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Islas SalomónAnuario de los testigos de Jehová 1992
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El derribo de una cruz en la provincia de Temotu
A unos 900 kilómetros al sudeste de Honiara se encuentra la provincia de Temotu, que comprende las islas del extremo oriental de las Salomón, incluidas las islas de Santa Cruz. Esta provincia era muy peculiar. Solo había una religión, la Iglesia anglicana. Ninguna otra había logrado influir en las gentes serias de aquellas islas. Sin embargo, en 1976 la Iglesia anglicana envió al predicador lego John Mealue a Papua Nueva Guinea a fin de prepararlo como traductor de lenguas nativas. La mentalidad religiosa de la provincia estaba a punto de cambiar.
Mientras residía en Papua Nueva Guinea, cierta mañana John abrió la puerta a un testigo de Jehová. Ese fue su primer contacto con las buenas nuevas del Reino. Unas cuantas conversaciones le bastaron para convencerse de que lo que estaba escuchando era la verdad de la Biblia. Aunque se le había seleccionado para ser el siguiente obispo anglicano de las islas de Santa Cruz, dejó sus estudios lingüísticos y regresó a las Salomón. En el camino de vuelta a las islas de Santa Cruz, hizo una parada en la sucursal de Honiara para pedir que alguien visitara su isla con el objeto de abrir una congregación. La sucursal empezó a hacer planes de inmediato.
Una vez en su pueblo, John testificó a sus hermanos carnales, James Sopi y Drawman Alilvo, ambos maestros de escuela, pero estos se opusieron al mensaje. Sus hermanos y conocidos quisieron saber por qué había regresado. John les contestó con franqueza y les explicó que el clero le había desengañado. “Nos han mentido desde un principio”, les dijo, y les puso ejemplos. Hay que tener en cuenta que todavía no se le había enseñado a testificar con tacto. En una ocasión se encaminó con un hacha en la mano hacia el centro de un pueblo llamado Malo, donde se levantaba una enorme cruz. La derribó a hachazos, se la llevó arrastrándola por el suelo y la tiró al mar. Nadie se atrevió a ponerle la mano encima. No obstante, tuvo que responder ante un tribunal por esta acción, y, además, los dirigentes religiosos predijeron que en ocho días caería muerto por haber derribado su símbolo sagrado.
Ocho días después John seguía vivo. Este fue el momento crucial para las personas de condición de oveja. Las noticias del suceso corrieron como un reguero de pólvora. Cuando John compareció ante el tribunal, no solo estaba abarrotado el juzgado, sino que todo Lata Station, la capital de la provincia de Temotu, era un hervidero de gente.
Cuando John se puso en pie para iniciar su defensa, en la sala se podía oír el vuelo de una mosca. Apeló a la conciencia de los presentes cuando habló en detalle del origen de la cruz, la hipocresía de la cristiandad y de que el clero los había tenido a él y a su pueblo en la Edad del Oscurantismo en sentido espiritual. El juez anunció su veredicto: “Queda absuelto de las acusaciones. No obstante, deberá pagar una multa de veinte dólares por destrucción de propiedad privada”.
El clero salió derrotado; a los líderes religiosos les hubiera gustado que se le hubiera sentenciado a realizar trabajos forzados en prisión. Un buen número de personas, incluidos sus hermanos James y Drawman, quedaron impresionados por lo que escucharon en el tribunal, y tiempo después aceptaron la verdad.
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Islas SalomónAnuario de los testigos de Jehová 1992
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Los superintendentes de circuito y distrito iban a llegar al cabo de tres semanas para celebrar la primera asamblea de circuito de las islas de Santa Cruz. No obstante, había un grave problema: no disponían de un lugar donde celebrarla. En seguida se pusieron a buscar un terreno para construir un Salón del Reino. Pero ¿dónde? Aunque en Nemba había muchas personas interesadas, la oposición de la Iglesia anglicana era muy fuerte. Desgraciadamente, todos los propietarios tradicionales del terreno eran miembros de la Iglesia, y no iban a tolerar que se construyera un Salón del Reino en la vecindad. Por lo tanto, se decidió que se edificaría en el pueblo natal de John Mealue, en la isla de Malo, a tres horas de Nemba en canoa.
Cuando los precursores presentaron la sugerencia a John, este contestó: “Eso es exactamente lo que quería”. De manera que ese mismo día empezaron a construir a un ritmo frenético. El superintendente de circuito llegó para efectuar la visita regular a la congregación cuando estaban en mitad de las obras, y también se unió al equipo de construcción. Los hermanos terminaron justo a tiempo un Salón bien construido a base de hojas, con tejado, plataforma y tres lados abiertos, listo para acomodar a la multitud que previsiblemente asistiría al programa de la asamblea.
Algún tiempo después, John, James, Drawman y sus respectivas esposas se bautizaron.
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