“Y vi una bestia salvaje que ascendía del mar, con diez cuernos y siete cabezas, y sobre sus cuernos diez diademas, pero sobre sus cabezas nombres blasfemos.

(Revelación 13:1b,

Las siete cabezas de esta bestia salvaje representan a seis principales potencias mundiales que se habían presentado en la historia bíblica hasta el día de Juan —Egipto, Asiria, Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma— y una séptima potencia mundial que, según se profetizó, aparecería después. (Compárese con Revelación 17:9, 10.)

6. a) ¿En qué han llevado la delantera las siete cabezas de la bestia salvaje? b) ¿Cómo empleó Jehová a Roma para ejecutar su propio juicio contra el sistema de cosas judío, y cómo les fue a los cristianos de Jerusalén?

⁶ Es verdad que en la historia ha habido otras potencias mundiales además de esas siete... tal como la bestia salvaje que Juan vio estaba compuesta de un cuerpo junto con siete cabezas y diez cuernos. Pero las siete cabezas representan a las siete potencias principales que —cada una a su vez— han llevado la delantera en oprimir al pueblo de Dios. En 33 E.C., mientras Roma iba en ascenso, Satanás usó a aquella cabeza de la bestia salvaje para matar al Hijo de Dios. En aquel tiempo Dios abandonó al descreído sistema de cosas judío, y después, en 70 E.C., permitió que Roma ejecutara el juicio que él había dictado contra la nación judía. Felizmente, el verdadero Israel de Dios, la congregación de cristianos ungidos, había recibido advertencia de antemano, y los de ellos en Jerusalén y Judea habían huido a lugares seguros más allá del río Jordán. (Mateo 24:15, 16; Gálatas 6:16.)

7. a) ¿Qué habría de suceder cuando llegara la conclusión del sistema de cosas y empezara el día del Señor? b) ¿Qué potencia resultó ser la séptima cabeza de la bestia salvaje de Revelación 13:1, 2?

⁷ Sin embargo, a fines del primer siglo E.C. muchos de esta congregación primitiva se habían apartado de la verdad, y parecía que el verdadero trigo cristiano, “los hijos del reino”, había sido en su mayor parte ahogado por malas hierbas, “los hijos del inicuo”. Pero cuando llegó la conclusión del sistema de cosas los cristianos ungidos aparecieron de nuevo como grupo organizado. Durante el día del Señor los justos habrían de ‘resplandecer tan brillantemente como el sol’. Por lo tanto, se organizó a la congregación cristiana para su trabajo. (Mateo 13:24-30, 36-43.) Para entonces el Imperio Romano no existía. El enorme Imperio Británico, junto con los poderosos Estados Unidos de América, ocupaban el centro del escenario mundial. Esta potencia mundial binaria resultó ser la séptima cabeza de la bestia salvaje.

La bestia salvaje tiene diez cuernos distribuidos en sus siete cabezas. Quizás cuatro cabezas tenían un solo cuerno cada una y tres cabezas tenían dos cuernos cada una. Además, tenía diez diademas sobre los cuernos. En el libro de Daniel se describen unas bestias espantosas, y hay que interpretar literalmente la cantidad de sus cuernos. Por ejemplo, el que hubiera dos cuernos sobre un carnero representó que un imperio mundial estaba compuesto de dos partes asociadas, Media y Persia, mientras que ‘los cuatro cuernos’ de un macho cabrío fueron representación de los cuatro imperios coexistentes que se desarrollaron del imperio griego de Alejandro Magno. (Daniel 8:3, 8, 20-22.) No obstante, parece que la numeración de los diez cuernos que lleva la bestia que Juan vio es simbólica. (Compárese con Daniel 7:24; Revelación 17:12.) Los diez cuernos representan la plenitud de estados soberanos de que se compone toda la organización política de Satanás. Todos estos cuernos son violentos y agresivos, pero como lo indican las siete cabezas, el mando reside en una sola potencia mundial a la vez. De manera similar, las diez diademas indican que todos los estados soberanos ejercerían su gobernación a la misma vez que el estado dominante o potencia mundial de ese tiempo.

11. ¿Qué indica el que la bestia salvaje tenga “sobre sus cabezas nombres blasfemos”?

¹¹ La bestia salvaje tiene “sobre sus cabezas nombres blasfemos”, y se atribuye logros que muestran gran falta de respeto a Jehová Dios y Cristo Jesús. Ha usado los nombres de Dios y Cristo como engaño para lograr sus fines políticos; ha seguido la corriente a la religión falsa, hasta permitiendo que el clero participe en sus procedimientos políticos. Por ejemplo, en Inglaterra la Cámara de los Lores incluye a los obispos. Los cardenales católicos han desempeñado papeles de prominencia en la política de Francia e Italia, y, en tiempos más recientes, ha habido sacerdotes en puestos políticos en América Latina. Los gobiernos imprimen lemas religiosos —como “EN DIOS CONFIAMOS”— en sus billetes de banco, y en sus monedas alegan que sus gobernantes tienen la aprobación divina cuando declaran, por ejemplo, que estos son nombrados “por la gracia de Dios”. Todo esto es en verdad blasfemo, porque con ello se intenta implicar a Dios en la sucia arena política nacionalista.

