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    La Atalaya 1988 | 1 de noviembre
    • Cuando peligra la paz marital

      “La esposa no debe irse de su esposo; [...] y el esposo no debe dejar a su esposa.” (1 CORINTIOS 7:10, 11.)

      1. ¿Qué propósito tenía Jehová respecto al matrimonio?

      JEHOVÁ DIOS unió en matrimonio a la primera pareja humana con el propósito de que este enlace que los hacía una sola carne perdurara. Habría de ser una unión bendita que redundara en la felicidad de ellos y llevara a la producción de prole justa, todo para la gloria de Dios. (Génesis 1:27, 28; 2:24.)

      2. ¿Cuál es uno de los factores que llevan al rompimiento de los vínculos matrimoniales?

      2 Aquel arreglo ideal del matrimonio fue trastornado por el pensamiento independiente y el pecado. (Génesis 3:1-19; Romanos 5:12.) De hecho, el espíritu de independencia es uno de los factores responsables del rompimiento de los vínculos matrimoniales hoy día. Por ejemplo: durante 1985, en los Estados Unidos por cada 1.000 personas hubo cinco divorcios, en comparación con 10,2 casamientos. En 1986 un informe de Moscú indicó que en la Unión Soviética solamente el 37% de los matrimonios dura tres años, y el 70% termina dentro de una década.

      3. a) ¿Qué puede causar problemas en el matrimonio? b) Respecto al matrimonio, ¿quién es el principal arruinador de la paz?

      3 Un espíritu de independencia puede causar problemas en el matrimonio. También impide el desarrollo espiritual, porque “en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas”. (Santiago 3:18.) Pero ¿quién es el principal arruinador de la paz? Satanás. ¡Y qué triste es que algunos siervos de Dios ‘dejen lugar para el Diablo’ y por eso no puedan disfrutar de un hogar donde haya descanso y paz! (Efesios 4:26, 27.)

      4. Cuando los cónyuges cristianos tienen problemas maritales graves, ¿de qué deberían darse cuenta, y qué deberían hacer?

      4 Cuando los cónyuges cristianos consideran la separación como el único recurso para resolver sus problemas maritales, están en peligro de sucumbir a las trampas de Satanás, y en sentido espiritual hay algo seriamente malo en esa situación. (2 Corintios 2:11.) Uno de ellos —o los dos— no está aplicando de lleno los principios de Dios. (Proverbios 3:1-6.) Por eso, prontamente y con oración deben esforzarse por resolver sus diferencias. Si parece que estas diferencias no pueden resolverse, el matrimonio puede consultar a los ancianos de la congregación. (Mateo 18:15-17.) Aunque estos hombres no están autorizados para decir a sus compañeros de creencia precisamente qué hacer sobre sus problemas maritales, pueden dirigir la atención a lo que dicen las Escrituras. (Gálatas 6:5.)

      5. ¿Qué base hace aceptable bíblicamente el divorcio con la posibilidad de casarse de nuevo con otra persona?

      5 Si la situación en el matrimonio es tan mala que la pareja cristiana hasta considera divorciarse, los ancianos pueden señalar que el divorcio y el volverse a casar son aceptables desde el punto de vista bíblico solamente si el cónyuge de uno ha cometido “fornicación”. Este término abarca el adulterio y otras formas de relaciones sexuales inmorales y perversiones del mismo tipo. (Mateo 19:9; Romanos 7:2, 3; véase La Atalaya del 15 de julio de 1983, página 31.) Sin embargo, ¿qué se puede hacer si no se ha cometido “fornicación”, pero peligra gravemente la paz marital? ¿Qué dicen las Escrituras acerca de una separación legal o simplemente como decisión personal?

      El consejo inspirado de Pablo

      6. a) ¿Cuál es la esencia del consejo de Pablo en 1 Corintios 7:10, 11? b) ¿Cómo deben resolver sus problemas maritales los cónyuges cristianos?

      6 En un esfuerzo por ayudar a un matrimonio cristiano cuyo enlace marital peligra, los ancianos pueden dirigir la atención a estas palabras del apóstol Pablo: “A los casados doy instrucciones —sin embargo, no yo, sino el Señor— de que la esposa no debe irse de su esposo; pero si de hecho se fuera, que permanezca sin casarse, o, si no, que se reconcilie con su esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa”. (1 Corintios 7:10, 11.) Los cónyuges cristianos deberían poder resolver sus problemas, tomando en cuenta la imperfección humana. Ningún problema debería ser tan grave que no pudiera resolverse mediante orar sinceramente, aplicar los principios bíblicos y desplegar el amor que es fruto del espíritu de Dios. (Gálatas 5:22; 1 Corintios 13:4-8.)

