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Prestemos constante atención a nuestra enseñanzaLa Atalaya 1999 | 15 de marzo
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Según Efesios 4:11-13, se ha nombrado a hombres “como pastores y maestros, con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo”. Su arte de enseñar a veces implica la necesidad de ‘censurar, corregir, exhortar con toda gran paciencia’ (2 Timoteo 4:2). La obra de los maestros es tan importante que, en su carta a los corintios, Pablo los alista justo después de los apóstoles y profetas (1 Corintios 12:28).
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Prestemos constante atención a nuestra enseñanzaLa Atalaya 1999 | 15 de marzo
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Persuadidos a creer
5, 6. a) ¿Cómo contrasta el cristianismo verdadero con la religión falsa? b) ¿Cómo ayudan los ancianos a los nuevos a tomar decisiones prudentes?
5 Por tanto, existe un marcado contraste entre el cristianismo y las religiones falsas, muchas de las cuales intentan controlar la mente de sus feligreses. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, los guías religiosos intentaban controlar prácticamente todo aspecto de la vida de la gente mediante opresivas tradiciones humanas (Lucas 11:46). El clero de la cristiandad ha hecho con frecuencia lo mismo.
6 No obstante, la adoración verdadera es “servicio sagrado” que ofrecemos con nuestra “facultad de raciocinio” (Romanos 12:1). A los siervos de Jehová se les ‘persuade a creer’ (2 Timoteo 3:14). Es posible que los que llevan la delantera den a veces algunas directrices para el buen funcionamiento de la congregación. Sin embargo, no toman decisiones por sus hermanos cristianos, sino que les enseñan a “distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). Logran esto, principalmente, nutriendo a la congregación “con las palabras de la fe y de la excelente enseñanza” (1 Timoteo 4:6).
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