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El terrorismo... ¿a quiénes afecta?¡Despertad! 1987 | 8 de enero
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El terrorismo... ¿a quiénes afecta?
¡Despertad! no se inmiscuye en la política. Adopta una posición de neutralidad en medio de los conflictos políticos de este mundo. Sin embargo, en armonía con su propósito, investiga lo que hay bajo la superficie de los sucesos actuales y señala al verdadero significado de estos. Por esa razón ¡Despertad! examina los motivos profundos que hay tras el terrorismo como los ven peritos en ese campo. Dejamos que nuestros lectores saquen sus propias conclusiones.
“Hoy día las calles de las grandes ciudades, las pistas de despegue de los aeropuertos y las bases militares del mundo están convirtiéndose en campos de batalla mientras bandos pequeños de terroristas y asesinos que actúan por cuenta propia procuran alcanzar metas políticas.”
“Desde 1973 hasta 1984, por todo el mundo se registraron más de 5.000 incidentes terroristas que costaron 4.000 vidas y dejaron heridas al doble de ese número de personas.”
“Durante los pasados quince años, diplomáticos de 113 países han sido víctimas de actos de terrorismo que han ocurrido en 128 diferentes naciones.”—Fighting Back—Winning the War Against Terrorism.
¿LE AFECTA el terrorismo? ¿Canceló o cambió usted algún plan de viaje durante 1986 por temor a los terroristas? El terrorismo es hoy o un factor subconsciente o consciente de tensiones en la vida de muchas personas. Como escribió Yitzhak Rabin, ministro de defensa de Israel: “Por todo el mundo el miedo al terrorismo ha llegado a ser el modo de vida normal para muchas personas”. Muy probablemente usted esté ayudando a sufragar el gasto que impone el terrorismo. ¿En qué sentido? Muchos gobiernos probablemente usan parte de los impuestos para pagar por que haya mayor seguridad y mejor preparación debido a la amenaza del terrorismo.
El terrorismo ha sido parte de la vida en Irlanda del Norte y el Oriente Medio por décadas. En los últimos años el terrorismo ha afectado a muchos países europeos y de las Américas Central y del Sur. Y por la televisión, la radio y la prensa todos nos hemos familiarizado con la violencia terrorista. Casi diariamente oímos sobre actos de terrorismo. Las bombas, los asesinatos y los secuestros conectados con el terrorismo son tan frecuentes que quizás nos hayamos insensibilizado. El resultado de esto es que lo anormal parece normal, lo que no podría creerse se hace creíble, y en algunos países, como en el Líbano, lo intolerable se tolera.
Sí, el terrorismo es una realidad de la vida... parte de la programación regular de los medios de información, los cuales han hecho de los nombres de los líderes y grupos terroristas palabras de uso corriente. El terrorismo es ahora un azote de alcance mundial.—Vea el mapa que sigue.
¿Qué es el terrorismo?
Pudiera parecer sencillo dar la definición de un terrorista. Pero eso depende del lado en que uno se encuentre en la cuestión. ¿Son terroristas los subversivos de El Salvador, o son un ‘movimiento nacional de liberación del pueblo’? ¿Son terroristas los contras de Nicaragua, o son “luchadores por la libertad”? El terrorismo, como la belleza, es según el color del cristal con que se mira. Las inclinaciones políticas pueden afectar las definiciones.
Benjamin Netanyahu, el embajador israelí en las Naciones Unidas, ofrece esta definición del terrorismo: “Asesinar, incapacitar y amenazar a los inocentes deliberada y sistemáticamente para inspirar temor con fines políticos”. (Terrorism—How the West Can Win.) Sam Sarkesian, de la Universidad Loyola, de Chicago, lo define como “caracterizado por lo general por una variedad de tácticas, tales como el asesinato, la piratería, el secuestro, el sabotaje y el uso de víctimas ‘inocentes’ para afectar a una tercera entidad. En pocas palabras, el terrorismo es crear temor en una población para obligar al sistema existente a responder a las demandas y/o los objetivos de los terroristas”.—Hydra of Carnage.
Por otra parte, James Burtchaell, profesor de teología católica, escribe: “El terrorismo es la guerra de los desesperados. [...] Siempre es la acción de los que creen que se hallan en desventaja”.—Fighting Back.
Mírese como se mire, generalmente el terrorismo significa violencia y muerte para personas inocentes. Como escribe Jan Schreiber en su libro The Ultimate Weapon: “Como un ejército, la banda terrorista opera inhumanamente, y hace de las atrocidades lo cotidiano”.
