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    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
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      “¡Conduce con cuidado!”

      Este es el consejo que frecuentemente damos a los miembros de nuestra familia o a invitados que se marchan. Es un buen recordatorio, pues conducir puede ser peligroso. Para que uno pueda llegar sin contratiempos a su destino, entran en juego muchos factores. Anualmente hay millones de personas que no lo logran.

      ¿Se puede hacer algo para mejorar la conducción? El corresponsal de la revista ¡Despertad! en Gran Bretaña ha hecho un estudio sobre la incidencia del problema en varios países, y aporta aquí consejos sensatos que pueden ayudar a los conductores a conducir sin arriesgar su vida o la de otras personas.

  • Conducir con cuidado... una necesidad urgente
    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
    • Conducir con cuidado... una necesidad urgente

      SE HA dicho de la conducción que “no hay ninguna otra actividad que dé lugar a tantas mutilaciones y sufrimientos, pero que, por otra parte, exija tan poca preparación y responsabilidad”. Como peatón, ¿ha tenido alguna vez que esquivar un vehículo que se le venía encima? Bien como transeúnte, ocupante de un vehículo o conductor, ¿ha sido usted testigo de un accidente de tráfico y ha expresado su preocupación por el incremento de las muertes en la carretera?

      En Gran Bretaña, “el número de peatones muertos o gravemente heridos ha estado en alza durante los últimos cinco años”. (The Times.)

      “Unos cuatro mil hombres, mujeres y niños se matan en las carreteras canadienses [...] cada año.” (The Toronto Star.)

      En Estados Unidos, entre 1981 y 1985, los accidentes de tráfico ocasionaron 233.200 muertes. (The World Almanac, 1987.)

      “En Río de Janeiro (Brasil), los automóviles [...] ocasionan más muertes que la tuberculosis, el cáncer y las enfermedades cardiacas.” (O Estado de S. Paulo.)

      ¿Qué proporciones alcanza esta situación a nivel mundial?

      El precio de la conducción

      Se calcula que, en todo el mundo, los accidentes de tráfico siegan anualmente un cuarto de millón de vidas humanas. Según el periódico The Toronto Star, esta cantidad “supera el número de muertes anuales que ocasionan las guerras, el crimen y los accidentes laborales”.

      En Gran Bretaña, el costo de una muerte en carretera se estima que asciende a 252.000 libras esterlinas (400.000 dólares E.U.A.). ¿Por qué tanto? Aparte de la inversión que se hace en la persona misma, sus ingresos potenciales perdidos y los daños materiales, están los gastos de ambulancia, hospitalización y otros servicios. La conducción descuidada ciertamente puede resultar costosa.

      “Poder de matar”

      John Moore, ex secretario de Estado británico de Transportes, encuentra “sorprendente que, en Gran Bretaña, cada año se sieguen en las carreteras unas cinco mil vidas... y, sin embargo, los medios informativos y el público británico apenas lo comenten”. Algunos grupos de presión que reclaman seguridad en las carreteras afirman que ‘la acción de matar con un vehículo está en peligro de convertirse en una forma aceptada de homicidio’.

      Al margen de esta aparente despreocupación, hay una conclusión ineludible: su manera de conducir puede significar vida o muerte para alguna persona, posiblemente para usted. Alex Miller, inspector de conducción de la policía de Strathclyde (Escocia), dice: “Cada automóvil es un arma letal que pone en las manos del conductor el poder de matar”.

      Si es conductor, ¿qué sentido tiene esa declaración para usted? ¿No es cierto que hace pensar en la seriedad de este asunto? No obstante, muchos conductores le dan poca importancia, especialmente los que beben cuando conducen.

      De la República Federal de Alemania se informa que “en 1984 se produjeron 40.332 accidentes de tráfico con víctimas mortales o heridos, y otros 20.000 accidentes que ocasionaron graves daños a la propiedad; en todos estos accidentes los conductores estaban bebidos”. En Gran Bretaña, las bebidas alcohólicas están relacionadas con una de cada tres muertes en la carretera.

