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Libro bíblico número 9: 1 Samuel“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Ahora conocemos a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín y por mucho el hombre más apuesto y más alto de Israel. Se le dirige a Samuel, quien lo honra en un banquete, lo unge, y luego lo presenta a todo Israel en una asamblea en Mizpá. Aunque al principio Saúl se esconde entre el equipaje, finalmente Samuel lo presenta como el elegido de Jehová. Una vez más Samuel le recuerda a Israel el derecho que corresponde a la gobernación real, y lo escribe en un libro. Sin embargo, no es sino hasta su victoria sobre los ammonitas, la cual alivia el asedio de Jabés en Galaad, cuando el regir de Saúl queda consolidado, de modo que el pueblo lo confirma como rey en Guilgal. De nuevo Samuel los exhorta a temer, servir y obedecer a Jehová, y pide a Jehová que envíe una señal en la forma de truenos fuera de temporada y lluvia en el tiempo de la siega. Jehová hace una manifestación aterradora de su cólera porque ellos lo han rechazado como Rey.
15. ¿Qué pecado presuntuoso lleva al fracaso de Saúl?
15 La desobediencia de Saúl (13:1–15:35). Mientras los filisteos siguen acosando a Israel, el valeroso hijo de Saúl llamado Jonatán derriba una guarnición filistea. Para vengarse de eso, el enemigo envía un ejército enorme, “como los granos de arena que están a la orilla del mar” en número, y este acampa en Micmash. La inquietud se extiende por las filas israelitas. ‘¡Si tan solo viniera Samuel para darnos la dirección de Jehová!’ Al perder la paciencia mientras espera a Samuel, Saúl peca cuando presuntuosamente ofrece él mismo el sacrificio quemado. De pronto aparece Samuel. Tras dejar de lado las excusas poco convincentes de Saúl, pronuncia el juicio de Jehová: “Y ahora tu reino no durará. Jehová ciertamente se hallará un hombre agradable a su corazón; y Jehová lo comisionará como caudillo sobre su pueblo, porque tú no guardaste lo que Jehová te mandó” (13:14).
16. ¿Qué dificultades causa la imprudencia de Saúl?
16 Jonatán, celoso a favor del nombre de Jehová, ataca de nuevo una avanzada filistea, esta vez con su escudero únicamente, y ambos derriban rápidamente a unos 20 hombres. Un terremoto contribuye a la confusión del enemigo. Después de derrotarlos, Israel los persigue. Pero la fuerza total de la victoria se debilita por el juramento imprudente de Saúl que prohíbe a los guerreros comer antes de que la batalla haya terminado. Los hombres se cansan rápidamente y luego pecan contra Jehová al comer carne de animales que acaban de matar y a los cuales no han desangrado debidamente. Jonatán, por su parte, se ha refrescado con un panal de miel antes de oír sobre el juramento, al que denuncia con denuedo como un obstáculo. El pueblo lo redime de la muerte debido a la gran salvación que él ha efectuado en Israel.
17. ¿Qué rechazo adicional de Saúl viene después de su segundo pecado grave?
17 Ahora llega el tiempo para ejecutar el juicio de Jehová sobre los despreciables amalequitas. (Deu. 25:17-19.) Hay que aniquilarlos por completo. Nada se debe dejar con vida, ni hombre ni bestia. No se debe tomar despojo. Todo se debe dar por entero a la destrucción. Sin embargo, Saúl desobedece y conserva con vida a Agag, el rey amalequita, y lo mejor del ganado lanar y del ganado vacuno, con el pretexto de sacrificarlos a Jehová. Esto desagrada tanto al Dios de Israel que Jehová inspira a Samuel para que exprese un segundo rechazamiento de Saúl. Samuel, sin hacer caso de las excusas de Saúl para salvar las apariencias, declara: “¿Se deleita tanto Jehová en ofrendas quemadas y sacrificios como en que se obedezca la voz de Jehová? ¡Mira! El obedecer es mejor que un sacrificio [...] Puesto que tú has rechazado la palabra de Jehová, él, en conformidad con ello, te rechaza de ser rey”. (1 Sam. 15:22, 23.) Saúl entonces agarra la vestidura de Samuel para implorarle, pero esta se desgarra. Samuel le asegura que de la misma manera Jehová ciertamente rasgará el reino de Saúl y lo dará a un hombre mejor que él. Samuel mismo toma la espada, ejecuta a Agag, y le da la espalda a Saúl, para nunca volverlo a ver.
18. ¿En qué se basa Jehová al escoger a David?