No es nada nuevo
Aunque ha existido por siglos, el terrorismo como instrumento para persuasión política ha sido usado especialmente en las últimas décadas. Allá en 1945 cuando quedó patente que el gobierno laborista británico no daría a Palestina a los judíos, surgieron grupos terroristas, entre ellos el “Irgun Zva’i Leumi (Organización Militar Nacional, llamada Etzel) y Lohamei Herut Yisrael (Luchadores por la libertad de Israel) [también conocido como el grupo Lehi o Stern]... [quienes] participaron en actos de terrorismo. El 22 de julio, Etzel hizo volar en pedazos un ala del hotel Rey David en Jerusalén, donde se alojaba la administración gubernamental; unos 100 judíos, británicos y árabes perdieron la vida”. (The Jews in Their Land, por David Ben-Gurion.)
Desde los años sesenta de este siglo el terrorismo ha cobrado vigor, especialmente en relación con los problemas de Israel, los refugiados palestinos y los estados árabes.
El terrorismo no se limita a Irlanda del Norte y el Oriente Medio. España tiene sus terroristas vascos, ETA; India tiene el problema de los separatistas sikh; Sri Lanka ha sido desgarrada por la contienda con militantes tamiles; el Perú tiene a los luchadores maoistas del Sendero Luminoso. En el llamado mundo democrático la lista no parece tener fin.
Pero ¿a qué se debe que esto suceda en los países democráticos? Y, realmente, ¿cuáles son las causas del terrorismo? ¿Son los terroristas simplemente grupos oprimidos que buscan justicia y desagravio, o se trata de algo más que eso? Y, ¿no habrá manera de que desaparezca el terrorismo? Los siguientes artículos examinarán estas preguntas y otras.
[Mapa en la página 5]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Algunos países que recientemente han aparecido en las noticias debido al terrorismo
Estados Unidos
Reino Unido
Irlanda del N.
Italia
Alemania
Francia
España
Perú
Colombia
El Salvador
Nicaragua
Argentina
Panamá
Filipinas
Bangladesh
Sri Lanka
India
Israel
Líbano
África del Sur
África del Sudoeste
Venezuela
Afganistán
Corea del S.
Angola
Japón
Turquía
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El terrorismo... ¿qué lo causa, y por qué?¡Despertad! 1987 | 8 de enero
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El terrorismo... ¿qué lo causa, y por qué?
“LONDRES, 17 de abril.—Disparan con ametralladoras a una muchedumbre desde la embajada de Libia hoy, durante una protesta contra el gobierno de Muammar el-Qaddafi, matando a un agente de la policía e hiriendo a diez personas.”—The New York Times.
“A plena vista, los hombres armados dispararon desde el interior por una ventana abierta, haciendo caer una lluvia de balas de armas automáticas sobre los manifestantes [...] La agente de la policía, que no llevaba armas, fue herida en la espalda [...] Diez días después de esa atrocidad, el gobierno británico suministró salvoconductos para salir del país a los asesinos junto con sus armas de asesinato.”—Terrorism—How the West Can Win.
Como personal de una embajada, los que habían disparado recibieron inmunidad diplomática.
¿POR QUÉ recurren al terrorismo ciertas personas y ciertos grupos? ¿Quiénes son el blanco principal? ¿Qué logra el terrorismo?
Un punto de vista es que el terrorismo es un síntoma que puede indicar una variedad de injusticias raciales, sociales y políticas. James T. Burtchaell, sacerdote y teólogo católico, declaró: “Parte del terrorismo se debe a una minoría étnica y/o religiosa (y muchas veces económica) que exige autonomía: Los vascos en España, los católicos en Ulster, los huks en las Filipinas. [...] Parte se debe a gobiernos amenazados por una mayoría que disiente [...] Parte es la empresa de una minoría nacional que aspira tener dominio del gobierno”.
Pero ¿son solo grupos minoritarios los que recurren al terrorismo? Burtchaell continúa su comentario: “Parte del terrorismo tiene el auspicio de gobiernos que procuran desacreditar, desestabilizar y reemplazar el gobierno de otra nación que no coopera con ellos”. (Fighting Back.)
De acuerdo con otros comentaristas, los motivos tras el terrorismo se pueden interpretar de modos diversos, según las simpatías políticas del observador. Algunos dicen que cuando se cometen injusticias y el pueblo no tiene manera legal de corregirlas, el terror se convierte en su única respuesta. Para otros, el terrorismo es una estrategia contra las democracias occidentales, inspirado y manipulado por la ideología política contraria. Examinemos algunos de los hechos y opiniones sobre este complejo problema.
