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¿Por qué ser agradecido?La Atalaya 1988 | 1 de julio
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¿Por qué ser agradecido?
MIRE la portada de esta revista. De seguro nos recuerda que hay muchas cosas hermosas que contrapesan la fealdad y miseria que se ven por todas partes.
¿Aprecia usted las cosas bellas? Piense en un arco iris con su serena y delicada mezcla de colores después de la oscuridad de una tormenta. Imagínese una catarata. O vea con los ojos de la mente a animales que juguetean con sus crías. Ponga el pensamiento en un hermoso jardín florido, o en una abundante cosecha de trigo. Sí, muchas personas ven estas cosas con frecuencia. Pero ¿qué efecto tienen en usted?
Es fácil darlas por sentadas
Por lo general, mientras más se experimenta algo, más común se nos hace... y con mayor facilidad lo damos por sentado. Esta falta parece más pronunciada en este siglo XX en que hay tanta agitación. Pero entre las faltas de la humanidad imperfecta siempre ha estado el no hallar tiempo para meditar sobre las bendiciones, ni contarlas, ni para pensar en las razones que hay para mostrar agradecimiento.
Por otra parte, muchas veces el salmista David expresó agradecimiento en las canciones que escribió bajo inspiración. Estas palabras a Dios en una de sus melodías son un ejemplo excelente de agradecimiento:
“Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos,
la luna y las estrellas que tú has preparado,
¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente,
y el hijo del hombre terrestre para que cuides de él?
Lo haces dominar sobre las obras de tus manos;
todo lo has puesto debajo de sus pies:
ganado menor y bueyes, todos ellos,
y también las bestias del campo abierto,
los pájaros del cielo y los peces del mar,
todo cuanto pasa por las sendas de los mares.
Oh Jehová Señor nuestro, ¡cuán majestuoso es tu nombre en toda la tierra!”. (Salmo 8:3, 4, 6-9.)
El agradecimiento puede eliminar la tristeza
El agradecimiento que sentía el salmista por las cosas hermosas le ayudó a contrapesar el desaliento que le causaban las cosas desagradables que veía o las situaciones difíciles que le sobrevenían. Usted puede hacer lo mismo. ¿Cómo? Esforzándose por aumentar su aprecio por las muchas cosas agradables que nos rodean. Así puede aumentar su felicidad y la de los que lo rodean.
Por eso, ¿por qué no dejar que las cosas hermosas que vemos día tras día y que nos maravillan agiten en nosotros sincero agradecimiento a nuestro Creador y Benefactor? Considere ahora otras razones para sentir agradecimiento.
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Otras razones para sentir agradecimientoLa Atalaya 1988 | 1 de julio
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Otras razones para sentir agradecimiento
LOS israelitas de la antigüedad tenían más razones que otros pueblos para mostrarse agradecidos al Creador. ¿Por qué decimos eso?
Pues bien, como todas las demás personas, los israelitas tenían razón para estar agradecidos por todas las cosas bellas y maravillosas que Dios ha creado. Pero tenían mayor razón para sentir agradecimiento porque el Todopoderoso los había escogido para que fueran su pueblo especial y les había dado atención especial. (Amós 3:1, 2.) Considere algunas razones sobresalientes por las cuales deberían estar agradecidos.
Dos escapes de la muerte
¡Cuánto agradecimiento tienen que haber sentido todos los padres israelitas la noche del 14 de Nisán de 1513 a.E.C.! En aquella importantísima noche el ángel de Dios mató a “todo primogénito en la tierra de Egipto, desde hombre hasta bestia”. Pero pasó por alto las casas de los israelitas, donde se había rociado la sangre de las víctimas pascuales sobre los postes y dinteles de las puertas. Se rompió el silencio de la noche cuando “empezó a alzarse un gran alarido entre los egipcios, porque no había casa en que no hubiera un muerto”. Sin embargo, en toda casa israelita el precioso primogénito estaba vivo y sano. (Éxodo 12:12, 21-24, 30.)