      ¿Acaso desaniman estas estadísticas a los conductores que beben? No, según un portavoz de la policía de Inglaterra, que dijo: “Aún existe una cantidad importante de conductores dispuestos a arriesgarse, poniendo en peligro su vida, la de su familia y la de otros conductores”. El profesor Robert Kendell, de la universidad de Edimburgo, afirma que “alrededor de un 10% de la población masculina de Gran Bretaña conduce, al menos una vez por semana, con un índice de alcoholemia superior al tolerado por la ley”. ¿Qué otro nombre podría dársele a esta actitud sino puro egoísmo?

      Algunas destilerías de Gran Bretaña han tratado de aliviar este problema por medio de promover un servicio de transporte a los bares. Esto implica la contratación de agencias de alquiler de autobuses o automóviles para llevar a los bebedores a sus bares preferidos y luego traerlos, prescindiendo de la condición física en la que se encuentren. A nivel de grupo, algunos conductores que gustan de beber procuran evitar el riesgo que esto implica por medio de escoger a uno de entre ellos que conduzca al grupo de regreso a casa y que esté de acuerdo en permanecer sobrio, bebiendo únicamente refrescos. Aunque puede que estas iniciativas merezcan encomio, ¿dan resultado? Según informes publicados en el Glasgow Herald, tales iniciativas “son insuficientes para disminuir la incidencia de la bebida en la conducción, siquiera de modo relevante”.

      ¿Cuál es, entonces, la solución al problema del conductor que bebe? El jefe de policía de Warwickshire, Peter Joslin, dijo: “En última instancia, debemos lograr que el beber cuando se conduce sea visto como un comportamiento antisocial”. Y añadió: “Nuestra única advertencia es: ‘Si conduce, no beba’”.

      ¿Es esta una recomendación realista? Algunos países imponen una estricta observancia del código de la circulación por medio de poner multas cuantiosas al conductor que bebe. La legislación sueca ha concedido a las autoridades el derecho de confiscar el automóvil de un conductor peligroso, tal y como se desposeería a un criminal violento de su cuchillo o pistola. La Asociación de Magistrados Británicos ha apoyado una moción para desautorizar temporalmente al conductor que dé positivo en una prueba de alcoholemia, siempre que se opine que antes de que su caso se viese ante una audiencia judicial pudiera incurrir de nuevo en la misma infracción.

      Sin embargo, conducir con cuidado no solo consiste en permanecer sobrio.

      [Ilustración en la página 3]

      Cada año, la cantidad de vidas segadas por los accidentes de tráfico en todo el mundo supera a la población de Islandia

  • Evite el exceso de velocidad y la agresividad
    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
    • Evite el exceso de velocidad y la agresividad

      “SI AHORA se inventara el automóvil, se prohibiría —afirmó Geoff Large, director adjunto de la sociedad británica RoSPA para la seguridad en carretera (Real Sociedad para la Prevención de Accidentes)—. Nunca se autorizaría vender algo que, tan solo en este país, pudiera ocasionar la muerte y causar daño a más de 300.000 personas cada año.”

      Los fabricantes de automóviles reconocen el peligro potencial de su producto. Invierten vastas sumas de dinero en un gran esfuerzo por mejorar las prestaciones de seguridad que se incorporan a los automóviles modernos. Pero, como dice la revista londinense Sunday Express Magazine, “los conductores conscientes de la seguridad saben que la protección del automóvil y de sus ocupantes no es barata”. Aunque la publicidad destaca las prestaciones de seguridad incorporadas al automóvil, ¿qué es lo que atrae la atención del comprador? Por lo general, es el rendimiento del vehículo, el tiempo de aceleración y su potencia, así como la elegancia de sus líneas y el corte deportivo.