      7. a) Si los cónyuges cristianos de hecho se separan, ¿en qué situación se hallan desde el punto de vista bíblico? b) ¿Cómo pudiera afectar los privilegios de servicio de dos cristianos casados su separación?

      7 Pero ¿qué hay si de hecho los cónyuges cristianos se separan? Tienen que ‘permanecer sin casarse, o, si no, reconciliarse’. A menos que sea una cuestión de un divorcio obtenido sobre la base de “fornicación”, ninguno de ellos está bíblicamente libre para volver a casarse. En vista de eso y de la “ocurrencia común de la fornicación”, sería bueno que ellos ‘se reconciliaran’ sin dilación. (1 Corintios 7:1, 2.) A los ancianos no les toca exigir al hombre y a la mujer que terminen su separación, pero pudiera ser que los cónyuges no calificaran para ciertos privilegios de servicio debido a sus problemas maritales. Por ejemplo, si un hombre ‘no sabe presidir su propia casa’, evidentemente no puede ‘cuidar de la congregación de Dios’ como superintendente. (1 Timoteo 3:1-5, 12.)

      8. ¿Cuál es la sustancia del consejo de Pablo en 1 Corintios 7:12-16?

      8 Se da énfasis a conservar el matrimonio hasta cuando uno de los cónyuges es un incrédulo. Pablo escribió: “Si algún hermano tiene esposa incrédula, y sin embargo ella está de acuerdo en morar con él, no la deje; y la mujer que tiene esposo incrédulo, y sin embargo él está de acuerdo en morar con ella, no deje a su esposo. [...] Pero si el incrédulo procede a irse, que se vaya; el hermano o la hermana no está en servidumbre en tales circunstancias; antes bien, Dios los ha llamado a ustedes a la paz. Pues, esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?”. (1 Corintios 7:12-16.) Si el incrédulo opta por irse, el cristiano dejará que lo haga. Pero el creyente, con la esperanza de que su cónyuge incrédulo sea ganado al cristianismo, no inicia el rompimiento. Parece que Eunice, la madre de Timoteo, permaneció con su esposo incrédulo, pero impartió instrucción espiritual a su hijo. (2 Timoteo 1:5; 3:14, 15.)

      Razones para separación

      9, 10. a) Por lo que dice 1 Timoteo 5:8, ¿cuál es una base para la separación de los cónyuges? b) ¿Qué deben hacer los ancianos nombrados si se acusa a un cristiano de negarse a mantener a su esposa y sus hijos?

      9 Las palabras de Pablo en 1 Corintios 7:10-16 estimulan a los cónyuges a permanecer juntos. Pero algunos, después de hacer esfuerzos por conservar la relación matrimonial, finalmente han decidido que, habiéndolo considerado todo concienzudamente, lo único que pueden hacer es separarse. ¿Qué base pudiera haber para tal paso?

      10 El deliberadamente no suministrar el sustento es una base para la separación. El hombre que se casa asume la responsabilidad de mantener a su esposa y cualesquiera hijos que tenga. El hombre que no suministra lo necesario a los miembros de su casa “ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe”. (1 Timoteo 5:8.) Por eso, la separación es posible si deliberadamente no se provee el sustento. Por supuesto, los ancianos nombrados deben considerar cuidadosamente toda acusación de que algún cristiano esté rehusando mantener a su esposa y su familia. El que alguien obstinadamente rehusara mantener a su familia podría resultar en su expulsión.

      11. ¿Qué otra base hay para la separación, pero cómo pudiera aguantarse la situación existente?

      11 El abuso físico extremo es otra base para la separación. Supóngase que un cónyuge incrédulo suele emborracharse, se encoleriza e inflige daño físico al creyente. (Proverbios 23:29-35.) Por oración y por desplegar el fruto del espíritu de Jehová, el creyente pudiera evitar tales estallidos y aguantar la situación. Pero si se llega a tal punto que la salud y la vida del cónyuge de quien se abusa están realmente en peligro, bíblicamente pudiera permitirse la separación. De nuevo, los ancianos de la congregación examinarían las acusaciones de abuso físico cuando hay dos cristianos implicados en el matrimonio en dificultades, y quizás hasta se tenga que tomar la acción de expulsar. (Compárese con Gálatas 5:19-21; Tito 1:7.)

      12. a) ¿Qué peso pudiera tener en el asunto de una separación la espiritualidad del creyente? b) ¿Qué se sugiere si en un hogar cristiano existe una condición espiritual malsana?

