-
Demos honra a quien la mereceLa Atalaya (estudio) 2017 | marzo
-
-
8, 9. a) ¿Cómo vemos los testigos de Jehová a los funcionarios del gobierno? b) ¿Hasta qué grado debemos apoyar a las autoridades?
8 En el mundo, hay personas que tienen autoridad. Se espera que los representantes del gobierno hagan cumplir las leyes y atiendan las necesidades de los ciudadanos. Este trabajo nos beneficia a todos, y por eso el apóstol Pablo dijo a los cristianos que consideraran a estas autoridades del gobierno las “autoridades superiores” a las que debían sujetarse. Les escribió: “Den a todos lo que les es debido: al que pide impuesto, el impuesto; [...] al que pide honra, dicha honra” (Rom. 13:1, 7).
9 Es apropiado que los testigos de Jehová estemos dispuestos a honrar a estos servidores públicos, y a hacerlo como se espere y sea costumbre en el lugar. Colaboramos con ellos en el cumplimiento de sus funciones. Claro está, la Biblia pone límites razonables a la honra y el apoyo que les damos. No podemos llegar al grado de desobedecer a Dios o violar la neutralidad cristiana (lea 1 Pedro 2:13-17).
10. ¿Qué ejemplo pusieron los siervos de Jehová del pasado respecto a cómo tratar a los gobiernos y a sus representantes?
10 Los siervos de Jehová del pasado nos dejaron un modelo de cómo tratar a los gobiernos y a sus representantes. José y María obedecieron la orden del Imperio romano de que la gente se inscribiera en un censo. Viajaron a Belén aunque María estaba a punto de dar a luz a su primer hijo (Luc. 2:1-5). Años después, Pablo se defendió respetuosamente de las acusaciones contra él y les mostró la debida honra al rey Herodes Agripa y a Festo, el gobernador de la provincia romana de Judea (Hech. 25:1-12; 26:1-3).
-
-
Demos honra a quien la mereceLa Atalaya (estudio) 2017 | marzo
-
-
Por otra parte, mostrar respeto y dar la debida honra a los funcionarios del gobierno puede traer a veces buenos resultados, incluso inesperados.
12 Leopold Engleitner era un entregado testigo de Jehová austríaco al que detuvieron los nazis y enviaron en tren al campo de concentración de Buchenwald. En el mismo vagón llevaban al doctor Heinrich Gleissner, un político austríaco que había perdido el favor de los nazis. Durante el viaje, el hermano le explicó respetuosamente sus creencias al doctor Gleissner, que lo escuchó con atención. Después de la Segunda Guerra Mundial, el doctor Gleissner usó varias veces su influencia para ayudar a los Testigos de Austria. Quizás usted recuerde otros ejemplos de los buenos resultados de mostrarles el debido respeto a las autoridades y honrarlas como nos manda la Biblia.
-