¿Por qué el terror en Irlanda del Norte?
Según los escritores de Northern Ireland—The Divided Province, protestantes británicos, muchos procedentes de Escocia, fueron transplantados a suelo católico irlandés hace más de 350 años, lo cual creó un choque de culturas y más tarde condujo a una lucha por los empleos disponibles. Ese libro declara: “Mayormente los protestantes de Irlanda del Norte llegaron durante el siglo XVII en un proceso que empezó en 1607 y que es reconocido como la ‘plantación’ de Ulster. Esto al fin estableció un firme dominio inglés sobre toda la isla de Irlanda”. Este dominio inglés ha sido por siglos la base para amargura y violencia.
En 1921 se formó el Estado Libre Católico Irlandés (Eire), y los seis condados principalmente protestantes del nordeste quedaron como una entidad separada y formaron Irlanda del Norte. Desde el punto de vista nacionalista irlandés, este acto dividió a Irlanda. Desde entonces, el ilegal IRA (Ejército Republicano Irlandés) ha continuado su lucha por una Irlanda unida... a lo que los protestantes presentan vigorosa resistencia. ¿Por qué? Porque rehúsan someterse a lo que perciben como ‘dominio papista católico’ en Dublín.
El punto de vista protestante se resume en las palabras del periódico The New York Times acerca de la reciente votación en Irlanda para mantener proscrito el divorcio, una proscripción que fue sostenida por un margen de 3 a 2: “Los políticos de Irlanda del Norte que se oponen a todo enlace con la república estuvieron entre los primeros en denunciar la votación como una medida del ‘completo dominio’ de la Iglesia Católica Romana sobre la República de Irlanda”.
En la actualidad el IRA está dividido en dos facciones: los oficiales y los provisionales (provos). Según Thomas E. Hachey, profesor de historia, “los oficiales del IRA están comprometidos a lograr una república socialista sobre toda Irlanda, compuesta de treinta y dos condados. [...] Los provos abogan por una solución federal y una constitución federal para Irlanda”. (The Rationalization of Terrorism.) En 1984 se ilustró la seriedad de los últimos en cuanto a sus objetivos cuando los provos colocaron una bomba en un hotel de Brighton, atentado que casi les cuesta la vida a la primera ministra británica Thatcher y su gabinete.
A pesar de factores religiosos, políticos y étnicos, quedan algunas preguntas: ¿Habrá motivos todavía más profundos tras el terrorismo? ¿Hasta qué grado están envueltas en el terrorismo las grandes potencias?
Los motivos tras el terrorismo
La mayoría de los grupos terroristas árabes señalan como justificación para sus acciones la difícil situación de los refugiados palestinos que perdieron su país, Palestina, al formarse la nación de Israel en 1948. A través de las décadas los rencores han aumentado tanto que ahora el objetivo de los terroristas árabes no es solo tener un país separado, sino algo más siniestro para los judíos: la aniquilación de Israel. ¿Cómo se sabe esto?
La siguiente cita se toma de la “Carta abierta” de Hizballah (“Partido de Dios”), un grupo chiíta que opera en el Oriente Medio.
“Ahora nuestros hijos se hallan en un estado de confrontación cada vez mayor contra estos enemigos [Israel, los Estados Unidos, Francia y la Falange (libanesa)] hasta que se logren los siguientes objetivos:
”La salida final de Israel del Líbano como un hecho que precederá a su destrucción final y la liberación de la venerable Jerusalén de debajo de los talones de la ocupación.” (Hydra of Carnage.)
Por otra parte, muchos actos de terrorismo han sido perpetrados por “mártires” bajo la influencia del Ayatollah Khomeini de Irán y su filosofía, expresada en estas palabras que se citan del libro Sacred Rage: “Los gobiernos del mundo deben saber que no se puede derrotar al islam. El islam resultará victorioso en todos los países del mundo, el islam y las enseñanzas del Corán prevalecerán por todo el mundo”.
Esta perspectiva lleva a esta otra conclusión suya: “Por eso, en realidad no tenemos más alternativa que destruir los sistemas gubernamentales que son corruptos en sí mismos [...] y derribar todos los regímenes traidores, corruptos, opresivos y criminales. Este es el deber que todos los musulmanes deben cumplir”.
