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Nos aferramos a nuestra asignaciónLa Atalaya 2002 | 1 de noviembre
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En 1936 oí que los testigos de Jehová habían comprado una granja en Suiza y me ofrecí como jardinero. Qué alegría sentí cuando me invitaron a servir en la Granja del Reino, situada en Steffisburg, a unos 30 kilómetros de Berna. Siempre que podía, ayudaba a los demás voluntarios, y es que allí, en Betel, aprendí lo importante que es tener un buen espíritu de colaboración.
Un momento destacado de mis años de betelita fue la visita del hermano Rutherford a la granja en 1936. Cuando vio el tamaño de los tomates y lo saludables que crecían los cultivos, sonrió y expresó su satisfacción. ¡Qué hermano tan agradable!
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Nos aferramos a nuestra asignaciónLa Atalaya 2002 | 1 de noviembre
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[Ilustración de la página 21]
En la Granja del Reino situada en Steffisburg (Suiza), a finales de la década de 1930 (yo soy el último de la izquierda)
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