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“Guárdense de la levadura de los fariseos y saduceos”La Atalaya 1995 | 15 de marzo
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“Guárdense de la levadura de los fariseos y saduceos”
CUANDO Jesucristo dijo esas palabras hace más de diecinueve siglos, estaba previniendo a sus discípulos de enseñanzas y costumbres religiosas perjudiciales. (Mateo 16:6, 12.) El relato de Marcos 8:15 especifica: “Cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”. ¿Por qué se menciona a Herodes? Porque algunos saduceos pertenecían al grupo político de los herodianos.
¿Por qué era necesaria esta advertencia especial? ¿No se oponían abiertamente a Jesús los fariseos y los saduceos? (Mateo 16:21; Juan 11:45-50.) Sí, pero algunos de ellos aceptarían más tarde el cristianismo y tratarían de imponer sus ideas en la congregación cristiana. (Hechos 15:5.)
También existía el peligro de que los discípulos imitaran a aquellos guías religiosos, pues se habían educado bajo su influencia. A veces no captaron el sentido de las enseñanzas de Jesús, precisamente debido a sus antecedentes religiosos.
¿Por qué eran tan peligrosos el fariseísmo y el saduceísmo? Un análisis de las condiciones religiosas de los tiempos de Jesús nos dará una idea.
División religiosa
El historiador Max Radin escribió lo siguiente acerca de la comunidad judía del siglo I E.C.: “La independencia que tenían una de otra las congregaciones judías era muy real, y hasta se insistía en que así fuera. [...] Cuando más se recalcaba la necesidad de reverenciar el templo y la ciudad santa, muchas veces los que poseían la autoridad suprema de la madre patria eran objeto de fuerte desprecio”.
Desde luego la condición espiritual del judaísmo era bastante triste. ¿Qué factores contribuían? No todos los judíos vivían en Palestina. La influencia de la cultura griega, en la que los sacerdotes no eran guías de la comunidad, contribuyó a socavar el respeto al sacerdocio de Jehová. (Éxodo 28:29; 40:12-15.) Y no hay que pasar por alto a los instruidos laicos y escribas educados.
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“Guárdense de la levadura de los fariseos y saduceos”La Atalaya 1995 | 15 de marzo
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Los saduceos
Es posible que el nombre saduceos provenga de Sadoc, sumo sacerdote de los tiempos de Salomón. (1 Reyes 2:35, nota.) Los saduceos formaban un partido conservador que representaba al templo y al sacerdocio. A diferencia de los fariseos, que fundaban su autoridad en la virtud del estudio y la piedad, los saduceos la basaban en la genealogía y la posición. Se opusieron a las innovaciones de los fariseos hasta la destrucción del templo en 70 E.C.
Los saduceos no solo rechazaban la predestinación, sino que tampoco aceptaban ninguna enseñanza que no se mencionara explícitamente en el Pentateuco, aunque se expusiera en otra parte de la Palabra de Dios. De hecho, “consideraban que era una virtud debatir” estos asuntos. (The Jewish Encyclopedia) Nos hace recordar la ocasión en la que desafiaron a Jesús con respecto a la resurrección.
Los saduceos pusieron la ilustración de una viuda que había tenido siete esposos y preguntaron: “En la resurrección, ¿de cuál de los siete será ella esposa?”. Por supuesto, daba lo mismo que aquella viuda hipotética hubiera tenido catorce o veintiún esposos. Jesús explicó: “En la resurrección, ni se casan los hombres ni se dan en matrimonio las mujeres”. (Mateo 22:23-30.)
Como Jesús sabía que los saduceos rechazaban todos los escritores inspirados con la excepción de Moisés, respondió basándose en el Pentateuco. Dijo: “Concerniente a los muertos, de que son levantados, ¿no leyeron en el libro de Moisés, en el relato acerca de la zarza, cómo Dios le dijo: ‘Yo soy el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob’? Él no es Dios de muertos, sino de vivos”. (Marcos 12:26, 27.)
Persiguen a Jesús y a sus discípulos
Los saduceos preferían la relación diplomática con otras naciones a esperar al Mesías, si es que acaso creían en su venida. Se había acordado con Roma que ellos administrarían el templo, y no querían que se presentara ningún Mesías que obstaculizara su labor. Dado que veían a Jesús como una amenaza para su posición, se aliaron con los fariseos para tramar su muerte. (Mateo 26:59-66; Juan 11:45-50.)
Como los saduceos tenían una orientación política, lógicamente demostraron su lealtad a Roma y gritaron: “No tenemos más rey que César”. (Juan 19:6, 12-15.) Tras la muerte y resurrección de Jesús, fueron los saduceos los primeros que intentaron detener la difusión del cristianismo. (Hechos 4:1-23; 5:17-42; 9:14.) Este grupo desapareció después de la destrucción del templo en 70 E.C.
La necesidad de estar en guardia
¡Qué apropiada ha resultado ser la advertencia de Jesús! Sí, tenemos que ‘guardarnos de la levadura de los fariseos y saduceos’. Solo hay que observar el mal fruto que ha producido tanto en el judaísmo como en la cristiandad hoy en día.
Sin embargo, en marcado contraste, los ancianos cualificados de las más de setenta y cinco mil quinientas congregaciones de los testigos de Jehová de todo el mundo ‘prestan constante atención a sí mismos y a su enseñanza’. (1 Timoteo 4:16.) Creen que toda la Biblia es inspirada de Dios. (2 Timoteo 3:16.) En lugar de ser innovadores y promover sus propios procedimientos religiosos, trabajan unidamente bajo la dirección de una organización basada en la Biblia que usa esta revista como su principal medio de instrucción. (Mateo 24:45-47.)
El resultado es que se está fortaleciendo espiritualmente a millones de personas de todo el mundo al ayudarlas a entender la Biblia, ponerla en práctica en su vida y enseñarla a otras personas. Para ver como se está llevando a cabo, ¿por qué no visita la congregación más cercana de los testigos de Jehová, o escribe a los publicadores de esta revista?
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“Guárdense de la levadura de los fariseos y saduceos”La Atalaya 1995 | 15 de marzo
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En otra ocasión, muchas personas se ofendieron cuando Jesús habló de ‘comer su carne y beber su sangre’. (Juan 6:48-55.) Pero Lightfoot señala que “no había nada más normal en las escuelas de los judíos que las frases ‘comer y beber’ utilizadas en sentido metafórico”. También señaló que el Talmud usa la expresión “comer al Mesías”.
Así que las opiniones de los fariseos y saduceos afectaron bastante el modo de pensar judío del siglo primero. No obstante, Jesús siempre tomó en la debida consideración el conocimiento y la experiencia de su auditorio. Este fue uno de los muchos factores que lo convirtieron en el Gran Maestro.
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