Lo que mueve a otros terroristas es el socialismo revolucionario y el deseo de derribar el capitalismo. El escritor Jan Schreiber declara en su libro The Ultimate Weapon—Terrorists and World Order: “Por lo general, la capacidad para explotar a otros se considera idéntico al capitalismo, y el capitalismo, sea que esté o no atemperado por la democracia, se considera idéntico al fascismo”. Como lo expresó un japonés que apoya el terrorismo: “Lo que nunca aceptaremos en este mundo es el hecho —que es producto del capitalismo— de que unas personas exploten a otras. Y esto es lo que nos mueve a estar dispuestos a pelear”.
Sin embargo, otros ven a los terroristas desde un punto de vista diferente. Benjamin Netanyahu, embajador israelí, escribe: “El terrorismo no resulta automáticamente de nada. Es una selección, una selección maligna”. Netanyahu razona así: “La raíz y causa del terrorismo no está en los agravios, sino en una disposición que conduce a violencia desenfrenada. El origen de esto se puede hallar en un punto de vista mundial que asegura que ciertas metas ideológicas y religiosas justifican, y en realidad exigen, el que uno se desprenda de toda inhibición moral”. (Terrorism—How the West Can Win.)
Pero ¿qué ha hecho que nuestra sociedad moderna haya llegado a ser de repente la víctima del terrorismo?
Una sociedad vulnerable
Neil Livingstone, perito estadounidense sobre el terrorismo, escribe: “A medida que nuestro mundo se ha ido urbanizando y se ha hecho más complejo, hemos quedado correspondientemente más expuestos a los planes de grupos pequeños, o hasta de individuos por sí solos, que se proponen perturbar la vida de la mayoría, o imponer su voluntad”. ¿Qué hace que nuestra sociedad sea tan vulnerable a la actividad terrorista? “Nuestros vitales, pero vulnerables, sistemas de agua potable, energía, transportación, comunicación y sanidad se hallan a merced de terroristas y saboteadores expertos.” (Hydra of Carnage.)
Por lo frágiles que son nuestros sistemas para el sostén de la vida, un solo terrorista puede ejercer el poder de un ejército de tiempos antiguos. Livingstone añade: “Como resultado de los adelantos técnicos [...] un solo hombre puede dominar ahora más tecnología mortífera que en cualquier tiempo anterior. Un solo individuo en la era de la tecnología puede llegar a ser el equivalente de un ejército [de la era] en que las principales armas de guerra eran la espada, el arco y la lanza. Esta es una de las razones principales por las que los terroristas son una amenaza tan grande al mundo contemporáneo”.
Otro punto vulnerable de la sociedad moderna es el efecto instantáneo de los sucesos noticiosos. La televisión multiplica el poder del terrorismo. El terrorista desea publicidad internacional para su causa... y gracias a los medios de información, ¡la consigue!
Tan solo un siglo atrás se necesitaban días para que las noticias viajaran alrededor del mundo. Ahora las noticias se comunican instantáneamente. En algunos casos el terrorista de hecho puede verse a sí mismo desempeñando su papel en la televisión. A menudo sabe lo que el otro lado hace mientras él continúa su cuidadosa “jugada”. Jan Schreiber llega al grado de decir que “el impulso de apoderarse de la atención del público” ha sido “el medio terrorista de más consecuente éxito”.
Pero ¿habrá otras razones por las cuales continúa prosperando el terrorismo?
El terrorismo y dos ideologías en oposición
Dos peritos sobre el terrorismo que no ofrecen ninguna esperanza para el futuro escriben: “El terrorismo no desaparecerá. Los estados pequeños y débiles han descubierto que pueden aumentar en gran manera su poder político, y plagados como están por escasez de recursos, no es probable que abandonen el terrorismo como instrumento político y militar”. Al mismo tiempo, añaden, algunas potencias principales ven ventajas en llevar a cabo una guerra sustitutiva mediante el terrorismo. “Por contraste, estados mayores y más fuertes han descubierto que los instrumentos terroristas pueden ayudarles a alcanzar sus objetivos nacionales sin el riesgo que acompañaría a otras formas de guerra.” (Fighting Back.)
Si los estados más fuertes han descubierto que el terrorismo puede ayudarles a conseguir sus objetivos, ¿pudiera esto fomentar parte, o gran parte, del terrorismo del mundo? Jan Schreiber escribe: “Revelaciones hechas a mediados de los años setenta confirmaron lo que observadores imparciales habían sabido por mucho tiempo sin que tuvieran prueba para ello; que las dos ideologías dominantes del mundo habían empleado, y probablemente continuarían empleando, toda clase de medio, imparcial y engañoso, para confundir a sus enemigos y obtener, o retener, la supremacía”.