      12 El que se ponga en peligro absoluto la espiritualidad también suministra base para una separación. El creyente en un hogar dividido por razones religiosas debe hacer todo cuanto pueda para aprovechar las provisiones espirituales de Dios. Pero la separación es permisible si la oposición del cónyuge incrédulo (que quizás incluya la imposición de restricciones físicas) hace francamente imposible seguir la adoración verdadera y realmente pone en peligro la espiritualidad del creyente. Sin embargo, ¿qué hay si existe una condición espiritual muy malsana aunque ambos cónyuges sean creyentes? Los ancianos deben dar ayuda, pero en especial el esposo bautizado debe esforzarse diligentemente por remediar la situación. Por supuesto, si un cónyuge bautizado actúa como apóstata y trata de impedir que su cónyuge sirva a Jehová, los ancianos deben encargarse de la situación según las Escrituras. Si se expulsa a alguien en un caso en que se ponga en peligro absoluto la espiritualidad, o en que deliberadamente no se suministre el sustento o haya abuso físico extremo, el cristiano fiel que buscara una separación legal no estaría yendo contra el consejo de Pablo acerca de llevar a un creyente al tribunal. (1 Corintios 6:1-8.)

      13. ¿En qué circunstancias pudiera justificarse una separación en el matrimonio?

      13 Por eso, si las circunstancias son extremas, puede haber separación. Pero es obvio que no deberían usarse pretextos flojos para obtener una separación. Cualesquiera cristianos que se separen deben llevar la responsabilidad personal por tal acción y deben comprender que todos rendiremos cuentas a Jehová. (Hebreos 4:13.)

      ¿Un paso sabio?

      14. a) ¿Qué problema puede crear una separación? b) ¿Cómo puede afectar a los hijos una separación?

      14 Los implicados deben considerar con oración los problemas que puede crear el que ellos se separen. Por ejemplo, en lo que respecta a equilibrio y disciplina, rara vez sucede que la familia en que solo hay uno de los padres pueda suministrar lo que se les hace posible a las familias que tienen padre y madre. Y la separación puede tener en los hijos un efecto similar al del divorcio, respecto a lo cual la revista India Today informó: “Sheena, que tiene unos hermosísimos ojazos, tiene seis años de edad. Sus padres se divorciaron dos años atrás, después de un feo litigio. Poco después su padre se casó con otra mujer. Por un año la niña sufrió de severos ataques de asma, y constantemente está chupándose el dedo. Ella vive con su madre en South Delhi. La madre dice: ‘Le he pasado mi tristeza a Sheena. [...] Ha echado de menos a su padre. [...] Es más madura que la mayoría de los niños de su edad. Pero a veces empieza a llorar y sigue llorando inconsolablemente, como si quisiera desahogarse de algo. La escuela le ha sido un problema. Los niños pueden ser muy crueles. Muchas veces se retira a un mundo irreal: para sus amigos, se inventa el cuento de que todos salimos juntos’”.

      15. ¿Cómo puede afectar una separación al esposo cristiano o la esposa cristiana?

      15 Con frecuencia sucede que la separación tampoco tiene buen efecto en el esposo cristiano o la esposa cristiana. Pronto comprenden que sin el cónyuge o los hijos hay un vacío doloroso en la vida. No se deben pasar por alto las presiones que la separación crea. ¿Será posible atender bien los asuntos financieros o de otra índole? ¿Y qué hay si las tensiones de la separación hacen que uno caiga en la inmoralidad? Jesús dijo: “La sabiduría queda probada justa por sus obras”. (Mateo 11:19.) Especialmente en el caso en que ambos cónyuges son cristianos, a veces el resultado de una separación ha sido muy inconveniente.

      Esfuércense por resolver los problemas

      16. ¿Qué deben hacer los cónyuges cristianos cuya paz marital peligra?

      16 Los cónyuges cristianos que saben que su paz marital peligra gravemente deben considerar sus diferencias de una manera digna de los que sirven a Dios. Y, por supuesto, cada uno debe tomar en cuenta que el otro es imperfecto. (Filipenses 2:1-4.) Pero ¿qué más se pudiera hacer?

      17. ¿Cómo contribuye a la paz en el matrimonio el ejercer sabiduría respecto a lo material?

      17 El desplegar sabiduría respecto a las cosas materiales puede contribuir a la paz en el matrimonio. Para ilustrarlo: después de tomar en cuenta que su esposa no concuerda con lo que él se propone, todavía un hombre quizás decida que es prudente que la familia se mude a otro lugar. Esto pudiera parecer aconsejable por razones económicas, pero también pudiera permitirle a la familia dar adelanto a los intereses del Reino por servir donde hubiera mayor necesidad de ayuda. (Mateo 6:33.) Quizás la esposa cristiana no favorezca ese traslado porque estaría alejándose de sus padres o de alrededores a los cuales está acostumbrada. Pero sería sabia si cooperara de lleno con su esposo, quien es el cabeza de la casa y tiene la responsabilidad de determinar dónde vivirá la familia. Además, la sumisión y la cooperación amorosa de ella contribuirá a la paz hogareña. (Efesios 5:21-24.)

