profundos barrancos. Aunque no era una zona arbolada, “los campos de Moab” solían ser tierras de cultivo fértiles, incluso cuando el hambre azotaba el vecino territorio de Israel. De hecho, esa fue la razón por la que Mahlón y su familia conocieron a Rut (Rut 1:1).
5 Debido al hambre que había en Israel, Elimélec —el esposo de Noemí— había decidido dejar su país y mudarse a Moab con su esposa y sus dos hijos. Esta mudanza de seguro puso a prueba la fe de toda la familia, pues los israelitas debían ir periódicamente al lugar sagrado que Jehová había elegido para ser adorado (Deut. 16:16, 17). Y aunque Noemí logró mantener viva su fe, quedó desolada cuando falleció su esposo (Rut 1:2, 3).
6, 7. a) ¿Por qué debió de preocuparle a Noemí que sus hijos se casaran con mujeres moabitas? b) ¿Por qué es admirable la manera en que Noemí trató a sus nueras?
6 Es muy probable que Noemí volviera a sufrir al ver que sus hijos se casaban con mujeres moabitas (Rut 1:4). Ella sabía que Abrahán, antepasado de los israelitas, hizo todo lo posible por que su hijo Isaac consiguiera una esposa que estuviera emparentada con su familia, pues sus parientes adoraban a Jehová (Gén. 24:3, 4). Además, la Ley mosaica advertía a los israelitas que no dejaran que sus hijos e hijas se casaran con personas de otra nación, pues esto podría llevar al pueblo de Dios a la idolatría (Deut. 7:3, 4).
7 Aun así, Mahlón y Kilión eligieron a dos moabitas como esposas. Es posible que Noemí se sintiera decepcionada o preocupada por la situación, pero de todas formas se esforzó por tratar con bondad y amor a sus nueras, Rut y Orpá. A lo mejor abrigaba la esperanza de que algún día llegaran a servir a Jehová. En todo caso, es evidente que ellas la querían muchísimo. La buena relación que las tres habían forjado las mantuvo en pie cuando la muerte de Mahlón y Kilión golpeó despiadadamente a la familia. Sin siquiera haber tenido hijos, Rut y Orpá quedaron de pronto convertidas en dos jóvenes viudas (Rut 1:5).
8. ¿Qué cualidades de Jehová debieron impresionar a Rut?
8 ¿Le ayudó de algún modo a Rut su religión a sobrellevar la dolorosa pérdida de su esposo? Lo más probable es que no. En Moab se rendía culto a muchos dioses, entre quienes se destacaba Kemós (Núm. 21:29). Según parece, los moabitas llegaron al extremo de sacrificar niños, lo que demostraría que su religión estaba impregnada por la crueldad y los horrores tan comunes en aquella época. Pero ¡qué diferente era el Dios de Israel! Cualquier cosa que Mahlón o Noemí le hubieran enseñado a Rut sobre el amor y la misericordia de Jehová debió haberla impresionado muchísimo. Jehová no quería que sus siervos le obedecieran por miedo, sino por amor (lea Deuteronomio 6:5). Tras una pérdida tan devastadora, es probable que Rut se acercara más a Noemí. Podemos imaginarla escuchando a su suegra hablarle del Dios todopoderoso, de sus magníficas obras y de cómo cuida a su pueblo con ternura y compasión.
Rut buscó el consuelo de Noemí en momentos de profundo dolor
9-11. a) ¿Qué decisión tomaron Noemí, Rut y Orpá? b) ¿Qué podemos aprender de las desgracias que sufrieron?
9 Noemí se mantenía pendiente de cómo iban las cosas en su país. Un buen día, tal vez de boca de un mercader, oyó que ya no había hambre en Israel porque Jehová había acudido en ayuda de su pueblo. Belén volvía a hacer honor a su nombre, que significa “Casa de Pan”. Así que Noemí decidió regresar a su antiguo hogar (Rut 1:6).
10 ¿Qué harían Rut y Orpá? (Rut 1:7.) La terrible experiencia que vivieron las había unido mucho a su suegra. Parece que a Rut, en particular, le atraían mucho la bondad de Noemí y su gran fe en Jehová. Fue así que, finalmente, las tres viudas partieron juntas con destino a Judá.
11 ¡Cuántas valiosas lecciones nos enseña este fragmento del relato de Rut! Vemos, por ejemplo, que las desgracias afectan a todo el mundo, tanto a los buenos como a los malos (Ecl. 9:2, 11). También encierra otra valiosa lección: cuando sufrimos una pérdida muy dolorosa, es bueno buscar el consuelo que otros nos puedan dar y, en especial, el de quienes se refugian en Jehová, el Dios al que Noemí servía (Prov. 17:17).
