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Suiza y LiechtensteinAnuario de los testigos de Jehová para 1987
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El superintendente de sucursal, Martin C. Harbeck, era una persona dinámica y capaz de presentar la verdad de una manera agradable incluso a personas que ocupaban puestos encumbrados. Consiguió una tarjeta de identificación de periodista a fin de tener acceso a ciertas sesiones de la Liga de Naciones en Ginebra. Esforzándose mucho por tener una oportunidad para hablar a algunos de esos hombres, tuvo ocasión de colocar literatura a Anthony Eden, de Inglaterra, al estadista alemán Gustav Stresemann y a Maksim Litvinov, de Rusia, todos ellos representantes de sus países en la Liga de Naciones. Así dirigió la atención de ellos al verdadero medio de unir a las personas de las naciones en paz y justicia: el Reino de Dios mediante Cristo.
En 1932 se hizo otro esfuerzo por alcanzar a personas influyentes, así como a líderes de las naciones, esta vez durante la Conferencia del Desarme en Ginebra. En armonía con lo que estaba escrito desde hacía mucho en el Salmo 2:10-12, se envió por correo un ejemplar del folleto El Reino, la esperanza del mundo, tanto a ellos como a clérigos prominentes, y se les adjuntó una tarjeta instándoles a que prestasen la máxima atención a este mensaje. De esta manera se dio un testimonio a 292 de estos poderosos de la Tierra en el campo de la política.
¿UNA ROTATIVA PARA RUSIA?
En Alemania, Hitler había llegado al poder en 1933, y al poco tiempo se proscribió allí la obra de los testigos de Jehová. El hermano Harbeck fue a encargarse de la propiedad de la Sociedad en Magdeburgo. Pero fue arrestado y después de diez días consiguió su libertad sólo a condición de que abandonase inmediatamente el país.
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Suiza y LiechtensteinAnuario de los testigos de Jehová para 1987
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[Ilustración de la página 136]
Martin C. Harbeck (de pie con su esposa) y J. F. Rutherford
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