18 Ungimiento de David; su valor (16:1–17:58). Jehová dirige luego a Samuel a la casa de Jesé, en Belén de Judá, para escoger y ungir al futuro rey. Se pasa revista a los hijos de Jesé uno por uno, pero se les rechaza. Jehová le recuerda a Samuel: “No de la manera como el hombre ve es como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón” (16:7). Al fin Jehová indica que aprueba a David, el menor, descrito como “rubicundo, un joven de hermosos ojos y gallarda apariencia”, y Samuel lo unge con aceite (16:12). El espíritu de Jehová viene ahora sobre David, pero Saúl desarrolla un mal espíritu.
19. ¿Qué victoria temprana gana David en el nombre de Jehová?
19 De nuevo los filisteos hacen incursiones en Israel, y esta vez presentan a su campeón, Goliat, un gigante de seis codos y un palmo (unos 2,9 metros [9,5 pies]) de alto. Este es tan monstruoso que su cota de malla pesa unos 57 kilogramos (125 libras), y la punta de su lanza unos 6,8 kilogramos (15 libras) (17:4, 5, 7). Día tras día este Goliat reta a Israel con blasfemia y desprecio a que escoja a un hombre que salga a pelear con él, pero nadie responde. Saúl tiembla en su tienda. No obstante, David oye los desafíos del filisteo. Con justa indignación e inspirado valor, David exclama: “¿Quién es este filisteo incircunciso para que tenga que desafiar con escarnio a las líneas de batalla del Dios vivo?” (17:26). Después de rechazar la armadura de Saúl por no haberla usado antes, David sale a pelear, equipado con solo un cayado de pastor, una honda y cinco piedras lisas. Por parecerle que un combate con este joven pastor no está a la altura de su dignidad, Goliat invoca el mal contra David. Resuena la respuesta confiada: “Tú vienes a mí con una espada y con una lanza y con una jabalina, pero yo voy a ti con el nombre de Jehová de los ejércitos” (17:45). Una piedra bien dirigida sale disparada de la honda de David, ¡y el campeón de los filisteos se desploma! Tras correr hacia él, a plena vista de ambos ejércitos, David desenvaina la espada del gigante y la utiliza para cortarle la cabeza. ¡Qué gran liberación procedente de Jehová! ¡Qué regocijo hay en el campamento de Israel! Ahora que su campeón ha muerto, los filisteos se dan a la fuga, mientras los jubilosos israelitas los persiguen.
20. ¿Qué contraste hay entre la actitud de Jonatán y la de Saúl para con David?
20 Saúl persigue a David (18:1–27:12). La intrépida acción de David a favor del nombre de Jehová da comienzo a una amistad maravillosa. Es su amistad con Jonatán, hijo de Saúl (y, naturalmente, el que habría de sucederle en el reino). Jonatán llega a “amarlo [a David] como a su propia alma”, de modo que los dos celebran un pacto de amistad (18:1-3). Mientras se celebra la fama de David en Israel, Saúl, airado, procura matarlo, aunque le da a su hija Mical en matrimonio. La enemistad de Saúl va haciéndose cada vez más insensata, y al fin David tiene que huir con la ayuda amorosa de Jonatán. Los dos lloran al despedirse, y Jonatán reafirma su lealtad a David diciendo: “Resulte Jehová mismo estar entre yo y tú y entre mi prole y tu prole hasta tiempo indefinido” (20:42).
21. ¿Qué sucesos distinguen la huida de David por causa de Saúl?
21 En su huida del amargado Saúl, David y su pequeña partida de apoyadores hambrientos llegan a Nob. Allí el sacerdote Ahimélec, tras asegurarse de que David y sus hombres están limpios respecto a mujeres, les permite comer el pan santo de la proposición. Armado ahora con la espada de Goliat, David huye a Gat en territorio filisteo, donde se finge loco. Luego pasa a la cueva de Adulam, después a Moab, y más tarde, por consejo del profeta Gad, regresa a la tierra de Judá. Temeroso de que haya un levantamiento a favor de David, el locamente envidioso Saúl hace que Doeg el edomita degüelle a la población sacerdotal de Nob, y solo escapa Abiatar, quien se une a David. Abiatar llega a ser sacerdote del grupo.
22. ¿Cómo demuestra David lealtad a Jehová y respeto a Su organización?
22 Como siervo leal de Jehová, David emplea con eficacia guerra de guerrillas contra los filisteos. Sin embargo, Saúl continúa su campaña acérrima contra David al reunir a sus hombres de guerra y perseguirlo “en el desierto de En-guedí” (24:1). David, el amado de Jehová, siempre se las arregla para evitar a los perseguidores. En cierta ocasión tiene oportunidad de matar a Saúl, pero se retrae y simplemente le corta parte de la falda del manto para presentarla como prueba de que le ha perdonado la vida. Hasta ese acto inofensivo le duele en el corazón a David, porque piensa que ha actuado contra el ungido de Jehová. ¡Qué respeto excelente le tiene a la organización de Jehová!
