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  • ¿Cómo empezó la vida?
    El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis
    • Para que una célula sobreviva se precisa la intervención conjunta de, como mínimo, tres tipos de moléculas complejas: ADN (ácido desoxirribonucleico), ARN (ácido ribonucleico) y proteínas. Pocos científicos sostendrían hoy que una célula viva completa se formó súbitamente por azar a partir de una mezcla de compuestos inanimados. Pero ¿qué probabilidad hay de que el ARN o las proteínas sí lo hicieran?a

      Stanley Miller en 1953

      Stanley Miller (1953)

      Un experimento realizado en 1953 da pie a muchos científicos para creer que la vida se originó espontáneamente. El químico Stanley L. Miller obtuvo aminoácidos (los bloques básicos de las proteínas) enviando descargas eléctricas a una mezcla de gases que simulaba la atmósfera terrestre primitiva. Posteriormente, se detectaron aminoácidos en un meteorito. ¿Significan tales hallazgos que todos los componentes básicos de la vida se produjeron fácilmente por casualidad?

      “Algunos autores —dice Robert Shapiro, profesor emérito de Química de la Universidad de Nueva York— han imaginado que todos los componentes de la vida se encontraban ya en los meteoritos y podrían formarse fácilmente mediante experimentos parecidos al de Miller. Pero ése no es el caso.”b2

      Examinemos la molécula de ARN, formada a su vez por moléculas de menor tamaño llamadas nucleótidos. Un nucleótido es distinto de un aminoácido y ligeramente más complejo. “Nunca se ha detectado la presencia de ningún nucleótido, ni entre los productos de los experimentos con descargas eléctricas ni en los estudios de meteoritos”, afirma Shapiro.c3 Y añade que la probabilidad de que una molécula autorreplicante de ARN se ensamblara por casualidad en un estanque de bloques químicos “es tan pequeña, que el hecho de que ocurra, aunque sólo fuere una vez, en cualquier lugar del universo visible, se consideraría una suerte de milagro”.4

      ARN, proteínas y ribosomas

      El ARN (1) interviene en la síntesis de proteínas (2), pero las proteínas intervienen en la producción de ARN. ¿Cómo podría originarse al azar una de estas moléculas, por no decir ambas? Los ribosomas (3) se tratarán en la sección 2.

      ¿Y las moléculas de proteína? Estas resultan de la unión de aminoácidos (desde cincuenta hasta varios miles) en un orden altamente específico. La proteína funcional promedio de una célula “simple” contiene 200 aminoácidos, y hay miles de diferentes tipos de proteínas incluso en esta clase de células. La probabilidad de que una proteína de solo 100 aminoácidos se formara alguna vez al azar en la Tierra sería como de una en mil billones (1015).

      Si la creación de moléculas complejas en el laboratorio requiere la pericia de un científico, ¿podrían formarse por casualidad las moléculas mucho más complejas de una célula?

      El teórico evolucionista Hubert P. Yockey va más lejos al afirmar que “es imposible que la vida se originara siguiendo el modelo de ‘proteínas primero’”.5 Las proteínas requieren ARN para su síntesis, pero la producción de ARN requiere proteínas. Aun suponiendo que las moléculas de proteína y ARN aparecieran en un mismo tiempo y lugar por accidente, pese a la remotísima posibilidad en contra, ¿qué probabilidad hay de que cooperaran para crear un tipo de vida autosostenible y autorreplicante? “La probabilidad de que esto sucediera al azar (dada una combinación aleatoria de proteínas y ARN) es infinitesimal”, admite la doctora Carol Cleland, miembro del Instituto de Astrobiología de la NASA.d “No obstante —añade—, parece que la mayoría de los investigadores suponen que si logran entender la producción independiente de proteínas y ARN en las condiciones naturales primigenias, el enigma de la coordinación se resolvería de algún modo por sí mismo.” Y aludiendo a las teorías actuales sobre el origen fortuito de estos bloques fundamentales de la vida, puntualiza: “Ninguna ofrece una historia convincente de cómo se produjo”.6

      Un hombre construye un robot

      Si la creación y programación de un robot sin vida exige una mente inteligente, ¿qué se necesitaría para crear una célula viva, y no digamos ya un ser humano?