      El juez Richard Spiegel, ya retirado, opina que los conductores alemanes parecen “tener una tendencia neurótica a la velocidad [...], que sigue siendo la causa más frecuente de los accidentes”. En su opinión, es esta actitud la que explota la “publicidad de la industria del motor”. ¿Ocurre lo mismo también en su país?

      Otros factores, como el aumento de la densidad del tráfico y la disminución de la calidad de la red de carreteras, hace que en muchos países la conducción sea más arriesgada. Un informe recibido de Brasil centra su atención en los peligros que crean las intersecciones que no están bien señalizadas. Según el periódico Heraldo do Brasil, “en situaciones como estas, más de un conductor se siente repentinamente confundido y vacila, lo cual puede provocar un accidente”.

      Ante tales riesgos, es imperativo que los conductores de automóviles modernos que tienen gran rendimiento sean responsables, estén bien preparados y sean personas cuidadosas. La publicación sueca Trygg i trafiken? (¿Se siente usted seguro al conducir?) ofrece esta evaluación: “Aparte del derecho al voto, el permiso de conducir es la responsabilidad más importante que la sociedad confía a una persona”.

      ¡Evite la agresividad!

      La velocidad mata. Los conductores bebidos matan. “Pero —tal vez diga usted— yo me atengo a los límites de velocidad y no bebo cuando conduzco. Reconozco que conducir puede ser un asunto de vida o muerte. ¿Qué más puedo hacer?”

      Según la psicóloga Zulnara Port Brasil, “el automóvil amplifica una facultad humana, la del movimiento, permitiéndole recorrer distancias a una velocidad mayor que la de sus propios medios. Eso, en sí mismo, no es malo”. Entonces, ¿en qué consiste el problema? Según la misma fuente, “consiste en la manera como cada conductor emplea esa facultad”.

      Seguramente usted estará de acuerdo con el periódico francés Le Monde, que dijo: “‘Hay una actitud mental que se ha desarrollado y generalizado, la cual nos hace concebir [...] el volante como un símbolo de poder [...]. Si no se puede evitar la necedad de otras personas [...], controlemos, al menos, nuestra propia conducción’”. (Cursivas nuestras.)

      La conducción es hoy más ardua y peligrosa debido a lo que el periódico Glasgow Herald llama “el nivel en alza de la agresividad y la intolerancia cuando se está al volante”. Añádase a esto “la conducción temeraria y arriesgada”, la cual está “generalizándose progresivamente hasta el grado de llegar a la violencia física y a la colisión”, y se tendrá la fórmula para ocasionar una devastación en las carreteras. Ken Cocke, supervisor de la policía canadiense, dice: “La gente ha olvidado todas las reglas [...], y todo el mundo tiene prisa. Sentimos la necesidad de ser más agresivos; todos se impacientan y nadie está dispuesto a esperar en la cola”.

      Esta tendencia hacia la agresividad, característica del conductor de hoy, ciertamente crea problemas. Según el periódico Rheinischer Merkur, “la peor falta es conducir muy pegado al otro vehículo. [...] Pocos conductores son conscientes de lo que los otros piensan. Por ejemplo: los conductores de automóviles rápidos a menudo opinan que los motociclistas son una amenaza. Se sienten desafiados por el motociclista, y sienten envidia, la cual, a su vez, fácilmente puede generar agresividad”. Es tan común esta tendencia que “una de cada tres personas entrevistadas admitió haberse sentido molesta o hasta insultada al ser rebasada por un motociclista”.

      La máxima prioridad: ¡conduzca con cuidado!

      El aumento de la violencia que ha tenido lugar en las autopistas de Estados Unidos parece reflejar este espíritu de agresividad. Un artículo publicado en el periódico The Wall Street Journal del 3 de agosto de 1987 bajo el tema “Los conductores están haciéndose cada vez más violentos” comentó: “En diversas poblaciones por todo el país, la policía ha observado un aumento de tiroteos en las autopistas, peleas a puñetazos y otras acciones delictivas, muchas de las cuales dieron comienzo con discusiones entre conductores sobre cuestiones de menor importancia. En unos pocos casos algunos automovilistas resultaron muertos”. El periódico The New York Times del 6 de agosto de 1987 informó: “Desde mediados de junio, la violencia en las autopistas del sur de California se ha cobrado cuatro víctimas [...] y ha dejado un saldo de quince heridos”.

