Consiste en cuatro mensajes de Jehová dirigidos a los judíos que habían regresado del exilio en Babilonia, en los que se les insta a terminar la reconstrucción del templo de Jerusalén.

Cuatro mensajes orientados a impulsar a los judíos a continuar con la reedificación del templo de Jehová

Escrito en Jerusalén diecisiete años después del regreso de los judíos del exilio, cuando todavía no había concluido la reconstrucción del templo

Mensaje a la gente que vivía en casas revestidas de paneles, mientras que el templo de Jehová yacía en ruinas (1:1-15)

Jehová dice a todos los que pensaban que no era el tiempo para reconstruir el templo, que el abandono de este trabajo ha resultado en la pérdida de su bendición, de modo que las cosechas son malas y los trabajadores alquilados reciben salarios exiguos

Zorobabel, Josué y el resto del pueblo responden favorablemente; se les promete que Jehová estará con ellos en la obra de reconstrucción del templo; empieza la obra

Proclamación según la cual Jehová llenará su casa de gloria (2:1-9)

A los ojos de los ancianos que habían visto la gloria del templo de Salomón, el nuevo edificio parece insignificante

Jehová insta a Zorobabel, Josué y el resto del pueblo a ser fuertes, animosos, a seguir con el trabajo, asegurándoles que la gloria del templo reconstruido superará a la del anterior

Se le muestra a la nación que el abandono de la obra de reconstrucción del templo la había hecho inmunda ante Dios a ella y a toda su obra (2:10-19)

Los sacerdotes responden preguntas que indican que la santidad no se transmite, pero la inmundicia sí

Jehová anima al pueblo, informándole que a partir del día en que se coloque el fundamento del templo, Él derramará su bendición y terminarán las malas cosechas