Poco tiempo después los israelitas tienen que haber agradecido mucho el ser testigos de la intervención milagrosa de Jehová cuando pareció que el ejército de Faraón de Egipto los había atrapado frente al mar Rojo y se abalanzaba contra ellos. Primero vieron que la columna de nube que los guiaba pasó a detrás de ellos e impidió por completo el rápido avance de los perseguidores. Entonces los israelitas vieron a Moisés extender la mano sobre el mar, y se llenaron de asombro cuando Dios hizo que un viento poderoso del este soplara toda la noche y dividiera las aguas y convirtiera el lecho del mar en suelo seco. No hubo que instar mucho a los israelitas a cruzar de prisa por este corredor de escape que Dios les proveyó.
¡Pero ahora hubo otra causa de alarma! También los egipcios se lanzaron al lecho del mar, seguros de que alcanzarían a los israelitas. Pero ¡mire! Cuando todos los egipcios estuvieron en el corredor, con las aguas como muros a sus lados, sus carros empezaron a perder las ruedas, y en poco tiempo hubo una tremenda confusión y agitación entre ellos. Entonces, cuando todos los israelitas estaban a salvo en la otra orilla del mar, Jehová de nuevo le dijo a Moisés que extendiera la mano, “y el mar empezó a volver a su estado normal al amanecer”. ¿Y qué pasó? Ni siquiera un miembro de la preciada fuerza militar del orgulloso Faraón escapó de ahogarse, ni aquel orgulloso gobernante mismo. (Éxodo 14:19-28; Salmo 136:15.) ¿Puede imaginarse lo agradecidos que le estuvieron a Jehová los israelitas liberados?
Dios combate espectacularmente
Aunque agradecieron su liberación de Egipto y la ocasión inolvidable de pasar a través del mar Rojo, los israelitas pasarían por muchas experiencias difíciles antes de llegar a la Tierra Prometida. Pero cada experiencia durante su viaje de 40 años en el desierto debería haber sido mayor razón para mostrarle agradecimiento especial a Jehová.
Al fin los israelitas cruzaron el río Jordán y entraron en la tierra que Dios les había dado. Pronto fueron testigos de la manera espectacular como Jehová podía combatir en su favor. ¿Cómo sucedió esto? Pues, por el modo sorprendente como fue capturada y destruida la primera ciudad cananea que hallaron a su paso, Jericó. (Josué, capítulo 6.) ¡Qué extraordinaria estrategia les dictó Dios de marchar alrededor de Jericó mientras llevaban el arca del pacto! Por seis días, uno tras otro, marcharon una vez al día alrededor del muro. Al séptimo día marcharon siete veces alrededor del muro. Cuando los sacerdotes tocaron los cuernos, los israelitas hendieron el aire con “un fuerte grito de guerra”, ¡y “el muro empezó a desplomarse”! (Jos 6 Versículo 20.) Solo quedaron en pie la casa de Rahab y la parte del muro debajo de esta. ¡El muro de aquella ciudad aparentemente inexpugnable había caído sin que Josué ni su ejército dispararan una sola flecha! De seguro aquella experiencia en Jericó fue otra razón sobresaliente para que se sintieran agradecidos a Dios.
Después Jehová hizo otro sobresaliente despliegue de cómo él combate. Cuando la gente de Gabaón buscó la paz con los israelitas, cinco reyes amorreos declararon la guerra a los gabaonitas. Josué acudió en ayuda de ellos, y la mano milagrosa de Jehová se manifestó repetidamente en la batalla que siguió. Dios confundió a los amorreos, y “mientras iban huyendo de delante de Israel y estaban en la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó sobre ellos grandes piedras desde los cielos hasta Azeqá, de modo que murieron”. Más murieron por las piedras de granizo que los que los israelitas mataron a espada. (Josué 10:1-11.)