El amor leal de Rut
12, 13. ¿Por qué Noemí les suplica a Rut y Orpá que vuelvan a su casa, y de qué forma reaccionan ellas?
12 A medida que las tres viudas avanzan por el camino, a Noemí le ronda otra preocupación por la cabeza. Está pensando en las dos jóvenes que la acompañan y que tanto amor le han dado a ella y a sus hijos. No quiere que sufran más. Está convencida de que no tendrá nada que ofrecerles si lo dejan todo para ir con ella a Belén.
13 Noemí no puede contenerse más y les suplica: “Anden, vuélvanse, cada una a la casa de su madre. Que Jehová ejerza bondad amorosa para con ustedes, así como ustedes la han ejercido para con los hombres ya muertos y para conmigo”. Además, les expresa su deseo de que Jehová las recompense a cada una con un esposo y una nueva vida. El relato continúa: “Entonces las besó, y ellas se pusieron a alzar la voz y llorar”. No es de extrañar que Rut y Orpá quieran tanto a su suegra, una mujer tan buena y generosa. De hecho, las dos jóvenes se niegan a dejarla y le aseguran con insistencia: “Contigo volveremos a tu pueblo” (Rut 1:8-10).
14, 15. a) ¿A qué cosas decide volver Orpá? b) ¿Cómo intenta Noemí convencer a Rut para que se vaya?
14 Pero Noemí no da el brazo a torcer. Trata de hacerles entender que no podrá hacer mucho por ellas en Israel, pues no tiene esposo que la cuide, ni hijos con los que las jóvenes puedan casarse. Además, no cree que esta situación vaya a cambiar. Incluso reconoce que le angustia mucho no poder cuidar de ellas. Orpá enseguida lo ve claro: le conviene quedarse en Moab, donde la esperan su madre y sus demás parientes. En términos prácticos, esta parece ser la mejor opción. Así que, con mucha tristeza, besa a su suegra y da media vuelta (Rut 1:11-14).
15 ¿Y a Rut? ¿La convencen los argumentos de Noemí? De ninguna manera. El relato indica que Rut se queda con ella. Quizás Noemí ya ha reemprendido la marcha, pero cuando ve que Rut la está siguiendo, trata de convencerla diciéndole que Orpá “se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses” y le suplica que se vaya con ella (Rut 1:15). Las palabras de Noemí nos revelan un detalle muy importante: Orpá no solo volvía a su pueblo, sino también “a sus dioses”. No le molestaba seguir adorando a Kemós y a otras deidades falsas. ¿Veía Rut las cosas de la misma manera?
16-18. a) ¿Con qué palabras expresa Rut su amor leal? b) ¿Qué decide hacer Rut debido al amor leal que siente por su suegra? (Vea también las ilustraciones de Rut y Noemí.)
16 El corazón de Rut rebosa de amor por Noemí y por su Dios. Así que no tiene ni la más mínima duda de lo que quiere hacer. Sola con Noemí en aquel polvoriento camino, la mira a los ojos y le dice: “No me instes con ruegos a que te abandone, a que me vuelva de acompañarte; porque a donde tú vayas yo iré, y donde tú pases la noche yo pasaré la noche. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde mueras tú, yo moriré, y allí es donde seré enterrada. Que Jehová me haga así y añada a ello si cosa alguna aparte de la muerte hiciera una separación entre tú y yo” (Rut 1:16, 17).
“Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios”
17 ¡Qué palabras tan memorables! Tanto es así que siguen recordándose hoy día, unos tres mil años después de que Rut las pronunciara. Resaltan una hermosa cualidad: el amor leal. El amor que Rut siente por Noemí es tan grande, leal e inquebrantable que está decidida a nunca apartarse de su lado, no importa adónde vaya. Solo la muerte podría separarlas. Rut está lista para formar parte del pueblo de Noemí y dejar atrás todo lo que conoce en Moab, incluidos sus dioses. A diferencia de Orpá, ella desea de corazón servir al Dios de Noemí, Jehová.a
18 De modo que ambas retoman el largo camino que las conducirá a Belén. Según cierto cálculo, el viaje bien pudo tomarles una semana. Pero seguro que recorrer ese trayecto juntas les hace las penas más llevaderas.
19. ¿Cómo podría usted imitar el amor leal de Rut en la familia, con los amigos y en la congregación?