23. ¿Cómo hace Abigail las paces con David, y después llega a ser su esposa?
23 Aunque ahora se registra la muerte de Samuel (25:1), su escriba sucesor continúa el relato. David manda a pedir a Nabal, de Maón en Judá, que les provea alimento a él y sus hombres en recompensa por la ayuda que ellos han dado a los pastores de Nabal. Nabal solo ‘grita reprensiones’ a los hombres de David, y David sale a castigarlo (25:14). Al darse cuenta del peligro, Abigail, la esposa de Nabal, le lleva en secreto provisiones a David y lo apacigua. David la bendice por su acto prudente y la envía de regreso en paz. Cuando Abigail le informa a su esposo lo que ha sucedido, Nabal sufre un ataque cardíaco, y diez días más tarde muere. David mismo se casa entonces con la bondadosa y bella Abigail.
24. ¿Cómo le perdona la vida David a Saúl nuevamente?
24 Por tercera vez Saúl persigue fanáticamente a David, y nuevamente experimenta su misericordia. “Un sueño profundo procedente de Jehová” cae sobre Saúl y sus hombres. Por eso David puede entrar en el campamento y tomar la lanza de Saúl, pero se retrae de extender la mano “contra el ungido de Jehová” (26:11, 12). Por segunda vez David se ve obligado a huir a donde los filisteos por refugio, y ellos le dan Ziqlag como lugar de morada. Desde allí él continúa sus incursiones contra otros enemigos de Israel.
25. ¿Cuál es el tercer pecado grave que comete Saúl?
25 Saúl se suicida (28:1–31:13). Los señores del eje de los filisteos llevan a Sunem un ejército combinado. Saúl, en una maniobra defensiva, se sitúa en el monte Guilboa. Desesperado, busca guía, pero no puede obtener respuesta de Jehová. ¡Si tan solo pudiera comunicarse con Samuel! Tras disfrazarse, Saúl comete otro pecado craso cuando va a buscar a una médium espiritista de En-dor, detrás de las líneas filisteas. Al hallarla, le ruega que se comunique por él con Samuel. Ansioso de llegar a conclusiones, Saúl supone que la aparición es el difunto Samuel. Con todo, “Samuel” no tiene un mensaje consolador para el rey. Mañana morirá y, conforme a las palabras de Jehová, perderá el reino. En el otro campamento, los señores del eje de los filisteos salen a la batalla. Al ver a David y a sus hombres entre ellos, los envían de regreso a casa por sospechar de ellos. ¡Los hombres de David regresan a Ziqlag justo a tiempo! Una partida merodeadora de amalequitas se ha llevado la familia y posesiones de David y sus hombres, pero David y sus hombres los persiguen y lo recobran todo sin daño.
26. ¿Cómo termina el reinado calamitoso del primer rey de Israel?
26 Ahora se traba batalla en el monte Guilboa. Israel sufre una derrota desastrosa, y los filisteos obtienen el dominio de zonas estratégicas del país. Jonatán y otros hijos de Saúl mueren, y el mortalmente herido Saúl se quita la vida con su propia espada... se suicida. Los victoriosos filisteos cuelgan los cuerpos de Saúl y sus tres hijos en los muros de la ciudad de Bet-san, pero los hombres de Jabés-galaad los quitan de aquella posición deshonrosa. El calamitoso reinado del primer rey de Israel ha llegado a su desastroso fin.
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Libro bíblico número 9: 1 Samuel“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Al principio se presenta a Saúl como hombre modesto que tenía el espíritu de Dios (9:21; 11:6), pero el juicio se le fue oscureciendo y el corazón se le fue amargando mientras disminuían su amor a la justicia y su fe en Dios (14:24, 29, 44). El celo que manifestó al principio fue anulado por sus actos posteriores de presuntuosidad, desobediencia e infidelidad a Dios. (1 Sam. 13:9; 15:9; 28:7; Eze. 18:24.) Su falta de fe engendró inseguridad, lo cual llevó a envidia, odio y asesinato. (1 Sam. 18:9, 11; 20:33; 22:18, 19.) Murió como había vivido, un fracasado para su Dios y su pueblo, y como advertencia para cualesquiera que se hicieran “voluntariosos” como él lo fue. (2 Ped. 2:10-12.)
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