      18. ¿Qué oportunidades de actividad conjunta tienen los cónyuges cristianos?

      18 La paz familiar florece y los problemas parecen menos serios cuando hay participación conjunta de los cónyuges en lo que hacen. Por ejemplo, los cónyuges cristianos tienen espléndidas oportunidades para trabajar juntos en el ministerio del campo. Si hacen esto con regularidad y llevan consigo a sus hijos, la familia entera se beneficia. Otras actividades sanas de las cuales disfrute especialmente un cónyuge o el otro pudieran ser también oportunidades para fortalecer el enlace matrimonial.

      19. ¿Qué clase de dirección del que es cabeza lleva a la paz familiar?

      19 La dirección ejercida como es debido fortalece los vínculos matrimoniales. Por supuesto, el esposo cristiano maduro no será un dictador. Más bien, ‘seguirá amando a su esposa y no se encolerizará amargamente con ella’. Jehová espera que él como cabeza ejerza dirección amorosa. (Colosenses 3:18, 19.) A su vez, la dirección de ese tipo promueve la paz familiar.

      En casas divididas

      20, 21. ¿Qué beneficio viene de la sensatez cuando peligra la paz en un hogar donde hay división religiosa?

      20 El ser sensatos o razonables ayuda a resolver problemas maritales entre los cónyuges cristianos. (Filipenses 4:5.) Pero la sensatez también es importante cuando peligra la paz en un hogar donde hay división religiosa. Si un esposo incrédulo trata de impedir que su esposa cristiana sirva a Jehová, ella puede esforzarse por razonar con él, y señalar con prudencia que, puesto que ella le permite a él libertad religiosa, lógicamente debería recibir un trato similar. (Mateo 7:12.) Aunque debe estar en sujeción relativa a su esposo incrédulo, hay que hacer la voluntad de Dios cuando hay un conflicto implicado. (1 Corintios 11:3; Hechos 5:29.) Es obvio que el asistir a las reuniones cristianas tres veces a la semana no es excesivo. Pero pudiera ser sabio que la esposa creyente estuviera en el hogar las demás noches, y que programara gran parte de su ministerio del campo para las horas en que su esposo esté trabajando y los niños estén en la escuela. Si ella es razonable y traza buenos planes, no tiene que ‘desistir de hacer lo que es excelente’. (Gálatas 6:9.)

      21 La sensatez se extiende a otros asuntos también. Por ejemplo, una persona tiene el derecho de practicar cierta religión. Pero no sería razonable ni prudente que la esposa cristiana pusiera Biblias y ayudas para el estudio de la Biblia donde disgustara a un esposo que se opone vigorosamente a sus creencias. Se pueden evitar conflictos si esas publicaciones se mantienen entre los efectos personales de ella y ella las estudia en privado. Por supuesto, no debe transigir en cuanto a los principios justos. (Mateo 10:16.)

      22. ¿Qué se pudiera hacer si la perturbación de la paz hogareña gira en torno de la instrucción religiosa de los hijos?

      22 Si la perturbación de la paz hogareña gira en torno de la instrucción religiosa de los hijos, la esposa creyente puede, con prudencia, hacer arreglos para que ellos la acompañen a las reuniones y salgan con ella en el ministerio del campo. Pero si el esposo o padre incrédulo impide esto, ella puede enseñar a los hijos los principios bíblicos; así, es posible que cuando crezcan y dejen el hogar abracen la adoración verdadera. Si el esposo es el creyente, como cabeza del hogar tiene la obligación bíblica de criar a sus hijos como cristianos. Por eso, debe estudiar la Biblia con ellos, llevarlos a las reuniones y enseñarles en el ministerio del campo. (Efesios 6:4.) Naturalmente, debe ser bondadoso, amoroso y razonable al tratar con su esposa incrédula.

      Mantengan la paz como familia unida

      23. ¿Qué pudiera aliviar la situación si peligra la paz marital?

      23 Puesto que los casados son “una sola carne”, deben vivir juntos en paz según lo que Dios ha dispuesto para las personas casadas, especialmente cuando ambos cónyuges son cristianos. (Mateo 19:5; 1 Corintios 7:3-5.) Pero si en su caso la paz marital peligra, repase con oración los puntos bíblicos que ya hemos mencionado. También puede ser útil remontarse al tiempo en que eran novios. ¡Cuánto se esforzaron ustedes por hacer lo que era correcto y colocar el fundamento para una unión feliz! ¿Pueden ahora hacer esfuerzos similares por mantener unido su matrimonio?