19 Hoy día vivimos rodeados de dolor y sufrimiento. Como dice la Biblia, estos son “tiempos críticos, difíciles de manejar”, en los que afrontamos todo tipo de desgracias (2 Tim. 3:1). Por eso es más necesario que nunca mostrar amor leal, tal como lo hizo Rut. ¿En qué consiste esta sobresaliente virtud? Se trata de una fuerza que nos impulsa a hacer el bien a pesar de vivir en un mundo lleno de maldad. Quien la manifiesta es leal al objeto de su amor y no lo abandona, pase lo que pase. Es una cualidad imprescindible en el matrimonio, en la familia, en las amistades y en la congregación cristiana (lea 1 Juan 4:7, 8, 20). Si cultivamos este tipo de amor, estaremos imitando el magnífico ejemplo de Rut.
Rut y Noemí en Belén
20-22. a) ¿Cómo han afectado a Noemí los años que vivió en Moab? b) ¿Qué punto de vista equivocado tiene Noemí sobre sus sufrimientos? (Vea también Santiago 1:13.)
20 Una cosa es decir que uno siente amor leal por alguien, y otra muy distinta es demostrarlo. En el caso de Rut, ella probó con hechos el amor leal e inquebrantable que sentía por Noemí y por Jehová, el Dios que había elegido. Veamos cómo.
21 Por fin las dos viudas llegan a Belén, situada a unos 10 kilómetros (6 millas) al sur de Jerusalén. La emoción que causa el regreso de Noemí parece indicar que ella y su familia habían sido bastante conocidas en esta pequeña ciudad. Las mujeres la observan detenidamente y se preguntan: “¿Es esta Noemí?”. Sin duda, los años tan difíciles que vivió en Moab la han cambiado mucho y han dejado huella en su aspecto (Rut 1:19).
22 Noemí les cuenta a sus parientes y antiguas vecinas todas las angustias que ha sufrido. Hasta ruega que le cambien el nombre —que significa “Mi Agradabilidad”— por Mará, que quiere decir “Amarga”. ¡Qué triste está! Al igual que hizo Job, ella cree que es Jehová quien la ha hecho sufrir tanto (Rut 1:20, 21; Job 2:10; 13:24-26).
23. ¿En qué piensa Rut, y qué medida para ayudar a los pobres incluye la Ley? (Vea también la nota.)
23 Suegra y nuera se adaptan poco a poco a la vida de Belén, y Rut piensa en cómo va a cuidar de sí misma y de Noemí. Se ha enterado de que la Ley que Jehová entregó a Israel incluye la rebusca, una bondadosa medida para ayudar a los pobres. Durante la temporada de la cosecha pueden entrar en los campos para ir recolectando lo que los segadores dejan atrás. También pueden recoger lo que ha crecido en las orillas y esquinas de los terrenos de cultivo (Lev. 19:9, 10; Deut. 24:19-21).b
24, 25. ¿Qué hace Rut cuando llega a las tierras de Boaz, y cómo era el trabajo de rebuscar los campos?
24 Ha llegado el tiempo de cosechar la cebada (alrededor del mes de abril según nuestro calendario). Rut sale a los campos en busca de alguien que le permita trabajar. Por casualidad, acaba en las tierras de un rico terrateniente llamado Boaz, quien resulta ser pariente de Elimélec, el difunto esposo de Noemí. Aunque Rut tiene el derecho de entrar a rebuscar, no lo da por sentado y le pide permiso al joven capataz de los segadores. Él se lo concede, y ella se pone a trabajar de inmediato (Rut 1:22–2:3, 7).
25 Mientras los cosechadores cortan la cebada con sus hoces de pedernal, Rut va detrás. Se agacha para recoger lo que se les cae o pasan por alto, hace gavillas atando las espigas y las lleva a un lugar donde después pueda sacar el grano. Es una labor lenta y agotadora, que se vuelve más y más difícil a medida que avanza la mañana. Con todo, Rut no se distrae y solo se detiene para secarse el sudor de la frente y comer algo “en la casa”, que posiblemente sea un refugio para que los trabajadores descansen a la sombra.
Rut trabajaba de sol a sol en una labor humilde para cuidar de sí misma y de Noemí
26, 27. ¿Qué clase de persona es Boaz, y cómo trata a Rut?
26 Lo más probable es que Rut no espere llamar la atención de nadie. Pero cuando Boaz la ve, le pregunta al capataz quién es ella. Boaz es un hombre entrado en años, de admirable fe y profundo amor a Dios. Al llegar saluda a sus trabajadores con estas palabras: “Jehová esté con ustedes”, y ellos —algunos de los cuales tal vez son solo jornaleros o incluso extranjeros— le responden de forma parecida. Al ver a Rut, se interesa por su bienestar y la trata con cariño, como un padre a una hija (Rut 2:4-7).
