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¿Tenemos un alma inmortal?La Atalaya 2007 | 15 de julio
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El vocablo alma se emplea también con otro sentido. Job 33:22 declara: “Su alma se acerca al hoyo, y su vida a los que infligen muerte”. Aquí se traza un paralelo entre las palabras alma y vida, en el que la primera adopta el sentido de la segunda. De modo que alma se refiere, además, a la vida de la persona. Por eso, cuando leemos en las Escrituras que los enemigos de Moisés “buscaban [su] alma”, entendemos que intentaban matarlo (Éxodo 4:19). Igualmente, Jesucristo dijo que él “vino [...] para dar su alma [es decir, su vida] en rescate en cambio por muchos” (Mateo 20:28).
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¿Tenemos un alma inmortal?La Atalaya 2007 | 15 de julio
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Pero ¿qué hay de los pasajes bíblicos en los que se menciona que el alma sale del cuerpo o regresa a él? Cuando la Biblia explica que Raquel murió al dar a luz, lo hace con estas palabras: “Al ir saliendo el alma de ella (porque murió), lo llamó por nombre Ben-oní; pero su padre lo llamó Benjamín” (Génesis 35:18). Y al referirse a la resurrección del hijo de una viuda, 1 Reyes 17:22 dice: “Jehová escuchó la [oración] de Elías, de modo que el alma del niño volvió dentro de él, y llegó a vivir”. ¿Demuestran estos pasajes que el alma sea una parte inmaterial, invisible, que pueda abandonar el cuerpo o volver a él?
Recordemos que uno de los significados de la palabra alma es “vida”. Por lo tanto, el alma de Raquel iba saliendo de ella en el sentido de que su vida se estaba extinguiendo. De hecho, algunas Biblias expresan el sentido de la frase “al ir saliendo el alma de ella” con otras palabras; por ejemplo, “escapándosele ya la vida” (Biblia del nuevo milenio) o “con su último aliento” (Levoratti-Trusso). De modo similar, en el caso del hijo de la viuda, fue su vida lo que volvió a él (1 Reyes 17:23).
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