Este choque de ideologías está implícito en un discurso del líder soviético Gorbachev, cuando dijo: “Tiene que quedar muy claro que solo si los imperialistas abandonan sus intentos de resolver el argumento histórico entre los dos sistemas sociales por medios militares, es que se pueden encaminar las relaciones internacionales hacia la cooperación normal”. (A Time for Peace.)
Otros también reconocen este “juego” internacional en que están implicadas las dos potencias principales. Por ejemplo, Robin Wright declara en su libro Sacred Rage: “Militantes musulmanes también creen que los Estados Unidos han visto el Oriente Medio principalmente como una zona de rivalidad con la Unión Soviética, casi pasando por alto las poderosas fuerzas que han estado en juego localmente. En un mundo dividido en dos polos, los Estados Unidos no han mostrado estar alerta a las frustradas peticiones de reconocimiento por el emergente Tercer Mundo”. Parece que algunas naciones pequeñas se ven como peones usados en el choque de ideologías.
Peritos occidentales consideran gran parte del terrorismo como otra arma que se usa para desestabilizar al sistema capitalista. El embajador Robert B. Oakley, perito estadounidense sobre el contraterrorismo, declaró: “Si no se le presenta resistencia, la escalada del terrorismo socavará el sistema de relaciones políticas, económicas y militares en que han llegado a confiar los Estados Unidos y sus aliados para conservar, proteger y promover sus intereses nacionales y mutuos [...] Durante los años del futuro tenemos que prepararnos para enfrentarnos a otras serias amenazas procedentes del terrorismo internacional [...] gran parte de ello apoyado o estimulado por un puñado de gobiernos despiadados”.
El embajador estadounidense Robert M. Sayre expresó su opinión más directamente: “El terrorismo tiene motivos políticos y es planeado y organizado. [...] La mayor parte del terrorismo es la obra de estados y grupos marxistas-leninistas, y la Unión Soviética y sus socios del bloque oriental los apoyan y confortan”. (Department of State Bulletin.)
El terrorismo y la profecía bíblica
¿Por qué interesa especialmente a los estudiantes de la Biblia el choque entre las dos grandes potencias, con el terrorismo como instrumento? Por una significativa profecía que se halla en el libro bíblico de Daniel, en el capítulo 11. Esta profecía describe un conflicto que continúa entre dos grandes potencias, “el rey del norte” y “el rey del sur”. Se dice que “el rey del norte” es ateo, pues ha rechazado “al Dios de sus padres”. (Daniel 11:37.) Él se magnifica a sí mismo y da gloria al dios de las fortalezas, o de los armamentos. Obra eficazmente contra plazas fuertes fortificadas y establece su posición mundial. (Daniel 11:38, 39.) ¿Se mantiene “el rey del sur” sin hacer nada mientras su opositor quiere expansión?
La inquietante profecía declara: “Y en el tiempo del fin el rey del sur se envolverá con él en un empuje, y contra él el rey del norte se lanzará como tempestad con carros y con hombres de a caballo y con muchas naves; y ciertamente entrará en los países e inundará y pasará adelante”. (Daniel 11:40.) Como es lógico, ambos reyes usan ahora el terrorismo bajo sus diferentes disfraces en su lucha por la dominación mundiala. Las palabras de Daniel indican que habrá coexistencia en rivalidad entre las dos prominentes potencias mundiales hasta que Dios ponga fin a la rivalidad de ellas en su guerra de Armagedón. (Revelación 16:14-16.)
Quedan estas preguntas: ¿Puede el hombre por sí solo poner fin al azote del terrorismo? Si así es, ¿cómo y cuándo lo hará? Si no puede, ¿por qué no? El siguiente artículo considerará estas preguntas.
[Nota a pie de página]
a Para más información sobre estos reyes, vea el capítulo 11 del libro “Hágase tu voluntad en la Tierra”, publicado en 1958 por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
[Fotografía en la página 7]
Los motivos que hay tras gran parte del terrorismo se relacionan con la profecía de Daniel acerca del tiempo del fin
[Reconocimiento]
Pacemaker Press Int’l, Belfast
[Fotografía en la página 8]
El terrorismo moderno ha empleado eficazmente los medios noticieros
[Reconocimiento]
Fotos de prensa Reuters/Bettmann
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El terrorismo... ¿cuál es la solución?¡Despertad! 1987 | 8 de enero
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El terrorismo... ¿cuál es la solución?