27 De hecho, la llama “hija mía” y le aconseja que siga espigando en sus campos y se mantenga cerca de las jóvenes que trabajan para él, a fin de que ninguno de los segadores la moleste. Además, se asegura de que no le falte comida a la hora del almuerzo (lea Rut 2:8, 9, 14). Pero ante todo, la felicita y la anima. ¿Por qué?
28, 29. a) ¿Qué reputación se había ganado Rut? b) ¿Cómo podemos nosotros refugiarnos bajo las alas de Jehová?
28 Cuando Rut le pregunta a Boaz a qué se debe que la trate tan bien a pesar de ser extranjera, él le responde que se ha enterado de todo lo que ha hecho por Noemí. Esta debe haber hablado bien de su querida nuera a las mujeres de Belén. Es más, él también sabe que Rut ha decidido servir a Jehová, pues le dice: “Que Jehová recompense tu manera de obrar, y que llegue a haber para ti un salario perfecto procedente de Jehová el Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a buscar refugio” (Rut 2:12).
29 No cabe duda de que Rut se ha refugiado bajo las protectoras alas de Jehová, tal como un polluelo se acurruca bajo las alas de su madre. Se siente muy animada por las tranquilizadoras palabras de Boaz y se las agradece de corazón. Después del almuerzo, sigue trabajando hasta que cae la tarde (Rut 2:13, 17).
30, 31. ¿Qué nos enseña el ejemplo de Rut sobre ser trabajadores, agradecidos y demostrar amor leal?
30 Las obras de fe de Rut son un gran ejemplo para todos nosotros, en especial en esta época de tantas dificultades económicas. Como Rut no daba por sentado que tenían que ayudarla, agradecía todo lo que le ofrecían. No se avergonzaba de trabajar de sol a sol en una labor humilde para cuidar de la persona que amaba. Además, valoró y aceptó los buenos consejos sobre cómo trabajar con seguridad y en buena compañía. Pero sobre todo, nunca perdió de vista dónde encontraría verdadero refugio: en su Padre y Protector, Jehová.
31 Si demostramos amor leal como hizo Rut y seguimos su ejemplo al ser personas humildes, trabajadoras y agradecidas, nuestra fe también inspirará a los demás. Ahora bien, ¿cómo cuidó Jehová de Rut y Noemí? Lo analizaremos en el siguiente capítulo.
a Es digno de mención que Rut no solo empleó el título “Dios”, como habrían hecho otros extranjeros, sino que también utilizó su nombre: Jehová. En La Biblia, de Salvatore Garofalo, se comenta: “Al emplear el nombre de Yavé [o Jehová] para el juramento de fidelidad, Rut muestra que pertenece ya al pueblo de Israel”.
b Esta era una medida muy solidaria, distinta a todo lo que Rut había conocido en Moab. En el Oriente Próximo de la antigüedad no se trataba bien a las viudas. Una obra de consulta explica: “Por lo general, tras la muerte de su esposo, la viuda dependía de sus hijos. Y si no tenía, solo le quedaba venderse como esclava, vivir de la prostitución o morir”.
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“Una mujer excelente”Ejemplos de fe
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CAPÍTULO 5
“Una mujer excelente”
1, 2. a) ¿Qué trabajo realiza Rut? b) ¿Qué aspectos de la Ley y del pueblo de Jehová le llaman la atención a Rut?
RUT se arrodilla junto al montón de cebada que ha recogido durante el día. Ya está cayendo la noche sobre los campos, y muchos trabajadores se encaminan hacia la entrada de la pequeña ciudad de Belén, enclavada en una cordillera. Seguro que Rut se siente adolorida después de este largo día de trabajo, pues casi no ha parado desde la mañana. Pero su jornada aún no ha terminado. Ahora se pone a golpear la cebada con una vara para desgranarla. A pesar de todo, le ha ido mejor de lo que esperaba.
2 ¿Están por fin mejorando las cosas para esta joven viuda? Como vimos en el capítulo anterior, Rut ha decidido quedarse con Noemí, su suegra, y le ha prometido que nunca la abandonará y que hará de Jehová —el Dios de Noemí— su propio Dios. Las dos viudas llegaron a Belén procedentes de Moab, la tierra de Rut, y ella ha visto que la Ley que Jehová dio a Israel incluye medidas prácticas que dignifican a los pobres, aunque sean extranjeros. Ahora observa que en este pueblo que se rige por la Ley de Jehová, hay quienes se destacan especialmente por su espiritualidad y bondad, y esto conmueve su afligido corazón.
