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El sufrimiento: ¿es un castigo divino?La Atalaya (público) 2018 | Núm. 3
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El sufrimiento: ¿es un castigo de Dios?
LUCÍA COJEA DE LA PIERNA IZQUIERDA. De pequeña contrajo poliomielitis, una enfermedad muy contagiosa que ataca el sistema nervioso. Cuando tenía 16 años, la mujer para la que trabajaba le dijo: “Dios te castigó con parálisis porque fuiste desobediente y le faltaste el respeto a tu madre”. Años después, Lucía todavía recuerda el daño que le hicieron aquellas palabras.
CUANDO DÁMARIS SUPO QUE TENÍA UN TUMOR CEREBRAL, su padre le dijo: “Seguro que has hecho algo muy malo para merecer esto. Por eso, Dios te está castigando”. Dámaris se sintió desolada.
Durante miles de años, ha existido la creencia de que las enfermedades son un castigo divino. El libro Usos y costumbres de las tierras bíblicas dice que, en tiempos de Jesús, se creía que “las enfermedades eran causadas ya por el pecado del enfermo, o de sus parientes, y que venían en castigo por su pecado”. Y el libro Medieval Medicine and the Plague (La medicina medieval y la peste) dice que, en la Edad Media, “algunas personas creían que Dios usaba las pestes para castigar a la gente por sus pecados”. Pero ¿fue la peste que asoló Europa en el siglo catorce un castigo divino? ¿O fue el resultado de una infección bacteriana, como más tarde descubrió la ciencia? Tal vez usted se pregunte si Dios utiliza las enfermedades para castigar a la gente por sus pecados.a
PIENSE EN ESTO: Si las enfermedades y el sufrimiento eran siempre un castigo merecido de parte de Dios, ¿qué sentido tendría que Jesús curara a los enfermos? ¿No equivaldría eso a cuestionar la justicia divina? (Mateo 4:23, 24). Jesús nunca se pondría en contra de su Padre. Él dijo: “Siempre hago lo que a él le agrada” y “hago exactamente lo que el Padre me ha mandado” (Juan 8:29; 14:31).
La Biblia dice claramente que Jehová “nunca comete injusticias” (Deuteronomio 32:4). Por ejemplo, Dios nunca haría que cientos de personas inocentes murieran en un accidente aéreo para castigar a un solo pasajero. Abrahán, un siervo fiel de Dios, sabía que el Altísimo nunca actuaría así. Por eso, dijo que “sería imposible” que matara “al justo con el malvado” (Génesis 18:25). Además, la Biblia dice que “Dios no actúa con maldad” y que es impensable que “haga algo injusto” (Job 34:10-12).
QUÉ NOS ENSEÑA LA BIBLIA SOBRE EL SUFRIMIENTO
Cuando sufrimos, no es porque Dios nos esté castigando por algún pecado que hayamos cometido. Jesús lo dejó muy claro cuando él y sus discípulos se encontraron con un hombre que había nacido ciego. Ellos le preguntaron: “Rabí, ¿quién pecó para que este hombre naciera ciego: él, o sus padres?”. Y Jesús les contestó: “No pecaron ni él ni sus padres” (Juan 9:1-3).
En vista de las ideas erróneas de la época, a los discípulos de Jesús debió de sorprenderles mucho que les dijera que ni ese hombre ni sus padres habían cometido un pecado que mereciera ese castigo. Al devolverle la vista, Jesús no solo curó al ciego, sino que demostró que aquellas ideas eran falsas (Juan 9:6, 7). Saber que Dios no es el causante de nuestro sufrimiento es un gran consuelo para quienes tienen enfermedades graves.
¿Qué sentido tendría que Jesús curara las enfermedades si eran un castigo de Dios?
La Biblia nos asegura:
“Con cosas malas, nadie puede probar a Dios ni él prueba a nadie” (SANTIAGO 1:13). Y, no solo eso, Dios pronto eliminará las “cosas malas” que han plagado a la humanidad durante siglos, entre ellas las enfermedades, el dolor y la muerte.
Jesucristo “curó a todas las personas que estaban sufriendo” (MATEO 8:16). Las curaciones que hizo Jesús son solo una muestra de lo que el Reino de Dios hará a escala mundial.
Dios “les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido” (APOCALIPSIS 21:3-5).
¿DE QUIÉN ES LA CULPA?
Entonces, ¿por qué hay tanto dolor y sufrimiento en el mundo? Si Dios no es el culpable, ¿de quién es la culpa? Estas preguntas han intrigado a la humanidad durante siglos. En el siguiente artículo encontrará las respuestas.
a En el pasado, Dios sí castigó a algunas personas con enfermedades, desastres o cosas parecidas por haber cometido ciertos pecados, pero la Biblia no dice que lo siga haciendo.
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¿De quién es la culpa?La Atalaya (público) 2018 | Núm. 3
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¿De quién es la culpa?
Si Dios no es el culpable, ¿qué o quién tiene la culpa? ¿Por qué hay tanta gente muriendo de hambre o viviendo en la miseria? ¿Por qué hay tantas guerras, enfermedades y catástrofes naturales? La Palabra de Dios, la Biblia, explica que la humanidad sufre principalmente por tres razones:
El egoísmo, la codicia y el odio. “El hombre ha dominado al hombre para su propio mal” (Eclesiastés 8:9). A menudo, la gente es víctima de la crueldad y el egoísmo de otros seres humanos imperfectos.
