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Conozca a su enemigoLa Atalaya (estudio) 2018 | mayo
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Conozca a su enemigo
“No estamos en ignorancia de sus designios” (2 COR. 2:11).
1. Después del pecado de Adán y Eva, ¿qué reveló Jehová sobre nuestro enemigo?
ADÁN sabía bien que las serpientes no hablan. Así que, cuando una serpiente habló con Eva, tal vez él imaginó que quien hablaba en realidad era un espíritu (Gén. 3:1-6). Ninguno de los dos sabía casi nada sobre él. Aun así, Adán decidió darle la espalda a su amoroso Padre celestial y unirse a la rebelión de aquel desconocido (1 Tim. 2:14). Jehová comenzó de inmediato a dar información sobre este enemigo que había corrompido a Adán y Eva, y prometió que acabaría con él. Pero también advirtió que durante un período este espíritu atacaría a los que aman a Dios (Gén. 3:15).
2, 3. ¿Por qué dio Jehová poca información sobre Satanás antes de la venida del Mesías?
2 Jehová, que es muy sabio, nunca nos ha dicho cómo se llama el ángel rebelde.a Y decidió esperar dos mil quinientos años para darnos a conocer el término descriptivo que usa para referirse a él: Satanás, que significa “Opositor” (Job 1:6). De hecho, este término solo aparece en tres libros de las Escrituras Hebreas: 1 Crónicas, Job y Zacarías. ¿Por qué dio Jehová tan poca información sobre este enemigo antes de la venida del Mesías?
3 Al parecer, Jehová no quería darle un protagonismo indebido a Satanás. Por eso, no dedicó porciones extensas de las Escrituras Hebreas a hablar de él y sus obras. El motivo principal por el que inspiró esa parte de la Biblia fue ayudar a la gente a reconocer y a seguir al Mesías (Luc. 24:44; Gál. 3:24). Cuando este llegó, Jehová los usó a él y a sus discípulos para dar a conocer gran parte de lo que sabemos sobre Satanás y los ángeles que se pusieron de su lado.b Y es apropiado que así sea, pues Jehová utilizará a Jesús y a los ungidos para aplastar a Satanás y sus seguidores (Rom. 16:20; Rev. 17:14; 20:10).
4. ¿Por qué no debemos tenerle un miedo excesivo a Satanás?
4 El apóstol Pedro describió al Diablo como un “león rugiente”, y Juan lo llamó “serpiente” y “dragón” (1 Ped. 5:8; Rev. 12:9). ¿Significa eso que debemos tenerle un miedo excesivo a Satanás? No, porque su poder es limitado (lea Santiago 4:7). Contamos con el apoyo de Jehová, Jesús y los ángeles fieles. Con su ayuda, podemos resistir sus ataques. Pero todavía tenemos que dar respuesta a tres preguntas fundamentales: ¿Cuánta influencia tiene Satanás? ¿Cómo intenta influir en la gente? Y ¿hasta dónde llega su poder? Analicemos estas cuestiones y veamos qué lecciones aprendemos.
¿CUÁNTA INFLUENCIA TIENE SATANÁS?
5, 6. ¿Por qué no pueden los gobiernos humanos traer los cambios que más necesita la humanidad?
5 Una cantidad importante de ángeles se unió a la rebelión de Satanás. Antes del Diluvio, él logró que al menos algunos de ellos tuvieran relaciones sexuales inmorales con mujeres. La Biblia se refiere de manera simbólica a este suceso cuando describe a un dragón que arrastra con él a la tercera parte de las estrellas del cielo (Gén. 6:1-4; Jud. 6; Rev. 12:3, 4). Cuando aquellos ángeles abandonaron la familia de Jehová, se sometieron al control de Satanás. Pero no pensemos que son sencillamente un grupo desorganizado de maleantes. Satanás ha creado una imitación del Reino de Dios, y se considera a sí mismo el rey. Ha organizado a los demonios en gobiernos, les ha dado autoridad y los ha hecho gobernantes mundiales (Efes. 6:12).