3, 4. a) ¿Cómo animó Boaz a Rut? b) ¿Por qué nos será útil analizar el ejemplo de Rut si pasamos por dificultades económicas?
3 Una de esas personas es Boaz, el rico israelita en cuyos campos Rut ha espigado hoy. Este hombre mayor la trató como a una hija, e incluso la felicitó por cuidar de su suegra y por buscar refugio bajo las alas del Dios verdadero, Jehová. Rut no puede evitar que una sonrisa ilumine su rostro al recordar aquellas palabras tan bondadosas (lea Rut 2:11-14).
4 Aun así, a Rut seguramente le preocupa su futuro. Siendo una extranjera pobre, viuda y sin hijos, ¿cómo va a cubrir sus necesidades y las de Noemí durante los próximos años? ¿Tendrán suficiente con lo que consiga espigando? ¿Y quién la cuidará a ella cuando envejezca? Sería muy comprensible que se sintiera abrumada. Hoy día, con tantas dificultades económicas, a muchas personas les asaltan esas mismas inquietudes. Al ir descubriendo cómo la fe ayudó a Rut a seguir adelante, veremos muchos aspectos en los que podemos imitarla.
¿Qué constituye una familia?
5, 6. a) ¿Cómo le fue a Rut en su primer día de trabajo en los campos de Boaz? b) ¿Cómo reacciona Noemí cuando ve a Rut?
5 Cuando Rut termina de desgranar las espigas y recoger los granos, ve que tiene aproximadamente una medida de efá, el equivalente a más de 20 litros de capacidad. Toda aquella cebada pesa unos 14 kilos (30 libras), así que para cargarla, puede que la amontone encima de una pieza de tela y se coloque el fardo sobre la cabeza. Cuando emprende el camino hacia Belén, ya está anocheciendo (Rut 2:17).
6 Noemí se alegra cuando llega su querida nuera y quizás hasta suelta un grito de sorpresa al ver el pesado fardo de cebada. Rut también trae lo que le sobró de la comida que Boaz ofreció a los trabajadores, y con eso cenan las dos. Noemí le pregunta: “¿Dónde espigaste hoy, y dónde trabajaste? Llegue a ser bendito el que se fijó en ti” (Rut 2:19). Al ver todo lo que la joven ha traído, Noemí se da cuenta de que alguien se ha fijado en ella y la ha tratado con amabilidad.
7, 8. a) Para Noemí, ¿de parte de quién venían en realidad los buenos actos de Boaz, y por qué piensa así? b) ¿Cómo sigue demostrando Rut amor leal por su suegra?
7 Las dos se ponen a hablar, y Rut le cuenta a Noemí lo bueno que ha sido Boaz con ella. Noemí, conmovida, responde: “Bendito sea él de Jehová, que no ha abandonado su bondad amorosa para con los vivos y los muertos” (Rut 2:20). Como vemos, Noemí consideraba que los buenos actos de Boaz en realidad venían de Dios. ¿Por qué? Porque es Jehová quien impulsa a sus siervos a ser buenos y generosos. Además, promete recompensar a quienes actúen con bondad (lea Proverbios 19:17).a
8 Noemí aconseja a Rut que acepte la oferta de Boaz de continuar espigando en sus campos, manteniéndose cerca de las jóvenes que trabajan para él; así evitará que otros cosechadores la molesten. Rut le hace caso y, como dice el relato, “siguió morando con su suegra”, palabras que resaltan una vez más la cualidad que la distingue: el amor leal (Rut 2:22, 23). ¿Y qué hay de nosotros? ¿Estamos siempre listos para ayudar y apoyar a nuestra familia cuando nos necesita? Recordemos que a Jehová no le pasan inadvertidos estos actos de amor y lealtad.
El caso de Rut y Noemí nos ayuda a ver que debemos valorar la familia que tenemos
9. ¿Qué nos enseña sobre lo que es una familia el caso de Rut y Noemí?
9 ¿Se puede decir que Rut y Noemí eran una familia? Algunos piensan que una verdadera “familia” es la que está formada por un padre, una madre, hijos, abuelos, etc. Pero el caso de Rut y Noemí nos ayuda a ver que, si servimos a Jehová, no importa lo pequeña que sea nuestra familia: podemos lograr que en nuestro hogar reinen el amor, el cariño y la bondad. ¿Valoramos de corazón la familia que tenemos? Por otra parte, Jesús explicó que aun quienes no tienen familia la pueden encontrar en la congregación cristiana (Mar. 10:29, 30).
