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Lectura públicaPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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En las sinagogas. Jesús tenía por costumbre leer públicamente en la sinagoga los sábados; luego ayudaba a sus oyentes explicando lo que había leído. (Lu 4:16.) Esto era algo que se había hecho por muchos años. “Porque desde tiempos antiguos Moisés ha tenido en ciudad tras ciudad quienes lo prediquen, porque es leído en voz alta en las sinagogas todos los sábados.” (Hch 15:21.) La lectura en público de la Ley y los Profetas era una costumbre en las sinagogas, y según las fuentes rabínicas, se seguía este programa: primero se leía la Shemá, lo que equivalía a la confesión judía de fe, tomada de Deuteronomio 6:4-9; 11:13-21 y Números 15:37-41. Después iba la lectura de una porción de la Torá o Ley, el Pentateuco, que en la mayoría de los casos se abarcaba en un año. Finalmente se leían extractos de los Profetas, o Haftarot, y se explicaban. Al final de la lectura pública se pronunciaba un discurso o exhortación. Después de una lectura pública similar en una sinagoga de Antioquía de Pisidia, se invitó a Pablo a hablar, y dio un discurso o exhortación, con palabras de ánimo a los reunidos. (Hch 13:15.)
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Lectura públicaPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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En las sinagogas judías, los sábados se leía en público una parte de la Ley.
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