SI USTED viaja por avión habrá notado los efectos del terrorismo. Las inspecciones de seguridad son obligatorias en casi todos los aeropuertos internacionales. Debido a las medidas de seguridad que tienen que tomar, el terrorismo cuesta una fortuna a los gobiernos y a las líneas aéreas. Durante los juegos olímpicos de 1984, celebrados en Los Ángeles, el sistema de seguridad le costó al gobierno de los Estados Unidos unos $65.000.000. ¿Cuán eficaces son esas medidas?
En algunos casos están dando buenos resultados. En los pasados 20 años, tan solo en los Estados Unidos se han descubierto unas 35.000 pistolas o artefactos explosivos y se han efectuado 13.000 arrestos. (Boletín del Departamento de Estado.) La línea aérea israelí El Al, que tiene quizás los más estrictos sistemas de seguridad, ha reducido drásticamente el éxito de los terroristas en los ataques aéreos.
Sin embargo, los gobiernos y las agencias encargadas de combatir el terrorismo están en realidad lidiando con los síntomas más bien que con las causas. Sus remedios no llegan a la raíz de la enfermedad, la cual penetra hasta lo más profundo de la sociedad moderna... una enfermedad cuya base es el odio y el egoísmo. Las injusticias y desigualdades abundan y se multiplican, sin importar cuál sea la ideología que prevalezca. Por lo tanto, ¿dónde puede hallarse la solución? ¿Puede la religión transformar el odio en amor? ¿Puede la política producir unidad de la desunión? ¿Pueden las Naciones Unidas realmente unir a las naciones? O ¿hay alguna otra solución?
¿Tiene la religión la solución?
La situación terrorista que ha prevalecido en Irlanda del Norte desde 1969 ha segado la vida de más de 2.000 personas, con más de 20.000 heridos en un país de más o menos 1.500.000 habitantes. Las facciones contrarias afirman compartir la misma herencia cristiana, basada en la premisa de que “Dios es amor”. (1 Juan 4:8.) Sin embargo, el terrorismo católico y protestante continúa. Es como John Hickey escribe en su libro Religion and the Northern Ireland Problem: “Ahora es posible [...] aceptar el peligro o la muerte como consecuencia de ser meramente un católico romano o un protestante; aceptar represalias crueles —asesinato debido a sectarismo— como la manera de mantener en Irlanda del Norte su versión particular del ‘balance del terror’”.
El mismo escritor también declaró: “La política de [Irlanda del Norte] no es política que explota la religión. [...] Más bien, la cuestión es que la religión inspira la política”. Y si este es el caso, es una política de asesinato mutuo y venganza.
La mayoría de las religiones afirman que enseñan que el amor es la máxima fundamental. Un gran porcentaje de los terroristas tienen alguna afiliación religiosa... afirman ser cristianos, judíos, musulmanes, budistas, hindúes, sikh u otros. Pero ¿hasta qué punto influye la religión de ellos en sus acciones? En su libro The Ultimate Weapon—Terrorists and World Order Jan Schreiber cita las palabras de Ruairi O’Bradaigh, líder del IRA (Ejército Republicano Irlandés): “En una ocasión yo estaba con un hombre muy recio. Habíamos colocado una bomba para que explotara debajo de un grupo de soldados británicos. [...] Así sucedió, estaban justo en el blanco. ¿Y qué hizo aquel hombre recio? Justo antes de hacer estallar la bomba y hacerlos volar en pedazos, cerró los ojos. Se persignó y susurró devotamente: ‘¡Que el Señor tenga piedad de sus almas!’”.
La religión no ha impedido que católicos derechistas en España formen su propio grupo terrorista, conocido como los Guerrilleros del Cristo Rey. De acuerdo con los autores del libro The Terrorists, los guerrilleros “deben su existencia tanto a la religión como a la política”.
¿Debería sorprendernos el que la religión no haya podido detener el terrorismo? El profesor C. E. Zoppo, del departamento de ciencias políticas de la Universidad de California, escribe: “Las religiones organizadas de Occidente, al encararse al uso de la violencia para fines políticos, han negado a sus enemigos religiosos los derechos morales que promueven entre sus seguidores [...] y hasta han permitido que se perpetren actos terroristas contra los ‘infieles’”. Él continúa por medio de hacer referencia a las santas cruzadas de los días del papa Urbano II. Declara: “Se esperaba que la cruzada sometiera permanentemente al islam y se consideraba como una ‘guerra para terminar con las guerras’. El islam era visto como la encarnación de todas las fuerzas del mal; por eso, aunque el matar a un enemigo costaba al soldado cristiano una penitencia de cuarenta días, el matar musulmanes llegó a ser el ‘epítome de todas las penitencias’”. (The Rationalization of Terrorism.)