Noemí y Rut se ayudaron y animaron mutuamente
“Es uno de nuestros recompradores”
10. ¿Qué quiere hacer Noemí por Rut?
10 Rut se queda espigando en los campos de Boaz desde la cosecha de la cebada (en abril) hasta la del trigo (en junio). A medida que transcurren las semanas, seguro que Noemí sigue pensando en lo que podría hacer por su querida nuera. Antes de partir de Moab, Noemí estaba convencida de que jamás podría ayudar a Rut a encontrar un esposo (Rut 1:11-13). Pero ahora cambia de idea. Aborda a Rut y le dice: “Hija mía, ¿no debo buscarte lugar de descanso[?]” (Rut 3:1). En aquellos tiempos, la costumbre era que los padres se encargaran de buscar cónyuges para sus hijos, y Rut había llegado a ser una verdadera hija para Noemí. De ahí que Noemí quisiera encontrarle a Rut un “lugar de descanso”, es decir, un esposo y un hogar que le dieran seguridad y protección. Pero ¿qué podía hacer Noemí?
11, 12. a) ¿A qué disposición de la Ley se refirió Noemí cuando dijo que Boaz era uno de sus “recompradores”? b) ¿Cómo responde Rut a la petición que le hace su suegra?
11 Cuando Rut mencionó a Boaz por primera vez, Noemí dijo: “El hombre es pariente nuestro. Es uno de nuestros recompradores” (Rut 2:20). ¿Qué quería decir con eso? La Ley que Jehová dio a Israel incluía unas disposiciones amorosas para las familias que atravesaban dificultades por ser pobres o por haber perdido a un ser querido. Si una mujer enviudaba sin haber tenido hijos, su dolor era aún mayor porque no tenía descendientes que llevaran el nombre de su esposo y este se perdería en el olvido. Pero la Ley de Dios permitía que el cuñado se casara con la viuda para que esta diera a luz un hijo que perpetuara el nombre del difunto y heredara las propiedades de la familia (Deut. 25:5-7).b
12 Entonces Noemí pasa a explicarle su plan a Rut. ¿Podemos imaginar la cara de sorpresa de la joven al escuchar a su suegra? Rut aún no conoce bien la Ley, y muchas de sus costumbres le resultan extrañas. Pero como respeta tanto a Noemí, está pendiente de cada palabra que dice. A lo mejor, lo que le está pidiendo que haga le resulta vergonzoso, algo chocante o, en cierto sentido, hasta humillante. No obstante, Rut accede a su petición y le responde: “Todo lo que me dices lo haré” (Rut 3:5).
13. ¿Por qué nos conviene recordar el ejemplo de Rut cuando recibimos consejos de quienes son mayores? (Vea también Job 12:12.)
13 A los jóvenes a veces les resulta difícil seguir los consejos de los mayores, pues piensan que estos no son capaces de entender los retos y problemas que afronta la juventud. Pero el ejemplo de humildad de Rut nos recuerda que puede ser muy provechoso hacer caso de la sabiduría y experiencia de las personas mayores, pues nos aman y desean lo mejor para nosotros (lea Salmo 71:17, 18). Ahora bien, ¿en qué consistía exactamente el consejo de Noemí? ¿Y de verdad le fue bien a Rut por seguirlo?
Rut se dirige a la era
14. ¿Qué es una era, y qué se hace allí?
14 Al caer la tarde, Rut se dirige hacia la era, un terreno compacto y llano adonde los agricultores llevan su cosecha para trillarla y aventarla. Normalmente se elegía un lugar donde las brisas soplaran con fuerza al atardecer, como la ladera o la cima de un monte. A fin de separar el grano de la paja, se lanzaba el cereal al aire utilizando una pala o un bieldo. Así el viento se llevaba la paja, que era más liviana, y los granos, al ser más pesados, caían al suelo.
15, 16. a) ¿Qué sucede en la era después de que Boaz termina su día de trabajo? b) ¿Cómo se da cuenta Boaz de que hay alguien acostado a sus pies?
15 Procurando no ser vista, Rut observa cómo los hombres van terminando su trabajo. Hoy han juntado una gran cantidad de cereal. Boaz, que ha estado supervisando las tareas, ahora se dispone a cenar y, ya satisfecho, se acuesta al lado del montón de grano. Al parecer, esa era una costumbre en aquella época para proteger de ladrones y otros maleantes la preciada cosecha. Cuando Rut ve que Boaz se acuesta, sabe que ha llegado la hora de llevar a cabo el plan de Noemí.
