El suelo: un filtro natural
El suelo tiene la capacidad de filtrar el agua. Ese proceso elimina metales, sustancias químicas tóxicas, residuos orgánicos y otros contaminantes. Cuando el agua llega al acuífero —la capa rocosa inferior que almacena el agua— está tan limpia que incluso se podría beber.
El filtro físico
La arena y la grava atrapan algunas sustancias contaminantes, porque funcionan como un cernedor o tamiz.
El filtro biológico
En el suelo hay microorganismos que pueden neutralizar sustancias que son tóxicas para los seres humanos. Incluso hay bacterias que pueden descomponer aceites tóxicos y producir dióxido de carbono y agua.
El filtro químico
Los suelos con carga eléctrica, aunque sea muy ligera, pueden atraer y retener sustancias químicas tóxicas con carga eléctrica opuesta. Por ejemplo, las partículas de arcilla con carga negativa pueden eliminar del agua partículas de amonio corrosivo, que tienen carga positiva y son muy tóxicas para la vida acuática.