6 Satanás se vale de esta organización para controlar a todos los gobiernos humanos. Este hecho quedó claro cuando le mostró a Jesús “todos los reinos de la tierra habitada” y le dijo: “Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien yo quiera se la doy” (Luc. 4:5, 6). A pesar de la malvada influencia del Diablo, muchos gobiernos hacen cosas buenas por sus ciudadanos. Y hay gobernantes que tienen buenas intenciones. Pero no hay ningún gobierno ni gobernante que sea capaz de traer los cambios que más necesita la humanidad (Sal. 146:3, 4; Rev. 12:12).
7. ¿Cómo usa Satanás la religión falsa y el sistema comercial, además de los gobiernos, para engañar a la gente? (Vea el dibujo del principio).
7 Para engañar “a toda la tierra habitada”, Satanás y los demonios no solo usan los gobiernos, sino también la religión falsa y el sistema comercial (Rev. 12:9). Mediante la religión falsa, Satanás difunde mentiras sobre Jehová. Y parece que está decidido a conseguir que el mayor número de personas posible olvide el nombre de Dios (Jer. 23:26, 27). Como resultado de todo esto, muchos creen sinceramente que adoran a Dios, pero en realidad adoran a los demonios (1 Cor. 10:20; 2 Cor. 11:13-15). Mediante el sistema comercial, Satanás difunde otras mentiras. Por ejemplo, hace creer a la gente que la clave de la felicidad está en tener mucho dinero y muchas posesiones (Prov. 18:11). Los que creen esta mentira dedican su vida a servir “a las Riquezas” en lugar de a Jehová (Mat. 6:24). Su amor por las cosas materiales termina asfixiando su amor por Dios (Mat. 13:22; 1 Juan 2:15, 16).
8, 9. a) ¿Qué dos lecciones aprendemos de los ejemplos de Adán, Eva y los ángeles rebeldes? b) ¿En qué nos beneficia conocer cuánta influencia tiene Satanás?
8 Los ejemplos de Adán, Eva y los ángeles rebeldes nos enseñan por lo menos dos lecciones importantes. La primera es que, o nos ponemos de parte de Jehová, o de parte de Satanás. No hay punto intermedio (Mat. 7:13). Y la segunda es que los beneficios de apoyar a Satanás son limitados. Adán y Eva lograron fijar sus propias normas sobre lo que está bien y está mal, y los demonios consiguieron cierta influencia sobre los gobiernos humanos (Gén. 3:22). Pero el precio que hay que pagar por ponerse del lado de Satanás siempre supera a cualquier supuesto beneficio (Job 21:7-17; Gál. 6:7, 8).
9 ¿En qué nos beneficia conocer cuánta influencia tiene Satanás? Por un lado, nos permite comprender que Jehová desea que respetemos a las autoridades y gobiernos (1 Ped. 2:17). Espera que obedezcamos sus leyes siempre y cuando no contradigan las normas divinas (Rom. 13:1-4). Pero también sabemos que debemos ser neutrales y no apoyar a ningún partido o líder político (Juan 17:15, 16; 18:36). Por otro lado, conocer la influencia de Satanás nos motiva a predicar. Como vemos lo que trata de hacer con el nombre y la reputación de Jehová, sentimos un mayor deseo de enseñarles a las personas la verdad sobre nuestro Dios. Usamos su nombre y lo llevamos con orgullo. Sabemos que amar a Dios nos reporta muchos más beneficios que amar el dinero y las posesiones (Is. 43:10; 1 Tim. 6:6-10).
¿CÓMO INTENTA SATANÁS INFLUIR EN LA GENTE?
10-12. a) ¿Cómo usó tal vez Satanás un señuelo para entrampar a muchos ángeles? b) ¿Qué podemos aprender de lo que les pasó a aquellos ángeles?
10 Para lograr que la gente haga lo que él quiere, Satanás emplea métodos que le dan buenos resultados. Como veremos, unas veces utiliza señuelos y otras veces se vale de presiones directas.
11 En primer lugar, analicemos cómo usó Satanás un señuelo para entrampar a muchos ángeles. Seguro que pasó mucho tiempo estudiándolos para ver cómo atraerlos y lograr que se pusieran de su parte. Por lo menos algunos de ellos mordieron el anzuelo y tuvieron relaciones sexuales inmorales con las mujeres. Sus hijos fueron una raza híbrida de gigantes violentos y crueles (Gén. 6:1-4). Es posible que Satanás no solo usara como señuelo la inmoralidad, sino también la promesa de dominar a la humanidad. Puede que su intención fuera impedir que llegara la “descendencia” de la “mujer” que Dios había prometido (Gén. 3:15). Pero Jehová trajo el Diluvio y así frustró los planes que tenían Satanás y los demonios.