Otras religiones también atribuyen mérito al hecho de que se mate a una persona no creyente o infiel. Creen que es un pasaporte a su paraíso celestial. Por lo tanto, la fe religiosa de un terrorista puede en realidad intensificar sus motivos respecto a matar y para llevar a cabo ataques suicidas con bombas.
¿Hay una solución política?
Los expertos políticos y militares de Occidente tienen sus propias soluciones para el terrorismo, aunque no estén siempre de acuerdo en cuanto a la aplicación de estas. La norma actual para las naciones que son víctimas del terrorismo es combatir el fuego con fuego. William Casey, director de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) declara: “No podemos y no nos abstendremos de emplear la fuerza para prevenir o responder a ataques terroristas en las situaciones que ameriten el uso de la fuerza. Muchos países, incluso los Estados Unidos, tienen el poder y la capacidad que se necesitan para llevar a cabo operaciones contra grupos terroristas”. (Hydra of Carnage.)
El ataque que los Estados Unidos lanzaron contra Libia en abril de 1986, en represalia por un ataque terrorista con bomba en un club nocturno de Berlín, ilustra esa filosofía. Pero también exige un precio inmediato... la muerte de civiles libios, considerada como inevitable por las autoridades estadounidenses, y la pérdida de un avión norteamericano con su tripulación. El terrorismo y el antiterrorismo también tienen su precio oculto... el prestigio y la credibilidad.
Los políticos y militaristas consideran esto como un sacrificio normal en esta forma de guerra en secreto. Como escribe Benjamin Netanyahu: “En una democracia amenazada por el terrorismo todos los ciudadanos deben considerarse, en cierto sentido, como soldados en una batalla común. No deben presionar a su gobierno para que capitule o se rinda ante el terrorismo. [...] Si queremos en realidad ganar la guerra contra el terrorismo, la gente debe estar preparada para aguantar el sacrificio y aun, si ocurriera la pérdida de una persona amada, dolor inconmensurable”. (Terrorism—How the West Can Win.)
Entonces, ¿puede la política remover las causas fundamentales del terrorismo? ¿Puede terminar con las injusticias y hacer que se calme la situación? No, de acuerdo con los comentaristas políticos. ¿Por qué no? Porque, como hemos visto en el artículo anterior, ellos dicen que la mayor parte del terrorismo es solo otro instrumento en el conflicto entre los dos grandes sistemas políticos. Por lo tanto, la política fomenta el terrorismo.
Por ejemplo, Jean-François Revel, escritor y periodista francés, escribió: “En sus manifiestos y libros los terroristas describen sus ataques contra las democracias como la ‘estrategia de la tensión’. La idea es que es más fácil pasar del fascismo al comunismo que de la democracia al comunismo. Por lo tanto, los ‘revolucionarios’ deben primero inducir a los gobiernos democráticos hacia un comportamiento fascista a fin de edificar, en la segunda fase, un socialismo a partir de las cenizas del fascismo”. Por eso en algunos países los terroristas asesinan a oficiales militares a fin de provocar un golpe militar de derecha.
¿Puede la ONU contener la marea?
C. E. Zoppo, experto en ciencias políticas, explicó lo siguiente respecto al dilema en que se halla la ONU: “No es de sorprender [...] que las Naciones Unidas no hayan podido alcanzar ningún acuerdo en cuanto a lo que constituye el terrorismo internacional o lo que sería una respuesta adecuada por parte de los estados miembros”. Esto no debería sorprender a nadie cuando comprendemos que la ONU es una arena internacional en la que las grandes potencias, al igual que alces peleando, traban los cuernos en batalla y quedan inmovilizados por la semántica.
Otro factor es que en la ONU las naciones democráticas víctimas del terrorismo son la minoría. Es como lo ilustra Zoppo: “En una resolución de la Asamblea General de la ONU sobre el terrorismo internacional [...] aunque ‘perturbada profundamente debido a los actos de terrorismo internacional’, reafirmó ‘el derecho inalienable a autodeterminación e independencia de todos los pueblos bajo regímenes coloniales y racistas y otras formas de dominación extranjera’”. Esta misma resolución condenó “la continuación de actos represivos y terroristas por parte de regímenes coloniales, racistas y extranjeros al negarles a los pueblos su derecho legítimo de autodeterminación e independencia”.