16 Con el corazón latiendo a mil, Rut se le acerca silenciosa y, al comprobar que está profundamente dormido, sigue las instrucciones de su suegra: le destapa los pies, se acuesta allí y espera. Espera y espera, mientras el tiempo va pasando lentamente. ¡A Rut debe parecerle toda una eternidad! Entonces, a medianoche, Boaz empieza a moverse. Temblando de frío, se incorpora, probablemente para cubrirse de nuevo los pies. Pero nota que hay alguien. ¡Vaya sorpresa! El relato bíblico lo expresa así: “¡Mire!, ¡una mujer acostada a sus pies!” (Rut 3:8).
17. ¿Qué dos hechos pasan por alto quienes insinúan que la conducta de Rut no era del todo apropiada?
17 “¿Quién eres?”, pregunta Boaz. La joven responde, tal vez con voz temblorosa: “Soy Rut tu esclava, y tienes que extender tu falda sobre tu esclava, porque tú eres un recomprador” (Rut 3:9). Algunos comentaristas bíblicos de la actualidad han insinuado que las acciones y las palabras de Rut tenían cierto significado sexual, pero pasan por alto dos importantes hechos. En primer lugar, Rut estaba siguiendo las costumbres de la época, muchas de las cuales no se entienden por completo hoy día. Así que sería un error juzgar sus actos según las bajas normas morales de estos tiempos. En segundo lugar, la reacción de Boaz indica cómo debe verse aquel gesto: a sus ojos, la conducta de Rut era moralmente casta y digna de elogio.
Cuando Rut buscó a Boaz, lo hizo con motivos puros y sin egoísmo
18. ¿Qué palabras de ánimo le dirige Boaz a Rut? ¿Y cuáles son los dos casos en que Rut mostró amor leal?
18 Boaz, con un tono dulce y tranquilizador, le dice: “Bendita seas de Jehová, hija mía. Has expresado tu bondad amorosa mejor en el último caso que en el primer caso, al no ir tras los jóvenes, fueran de condición humilde o ricos” (Rut 3:10). “El primer caso” en el que Rut mostró “bondad amorosa”, o amor leal, fue al acompañar a Noemí hasta Israel y quedarse con ella para cuidarla. “El último caso” es ahora. Boaz reconoce que Rut podía haberse buscado un esposo de su edad, fuera rico o pobre. Pero ella quiere hacerle bien no solo a Noemí, sino también al difunto esposo de Noemí. ¿De qué manera? Haciendo lo posible por perpetuar el nombre de este en su tierra natal. Es fácil ver por qué Boaz ha quedado tan impresionado por el altruismo y la generosidad de Rut.
19, 20. a) ¿Por qué Boaz no decide casarse con Rut enseguida? b) ¿Cómo demuestra Boaz que se preocupa por la reputación y el bienestar de Rut?
19 Boaz añade: “Y ahora, hija mía, no tengas miedo. Todo lo que dices lo haré para ti, porque toda persona en la puerta de mi pueblo se da cuenta de que eres una mujer excelente” (Rut 3:11). Le agrada la idea de casarse con Rut y puede que no le haya extrañado del todo que le pida ser el recomprador. Pero Boaz es un hombre justo, y no piensa solo en sus preferencias. Le dice a Rut que hay otro recomprador, un pariente más cercano del difunto esposo de Noemí, y que por eso va a hablar con él para darle la oportunidad de casarse con ella.
Rut llegó a ganarse una buena reputación por tratar a los demás con bondad y respeto
20 Boaz le pide a Rut que vuelva a acostarse y descanse hasta que se acerque el amanecer; entonces podrá irse sin que la vean. Su intención es proteger la reputación de ella y también la suya propia, pues alguien pudiera pensar equivocadamente que han cometido algún acto inmoral. Rut vuelve a acostarse a los pies de Boaz, de seguro mucho más tranquila: ¡con cuánta bondad ha respondido él a su petición! Unas horas después, mientras todavía está oscuro, Rut se levanta para irse. Entonces, Boaz le llena la capa de cebada, y ella regresa a Belén con el generoso regalo (lea Rut 3:13-15).
21. ¿Qué contribuyó a que Rut fuera conocida como “una mujer excelente”, y cómo podemos copiar su ejemplo?
21 No es difícil imaginarnos la sonrisa de felicidad de Rut al recordar las palabras de Boaz: ¡le dijo que todo el mundo la considera “una mujer excelente”! De seguro, algo que ha influido mucho en que tenga una reputación tan buena es su profundo deseo de conocer a Jehová y servirle. Además, ha sido muy bondadosa con Noemí y ha demostrado ser flexible al adaptarse a costumbres judías que eran totalmente extrañas para ella. Nosotros también nos ganaremos una excelente reputación si imitamos la fe de Rut y nos esforzamos por ser considerados con los demás, respetando su cultura y costumbres.