Satanás trata de engañarnos con la inmoralidad, el orgullo y el mundo de lo oculto. (Vea los párrafos 12 y 13).
12 ¿Qué podemos aprender? Que no debemos subestimar el peligro de la inmoralidad y el egocentrismo. Los ángeles que se unieron a Satanás habían servido en la presencia de Jehová durante muchísimos años. Pero, incluso en ese entorno tan saludable, muchos ángeles permitieron que los malos deseos echaran raíces y crecieran en su interior. De manera parecida, puede que nosotros hayamos servido durante décadas en la parte terrestre de la organización de Dios. Pero, incluso en este entorno tan saludable, los malos deseos pueden echar raíces en nuestro interior (1 Cor. 10:12). Es muy importante que siempre analicemos nuestro corazón y que rechacemos la arrogancia y los malos pensamientos (Gál. 5:26; lea Colosenses 3:5).
13. a) ¿Qué otro señuelo le da buenos resultados a Satanás? b) ¿Qué podemos hacer para no morder este anzuelo?
13 Otro señuelo que le da buenos resultados a Satanás es la curiosidad por lo sobrenatural. Él fomenta el interés por los demonios no solo mediante la religión falsa, sino también mediante la industria del entretenimiento. Se vale de películas y juegos electrónicos, entre otras cosas, para que el mundo de lo oculto parezca emocionante. ¿Qué podemos hacer para no morder este anzuelo? No debemos esperar que la organización de Dios publique una lista de las diversiones que son aceptables y de las que no. Cada uno de nosotros debe educar su conciencia para que esté en armonía con las normas de Jehová (Heb. 5:14). Tomaremos buenas decisiones si seguimos el consejo del apóstol Pablo de amar a Dios “sin hipocresía” (Rom. 12:9). Preguntémonos: “Si un estudiante o una revisita viera con qué cosas me divierto, ¿pensaría que practico lo que predico, o que soy un hipócrita?”. Si hacemos lo que predicamos, será menos probable que caigamos en las trampas de Satanás (1 Juan 3:18).
Satanás trata de presionarnos con las prohibiciones del gobierno, el acoso escolar y la oposición familiar. (Vea el párrafo 14).
14. a) ¿Cómo puede presionarnos Satanás? b) ¿Cómo podemos resistir estas presiones?
14 Veamos ahora cómo nos presiona Satanás para que dejemos de ser leales a Jehová. Por ejemplo, puede influir en los gobiernos para que prohíban nuestra predicación. De manera parecida, puede hacer que los compañeros de trabajo o de clase se burlen de nosotros porque queremos obedecer las normas morales de Dios (1 Ped. 4:4). También puede influir en nuestros parientes para que nos desanimen de ir a las reuniones, aunque sea con buena intención (Mat. 10:36). ¿Cómo podemos resistir estas presiones? Primero, reconozcamos que estas cosas van a ocurrir, pues Satanás está en guerra con nosotros (Rev. 2:10; 12:17). Segundo, no dejemos que estos problemas nos hagan perder de vista la cuestión más importante: que Satanás afirma que solo servimos a Dios cuando nos conviene y que le daremos la espalda si se nos presiona (Job 1:9-11; 2:4, 5). Y, en tercer lugar, pidamos a Jehová que nos dé fuerzas para aguantar. Recordemos que nunca nos abandonará (Heb. 13:5).
¿HASTA DÓNDE LLEGA EL PODER DE SATANÁS?
15. ¿Puede obligarnos Satanás a hacer algo que no queramos? Explique.
15 Satanás no puede obligarnos a hacer algo que no queramos (Sant. 1:14). Muchas personas hacen lo que él quiere sin darse cuenta de ello. Pero, cuando aprenden la verdad, deben decidir a quién desean servir (Hech. 3:17; 17:30). Si estamos resueltos a obedecer a Dios, no hay nada que pueda hacer Satanás para que dejemos de ser íntegros (Job 2:3; 27:5).
