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¿Son inofensivas las supersticiones?¡Despertad! 1987 | 8 de mayo
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CUANDO un grupo de estudiantes de psicología colocaron en una calle muy transitada de Londres una escalera de mano apoyada contra una pared, los transeúntes se enfrentaron al dilema de quedarse en la acera y pasar por debajo de la escalera o bajarse de la acera y esquivar el tráfico. Siete de cada diez peatones optaron por no pasar por debajo de la escalera.
De hecho, muchas personas, si se las presiona, admiten que albergan una o dos supersticiones favoritas.
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¿Son inofensivas las supersticiones?¡Despertad! 1987 | 8 de mayo
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“No veo la relación entre evitar pasar por debajo de una escalera, tocar madera o costumbres semejantes, y las creencias religiosas.” Pero, sí la hay. Tomemos como ejemplo la superstición de la escalera.
A veces es prudente no pasar por debajo de una escalera para evitar que nos caiga alguna herramienta encima, pero, ¿no es cierto que aunque una escalera no represente ningún peligro, algunas personas siguen evitando pasar por debajo de ella para evitar la “mala suerte”? ¿En qué se basa esa costumbre? Pues bien, una escalera apoyada en una pared forma un triángulo. “Y un triángulo —explica la Encyclopædia of Superstitions— siempre ha sido un símbolo de la Trinidad.” Por consiguiente, el andar por debajo de una escalera equivaldría a contravenir la Trinidad, una intrusión en terreno santo, y eso, según comenta la misma obra de consulta, “le haría el juego al Maligno”. No obstante, ¿es la Trinidad una enseñanza bíblica sólida?
Por el contrario, la enseñanza de la Trinidad se originó en las antiguas religiones paganas. Pero la Palabra de Dios refuta esa idea. Dice que Jehová es superior a Cristo. (Juan 14:28; 1 Corintios 11:3.) De modo que la superstición de la escalera se basa en una idea religiosa falsa.
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¿Son inofensivas las supersticiones?¡Despertad! 1987 | 8 de mayo
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¿Cómo perjudican?
“Puede que eso sea cierto, pero cuando evito pasar por debajo de una escalera o cuando echo la sal ni siquiera pienso en la Trinidad o el Diablo, y ni mucho menos les doy honra”, quizás objete usted. “Simplemente se trata de una costumbre. ¿Qué daño puede hacerme?”. El siguiente: Si usted sabe que ciertas supersticiones se basan en mentiras y sigue practicando esas costumbres, entonces es como la persona que sabe que su silla descansa sobre arenas movedizas pero dice: “No voy a pensar en las arenas movedizas, así no sufriré daño”, y se sienta de todos modos. (Revelación 22:15.) Esa persona está en peligro, y usted también puede estarlo. ¿Por qué?
Es posible que usted empiece a confiar cada vez más en las supersticiones, y antes de darse cuenta quizás estén controlando su vida. Además, puesto que las supersticiones se basan en mentiras, podría convertirse en esclavo del “padre de la mentira”: Satanás. (Juan 8:44.) Eso a su vez puede llevarle a ser esclavo de otra práctica basada en mentiras: el espiritismo.
Es cierto que a primera vista las supersticiones pueden parecer bastante inofensivas, pero déles otra mirada y se dará cuenta de lo que realmente son: a lo menos, inútiles, y a lo más, perjudiciales.
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