      No hay lugar a dudas: es imperativo conducir con cuidado, tanto para nuestro propio beneficio como el de otras personas. John Moore, ex secretario de Transportes, después de lamentar las vidas que se pierden cada año en las carreteras de Gran Bretaña, instó: “La seguridad en la carretera [...] debe ser un asunto de la máxima prioridad para todo conductor”.

      Considerado desde un punto de vista práctico, ¿cómo puede usted conducir con seguridad? ¿Qué cosas debe tener presente? ¿Qué consejo ofrecen los conductores expertos y cuidadosos? Nuestro próximo artículo, “Cultive buenos hábitos de conducción”, dará respuesta a estas preguntas.

  • Cultive buenos hábitos de conducción
    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
    • Cultive buenos hábitos de conducción

      PRECAVIDO, cuidadoso, sereno, prudente, extremadamente prudente, imprevisible, descuidado, peligroso..., con términos como estos se califica a los conductores. ¿Cuál de ellos le califica a usted? Puede que la mayoría de los conductores se consideren prudentes y seguros, mientras que sus acompañantes y otros conductores tal vez no sean tan indulgentes.

      Un requisito para conducir con seguridad es que el vehículo esté en condiciones aptas para la circulación.

      ¿Está su vehículo en condiciones aptas para la circulación?

      En algunos países se hace una inspección periódica de los vehículos. Los resultados a menudo son sorprendentes. En Francia, por ejemplo, en una reciente inspección practicada en vehículos con solo cinco años de uso, se observó que un 73% estaba en condiciones pobres, muy pobres o hasta peligrosas.

      Para ayudarle a comprobar el estado de su vehículo, le resultará práctico hacer un chequeo muy parecido al que hacen los pilotos de las líneas aéreas a fin de asegurarse de que todo está listo para el despegue. En la página 8 encontrará una lista de las cosas que deben comprobarse.

      Como es natural, si dispone de un vehículo apto para la circulación, debidamente asegurado y conforme a las leyes vigentes en el país, necesita además un permiso de conducir. Para conseguirlo, tendrá que examinarse. ¿Aprobará o suspenderá?

      El examen de conducir

      Muchas de las personas que aprenden a conducir consideran dicho examen como un obstáculo. Lo cierto es que, para ellos, se convierte en un tema de conversación de máxima importancia. Estos exámenes varían de un país a otro.

      En Francia, como en muchos otros lugares, la persona que aprende a conducir tiene que pasar dos exámenes: el teórico y el práctico. En Alemania, el cursillo incluye la enseñanza de normas de primeros auxilios que han de administrarse en el lugar del accidente. Además, las autoridades alemanas consideran preceptivo que el curso incluya un mínimo de hora y media de prácticas de conducción en horas nocturnas, así como unas dos horas de conducción en autopista. Si la persona aprueba el examen, se le extiende un permiso probatorio, válido por dos años. Si ese período de tiempo transcurre sin que la persona tenga accidentes, se le concede un permiso permanente.

      En Japón se exigen de treinta a sesenta horas de instrucción práctica con un buen profesor, seguidas de un examen que se divide en tres partes: revisión médica (se comprueba la visión, si hay daltonismo y la audición), conducción (habilidad al volante) y escrito (basado en el código de la circulación).

      Según el periódico The Times de Londres, “el examen de conducir británico ha hecho fracasar, por su dureza, a centenares de furiosos americanos [residentes]”. Debido al 51% de suspensos registrados (comparado con el 15% en E.U.A.), se ha dicho que este examen es “uno de los más rigurosos del mundo”.