16, 17. a) ¿Qué otras cosas no pueden hacer Satanás y los demonios? b) ¿Por qué no debemos tener miedo de orar en voz alta?
16 Hay otras cosas que Satanás y los demonios no pueden hacer. Por ejemplo, la Biblia no dice en ningún sitio que puedan leernos la mente o el corazón. Solo de Jehová y Jesús se dice que tienen esa capacidad (1 Sam. 16:7; Mar. 2:8). Pero ¿qué ocurre cuando hablamos o hacemos una oración en voz alta? ¿Debemos temer que el Diablo y los demonios oigan lo que decimos y lo usen en contra nuestra? No. Así como no tenemos miedo de servir a Jehová porque el Diablo pueda vernos, tampoco debemos tener miedo de orar en voz alta porque pueda oírnos. De hecho, la Biblia habla de muchos siervos de Dios que oraron en voz alta, y nada indica que tuvieran miedo de que Satanás los escuchara (1 Rey. 8:22, 23; Juan 11:41, 42; Hech. 4:23, 24). Si hacemos lo posible por hablar y actuar en armonía con la voluntad de Dios, podemos confiar en que Jehová no permitirá que el Diablo nos haga ningún daño permanente (lea Salmo 34:7).
17 Debemos conocer a nuestro enemigo, pero no tenerle un miedo excesivo. Aunque somos imperfectos, podemos vencerlo con la ayuda de Jehová (1 Juan 2:14). Si nos oponemos al Diablo, él huirá de nosotros (Sant. 4:7; 1 Ped. 5:9). Por lo visto, uno de sus objetivos preferidos son los jóvenes. ¿Qué cosas concretas pueden hacer ellos para estar firmes contra el Diablo? Responderemos esta pregunta en el siguiente artículo.
a La Biblia revela los nombres de algunos ángeles (Juec. 13:18; Dan. 8:16; Luc. 1:19; Rev. 12:7). Y también dice que Jehová les ha dado nombre a todas las estrellas (Sal. 147:4). Así que es lógico suponer que todos los ángeles tienen nombre, incluido el que se convirtió en Satanás.
b A Satanás se le menciona por ese nombre solo 18 veces en las Escrituras Hebreas, pero más de 30 veces en las Escrituras Griegas Cristianas.
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Jóvenes, estén firmes contra el DiabloLa Atalaya (estudio) 2018 | mayo
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Jóvenes, estén firmes contra el Diablo
“Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo” (EFES. 6:11).
1, 2. a) ¿Por qué están ganando los jóvenes cristianos la batalla contra Satanás y los demonios? (Mira el dibujo del principio). b) ¿Qué analizaremos en este artículo?
EL APÓSTOL Pablo dijo que el cristiano es como un soldado que lucha cuerpo a cuerpo. Claro, nuestra guerra no es física, sino espiritual. Nuestros enemigos son Satanás y los demonios. Aunque no podemos verlos, son muy reales y tienen mucha habilidad y experiencia en el combate. La victoria puede parecer imposible, sobre todo en el caso de los jóvenes. Pero ¿es así? ¿Pueden los jóvenes ganar a estos malvados seres sobrenaturales? Claro que sí, y de hecho lo están haciendo. ¿Cómo es posible? Porque siguen “adquiriendo poder en el Señor” Jehová. Además, como buenos soldados que son, se han puesto “la armadura completa que proviene de Dios” (lee Efesios 6:10-12).
2 Al mencionar esta armadura, Pablo quizás estaba pensando en la que llevaban los legionarios, es decir, los soldados romanos (Hech. 28:16). Mientras analizamos esta excelente comparación, fijémonos en lo que algunos jóvenes dicen sobre los retos y los beneficios de llevar cada pieza de la armadura cristiana.
¿Llevas puesta la armadura completa?
“LOS LOMOS CEÑIDOS CON LA VERDAD”
3, 4. ¿En qué se parecen las verdades de la Biblia al cinturón de los soldados romanos?
3 (Lee Efesios 6:14). Cuando Pablo habló de tener “los lomos ceñidos con la verdad”, se refería al cinturón que llevaban los soldados romanos. Este tenía unas placas de metal que le protegían la cintura y estaba diseñado para ayudarlo a sostener el peso de la coraza. Además, algunos cinturones tenían unos enganches resistentes que servían para llevar una espada y un puñal. Llevar el cinturón bien ceñido contribuía a que el soldado se sintiera confiado al ir a la batalla.