Un mal momento y un suceso imprevisto. La Biblia también dice que la gente sufre “ya que a todos les llega algún mal momento y algún suceso imprevisto” (Eclesiastés 9:11). Es decir, los accidentes se producen sencillamente porque estamos en el lugar y en el momento equivocados, o porque somos imprudentes o cometemos errores.
El malvado gobernante del mundo. La Biblia identifica claramente al principal culpable del sufrimiento humano cuando dice: “El mundo entero está bajo el poder del Maligno” (1 Juan 5:19). El “Maligno” es el Diablo, un poderoso ser espiritual que al principio era un ángel bueno, pero que “no se mantuvo fiel a la verdad” (Juan 8:44). Otros ángeles se unieron a la rebelión de Satanás para satisfacer sus deseos egoístas y de esa manera se convirtieron en demonios (Génesis 6:1-5). Desde que se rebelaron contra Dios, Satanás y sus demonios han ejercido una poderosa y cruel influencia en el mundo, pero ahora su influencia es más evidente que nunca. El Diablo está furioso y “está engañando a toda la tierra habitada”, por eso la Biblia dice: “¡Ay de la tierra y del mar!” (Apocalipsis 12:9, 12). Satanás es un tirano cruel, perverso y sádico que disfruta viendo sufrir a la gente. Él es el culpable del sufrimiento, no Dios.
PIENSE EN ESTO: Solo un ser malvado y sin corazón haría sufrir a personas inocentes. En cambio, la Biblia dice que “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Por eso, es impensable que el Dios verdadero actúe con maldad o sea injusto (Job 34:10).
Ahora bien, usted quizás se pregunte, y con razón: “¿Cuándo acabará Dios con la malvada influencia de Satanás?”. Como hemos analizado, Dios odia la maldad, y se le parte el corazón al vernos sufrir. Es más, su Palabra nos anima a contarle nuestras inquietudes, porque él se preocupa por nosotros (1 Pedro 5:7). En el siguiente artículo veremos pruebas de que Dios nos quiere muchísimo y de que, además, tiene el poder para poner fin al sufrimiento y a las injusticias.a
a Si desea más información sobre por qué hay tanto sufrimiento, vea la lección 26 del libro Disfrute de la vida, editado por los testigos de Jehová. Puede descargarlo gratis en www.pr418.com.
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Dios pronto acabará con el sufrimientoLa Atalaya (público) 2018 | Núm. 3
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Dios pronto acabará con el sufrimiento
“Jehová, ¿hasta cuándo tengo que gritar por ayuda para que tú oigas? ¿Hasta cuándo tengo que pedir que me libres de la violencia para que hagas algo?” (Habacuc 1:2, 3). Así se expresó Habacuc, un hombre bueno que tenía la aprobación de Dios. ¿Dijo eso porque no confiaba en él? No, en absoluto. De hecho, Dios le confirmó que ya había fijado un día para acabar con el sufrimiento (Habacuc 2:2, 3).
Cuando sufrimos o alguien cercano a nosotros sufre, es fácil llegar a la conclusión de que Dios tarda en actuar, de que ya debería haber hecho algo. Sin embargo, la Biblia nos asegura lo siguiente: “Jehová no es lento para cumplir su promesa, como algunas personas creen. Más bien, él es paciente con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino que todos lleguen a arrepentirse” (2 Pedro 3:9).
¿CUÁNDO ACTUARÁ DIOS?
Dios actuará muy pronto. Jesús predijo una serie de sucesos que caracterizarían el fin del “sistema” y que presenciarían las personas de una misma generación (Mateo 24:3-42). Hoy en día se está cumpliendo esta profecía, lo que demuestra que la intervención de Dios en los asuntos humanos es inminente.a
Pero ¿puede Dios poner fin al sufrimiento? Cuando Jesús estuvo en la Tierra, demostró que Dios podía aliviar el sufrimiento de la humanidad. Veamos algunos ejemplos.
Los desastres naturales. En cierta ocasión, mientras Jesús y sus apóstoles navegaban en el mar de Galilea, se desató una violenta tempestad que amenazaba con hundir su embarcación. Jesús demostró entonces que, tanto él como su Padre, pueden controlar las fuerzas de la naturaleza (Colosenses 1:15, 16). Simplemente dijo: “‘¡Silencio! ¡Cállate!’. El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo” (Marcos 4:35-39).
Las enfermedades. Muchas personas sabían que Jesús podía curar a los ciegos y a los cojos, así como a los epilépticos, los leprosos y demás enfermos. La Biblia dice que Jesús “curó a todas las personas que estaban sufriendo” (Mateo 4:23, 24; 8:16; 11:2-5).
El hambre. Durante su ministerio, Jesús usó en dos ocasiones el poder que le dio su Padre para multiplicar el poco alimento que tenía y dar de comer a miles de personas (Mateo 14:14-21; 15:32-38).
La muerte. Mientras estuvo en la Tierra, Jesús resucitó a tres personas, una de las cuales llevaba muerta cuatro días. Eso demuestra claramente que Jehová puede resucitar a los muertos (Marcos 5:35-42; Lucas 7:11-16; Juan 11:3-44).
a Si desea saber más sobre los últimos días, vea la lección 32 del libro Disfrute de la vida, editado por los testigos de Jehová. Puede descargarlo gratis en www.pr418.com.
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