      Las diferencias van más allá de los tecnicismos. Según Yoshida, director de una autoescuela de Nueva York, “en Tokio, el inspector examina al conductor en perspectiva desde el punto de vista de su dominio técnico del automóvil, mientras que en Estados Unidos se examina con el fin de probar con cuánta seguridad conduce la persona”.

      Prescindiendo de las diferencias, todo conductor debe esforzarse por conducir prudentemente. ¿Cómo?

      Una señora inglesa que se examinó a los cincuenta años de edad y aprobó consideró que le fue muy conveniente prepararse para el examen por medio de estudiar detenidamente el Highway Codea (Código de la circulación) de Gran Bretaña. Pero, como suele ocurrir con toda otra aptitud, reconoció que no bastaba con estudiar un libro de texto.

      La práctica es fundamental. Si usted es un conductor inexperto, aprenda a conducir con cuidado bajo diferentes circunstancias. Por ejemplo: cuando las condiciones climatológicas cambian, el estado de la superficie de la carretera sufre alguna modificación. Aunque solo haya lloviznado un poco, las ruedas de su vehículo no se adherirán al firme de la carretera tan bien como cuando está seca. Por consiguiente, es imperativo disminuir la velocidad y estar muy pendiente de las incidencias de la carretera. La lluvia fuerte puede ocasionar problemas adicionales, como ocurre cuando el vehículo que va delante salpica agua sobre el parabrisas de su automóvil, impidiéndole la visión. Acostúmbrese a conducir en condiciones climatológicas diferentes y ajuste su conducción según esas diferencias.

      Puede que usted no tenga grandes conocimientos mecánicos. “Ni siquiera uno de cada cinco conductores sabe qué presión deben llevar las ruedas de su automóvil o el calendario de mantenimiento”, afirma el periódico londinense Daily Mail, y añade que “ni siquiera uno de cada tres ha leído alguna vez un manual, y prácticamente todos se sienten desconcertados ante la mecánica de los automóviles modernos”. ¿Y usted?

      Aunque no es necesario conocer todos los pormenores mecánicos intrincados de los vehículos modernos, resulta útil conocer los detalles básicos. Esto le ayudará a comprender su automóvil.

      Mejore su conducción

      Aprobar el examen de conducir le producirá una sensación grata o un sentido de logro. Pero ¿y después? ¿Tenderá a exigir menos de sí mismo? Según comentó el instructor de una autoescuela, “después de aprobar el examen, muchos conductores se hacen un poco negligentes”. Luego ofreció este consejo: “Sea consciente de sus limitaciones y de las limitaciones de su vehículo bajo diversas condiciones. En tanto usted no se conciencie de estas, es probable que tenga un accidente”. Un conductor reconoció: “Si condujese como lo hice durante las primeras semanas después de haber aprobado el examen, sería un conductor más seguro”. ¿Por qué? Él admite: “Ahora me arriesgo más”.

      Cuando usted aprobó el examen de conducir, demostró que, básicamente, era un conductor seguro. Para llegar a ser un buen conductor, es necesario que continúe mejorando su conducción. Casi con toda seguridad, usted puede mejorar su habilidad si adquiere más experiencia y presta atención a su forma de conducir.

      Esté cada vez más alerta a los posibles peligros. Según Alex Miller, inspector de conducción de la policía británica, “la falta de previsión y vigilancia respecto a lo que ocurre delante, detrás o en torno al automóvil cuando uno conduce es el defecto principal de los conductores de hoy”. Procure contar con lo inesperado. Aprender a “leer la carretera” le ayudará. (Véase el recuadro de la página anterior.)

      La seguridad tiene que ver con su actitud

      De acuerdo con Alex Miller, “lo más importante es el temperamento”. Un conductor con treinta años de experiencia, tanto en África como en Europa, ofrece esta apreciación: “La conducción tiene que ver con la personalidad. Los hábitos de conducción de una persona reflejan su modo de tratar con otros en su vida cotidiana”.