4 De manera parecida, las verdades que aprendemos en la Palabra de Dios nos protegen de las heridas espirituales que provocan las enseñanzas falsas (Juan 8:31, 32; 1 Juan 4:1). Mientras más amemos estas verdades, más fácil será llevar nuestra “coraza de la justicia”, es decir, vivir de acuerdo con las justas normas de Dios (Sal. 111:7, 8; 1 Juan 5:3). Además, si entendemos bien estas verdades, nos sentiremos confiados a la hora de defenderlas ante los opositores (1 Ped. 3:15).
5. ¿Por qué debemos decir siempre la verdad?
5 Si estamos bien “ceñidos con la verdad” de la Biblia, viviremos según sus enseñanzas y diremos la verdad siempre. ¿Por qué rechazaremos la mentira? Porque es una de las armas más eficaces de Satanás. Quien miente se perjudica a sí mismo y les hace daño a los demás (Juan 8:44). Por eso, aunque somos imperfectos, hacemos todo lo posible por no mentir nunca (Efes. 4:25). Claro, a veces puede ser difícil. Abigail, que tiene 18 años, dice: “Quizás no siempre parezca que vale la pena decir la verdad, sobre todo cuando mentir te puede sacar de un apuro”. Entonces, ¿por qué se esfuerza por no mentir? Ella responde: “Porque así mantengo la conciencia tranquila delante de Jehová, y mis padres y amigos saben que pueden confiar en mí”. Y una chica de 23 años llamada Victoria explica: “Cuando dices la verdad y defiendes tus creencias, puedes sufrir bullying. Pero los beneficios son siempre enormes: tendrás más confianza en ti misma, te sentirás más cerca de Jehová y te ganarás el respeto de la gente que te quiere”. Sin duda, vale la pena que mantengas bien ceñido el cinturón de la verdad.
El cinturón de la verdad (mira los párrafos 3 a 5)
“LA CORAZA DE LA JUSTICIA”
6, 7. ¿En qué se parece la justicia a una coraza?
6 En el siglo primero, uno de los tipos de coraza que llevaban los soldados romanos estaba hecho con bandas de hierro superpuestas. Unas se ponían en posición horizontal y se curvaban para ajustarlas al tronco, y otras se colocaban sobre los hombros. Las bandas se sujetaban a unas tiras de cuero mediante ganchos y hebillas de metal. Es cierto que la coraza limitaba hasta cierto punto los movimientos del soldado, pero también impedía que las espadas y las flechas le hirieran el corazón u otros órganos vitales. Por eso era tan importante que revisara con frecuencia que las bandas estuvieran bien sujetas y colocadas.
7 La coraza representa muy bien la forma en que las justas normas de Dios protegen nuestro corazón simbólico (Prov. 4:23). Tal como un soldado no cambiaría una coraza de hierro por otra de menos calidad, nosotros tampoco cambiaremos las normas divinas por nuestras propias ideas. Nuestro criterio es muy limitado y no puede ofrecernos la protección necesaria (Prov. 3:5, 6). Por eso es tan importante que revisemos con frecuencia que las bandas de la coraza cristiana estén bien sujetas sobre nuestro corazón.
8. ¿Por qué vale la pena obedecer las normas de Jehová?
8 ¿Sientes a veces que las normas de Dios son una carga o limitan tu libertad? Daniel, de 21 años, cuenta: “Mis maestros y compañeros se ríen de mí porque hago lo que dice la Biblia. Pasé una época en la que perdí la confianza en mí mismo y me deprimí”. ¿Qué lo ayudó a sentirse mejor? Él explica: “Con el tiempo, me di cuenta de los beneficios de obedecer las normas de Jehová. Algunos ‘amigos’ empezaron a tomar drogas y otros dejaron la escuela. Fue triste ver lo mal que terminaron. Jehová sí que nos protege”. Una chica de 15 años llamada Madison dice: “Me cuesta trabajo obedecer a Jehová y no dejarme llevar por lo que a mis compañeros les divierte o les parece que está en la onda”. ¿Qué hace para enfrentar esa presión? Ella responde: “Me recuerdo que llevo el nombre de Dios y que las tentaciones son la manera que tiene Satanás de atacarme. Cuando resisto una tentación, me siento mejor conmigo misma”.