A principios del día del Señor una calamidad azota a la bestia salvaje. Juan informa: “Y vi una de las cabezas de ella como muerta por degüello, pero su golpe de muerte fue sanado, y toda la tierra siguió a la bestia salvaje con admiración”. (Revelación 13:3.) Este versículo dice que una de las cabezas de la bestia salvaje recibió un golpe de muerte, pero el versículo 12 parece indicar que toda la bestia sufrió. ¿Por qué? Pues bien, las cabezas de la bestia no ascienden al poder todas juntas. Cada una, por turno, ha ejercido su señorío sobre la humanidad, particularmente sobre el pueblo de Dios. (Revelación 17:10.) Por eso, al comienzo del día del Señor solo una cabeza, la séptima, obra como la potencia mundial dominante. Un golpe de muerte sobre esa cabeza causa mucha angustia a toda la bestia salvaje.

14. ¿Cuándo se dio aquel golpe de muerte, y cómo describió su efecto en la bestia salvaje de Satanás cierto oficial militar?

¹⁴ ¿En qué consistió el golpe de muerte? Más tarde se le llama un golpe de espada, y la espada es símbolo de guerra. Este golpe de espada, dado a principios del día del Señor, debe referirse a la I Guerra Mundial, que devastó y ocasionó pérdidas a la bestia salvaje política de Satanás. (Revelación 6:4, 8; 13:14.) El autor Maurice Genevoix, quien fue oficial militar durante aquella guerra, dijo de ella: “Todo el mundo reconoce que en toda la historia de la humanidad pocas fechas han tenido la importancia del 2 de agosto de 1914. Un acontecimiento horrible envolvió primero a Europa y, después, a casi toda la humanidad. Los convenios, los acuerdos, las leyes morales, todos los cimientos se sacudieron; de un día al otro todo se puso en tela de juicio. En sus resultados aquel suceso sobrepasaría lo que instintivamente pudiera haberse presentido y lo que razonablemente pudiera haberse esperado. Enorme, caótico, monstruoso, todavía nos arrastra tras de sí”. (Maurice Genevoix, miembro de la Académie Française, citado en el libro Promise of Greatness [Promesa de grandeza], publicado en 1968.)

15. ¿Cómo recibió su golpe de muerte la séptima cabeza de la bestia salvaje?

¹⁵ Para la cabeza de la bestia salvaje que entonces dominaba, la séptima, aquella guerra fue un desastre mayúsculo. Gran Bretaña, junto con otras naciones europeas, perdió tremendas cantidades de jóvenes. En una sola batalla, la batalla del río Somme, en 1916, murieron 420.000 soldados británicos, 194.000 franceses y 440.000 alemanes... ¡más de 1.000.000 de muertes! En sentido económico, también, Gran Bretaña —junto con el resto de Europa— sufrió una experiencia aplastadora. El enorme Imperio Británico vaciló bajo el golpe y nunca se recobró por completo. Sí, aquella guerra, en la cual participaron 28 naciones prominentes, hizo que el mundo entero tambaleara como si hubiera recibido un golpe de muerte. El 4 de agosto de 1979, solo 65 años después del comienzo de la I Guerra Mundial, el periódico The Economist, de Londres, Inglaterra, comentó: “En 1914 el mundo perdió una coherencia que no ha podido recobrar desde entonces”.

16. Durante la I Guerra Mundial, ¿cómo mostraron los Estados Unidos que eran parte de una potencia mundial binaria?

¹⁶ Al mismo tiempo, la Gran Guerra, como se llamó entonces a aquel conflicto, abrió el camino para que los Estados Unidos emergieran claramente como parte de la Potencia Mundial Angloamericana. Durante los primeros años de la guerra la opinión pública impidió que los Estados Unidos entraran en el conflicto. Pero como escribió el historiador Esmé Wingfield-Stratford, “todo era cuestión de si, en esta hora de crisis suprema, Gran Bretaña y los Estados Unidos enterrarían sus diferencias al darse cuenta de [su] unidad dominante y la responsabilidad que tenían en común”. Los acontecimientos mostraron que así sucedió. En 1917 los Estados Unidos contribuyeron sus recursos y sus soldados para reforzar el esfuerzo de guerra de los vacilantes Aliados. Así, la séptima cabeza, que combinaba a Gran Bretaña y los Estados Unidos, salió vencedora.

17. ¿Qué le sucedió al sistema terrestre de Satanás después de la guerra?

¹⁷ El mundo posbélico fue muy diferente del anterior a la guerra. El sistema terrestre de Satanás, aunque había sido devastado por el golpe de muerte, revivió y se hizo más poderoso que nunca, y así se ganó la admiración de los humanos por su poder recuperativo.

18. ¿Por qué se puede decir que la humanidad en general ha ‘seguido a la bestia salvaje con admiración’?

¹⁸ El historiador Charles L. Mee, Jr., escribe: “Era preciso que se desplomara el viejo orden [mediante la I Guerra Mundial] para que se difundiera la autonomía, alcanzaran liberación nuevas naciones y clases, y se experimentara nueva libertad e independencia”. La séptima cabeza de la bestia salvaje, ahora sanada, dirigió el desarrollo de esta era posbélica, y los Estados Unidos de América pasaron a desempeñar el papel dominante. La potencia mundial binaria llevó la delantera en abogar tanto por la Liga o Sociedad de Naciones como por la Organización de las Naciones Unidas. Para el año 2005, el poder político de Estados Unidos había llevado a las naciones privilegiadas a crear un mejor estilo de vida, a combatir las enfermedades y dar adelanto a la tecnología. Hasta había colocado a 12 hombres en la Luna.