      Un conductor canadiense realza la importancia de tener una actitud correcta durante la conducción, al decir: “Cuando se considera el permiso de conducir como un ‘privilegio’ y no como un ‘derecho’, los buenos modales en la conducción mejorarán sensiblemente nuestra seguridad en la carretera”.

      El manual de la conducción publicado por el Departamento Británico de Transportes dice: “Si se considera la seguridad como una actitud mental, entonces la humildad deberá ser uno de sus principales ingredientes”. Para muchos, esto supondrá hacer cambios en su temperamento. ¿Es eso posible? Sí. Implica tener consideración a otras personas, altruismo. Como tan acertadamente lo expresa la regla áurea bíblica: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos”. (Mateo 7:12.)

      Pero, llevado a la práctica, ¿cuál es el resultado? “Cuando se está a punto de perder la paciencia en la carretera, es verdaderamente difícil cultivar buenas cualidades”, dijo un conductor inglés. Seguramente usted está de acuerdo. El deseo de desquitarse es fuerte. “Sin embargo —añadió—, cuando esto ocurre, pongo una casete con música para calmarme. El efecto es sorprendente.” (Véase el recuadro de la página 9.)

      Un experto conductor japonés aconsejó: “Esfuércese por controlar cualquier sentimiento de irritación. Si por alguna razón está molesto, tararee o cante”.

      No espere demasiado de otras personas. Las estadísticas sobre los accidentes ponen claramente de manifiesto el riesgo que suponen para otras personas los conductores peligrosos. Determínese a conducir a la defensiva, o, como lo expresó un conductor, “conduzca como si todos los demás conductores fuesen un peligro en potencia”.

      Además, reconozca que puede aprender de otros. Analice su conducción. (Véase el recuadro de esta página.)

      Jim Kenzie, en un artículo publicado en el periódico The Toronto Star, dijo: “Para llegar a ser un as del volante, no hacen falta milagros. Todo cuanto se necesita es algún conocimiento, algo de sentido común y consideración a los demás”. Prescindiendo de que usted sea un conductor inexperto o experimentado, recuerde que la carretera no es el lugar para exhibiciones, impaciencia o actitudes egoístas.

      Si comprende su automóvil, “lee la carretera”, se concentra y cultiva una actitud previsora y humilde, tendrá éxito en conducir... con seguridad.

      [Nota a pie de página]

      a Desde su presentación en 1931, esta publicación estatal —“en segundo lugar, después de la Biblia, en la lista de los libros más vendidos de todos los tiempos” en Gran Bretaña— ha sido actualizada muchas veces, y ofrece claras normas de seguridad para el conductor.

      [Fotografía en la página 7]

      El examen de conducir sirve para determinar si usted es un conductor seguro

      [Recuadro/Fotografías en la página 8]

      ¿Es su vehículo apto para la circulación?

      Cosas que uno debe comprobar antes de ponerse en carretera:

      Parabrisas y ventanas: ¿Están limpios?, ¿ha llenado el depósito de agua de los limpiaparabrisas?, ¿están estos en buenas condiciones?

      Luces, luz de freno e intermitentes: ¿Funcionan?

      Ruedas: ¿Tienen algún corte profundo o grietas, rozaduras, bultos u otros desperfectos?

      Frenos: Tan pronto como se ponga en marcha, compruebe si funcionan debidamente.

      Revisiones periódicas según el manual del fabricante:

      Motor: ¿Está el nivel del aceite a la altura de la línea máxima? No la sobrepase.

      Radiador (si tiene): Compruebe el nivel del líquido refrigerante del radiador. ¿Está adecuadamente protegido contra las bajas temperaturas?

      Ruedas: Compruebe la presión, la profundidad de las hendiduras y la uniformidad del desgaste.

      Batería: Compruebe el nivel de agua destilada en cada vaso. No sobrepase los niveles.