Por lo tanto, de acuerdo con Zoppo, la ONU ha aprobado una norma doble sobre el terrorismo. Él añade: “Implícitamente se permite el terrorismo cuando es un medio de autodeterminación nacional y se condena cuando es terror por parte del estado para impedir la independencia. Naciones recién establecidas, que se han valido del terrorismo como medio para la liberación, hallan difícil condenar a otras por esto”. (The Rationalization of Terrorism.) Por lo tanto, queda obstaculizada la eficacia de la ONU como instrumento contra el terrorismo. La moralidad no prevalece porque, como concluye diciendo Zoppo: “Básicamente la política define lo que es moral”. Mientras tanto, las víctimas inocentes del terrorismo sufren y mueren.
Una hermandad sin terror
Jan Schreiber explica el dilema al que se encaran las naciones: “El hecho desconcertante es que esas naciones que desean eliminar el terrorismo del mundo —y que no parecen ser la mayoría— están forzadas a contentarse con medidas a medias. O las normas de castigo no impresionan a los terroristas que se dedican a hacer sacrificios por causa de una ideología, o provocan una respuesta violenta por parte de los que aún pueden pelear”. (The Ultimate Weapon—Terrorists and World Order.)
En su análisis del problema, el profesor Zoppo llega a la siguiente conclusión: “Difícilmente ha nacido una nación moderna sin terror”. Esto parecería indicar que el terror es un ingrediente inevitable del proceso político. Sin embargo, podemos afirmar que hay una “nación” que se ha formado sin terror ni violencia... ni intervención política. Es una nación compuesta de más de tres millones de personas, de pueblos de todas partes del mundo, sacados de diferentes culturas, idiomas y religiones. ¿Quiénes son ellos? Las personas que lo visitan a usted con estas revistas... los testigos de Jehová.
Son más que una asociación internacional de personas. Constituyen una hermandad supranacional que comparte ahora una creencia común y una esperanza divina. Están extendiendo su influencia por todo el mundo, no mediante el terrorismo, sino mediante educación bíblica pacífica. En casi toda nación de la Tierra están recomendando el gobierno del Reino de Dios en manos de Cristo como la única solución a los problemas de la humanidad. (Mateo 6:9, 10.)
Sí, los testigos de Jehová se han elevado por encima de la política divisiva y el nacionalismo, los cuales causan guerras y terrorismo. Forman ahora un pueblo que vive en paz genuina y están preparándose para el tiempo, muy cercano ya, cuando la Tierra será gobernada únicamente por el Reino de Dios. Eso no se logrará mediante una conversión del mundo, sino más bien mediante una limpieza mundial en la guerra de Dios en Armagedón. (Mateo 24:37-39; Revelación 16:14, 16.)
Entonces, paz verdadera y vida eterna serán la porción de los mansos de la Tierra. (Tito 1:2; Revelación 21:3, 4.) Si desea saber más acerca de este Reino, bajo el cual ya no existirá el terrorismo, siéntase libre de ponerse en comunicación con los testigos de Jehová de su comunidad o escriba a los publicadores de esta revista en su país.
[Comentario en la página 11]
Durante los pasados 20 años, tan solo en los Estados Unidos se han descubierto unas 35.000 pistolas o artefactos explosivos y se han efectuado 13.000 arrestos.—Boletín del Departamento de Estado.
[Comentario en la página 12]
“Justo antes de hacer estallar la bomba y hacerlos volar en pedazos, cerró los ojos. Se persignó y susurró devotamente: ‘¡Que el Señor tenga piedad de sus almas!’”
[Recuadro en la página 14]
El Reino de Dios mediante Cristo Jesús eliminará el terrorismo
Se dice que el terrorismo es la manera de guerrear de los desesperados que sienten que están en desventaja. Bajo el Reino de Dios nadie tendrá que sentirse en desventaja, como puede notarse en las siguientes profecías relacionadas con la gobernación mediante Cristo Jesús:
“Oh Dios, da tus propias decisiones judiciales al rey, y tu justicia al hijo del rey. Defienda él la causa de tu pueblo con justicia, y de tus afligidos con decisión judicial. Juzgue él a los afligidos del pueblo, salve a los hijos del pobre, y aplaste al defraudador. Porque él librará al pobre que clama por ayuda, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, y las almas de los pobres salvará. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos”. (Salmo 72:1, 2, 4, 12-14.)
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