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Luz para las nacionesLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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A eso se refiere Jehová a continuación: “Ciertamente pondré en medio de ellas una señal, y ciertamente enviaré algunos de los escapados a las naciones, a Tarsis, Pul y Lud, los que estiran el arco, Tubal y Javán, las islas lejanas, que no han oído un informe acerca de mí ni han visto mi gloria; y de seguro anunciarán mi gloria entre las naciones” (Isaías 66:19).
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Luz para las nacionesLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Hoy, los cristianos ungidos, que prosperan en su tierra restaurada, constituyen una señal asombrosa en el mundo entero (Isaías 66:8). Son una prueba viviente del poder del espíritu de Jehová, y también atraen a personas mansas cuyo corazón las impulsa a servir a Dios.
11. a) ¿Cómo llegará a conocer a Jehová mucha gente de las naciones tras la restauración? b) ¿Qué cumplimiento inicial tuvo Zacarías 8:23?
11 Ahora bien, tras la restauración del 537 a.E.C., ¿cómo llegará a conocer a Jehová mucha gente de las naciones que no ha oído un informe acerca de él? Pues bien, no todos los judíos fieles retornarán a Jerusalén al concluir el cautiverio babilónico. Algunos, como Daniel, permanecerán en Babilonia, y otros se dispersarán por todo el mundo. En el siglo V a.E.C. ya había judíos de un extremo a otro del Imperio persa (Ester 1:1; 3:8). Sin duda hubo quienes hablaron de Jehová a sus vecinos paganos, puesto que muchos extranjeros se hicieron prosélitos judíos. Parece que tal era el caso del eunuco etíope a quien el discípulo cristiano Felipe predicó en el siglo I (Hechos 8:26-40). Todo esto supuso un cumplimiento inicial de las palabras del profeta Zacarías: “En aquellos días sucederá que diez hombres de todos los lenguajes de las naciones asirán, sí, realmente asirán la falda de un hombre que sea judío, y dirán: ‘Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes’” (Zacarías 8:23). Es obvio que Jehová envió luz a las naciones (Salmo 43:3).
Traen un “regalo a Jehová”
12, 13. ¿En qué sentido se traerán “hermanos” a Jerusalén a partir del 537 a.E.C.?
12 Tras la reconstrucción de Jerusalén, los judíos esparcidos por países lejanos considerarán la ciudad y su sacerdocio restaurado como el centro de la adoración pura. Muchos de ellos viajarán largas distancias para asistir a las fiestas anuales que allí se celebren. Isaías escribe por inspiración: “Realmente traerán a todos los hermanos de ustedes de todas las naciones como regalo a Jehová, en caballos y en carros y en carruajes cubiertos y en mulos y en camellas veloces, a mi santa montaña, Jerusalén —ha dicho Jehová—, justamente como cuando los hijos de Israel traen el regalo en una vasija limpia a la casa de Jehová. Y también de ellos tomaré algunos para los sacerdotes, para los levitas” (Isaías 66:20, 21).
13 Algunos de estos “hermanos [...] de todas las naciones” estaban presentes en Jerusalén en el día de Pentecostés cuando se derramó espíritu santo sobre los discípulos de Jesús. La Biblia dice: “Sucedía que moraban en Jerusalén judíos, varones reverentes, de toda nación de las que hay bajo el cielo” (Hechos 2:5). Siguiendo la costumbre judía, dichos varones habían acudido a Jerusalén para rendir culto, pero cuando escucharon las buenas nuevas acerca de Jesucristo, muchos pusieron fe en él y se bautizaron.
14, 15. a) ¿Cómo recogieron los cristianos ungidos a más de sus “hermanos” espirituales después de la I Guerra Mundial, y por qué pudieron presentarlos a Jehová como “regalo en una vasija limpia”? b) ¿En qué sentido ‘tomó Jehová algunos para los sacerdotes’? c) Mencione algunos cristianos ungidos que participaron en la obra de recoger a sus hermanos espirituales (véase el recuadro de esta página).