      24. ¿Qué actitud deben tener los cristianos respecto al matrimonio?

      24 Los cristianos casados tienen una maravillosa dádiva de Dios: ¡su matrimonio! Si usted vive a la altura de sus votos matrimoniales y se mantiene íntegro ante Jehová, tiene ante sí el justo nuevo mundo en el cual la separación y el divorcio dolorosos no plagarán a la humanidad. Por eso, muestre gratitud por el matrimonio como una figurativa “cuerda triple” de la cual Jehová forma parte vital. (Eclesiastés 4:12.) Y que todo miembro de su hogar unido disfrute de la bendición de la felicidad familiar en un hogar donde haya descanso y paz.

  • ¿Los ha llamado Dios a la paz?
    La Atalaya 1988 | 1 de noviembre
    • ¿Los ha llamado Dios a la paz?

      “Si el incrédulo procede a irse, que se vaya; el hermano o la hermana no está en servidumbre en tales circunstancias; antes bien, Dios los ha llamado a ustedes a la paz.” (1 CORINTIOS 7:15.)

      1. Bíblicamente, ¿cómo debe verse el matrimonio?

      JEHOVÁ nunca se propuso que el matrimonio terminara en separación o divorcio dolorosos. El matrimonio habría de ser un enlace duradero que hiciera de los cónyuges “una sola carne” y redundara en gozo, descanso y paz. (Génesis 2:24; Rut 1:9.) En general las Escrituras aconsejan a los casados que permanezcan juntos, aunque uno de los cónyuges sea cristiano y el otro incrédulo. (1 Corintios 7:12-16.) Además, el que trata con traición a su cónyuge con el resultado de que se rompe el vínculo marital incurre en responsabilidad moral ante Dios, quien ‘odia un divorciarse’. (Malaquías 2:13-16.)

      2. ¿Cómo consideran la separación y el divorcio los cristianos?

      2 La imperfección humana y otros factores a veces han conducido a la separación o el divorcio hasta entre siervos bautizados de Dios. Sin embargo, debido a lo mucho que estiman los cristianos el matrimonio, por lo general estas medidas solo se toman después de esfuerzos persistentes por mantener unido el matrimonio. A este respecto, Dios mismo da el ejemplo supremo. Como “dueño marital” del antiguo Israel, él aguantó siglos de terquedad, rebelión y adulterio espiritual por su pueblo. (Isaías 54:1-5; Jeremías 3:14-17; Oseas 1:10, 11; 3:1-5.) Solo después que los israelitas se hicieron incorregibles los rechazó Jehová como nación. (Mateo 23:37, 38.)

      3. a) ¿Qué razones bíblicamente permisibles pudieran llevar a un cristiano a separarse de su cónyuge? b) ¿Qué circunstancias hacen posible un divorcio bíblico?

      3 Puede ser que a veces algunos cristianos acudan a los ancianos de la congregación por ayuda respecto a problemas maritales graves. Los ancianos no están autorizados para decirle a nadie que deje a su cónyuge o se divorcie de él, pero pueden señalar a lo que la Palabra de Dios dice sobre estos asuntos. Como lo muestra el artículo anterior, la separación es permisible bíblicamente cuando de propósito no se provee el sustento, o cuando hay abuso físico extremo o peligra por completo la espiritualidad del cónyuge cristiano. También se ha indicado que puede haber divorcio bíblico con la posibilidad de casarse después con otra persona si un cónyuge ha cometido “fornicación”, lo que abarca varias formas de relaciones sexuales inmorales. (Mateo 19:9.) Naturalmente, no se debe pensar en la separación ni en el divorcio como algo inevitable, puesto que quizás sea posible restaurar la paz en el matrimonio; el cónyuge inocente puede hasta perdonar el adulterio u otras formas de fornicación. (Mateo 5:31, 32; compárese con Oseas 3:1-3.)

      4. a) Dé un resumen breve de lo que Pablo dijo a los cristianos casados en 1 Corintios 7:10-16. b) ¿Cuándo se puede decir: “Dios los ha llamado a ustedes a la paz”?

      4 Como señalamos en el artículo anterior, el apóstol Pablo instó a los cristianos casados a no abandonar a su cónyuge. (1 Corintios 7:10-16.) En vista de las palabras de Pablo, si un cónyuge incrédulo opta por permanecer con su cónyuge cristiano, el creyente debería tratar de ayudarle en sentido espiritual. (1 Pedro 3:1-4.) Su conversión contribuiría mucho a que hubiera descanso y paz en el hogar. Sin embargo, si el incrédulo presenta tan vigorosas objeciones a la fe de su cónyuge creyente que finalmente opta por separarse, ¿qué puede hacer el cristiano? Si el cristiano tratara de obligar al cónyuge a permanecer con él, el incrédulo pudiera hacer tan desagradable la situación que privara totalmente de paz al cristiano. Por eso, en el interés de la paz, el creyente puede dejar que el incrédulo se vaya. (Mateo 5:9.) Solo cuando un cónyuge incrédulo se va, puede decirse: “Dios los ha llamado a ustedes a la paz”. Estas palabras no pueden usarse correctamente para justificar la separación de dos cónyuges cristianos sobre una base no bíblica o de poco peso.

