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Poder para superar las tentaciones y el desánimoLa Atalaya 2011 | 15 de enero
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En respuesta a las tentaciones del Diablo, Jesús citó de las Escrituras. Es obvio que las conocía muy bien. Notemos las palabras que empleó: “Está escrito”, “Otra vez está escrito” y “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”. El amor de Jesús por Jehová y su Palabra lo impulsó a rechazar las atractivas ofertas del Tentador (Mat. 4:1-10). Al ver que Jesús no caía en ninguna de sus trampas, Satanás se marchó.
7. ¿Cómo nos ayuda la Biblia a resistir las tentaciones?
7 Si Jesús se apoyó en las Escrituras para resistir las tentaciones del Diablo, ¡cuánto más deberíamos hacerlo nosotros! El primer paso para rechazar a Satanás y eludir sus trampas es tomar la firme decisión de conocer las normas de Jehová y seguirlas fielmente. Mucha gente ha decidido obedecer dichas normas después de estudiar la Biblia y comprender el valor de la sabiduría y la justicia divinas. Ciertamente, “la palabra de Dios” ejerce un gran poder, pues es capaz de descubrir los “pensamientos e intenciones del corazón” (Heb. 4:12). Además, cuanto más leamos las Escrituras y meditemos en ellas, mejor comprenderemos que Jehová es un Dios fiel y veraz (Dan. 9:13). En vista del poder de la Biblia, debemos dedicar tiempo a reflexionar en pasajes que tengan que ver con nuestras debilidades.
8. ¿Con qué medios contamos para obtener el espíritu santo?
8 Jesús no solo resistió la tentación porque conocía las Escrituras, sino también porque estaba “lleno de espíritu santo” (Luc. 4:1). Al igual que él, nosotros podemos ser más fuertes y capaces si mantenemos una estrecha relación con Jehová. Pero ¿cómo podemos acercarnos a Dios? Aprovechando al máximo los medios que él ha provisto para llenarnos con su espíritu, entre ellos, el estudio de la Biblia, la oración y la congregación (Sant. 4:7, 8). Muchos hermanos reconocen que es muy beneficioso mantenerse ocupado en las actividades cristianas. Señalan, por ejemplo, que les ayuda a fijar la mente en pensamientos que edifican la espiritualidad.
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Poder para superar las tentaciones y el desánimoLa Atalaya 2011 | 15 de enero
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El relato de las tentaciones que sufrió Jesús encierra otra lección. Cuando Satanás se le acercó en el desierto, el Hijo de Dios llevaba cuarenta días sin comer. De seguro, el Diablo vio que era un “tiempo [muy] conveniente” para ponerlo a prueba (Luc. 4:13). Hoy hace lo mismo con nosotros: busca el momento más oportuno para ponernos a prueba y nos ataca cuando percibe que estamos más débiles. Por eso es imprescindible que nos mantengamos siempre espiritualmente fuertes. Cuando nos invade el cansancio o el desánimo, es más necesario que nunca rogarle a Jehová que nos proteja y nos dé su espíritu (2 Cor. 12:8-10).
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