La coraza de la justicia (mira los párrafos 6 a 8)
“TENIENDO CALZADOS LOS PIES CON EL EQUIPO DE LAS BUENAS NUEVAS DE LA PAZ”
9-11. a) ¿Qué calzado simbólico llevamos puesto los cristianos? b) ¿Qué debemos hacer para sentirnos más cómodos predicando?
9 (Lee Efesios 6:15). El soldado que no llevaba puestas sus botas no estaba listo para la batalla. Las botas eran una especie de sandalias fabricadas con tres capas de cuero sujetas entre sí que se adaptaban muy bien a los pies. Su diseño las hacía muy resistentes y cómodas.
10 Los soldados romanos se ponían estas botas para ir a la guerra, pero los cristianos nos ponemos un calzado simbólico para predicar un mensaje de paz (Is. 52:7; Rom. 10:15). Aun así, necesitamos valor para hablar cuando surge la oportunidad. Un chico de 20 años llamado Bo dice: “Antes, me daba miedo predicarles a mis compañeros de clase. Creo que era por vergüenza. La verdad es que no sé por qué me sentía así. Ahora, me encanta predicarles a chicos de mi edad”.
11 Muchos jóvenes se han dado cuenta de que se sienten más cómodos para predicar cuando están bien preparados. ¿Qué puedes hacer tú para lograrlo? Julia, de 16 años, dice: “Cuando voy a clase, siempre llevo publicaciones en la mochila, y escucho las opiniones y creencias de mis compañeros. Eso me permite pensar en algo que puede ayudarlos. Si estoy bien preparada, puedo hablarles de cosas específicas que los beneficien”. Una chica de 23 años llamada Makenzie cuenta: “Si eres amable y sabes escuchar, te harás una idea de lo que les pasa a tus compañeros. Me aseguro de leer todo lo que se publica para los jóvenes. Así puedo mostrarles algo útil en la Biblia o en jw.org”. Como vemos, estar bien preparado para predicar es como caminar con un calzado que te queda perfecto.
Los pies calzados y listos (mira los párrafos 9 a 11)
“EL ESCUDO GRANDE DE LA FE”
12, 13. ¿Cuáles son algunos de “los proyectiles encendidos” que nos lanza Satanás?
12 (Lee Efesios 6:16). El escudo que llevaban los legionarios romanos tenía forma rectangular y era tan grande que los cubría desde los hombros hasta las rodillas. Servía para repeler los golpes de las espadas, las flechas y otras armas.
13 Algunos de “los proyectiles encendidos” que Satanás puede lanzarte son mentiras sobre Jehová, como que no le importas y que no te quiere. Una chica de 19 años llamada Ida dice: “A menudo, me parece que Jehová está lejos de mí, que no quiere ser mi Amigo”. ¿Cómo les hace frente a estos sentimientos? Ella explica: “Las reuniones son como una inyección para mi fe. Antes, me limitaba a sentarme y nunca levantaba la mano. Me parecía que a nadie le importaban mis comentarios. Pero ahora me preparo para las reuniones y trato de responder dos o tres veces. Me cuesta un poco, pero cuando lo hago me siento mucho mejor. Además, los hermanos me animan muchísimo. Siempre salgo de las reuniones convencida de que Jehová me ama”.
14. ¿Qué importante verdad destaca el caso de Ida?
14 El caso de Ida destaca una verdad importante. El escudo de los soldados romanos tenía un tamaño fijo, pero el escudo de la fe puede hacerse más grande o más pequeño. Su tamaño depende de nosotros (Mat. 14:31; 2 Tes. 1:3). Por eso es tan importante que fortalezcamos nuestra fe.
El escudo grande de la fe (mira los párrafos 12 a 14)
“EL YELMO DE LA SALVACIÓN”
15, 16. ¿En qué se parece nuestra esperanza a un casco?
15 (Lee Efesios 6:17). El yelmo o casco de los soldados romanos estaba diseñado para repeler los golpes dirigidos a la cabeza, el cuello y la cara. Algunos cascos tenían un asa para llevarlos en la mano.
