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Verdadera felicidad al servir a JehováLa Atalaya 1992 | 15 de mayo
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Felicidad sin casarse en tiempos pasados
9. ¿Por qué recibía encomio de año en año la hija de Jefté?
9 Muchos siervos de Dios han hallado verdadera felicidad sin estar casados. Por respeto al voto que hizo su padre, la hija de Jefté permaneció soltera. Por un tiempo ella lloró su virginidad con sus compañeras. ¡Pero qué gozo sintió al servir de tiempo completo en la casa de Jehová, quizás entre “las sirvientas que hacían servicio organizado a la entrada de la tienda de reunión”! (Éxodo 38:8.) Por esto ella recibía encomio de año en año. (Jueces 11:37-40.)
10. ¿Qué le mandó Jehová a Jeremías, y hay alguna indicación de que haya vivido una vida infeliz como resultado de ello?
10 En vista de los tiempos trascendentales en que vivía el profeta Jeremías, Dios le mandó que no se casara ni tuviera hijos. (Jeremías 16:1-4.) Pero Jeremías aprendió por experiencia la veracidad de estas palabras de Dios: “Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser”. (Jeremías 17:7.) Durante los más de 40 años de su servicio profético, Jeremías sirvió fielmente a Dios siendo soltero. Por lo que sabemos, nunca se casó ni tuvo hijos. Con todo, ¿quién puede dudar de que Jeremías haya sido feliz, como en el caso del fiel resto judío que ‘se puso radiante por la bondad de Jehová’? (Jeremías 31:12.)
11. Mencione algunos ejemplos bíblicos de siervos fieles de Jehová que fueron felices aunque no tuvieron cónyuge.
11 Muchas otras personas han servido a Jehová gozosamente sin cónyuge. Fueron solteras, o viudas. Entre ellas estaban la profetisa Ana; probablemente Dorcas, o Tabita; el apóstol Pablo; y el mayor ejemplo de todos: Jesucristo.
Solteros pero contentos en nuestro tiempo
12. ¿Para qué han hecho lugar algunos felices siervos dedicados de Jehová, y por qué?
12 Hoy miles de testigos de Jehová sirven fielmente a Dios sin cónyuge. Algunos han podido aceptar esta invitación de Jesús: “Quien pueda hacer lugar para [el don de la soltería], haga lugar para ello”. Lo han hecho “por causa del reino de los cielos”. (Mateo 19:11, 12.) Es decir, han dado buen uso a la libertad que Dios les ha dado al dedicar más tiempo y energía a adelantar los intereses del Reino. Muchos son precursores, misioneros o miembros de la familia de Betel en la sede mundial de la Sociedad Watch Tower o en una de sus sucursales.
13. ¿Qué ejemplos muestran que el cristiano puede ser soltero y feliz?
13 Una querida hermana de edad avanzada dio a su biografía el título revelador de “Soltera y feliz como precursora” (La Atalaya, 1 de mayo de 1985, páginas 23-26). Otra hermana soltera que pasó más de 50 años sirviendo en Betel dijo: “Estoy completamente satisfecha con mi vida y mi trabajo. Estoy más ocupada ahora que nunca en un trabajo que estimo con todo el corazón. No me pesa en lo mínimo el proceder que he elegido. Volvería a tomar la misma decisión” (La Atalaya, 15 de septiembre de 1982, página 15).
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Verdadera felicidad al servir a JehováLa Atalaya 1992 | 15 de mayo
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La hermana de edad avanzada a quien mencionamos antes se ofreció voluntariamente para servir en un país africano en un tiempo en que, según dice ella, era “una mujer frágil de más de 50 años de edad”. Y permaneció en ese país, aun durante una proscripción, cuando todos los misioneros fueron echados de allí. Todavía sirve como precursora en ese lugar, aunque ahora tiene más de 80 años. ¿Es feliz ella? En su biografía escribió: “He podido usar el mayor grado de libertad y movilidad de que puede disponer una persona soltera para mantenerme ocupada en el ministerio, y esto me ha proporcionado gran felicidad. [...] En el transcurso de los años mi relación con Jehová se ha profundizado. Como soltera en un país del África, lo he visto a él como Protector”.
18 También son dignas de notarse las palabras de un hermano que sirvió por décadas en la sede mundial de la Sociedad Watch Tower. Fue feliz, aunque nunca se casó y aunque tenía la esperanza celestial sin la perspectiva de contraer nupcias. A la edad de 79 años, escribió: “Todos los días le pido a nuestro amado Padre celestial en oración ayuda y sabiduría para mantenerme tanto espiritual como físicamente sano y fuerte para poder seguir efectuando su santa voluntad. Durante estos pasados cincuenta años en el servicio de Jehová de veras he disfrutado de un modo de vivir feliz, remunerador y bendito. Y con la bondad inmerecida de Jehová espero con deleite la continuación de su servicio para su honra y su gloria y para la bendición de su pueblo. [...] [El] gozo de Jehová me ayuda a seguir peleando la buena pelea de la fe, estando a la espera del tiempo cuando los enemigos de Jehová ya no existan y toda la Tierra esté llena de su gloria”. (Números 14:21; Nehemías 8:10; La Atalaya, 15 de agosto de 1969, páginas 500-503.)
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