      ¿Qué importancia tienen estos hechos? Pensemos en el reto que afrontan los investigadores que creen que la vida es fruto del azar: han hallado en un meteorito aminoácidos que también aparecen en las células vivas; han sintetizado en el laboratorio moléculas más complejas mediante experimentos ideados y controlados con minuciosidad, y, a la larga, esperan fabricar todas las partes necesarias para construir una célula “simple”. Podríamos asemejar su situación a la de un ingeniero que transforma sustancias naturales en acero, plástico, silicona y cables y construye un robot, al que luego programa para que se copie a sí mismo. ¿Qué demostrará con ello? A lo sumo, que un ente inteligente es capaz de crear una máquina asombrosa.

      Pues bien, si un día los científicos construyeran una célula, sería un logro verdaderamente impresionante; pero ¿probarían que la célula apareció por azar? En todo caso, probarían lo contrario, ¿no le parece?

      ¿Qué opina? Hasta la fecha, toda la prueba científica indica que la vida viene de la vida. Creer que una célula viva “simple” surgió por casualidad a partir de compuestos inanimados es un verdadero acto de fe.

  • ¿Existen realmente formas simples de vida?
    El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis
    • ¿Qué afirman muchos científicos? Las células se dividen en dos grandes grupos: las que poseen núcleo diferenciado y las que carecen de él. Las células humanas, animales y vegetales tienen núcleo; las células bacterianas no. Las primeras se denominan eucariotas; las segundas, procariotas. Puesto que las procariotas son relativamente menos complejas, muchos creen que las células animales y vegetales evolucionaron a partir de células bacterianas.

      Más aún, proponen que durante millones de años, células procariotas “simples” engulleron otras pero no las digirieron. La “naturaleza” —desprovista de inteligencia— encontró la forma no solo de modificar radicalmente la función de las células ingeridas, sino también de mantener a estas células adaptadas en el interior de las células “huéspedes” al momento de la reproducción.a9

  • ¿Existen realmente formas simples de vida?
    El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis
    • Volcanes en erupción

      ¿Pudo incluso una célula “simple” surgir a partir de componentes inanimados?

      ¿Qué revelan las pruebas? Los avances en microbiología han posibilitado la exploración del asombroso interior de las células procariotas más simples conocidas. Los científicos evolucionistas mantienen que las primeras células vivas debieron de parecerse algo a estas.10

      Si la teoría de la evolución es cierta, debe brindar una explicación convincente del modo como la primera célula “simple” se formó al azar. Si, por el contrario, la vida fue creada, debe haber prueba de diseño ingenioso hasta en la criatura más diminuta. ¿Qué le parece si vamos de excursión al interior de una célula procariota? En el trayecto, pregúntese si una estructura semejante pudo surgir por casualidad.

      EL MURO PROTECTOR

      Para visitar una célula procariota, tendremos que hacernos cientos de veces más pequeños que el punto que cierra esta oración. Nos separa del interior una membrana elástica y resistente que actúa como el muro que se construye alrededor de una fábrica. Se necesitarían 10.000 capas de esta membrana para igualar el espesor de una hoja de papel. No obstante, la membrana celular es mucho más sofisticada que un muro. ¿En qué sentido?

      Al igual que el muro que rodea la fábrica, la membrana protege el contenido celular de un entorno potencialmente hostil; pero no es sólida, pues permite que la célula “respire”, dejando que entren y salgan pequeñas moléculas, como las de oxígeno. La membrana bloquea asimismo el acceso no autorizado de moléculas más complejas que pueden ser dañinas, en tanto que retiene las que son útiles para la célula. ¿Cómo realiza estos prodigios?

      Retomando la analogía de la fábrica, seguramente en las puertas del muro hay guardianes que regulan el flujo de entrada y salida de las mercancías. Del mismo modo, integradas en la membrana celular hay moléculas proteicas especiales que ejercen la función de puertas y guardianes.

      Una membrana celular

      La membrana celular cuenta con “guardianes” que solo permiten el tránsito de ciertas sustancias

      Algunas de estas proteínas (1) presentan un orificio en el centro que solo permite el tránsito de ciertas moléculas. Otras están abiertas por un lado de la membrana y cerradas por el lado opuesto (2), con un sitio de enlace (3) que se acopla específicamente a una determinada sustancia. Cuando la proteína captura la carga, el lado que está cerrado se abre y la deja pasar a través de la membrana (4). Toda esta actividad tiene lugar en la superficie de hasta la célula más elemental.