14 ¿Tiene esta profecía un cumplimiento moderno? Desde luego. Tras la I Guerra Mundial, los siervos ungidos de Jehová se dieron cuenta de que, según las Escrituras, en 1914 se había instaurado el Reino de Dios en los cielos. Su estudio meticuloso de la Biblia les hizo ver que debían recogerse más herederos del Reino, o “hermanos”. Una serie de ministros intrépidos viajaron en todo medio de transporte “hasta la parte más distante de la tierra” en busca de posibles miembros del resto ungido. Cuando localizaban a tales personas, que en su mayoría procedían de las iglesias de la cristiandad, las ofrecían a Jehová como regalo (Hechos 1:8).
15 Los ungidos recogidos en aquellos años no esperaban que Jehová los aceptara tal como eran antes de conocer la verdad bíblica, por lo que dieron pasos para limpiarse de toda contaminación espiritual y moral, y así poder ser presentados como “regalo en una vasija limpia” o, como dijo el apóstol Pablo, “cual virgen casta al Cristo” (2 Corintios 11:2). Además de rechazar las doctrinas falsas, los ungidos tenían que aprender a mantener estricta neutralidad en los asuntos políticos del mundo. En 1931, cuando ya se habían purificado bastante, Jehová les concedió misericordiosamente el privilegio de portar su nombre al llegar a conocérseles como testigos de Jehová (Isaías 43:10-12). Pero ¿de qué forma ‘tomó Jehová algunos para los sacerdotes’? Como grupo, estos ungidos se convirtieron en parte de “un sacerdocio real, una nación santa” que ofrecía sacrificios de alabanza a Dios (1 Pedro 2:9; Isaías 54:1; Hebreos 13:15).
Prosigue la recolección
16, 17. ¿A quiénes representa “la prole” tras la I Guerra Mundial?
16 La cantidad total de componentes de ese “sacerdocio real” es de 144.000, y con el tiempo se les recogió a todos (Revelación 7:1-8; 14:1).
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17 “La prole” que la nación de hermanos espirituales produce es la “gran muchedumbre”, que tiene la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. Sus integrantes, “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, [están] de pie delante del trono y delante del Cordero” y “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Revelación 7:9-14; 22:17). Esta “gran muchedumbre” pasa de la oscuridad espiritual a la luz que suministra Jehová. Tiene fe en Jesucristo y, al igual que sus hermanos ungidos, se esfuerza por mantenerse espiritual y moralmente limpia. Como grupo sigue rindiendo servicio bajo la guía de Cristo y ‘seguirá subsistiendo’ para siempre (Salmo 37:11, 29).
18. a) ¿Por qué puede decirse que la gran muchedumbre ha actuado como sus hermanos ungidos? b) ¿En qué sentido adoran a Jehová “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” los ungidos y sus compañeros?
18 Estos hombres y mujeres laboriosos que tienen la esperanza terrestre saben que, si bien es esencial permanecer puros en sentido moral y espiritual, para agradar a Jehová se necesita algo más. La obra de la recolección está en pleno apogeo, y desean participar en ella. El libro de Revelación profetiza respecto a esas personas: “Están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo” (Revelación 7:15). Tales palabras nos recuerdan el penúltimo versículo del libro profético de Isaías: “Ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—” (Isaías 66:23). Esta predicción se está cumpliendo hoy. “De luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” —es decir, constantemente, semana a semana, mes tras mes—, los cristianos ungidos y sus compañeros, la gran muchedumbre, adoran juntos a Jehová. Como parte de su adoración, asisten a las reuniones cristianas y participan en el ministerio público. ¿Se encuentra usted entre quienes ‘vienen y se inclinan ante Jehová’ con constancia? El pueblo de Dios lo hace con gran satisfacción, y los que son miembros de la gran muchedumbre anhelan que llegue el día en que “toda carne”, todo ser humano, sirva a Jehová “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” por toda la eternidad.
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