      5. ¿Qué preguntas merecen nuestra consideración ahora?

      5 Toda separación o divorcio tiene sus factores individuales, y no hay ninguna “fórmula” que abarque todo caso. Pero ¿a qué problemas pudiera enfrentarse el cristiano separado o divorciado? ¿Qué pudiera hacer al respecto? ¿Y cómo pueden otros dar ayuda?

      Necesidades emocionales o sexuales

      6. Respecto a problemas, ¿qué se puede decir de la separación o el divorcio?

      6 Algunos problemas se resuelven cuando hay una separación o un divorcio con base bíblica. Pero básicamente esas medidas resultan en cambiar un conjunto de problemas por otro. Por ejemplo, una cristiana divorciada dijo: “Tengo que dar gracias a Jehová por la paz que tengo ahora”. Pero admitió: “No se me hace fácil criar a los hijos sola. Y a veces siento mucha soledad y depresión. Hasta en lo referente a lo sexual no es fácil. Una tiene que ajustarse a una vida totalmente diferente”a.

      7. ¿Por qué debería el cristiano pensar cuidadosamente en las consecuencias de la separación o el divorcio?

      7 Si el cristiano tiene opción, entonces debería pensar cuidadosamente en las posibles consecuencias de la separación o el divorcio. Por ejemplo, considere las necesidades emocionales, quizás el deseo femenino de la compañía masculina. (Compárese con Génesis 3:16.) Puede que la divorciada tenga grandes esperanzas de volver a casarse. Algunas desean verse libres de un matrimonio que les trae penalidades, pero ¿están dispuestas a aceptar la posibilidad de que quizás no tengan oportunidad de volver a casarse?

      8. a) En vista de 1 Corintios 7:11, ¿qué deben considerar, con oración, los cristianos separados? b) ¿A qué necesidades no debe restárseles importancia cuando se considera la separación o el divorcio?

      8 Pablo escribió: “Si de hecho se fuera, que permanezca sin casarse, o, si no, que se reconcilie con su esposo”. (1 Corintios 7:11.) Con algún esfuerzo, una mujer puede ‘reconciliarse’ con su esposo. Si dos cónyuges cristianos se han separado, entonces deben considerar seriamente la reconciliación y orar al respecto. Además, no deben pasar por alto el hecho de que los impulsos sexuales pudieran presentar un peligro. ¿Cómo los vería Dios si, por no haberse reconciliado, cayeran en inmoralidad? La experiencia de una bautizada ilustra este peligro. Después de divorciarse, empezó a concertar citas con un mundano, pronto quedó encinta, y fue expulsada de la congregación. Aunque después fue restablecida, su experiencia recalca la necesidad de ejercer cautela y de confiar, con oración, en Jehová para no ‘pecar contra Dios’. (Génesis 39:7-12.) También es obvio que no deben minimizarse las necesidades emocionales ni las sexuales cuando se empieza a considerar la separación o el divorcio.

      Cómo aliviar la soledad

      9. ¿Cómo pudiéramos ayudar a los cristianos separados o divorciados a combatir la soledad?

      9 Si no se puede evitar la separación o el divorcio, habrá que afrontar los problemas resultantes. Por ejemplo, la soledad es un problema grave para algunos cristianos que se han separado o divorciado. ¿Qué pueden hacer otros en cuanto a esto? Pues bien, los ancianos de la congregación y otras personas pueden mostrar interés espiritual en ellos, y procurar animarlos. (Compárese con 1 Tesalonicenses 5:14.) Entre otras cosas, a veces pudiéramos invitar a estas personas y a sus hijos a nuestro hogar para una comida modesta y conversación edificante con nuestra familia. No es necesario preparar un gran banquete, porque “mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio”. (Proverbios 15:17.) La noche de la comida pudieran relatarse experiencias agradables del ministerio, o el grupo pudiera estudiar junto en preparación para una reunión cristiana.

      10, 11. a) ¿De qué otras maneras se puede ayudar a un cristiano separado o divorciado? b) ¿Qué razón hay para cautela?