      EL INTERIOR DE LA FÁBRICA

      Supongamos que el “guardián” ya nos ha dejado entrar. El interior de una célula procariota está lleno de un líquido acuoso rico en nutrientes, sales y otras sustancias que constituyen la materia prima con que la célula elabora los productos que necesita. El proceso de manufactura, sin embargo, no es aleatorio. Como una fábrica dirigida eficientemente, la célula organiza miles de reacciones químicas de tal manera que se produzcan en un orden y un horario fijos.

      La célula pasa mucho tiempo sintetizando proteínas. ¿Cómo lo hace? Primero, la vemos fabricando unos veinte aminoácidos distintos (los bloques básicos de las proteínas), que luego envía a los ribosomas (5). Los ribosomas, comparables a máquinas automáticas, enlazan los aminoácidos en una secuencia precisa para fabricar una proteína específica. Así como las operaciones de una fábrica pueden ser gobernadas por un programa informático central, muchas funciones de la célula son gobernadas por un “programa informático”, o código, conocido como ADN (6). Los ribosomas reciben del ADN una lista detallada de instrucciones que les indican qué proteína construir y de qué manera (7).

      El proceso es sencillamente prodigioso. Cada proteína se va plegando hasta adoptar una figura tridimensional única (8), la cual determina la tarea especializada que desempeñará.b Imaginemos una cadena de producción de motores, donde las piezas deben construirse a la perfección para que los motores funcionen. Así mismo, las proteínas deben construirse con total precisión y adoptar la forma exacta para que realicen adecuadamente su función; de lo contrario, hasta podrían perjudicar a la célula.

      Una célula comparada con una fábrica

      La “fábrica” celular. La síntesis de proteínas: Como una fábrica automatizada, la célula está llena de máquinas que ensamblan y despachan productos complejos

      ¿Cómo llegan las proteínas desde el punto de fabricación hasta el lugar donde se las necesita? Cada una lleva una “etiqueta” con la dirección de entrega. Así, aunque se construyen y se envían miles por minuto, ninguna se pierde: todas alcanzan su destino.

      ¿Qué importancia tienen estos hechos? Las complejas moléculas del ser vivo más simple no pueden reproducirse por sí solas. Fuera de la célula se descomponen, y dentro de ella son incapaces de duplicarse sin el auxilio de otras moléculas complejas. Para ilustrarlo: la producción de una molécula especial de energía llamada trifosfato de adenosina (ATP) requiere la presencia de enzimas, pero la producción de enzimas requiere energía del ATP. De manera similar, el ADN interviene en la formación de enzimas, pero las enzimas intervienen en la formación de ADN (abordaremos el estudio de esta molécula en la sección 3). Y otras proteínas solo pueden ser fabricadas por la célula, pero la célula solo puede fabricarse con proteínas.c

      El microbiólogo Radu Popa, quien no acepta el relato bíblico de la creación, preguntó en 2004: “¿Cómo puede la naturaleza crear vida cuando nosotros, teniendo todas las condiciones experimentales controladas, hemos fracasado?”.13 También dijo: “La complejidad de los mecanismos necesarios para el funcionamiento de una célula viva es tan vasta que su aparición simultánea al azar parece imposible”.14

      Un rascacielos se derrumba porque no tiene cimientos sólidos

      Un rascacielos que carece de cimientos sólidos no puede sostenerse. ¿Se mantendrá en pie la teoría de la evolución si no puede explicar el origen de la vida?

      ¿Qué opina? La teoría de la evolución intenta explicar el origen de la vida en la Tierra descartando la intervención divina. No obstante, cuanto más descubre la ciencia sobre la vida, tanto menos probable es que esta apareciera de forma aleatoria. Para salvar el escollo, algunos científicos quieren distinguir entre la teoría evolucionista y la cuestión del origen de la vida; pero ¿le parece a usted razonable?

      La teoría de la evolución descansa en la noción de que una larga cadena de felices coincidencias dieron inicio a la vida. Luego sugiere que otra serie de accidentes produjeron la admirable diversidad y complejidad de todos los seres vivos. Ahora bien, si la teoría carece de fundamento, ¿qué sucederá con los postulados que se apoyan en ella? Tal como un rascacielos sin cimientos no puede sostenerse, una teoría evolucionista incapaz de explicar el origen de la vida tampoco puede mantenerse en pie.

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