-
¿Por qué no acabo con todo de una vez?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
-
-
Pero ¿y si eres tú el que quiere suicidarse? No calles lo que sientes. Habla cuanto antes con uno de tus padres, un amigo u otra persona, alguien que se preocupe por ti, que esté dispuesto a escucharte y que te tome en serio. No perderás nada por hablar de tus problemas. Al contrario, tienes mucho que ganar.b
Está claro que hablar de tus preocupaciones con alguien de confianza no las hará desaparecer. Sin embargo, tener la opinión de otra persona te ayudará a ser más objetivo. Incluso puede que te dé ideas prácticas para resolver algunos aspectos del problema.
-
-
¿Por qué no acabo con todo de una vez?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
-
-
El valor de la oración
Sin duda alguna, nada te ayudará tanto como comunicarte con Dios mediante la oración. Puedes pedirle lo mismo que David: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso, y guíame en el camino de tiempo indefinido” (Salmo 139:23, 24).
Recuerda que la oración es más que una simple forma de desahogarte. Es el medio que tienes para comunicarte con tu Padre celestial y abrirle tu corazón, como él tanto desea (Salmo 62:8). Así pues, no olvides lo siguiente:
● Jehová sabe qué circunstancias te angustian (Salmo 103:14).
● Te conoce mejor que tú mismo (1 Juan 3:20).
● Se interesa por ti (1 Pedro 5:7).
● Promete eliminar en el futuro todo lo que te hace llorar (Revelación [Apocalipsis] 21:4).
Cuando la causa es un problema de salud
Ya dijimos que los sentimientos suicidas a veces pueden ser consecuencia de algún tipo de enfermedad. Si crees que ese es tu caso, no temas pedir ayuda. El propio Jesús recomendó que los que lo necesitaran fueran al médico (Mateo 9:12). Hay tratamiento para muchas de estas enfermedades y, si lo sigues, puedes llegar a sentirte mucho mejor.c
-