      10 También puede aliviar la soledad del padre o la madre que se ha divorciado el pedirle a esa persona que ella y sus hijos participen con la familia de uno en el ministerio del campo. Por supuesto, ninguna otra persona puede ocupar el lugar del padre o la madre que falta, pero una cristiana divorciada dijo: “Algo que me ha sido muy útil en la difícil tarea de criar a mis hijos sin su padre en la casa ha sido la ayuda que en compensación práctica se han esforzado por darme ancianos y siervos de la congregación”.

      11 Sin embargo, hay razón para ejercer cautela. Una hermana confesó: “Puesto que mi hijo no tiene ahora un padre que lo atienda, un hermano, con gran bondad, se interesó en ayudarle. [...] Yo empecé a notar lo bondadoso y generoso que él era con mi hijo, y empecé a sentir deseos incorrectos respecto a aquel hermano. Fue como en el caso de David, que desarrolló un deseo incorrecto por algo que no era suyo”. (2 Samuel 11:1-4.) Aunque no hubo un caso de cometer inmoralidad sexual, esta cristiana se avergonzó de lo que pensaba y de sus flirteos, procuró el perdón de Jehová y rompió su asociación con aquel hermano. ¡Qué clara ilustración de que es necesario rechazar los deseos incorrectos y ‘abstenerse hasta de la apariencia del mal’! (1 Tesalonicenses 5:22, Nácar-Colunga; Gálatas 5:24.)

      12. ¿Qué acción positiva pudiera aliviar la soledad de algunos?

      12 Algo que puede aliviar la soledad es hacer bien a otros. “Si una se ocupa en extender su ayuda a otras personas, no le queda lugar para estar compadeciéndose de sí misma ni sentirse sola”, dijo una hermana que ya no vivía con su cónyuge. Ese ‘extenderse’ hacia otros por una persona separada o divorciada podría incluir invitar a una familia a su hogar para una noche de asociación edificante en sentido espiritual. Si esto rara vez es posible por razones financieras o de otra índole, uno pudiera visitar y estimular a los enfermos o a otras personas. También pudiera ayudar a los de edad avanzada a efectuar sus compras o diversas tareas. Dé de sí en esta forma y verá más prueba de que “hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.)

      13. ¿De qué otra manera puede combatirse la soledad?

      13 También ayuda a combatir la soledad el tomar la iniciativa de ir regularmente con sus compañeros de creencia a predicar el Reino. “Es verdad que a veces me siento sola por no tener un esposo —admite una hermana—, pero porque estoy más activa en el servicio del campo y puedo asociarme con los hermanos y las hermanas debido a mi nueva libertad, eso no ocurre con frecuencia ni dura mucho.” La testificación regular de casa en casa puede conducir a revisitas y estudios bíblicos en los hogares de los que muestran interés en la verdad, y algunos de estos quizás lleguen a ser siervos dedicados de Jehová. Por supuesto, no participamos en el ministerio con el fin de combatir la soledad, pero ese puede ser uno de los efectos de esta actividad gozosa y bendita. (Proverbios 10:22.)

      14. ¿Qué actividades deberían ser beneficiosas a los cristianos separados o divorciados?

      14 Todo el pueblo de Jehová puede beneficiarse espiritualmente de participar en el ministerio, en las reuniones cristianas y en ‘buscar primero el Reino’. (Mateo 6:33.) Puesto que estas actividades sanas tienen excelente efecto en los siervos de Jehová en general, también pueden edificar a los cristianos separados o divorciados. No, estas actividades no van a resolver todos los problemas de esas personas, pero deberían mejorar su punto de vista.

      La oración y su papel vital

      15. ¿Qué papel puede desempeñar la oración en la vida de los que tienen que reajustarse a la soltería?

      15 A una cristiana que tuvo que ajustarse de nuevo a la soltería le fue útil también “seguir ocupada en el servicio del campo [...] y visitar a los enfermos, a los de edad avanzada y a los inactivos”. Pero añadió: “Siempre que me aflige la soledad, voy a visitar a otros y oro por fortaleza, pues sé que Satanás está muy ocupado”. Sí, la oración sincera es vital si uno quiere mantenerse íntegro ante Dios. Entre las cosas que los cristianos separados o divorciados pueden pedir a Dios está el espíritu de Jehová y su fruto de autodominio para mantener controlados los impulsos sexuales. (Lucas 11:13; Gálatas 5:22, 23; Colosenses 3:5, 6.) Además, puesto que el tomar las decisiones que antes tomaba un esposo puede presentarles problemas a algunas mujeres separadas o divorciadas, puede que también tengan que orar a Dios por ayuda para tomar decisiones sabias y enfrentarse a diversas pruebas. (Santiago 1:2-8.)

