TAIWAN. El fin de semana siguiente, el 15 de octubre, se dedicaron los edificios de la nueva sucursal de Taiwan, una isla situada a 145 kilómetros de la costa de China. También fue el hermano Barry quien dedicó estas instalaciones. Había visitado Taiwan por primera vez cuarenta y dos años antes, cuando solo había un puñado de testigos de Jehová, en su mayoría de la tribu de los amis.

Hermanos del extranjero, así como de la localidad, construyeron la sucursal. De hecho, el 50% de los publicadores locales participaron en la construcción en algún momento. Algunos viajaron hasta nueve horas de ida en autobús a fin de colaborar. De las ocho hermanas amis que ayudaron a colocar el césped en el exterior del comedor, la más joven contaba 60 años y la mayor 84. Empezaron a trabajar a las cuatro y media de la mañana. Querían comenzar a las cuatro, pero estaba muy oscuro. Estas hermanas manifiestan ese mismo celo en la predicación.

Durante el programa de dedicación, Cyril Charles, graduado de Galaad que reside ahora en Hong Kong, habló de su servicio en Taiwan en 1949, cuando tenía 28 años de edad. Vivió entre los amis, en un lugar donde no disponía de electricidad ni sistema de cañerías; no disponía ni de un colchón siquiera. Pero los amis amaban la verdad bíblica. En cierta ocasión en la que el hermano Charles iba a enseñar a unos cuantos a predicar de casa en casa, todos quisieron participar. Mientras viajaban al territorio, 70 amis del sur y 70 del norte se encontraron con el hermano Charles. Poco después se les unieron 100 más. Todos querían predicar con él de casa en casa. Desde entonces, los que han mostrado un deseo sincero de servir a Jehová han recibido mucha instrucción.

Seis años después empezaron a llegar misioneros que encabezaron la obra entre los chinos, quienes constituyen una gran parte de la población. Veintiséis ex misioneros que sirvieron en Taiwan asistieron a la dedicación ese fin de semana. No solo les agradó la nueva y excelente sucursal, sino también el hecho de que las personas a quienes habían enseñado hubieran ayudado a muchas otras a convertirse en alabadores de Jehová.

Harvey Logan, coordinador del Comité de Sucursal, y su esposa, Kathleen, ambos graduados de Galaad, sirven en Taiwan desde 1962. En tan solo los últimos diez años han visto aumentar la obra en un 150%.

[Fotografías en las páginas 28, 29]

Sucursales dedicadas en

1. Taiwan