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¡No dejen lugar para el Diablo!La Atalaya 1986 | 15 de marzo
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Solo en el paraíso espiritual que existe entre los testigos de Jehová, podemos hallar el amor abnegado que Jesús dijo que identificaría a sus verdaderos discípulos. (Juan 13:34, 35.) Los falsos profetas quedan al descubierto como lo que son, por sus malos frutos. Pero Jesús dijo que un árbol bueno se identificaría por el fruto excelente que produce. (Mateo 7:15-20.) Y, ¡cuán excelente es el fruto que hallamos en el paraíso espiritual! Un aumento sobresaliente está teniendo lugar, prácticamente, en todo país. Más de 3.000.000 de súbditos felices del Reino de Dios por todo el orbe constituyen una evidencia viva de que Jehová tiene un pueblo sobre la Tierra.
17 Debido a que son enseñados por Dios, los testigos de Jehová verdaderamente producen los frutos del cristianismo en su vida. (Isaías 54:13.) Solo el pueblo de Jehová ha roto completamente con las supersticiones babilónicas. Solo ellos tienen una organización que acepta plenamente lo que la Palabra de Dios dice respecto a la inmoralidad sexual, el aborto, la borrachera, el robo, la idolatría, el prejuicio racial y otros intereses y prácticas mundanos. Además, ellos son los únicos que obedecen el mandato de predicar las buenas nuevas del Reino de Jehová. (Mateo 24:14.) ¡La propia Palabra de Dios señala inequívocamente a los testigos de Jehová como el único pueblo organizado que goza de su bendición!
18. Cuando se les confronta con enseñanzas apóstatas, ¿qué posición deberían adoptar los siervos de Jehová?
18 Estamos convencidos de que para todos aquellos que permanecen fiel y lealmente en el camino cristiano, la verdad de Jehová sigue siendo hermosa y satisfaciente... aun más que cuando por primera vez la oyeron.
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¡No dejen lugar para el Diablo!La Atalaya 1986 | 15 de marzo
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Que siempre apreciemos nuestro privilegio de estar en el paraíso espiritual de Jehová, en el que ya disfrutamos de tan abundantes y ricas bendiciones. Conocemos a los que se adhieren fielmente a los dichos de vida eterna. Por lo tanto, mantengámonos en estrecha asociación con ellos, sabiendo que ellos son nuestros genuinos y leales hermanos en la fe. Que sigamos teniendo el mismo gozo y satisfacción que tuvimos cuando aprendimos la verdad, confiados en el gran premio de la vida eterna en el nuevo sistema de cosas de Jehová.
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