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El cristianismo verdadero mejora la vida en SueciaLa Atalaya 1990 | 15 de mayo
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¡El conocimiento bíblico ayuda!
Note lo que escribió una madre joven (y sin esposo) a la sucursal sueca de la Sociedad Watch Tower. Dijo: “Quiero darles las gracias por la vida de calidad de que he disfrutado desde que empecé a estudiar con los testigos de Jehová. En mi casa ya no se fuma. Ahora comprendo que debo pasar más tiempo atendiendo a mi hija. Mi situación económica ha mejorado, aunque recibo el mismo salario. Duermo mejor. También me alegro de que tengo verdaderos amigos. De ninguna manera cambiaría mi modo de vivir actual por el anterior”.
El siguiente ejemplo se relaciona con un problema muy común en Suecia: el divorcio. La Biblia ayudó a la pareja de Arne y Ketie. Llevaban 13 años de casados y tenían dos hijos cuando, por diferencias personales, se divorciaron. Se odiaban.
Arne, quien se mudó de su hogar para vivir solo, fue visitado por los testigos de Jehová y empezó a estudiar la Biblia. ¡Tanto lo emocionó lo que aprendió, que un día corrió a ver a Ketie y trató de hacer que ella y sus hijos estudiaran también! Cuando ella rehusó hacerlo, él la lanzó contra la pared y le dijo: “¡O estudias, o te mato!”. Ketie llamó a los testigos de Jehová y se quejó: “¿Qué clase de Dios cruel es ese Jehová?”.
Ellos le explicaron con paciencia que Jehová es un Dios amoroso que no obliga a nadie. Ella se interesó en el mensaje y quiso aprender más. Cuando Arne conoció mejor los principios piadosos, se calmó e hizo las paces con Ketie. Se veían con regularidad en las reuniones del Salón del Reino. ¿Qué resultado tuvo esto? Después que ambos se bautizaron, ¡se casaron de nuevo! Llevan ocho años de casados, y Arne es anciano en su congregación. Dicen: “Nunca nos había ido tan bien en el matrimonio. Tenemos mucho por lo cual dar gracias a Jehová”.
Las verdades bíblicas también ayudan a los jóvenes a mejorar su vida. Un joven llamado David recuerda lo siguiente: “Mis padres estaban divorciados y me parecía que todo me salía mal. No me importaba nada. Durante mis últimos tres años escolares falté mucho a la escuela y no cumplía con mis tareas. A veces me parecía que no valía la pena seguir viviendo. Usaba pantalones rotos y zapatos viejos y el pelo me llegaba a la mitad de la espalda. Traté diferentes estilos de vida, y esto me llevó a la adicción a la música ‘punk rock’ y a la ‘hard rock’, que es más intensa. Fumaba, bebía y era un delincuente.
”Un testigo de Jehová me visitó en 1986. ‘Otro religioso de esos raros —pensé—. Voy a hacerle unas preguntas que no me podrá contestar.’ Quedé asombrado cuando me las contestó. Lo acompañé a uno de sus estudios bíblicos y noté que todas sus respuestas eran lógicas: la verdad no tenía ningún defecto. Asistí a una asamblea y quedé impresionado con la nitidez y la amigabilidad de la gente que vi. Empecé a asistir a las reuniones de los testigos de Jehová y me sorprendí cuando muchos me hablaron y me estrecharon la mano. ¡Y qué unidad había entre estas personas!”.
Año y medio después David se bautizó como testigo de Jehová. Sus parientes, sus amigos de antes, maestros y otras personas difícilmente podían creer que este joven nítidamente vestido y bien arreglado era el mismo David que antes conocían.
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El cristianismo verdadero mejora la vida en SueciaLa Atalaya 1990 | 15 de mayo
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Cierta señora de Estocolmo recuerda la vez que estaba sentada a la mesa de su cocina llorando por lo desdichada que se sentía. “Estaba desesperada —dice—. De súbito me puse a orar: ‘Dios mío, quiero hablarte en cuanto a la vida’. Alguien tocó el timbre. Por la mirilla vi a un señor bien vestido, así que abrí la puerta. Me dijo que quería compartir algunos pensamientos animadores de la Palabra de Dios. Era testigo de Jehová. Le pregunté si había visitado a mis vecinos. ‘No —contestó—; acabo de conducir un estudio bíblico y estaba de camino a casa cuando decidí hacer algunas visitas. Por casualidad empecé aquí.’ Aquello me sorprendió, porque yo vivía en uno de los pisos de arriba. Me gustó lo que aprendí.”
Poco después ella empezó a estudiar la Biblia. Con entusiasmo compartió la verdad con sus parientes y amigos. Distribuyó 28 Biblias y 96 libros. ¿Qué resultado tuvo esto? Su esposo, dos hermanas de ella, su sobrina y su sobrino, su cuñado, sus padres, su hijastro, su compañera de trabajo y un compañero de trabajo de su esposo y la esposa de él empezaron a estudiar la Biblia y a prepararse para el bautismo. En este caso, hasta ahora 13 personas viven una vida de mejor calidad porque un testigo de Jehová visitó a una persona. Esta señora dice: “¡Tanto nos ha beneficiado el amoldar nuestra vida a la voluntad de Jehová que deberíamos arrodillarnos cada día y darle las gracias!”.
Testificación en la escuela
En muchas escuelas de Suecia hay graves problemas de disciplina. Pero los jóvenes Testigos demuestran que son una buena influencia cuando comparten las verdades bíblicas con sus maestros y condiscípulos. Por ejemplo, el joven Jorgen dijo francamente a sus maestros y compañeros de clase que era testigo de Jehová. Lo respetaban por su franqueza y excelente conducta. Jorgen siempre contestaba de manera cortés y con la Biblia hasta preguntas que le hacían para irritarlo. Esto impresionó mucho a sus compañeros de clase. Jorgen informa:
“Un año después de haberme graduado me encontré con Peter, un ex compañero de clase. Después que conversé con él en varias ocasiones, aceptó un estudio bíblico. Estudiábamos en la playa porque su madre se oponía a la verdad. Peter se bautizó en marzo de 1988. Su madre notó que él había hecho buenos cambios, así que también aceptó un estudio bíblico. Algún tiempo después ella se bautizó.
”Otro ex compañero de clase, Torbjorn, empezó a estudiar la Biblia. Su madre también concordó en estudiar. Ahora ambos se han bautizado”. En total, cuatro condiscípulos de Jorgen empezaron a estudiar la Biblia, y otro, el quinto, ha mostrado interés en la verdad. “Espero que esta experiencia anime a los jóvenes Testigos que todavía van a la escuela a no retraerse —concluye Jorgen—. Puede que su conducta cristiana y su firmeza a favor de la verdad siembren semillas que después produzcan buen fruto.”
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