16 Tal como el casco protegía la cabeza del soldado, “la esperanza de la salvación” protege nuestra mente, es decir, nuestra capacidad de pensar (1 Tes. 5:8; Prov. 3:21). La esperanza nos ayuda a mantenernos centrados en las promesas divinas y a ver los problemas con equilibrio (Sal. 27:1, 14; Hech. 24:15). Eso sí, para que el casco espiritual nos proteja, debemos llevarlo en la cabeza, no en la mano. En otras palabras, la esperanza tiene que ser muy real en nuestra mente.
17, 18. a) ¿Cómo puede intentar Satanás que nos quitemos el casco espiritual? b) ¿Cómo podemos demostrar que no nos hemos dejado engañar por Satanás?
17 Satanás puede intentar que nos quitemos el casco espiritual. ¿Cómo? Piensa en lo que hizo con Jesús. Seguro que sabía que Jesús esperaba gobernar a la humanidad en el futuro. Pero antes tendría que sufrir y morir, y después esperar al momento que Jehová había establecido. Así que el Diablo lo tentó con la posibilidad de cumplir su esperanza más rápido. Le dijo que, si realizaba ante él un solo acto de adoración, podría tenerlo todo de inmediato (Luc. 4:5-7). De manera parecida, Satanás sabe que Jehová ha prometido darnos cosas materiales en el nuevo mundo. Pero antes tenemos que esperar y quizás sufrir problemas. Así que el Diablo nos tienta con la posibilidad de disfrutar de una buena vida aquí y ahora. Quiere que busquemos primero las cosas materiales y dejemos el Reino en segundo lugar (Mat. 6:31-33).
18 Muchos jóvenes cristianos no se han dejado engañar por Satanás. Por ejemplo, una chica de 20 años llamada Kiana dice: “Sé que el Reino de Dios es lo único que puede resolver todos nuestros problemas”. ¿Qué efecto tiene esa esperanza en su forma de pensar y actuar? Ella responde: “La promesa del Paraíso me ayuda a poner en perspectiva mis metas. No trato de aprovechar mis talentos para ganar dinero o para llegar lo más alto posible en una empresa. En vez de eso, invierto mi tiempo y energías en las metas espirituales”.
El casco de la salvación (mira los párrafos 15 a 18)
“LA ESPADA DEL ESPÍRITU”, LA PALABRA DE DIOS
19, 20. ¿Cómo podemos hacernos más hábiles al usar la Palabra de Dios?
19 Cuando Pablo escribió su carta a los efesios, los soldados romanos usaban para el combate cuerpo a cuerpo una espada que medía unos 50 centímetros (unas 20 pulgadas). Un motivo por el que los soldados eran tan hábiles con sus armas era que practicaban todos los días.
20 Pablo comparó la Palabra de Dios a una espada que Jehová nos ha dado. Ahora bien, tenemos que usarla con habilidad cuando defendemos nuestras creencias o tratamos de cambiar nuestra manera de pensar (2 Cor. 10:4, 5; 2 Tim. 2:15). ¿Cómo puedes hacerte más hábil? Sebastian, de 21 años, cuenta: “Cuando hago mi lectura de la Biblia, anoto un versículo por cada capítulo. Estoy haciendo una lista de mis textos favoritos. Así estoy más en sintonía con la manera de pensar de Jehová”. Daniel, mencionado en el párrafo 8, explica: “Mientras leo la Biblia, voy escogiendo versículos que pueden ayudar a las personas en la predicación. He notado que reaccionan bien cuando ven que te apasiona la Biblia y que haces todo lo posible por ayudarlas”.
La espada del espíritu (mira los párrafos 19 y 20)
21. ¿Por qué no debemos tenerles miedo a Satanás y los demonios?
21 Lo que dicen los jóvenes citados en este artículo demuestra que no debemos tenerles miedo a Satanás y los demonios. Son poderosos, pero no son invencibles. Y además son mortales. Dentro de poco, durante el Reinado de Mil Años de Cristo, estarán encerrados y en un estado de completa inactividad. Luego, serán destruidos (Rev. 20:1-3, 7-10). Conocemos a nuestro enemigo, sus artimañas y sus intenciones. Con la ayuda de Jehová, podemos estar firmes contra el Diablo.
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