      16. Respecto a la separación o el divorcio, ¿qué se pudiera decir sobre los sentimientos de culpa?

      16 A veces sucede que ciertos sentimientos de culpa molestan. Una cristiana admitió: “La culpa que una siente por divorciarse, aunque no sea la culpable, puede ser arrolladora”. Por supuesto, se comprende que haya sentimientos de culpa si la separación o el divorcio ocurrieron debido a que uno o una, sin buena razón para ello, rehusó cumplir con sus obligaciones maritales. (1 Corintios 7:3-5.) Pero si la separación o el divorcio ocurrieron debido a una razón bíblica y después de haber meditado y haber orado sobre el asunto, sería apropiado orar por la ayuda de Jehová para combatir los sentimientos de culpa injustificados. Aquí sería apropiado mencionar también que los ancianos de la congregación deben cerciorarse de dar consejo fundado en la Biblia y no presentar su consejo de tal manera que el cristiano se sienta culpable por obtener o permitir una separación o un divorcio bíblicamente permisible.

      Nos guarda “la paz de Dios”

      17. ¿Qué puede ayudar a todo cristiano a ser feliz y estable en este mundo perturbado?

      17 Por lo general los cristianos separados o divorciados tienen problemas singulares. Pero hasta cierto grado “las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de [nuestros] hermanos en el mundo”. (1 Pedro 5:6-11.) Por ejemplo, la persecución afecta a todos los que sirven a Jehová, y la mayoría de los cristianos afrontan problemas financieros o de salud, desilusiones, tentaciones, y así por el estilo. Por lo tanto, como otros testigos de Jehová, el cristiano separado o divorciado tiene que seguir satisfaciendo sus necesidades espirituales mediante estudiar la Biblia, asistir con regularidad a las reuniones, participar activamente en el ministerio del campo, llevar una vida equilibrada de servicio sagrado y orar constantemente para permanecer allegado a Jehová. (Mateo 5:3.) El no hacer eso pudiera poner en peligro la espiritualidad de cualquier cristiano, mientras que el ‘buscar primero el Reino’ da a cada leal testigo de Jehová una notable medida de felicidad y estabilidad en este mundo perturbado.

      18. ¿Qué preguntas y medidas merecen seria consideración por los cónyuges cristianos separados?

      18 Nuestra estabilidad espiritual depende de que personalmente apliquemos la Palabra de Dios. Por lo tanto, si usted es un cristiano que se ha separado de su cónyuge que también está dedicado a Dios, ¿ha tomado a pecho el consejo de Pablo en 1 Corintios 7:10-16? Particularmente si ustedes han estado separados ya por algún tiempo, usted debería considerar con oración sincera la posibilidad de una reconciliación. También pudiera preguntarse: ¿Qué espera Jehová de mí como persona casada? ¿No deberían conformar su vida a los requisitos divinos para los casados los cónyuges cristianos? ¿Pudiera ser que no estemos recibiendo la bendición de Jehová por no haber honrado nuestros votos matrimoniales? Tan solo piense en el bien que pudiera lograrse si consideraran su situación humildemente, oraran con sinceridad y se esforzaran diligentemente por aplicar la Palabra de Dios a su vida. ¡Qué excelente sería el que usted y su cónyuge resolvieran sus problemas maritales y de nuevo disfrutaran de la vida juntos en un hogar de descanso y paz!

      19. Según Filipenses 4:6, 7, ¿de qué cosa preciosa puede disfrutar todo siervo de Jehová?

      19 Todos los siervos fieles de Jehová necesitan algo precioso de que pueden disfrutar: “la paz de Dios que supera a todo pensamiento”. Como cristianos, podemos tener esta preciosa paz si prestamos atención a las palabras de Pablo: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6, 7.)

      20. a) ¿Qué es “la paz de Dios”? b) Sea cual sea nuestro estado respecto al matrimonio, ¿qué debemos hacer?

      20 Esa paz es una tranquilidad y calma que Dios da, hasta en medio de las circunstancias más penosas. Viene de una relación estrecha con Jehová y del conocimiento de que hacemos lo que le agrada. Los que poseen “la paz de Dios” permiten que Su espíritu los mueva, y la ansiedad no los agobia. ¿Por qué? Porque saben que nada les sucederá si no es por permiso divino. (Efesios 4:30; compárese con Hechos 11:26.) Por eso, seamos solteros o casados, separados o divorciados, atesoremos “la paz de Dios”. Y tengamos la misma confianza que tuvo David, quien declaró: “En paz ciertamente me acostaré y también dormiré, porque tú, sí, tú solo, oh Jehová, me haces morar en seguridad”. (Salmo 4:8.)

      [Nota a pie de página]

      a Para una consideración sobre familias con uno solo de los padres, sírvase ver La Atalaya del 1 de febrero de 1981, páginas 14-27.

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