      [Recuadro en la página 9]

      Distracciones al conducir

      Los aparatos de radio y radiocasetes para el automóvil facilitan la audición de música y noticias durante la conducción. ¿Podrían entorpecer la concentración del conductor? Las opiniones varían. Algunos conductores afirman que pueden concentrarse bien sin importar lo que escuchen. Otros prefieren limitarse a poner música de fondo únicamente cuando el tráfico es muy denso. Esto concuerda con la advertencia que se dio en el manual de la Conducción: “La audición de programas de contenido serio puede entorpecer su concentración”. Si tiene teléfono en su automóvil, ¿debe usarlo mientras conduce? El manual recomienda: “Detenga el automóvil cuando haga o reciba una llamada”.b

      [Nota a pie de página]

      b En Gran Bretaña, se recomienda a los conductores que solo instalen en su automóvil teléfonos de transmisión y recepción sin auricular, así no es necesario retirar la mano del volante; pero, aun en estos casos, se aconseja usarlo únicamente cuando no haya riesgo de distracción.

      [Recuadro en la página 10]

      Lea la carretera

      En una serie de folletos preparados para ayudar tanto al aprendiz como al conductor cualificado, la RoSPA, de Gran Bretaña (Real Sociedad para la Prevención de Accidentes), agradece a la industria del motor la inversión que ha hecho con el fin de fabricar vehículos que satisfagan criterios de alta seguridad. Pero les recuerda a los conductores que “un automóvil solo puede ser seguro si el conductor que está al volante también lo es”. Recomienda a todos los conductores que ‘lean la carretera’. ¿Cómo se hace esto?, y ¿qué implica?

      1. Esté pendiente de los primeros indicios de complicaciones en la carretera y en el tráfico. Durante la mayor parte del tiempo, un conductor debe mirar hacia delante, pendiente de indicios que podrían alertarle de posibles peligros. Sin embargo, también estará atento a lo que pueda ocurrir a ambos lados de la carretera.

      2. Tenga presente el lugar por donde circula, el tiempo, la hora y a los demás conductores. El lugar por donde usted circula, zona urbana o rural, debe modificar su conducción. Las carreteras mojadas, con hielo o llenas de nieve encierran más peligros. Las bolsas de niebla intermitentes son particularmente peligrosas. Los vientos fuertes pueden desplazarle fuera del carril que ocupa. El destello de la luz solar o de las luces de un automóvil que viene en dirección contraria puede cegarle momentáneamente o, por lo menos, mermar drásticamente su visión. Durante el período de vacaciones transitan por las carreteras muchos conductores inexpertos. Esté pendiente de los peatones y de los animales. Observe las sombras que delatan la presencia de peatones que se disponen a cruzar por delante del autobús al que usted va a adelantar en ese momento.

      3. Prevea cómo lo que usted observa puede afectar su conducción. Decida detenidamente cómo resolver esas incidencias y pase por ellas con cuidado.

      Según la RoSPA, “estas son las recomendaciones que los conductores expertos siempre tienen presentes. [...] Deben contribuir a mejorar sus normas de conducción”. Lo que es más, “se sabe que han ayudado a disminuir las posibilidades de accidentes”.

      [Recuadro en la página 11]

      Recomendaciones de los expertos

      Enorgullézcase de ofrecer a los ocupantes de su automóvil un viaje confortable y suave.

      Considere la conducción como una habilidad que puede mejorarse.

      Asegúrese de que su vehículo esté en condiciones óptimas.

      Al conducir, mire hacia delante, a larga, media y corta distancia.

      Compruebe en los retrovisores lo que hay detrás de usted y a la izquierda de su vehículo.

      Tenga presente que la visión que tiene a través de los retrovisores deja un punto ciego.

      Antes de cambiar de sentido, compruebe el retrovisor y dé la señal de su movimiento con suficiente antelación.

      Si es necesario, en lugar de solo fiarse de los retrovisores, antes de cambiar de sentido vuelva la cabeza para comprobar si viene algún vehículo.

      Sea paciente. Conserve la calma.

      Conducir con seguridad significa obedecer las leyes de tráfico.

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