Rut encuentra un “lugar de descanso”
22, 23. a) ¿Qué pudo haber significado el regalo que Boaz le dio a Rut? (Vea la nota.) b) ¿Qué le aconseja Noemí a Rut?
22 “¿Quién eres, hija mía?”, dice Noemí cuando Rut llega a la casa. Tal vez se lo pregunte porque en la oscuridad no haya podido reconocerla. Pero es muy probable que, con estas palabras, Noemí también quiera saber si Rut todavía es la misma viuda de antes, una mujer sola y sin compromiso, o si ya tiene la perspectiva de casarse. Rut enseguida le cuenta todo lo que ha pasado y le entrega el generoso regalo de cebada que Boaz le envía (Rut 3:16, 17).c
23 Noemí, con la sensatez que la caracteriza, exhorta a Rut a quedarse en casa tranquila ese día, en vez de salir a espigar en los campos. Y le asegura: “El hombre no tendrá descanso a menos que haya acabado con el asunto hoy” (Rut 3:18).
24, 25. a) ¿Cómo demuestra Boaz que es un hombre recto y altruista? b) ¿Qué bendiciones recibió Rut?
24 Y eso es precisamente lo que hace Boaz. Va a la puerta de la ciudad —donde suelen reunirse los ancianos de Belén— y espera hasta que pasa el pariente más cercano de la familia de Elimélec, el difunto esposo de Noemí. Delante de testigos, Boaz le ofrece la oportunidad de ser el recomprador casándose con Rut. Pero el hombre no acepta, pues teme arruinar su propia herencia. Entonces, ante los presentes, Boaz declara que él será el recomprador: comprará todo lo que le pertenecía a Elimélec y se casará con Rut, la viuda de Mahlón, uno de los hijos de Elimélec. La razón para obrar así, según él mismo explica, es “hacer que el nombre del muerto se levante sobre su herencia” (Rut 4:1-10). Sin duda alguna, Boaz es un hombre recto y altruista.
25 Finalmente, Boaz se casó con Rut y, como dice el relato, “Jehová le concedió a ella concebir, y ella dio a luz un hijo”. Las mujeres de Belén felicitaron a Noemí y alabaron a su nuera, diciendo que le había sido de más valor que siete hijos varones. Andando el tiempo, el hijo de Rut llegó a ser el abuelo del rey David (Rut 4:11-22). Y David, a su vez, fue antepasado del Mesías, Jesucristo (Mat. 1:1).d
Jehová bendijo a Rut con el privilegio de ser antepasada del Mesías
26. ¿Qué nos recuerdan los ejemplos de Rut y Noemí?
26 Como hemos visto, Rut recibió muchas bendiciones, y también Noemí, quien la ayudó a criar al niño como si fuera suyo. La vida de estas dos mujeres nos recuerda que Dios está muy pendiente de quienes le sirven lealmente con su pueblo, y que bendice los esfuerzos de quienes trabajan con afán para mantener a su familia, aunque sea en labores humildes. La historia de Boaz, Rut y Noemí es prueba de que Jehová siempre recompensa a sus siervos fieles.
a Noemí indicó que la bondad de Jehová no se limita a los vivos, sino que se extiende también a los muertos. ¿Qué significa esto? Pues bien, Noemí había perdido a su esposo y a sus dos hijos, y Rut era viuda de uno de ellos. Sin duda alguna, aquellos tres hombres significaban mucho para ambas. Por eso, cuando alguien mostraba bondad a Noemí y a Rut era como si hiciera lo mismo por ellos, ya que los tres habrían querido que se las tratara bien.
b Por lo visto, el derecho de casarse con la viuda se extendía primero a los hermanos del difunto y luego a sus familiares más cercanos, al igual que sucedía con los derechos hereditarios (Núm. 27:5-11).
c El relato indica que Boaz le dio a Rut seis medidas de cebada, aunque no se especifica su peso. El hecho de que fueran seis quizás diera a entender que, tal como a seis días de trabajo les seguía un sábado —un día de descanso—, a los trabajosos días de viudez de Rut pronto les seguiría el “descanso” de tener un hogar seguro y un esposo que cuidara de ella. También es posible que esas seis medidas, que tal vez consistían en paladas, fueran simplemente todo el peso que Rut podía llevar.
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