“Ante los ojos de Israel”, Josué entonces habló a Jehová y dijo: “Sol, tente inmóvil sobre Gabaón, y, luna, sobre la llanura baja de Ayalón”. ¿Qué sucedió entonces? “En conformidad —dice el relato—, el sol se quedó inmóvil, y la luna de veras se paró, hasta que la nación pudo vengarse de sus enemigos.” (Josué 10:12, 13.)
¡Asombroso! ¡Y qué sobresalientes razones para que el pueblo de Jehová se sintiera agradecido!
Agradecimiento efímero
Después de cada prueba de la intervención de Jehová los israelitas se llenaban de agradecimiento. Quizás cada israelita se decía en el corazón que jamás olvidaría lo que había visto. Sin embargo, aunque parezca increíble, aquel agradecimiento era efímero. Vez tras vez los israelitas desplegaban ingratitud. Por eso, Dios “repetidas veces los dio en mano de las naciones, para que los gobernaran los que los odiaban”. (Salmo 106:41.)
Sin embargo, Jehová mostraba su generoso espíritu de estar dispuesto a perdonar cuando los israelitas en apretura se arrepentían de su mal e ingratitud y le pedían ayuda. “Él veía la angustia de ellos cuando oía su clamor rogativo. Y se acordaba, tocante a ellos, de su pacto, y sentía pesar conforme a la abundancia de su magnífica bondad amorosa.” (Salmo 106:44, 45.) Vez tras vez el Dios compasivo los libraba de sus opresores y los aceptaba de nuevo en su favor.
A pesar de la gran paciencia de Dios y de que varias veces les envió Sus profetas para ajustar su modo de pensar, los israelitas demostraron que eran incorregibles. Al fin Jehová dejó de ejercer paciencia y permitió que la nación de Judá fuera conquistada por los babilonios en 607 a.E.C. Los que no fueron muertos por las fuerzas del rey Nabucodonosor partieron al cautiverio en Babilonia.
¡Qué desastroso fin por su repetida ingratitud y deslealtad a Dios! Y eso a pesar de las muchas razones que tenían para mostrar agradecimiento.
Hoy día, ¿cómo pueden los cristianos evitar ese error de recibir con ingratitud todo lo que Jehová ha hecho por ellos, muy por encima de la bondad que ha mostrado a la humanidad en general? Consideraremos esto en el artículo siguiente.
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“Muéstrense agradecidos”La Atalaya 1988 | 1 de julio
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“Muéstrense agradecidos”
“Que la paz del Cristo controle en sus corazones [...]. Y muéstrense agradecidos.” (COLOSENSES 3:15.)
1. ¿De qué tienen que cuidarse los cristianos en este mundo desagradecido?
A TAL condición ha llegado este agitado siglo XX que muchas personas ya no saben expresar agradecimiento. Con cada año que pasa, menos se oyen expresiones de aprecio como “por favor” y “gracias”. La ingratitud se ha hecho parte del “aire”, el espíritu egoísta que domina a la gente de este mundo. (Efesios 2:1, 2.) Aunque los cristianos “no son parte del mundo”, tienen que vivir en él mientras exista el sistema de cosas actual. (Juan 17:11, 16.) Por lo tanto, tienen que mantenerse despiertos para no caer bajo la influencia de este espíritu de ingratitud y hacerse menos agradecidos.
2. a) ¿De qué maneras pueden expresar agradecimiento a Jehová sus siervos? b) ¿Qué se requiere además de expresiones verbales de agradecimiento?
2 Con frecuencia podemos expresar aprecio por la bondad de Dios al conversar con nuestros compañeros de creencia. Puede ser que en sus oraciones personales la mayoría de los cristianos dedicados den gracias varias veces al día a su Padre celestial, Jehová, por Su bondad. También expresamos agradecimiento en las oraciones de la congregación y mientras entonamos cánticos del Reino en las reuniones cristianas. Por supuesto, el expresar agradecimiento con palabras es relativamente fácil. Sin embargo, el apóstol Pablo animó a sus hermanos de Colosas, no solo a decir que estaban agradecidos, sino también a mostrar o demostrar agradecimiento en su vida diaria. Escribió: “Que la paz del Cristo controle en sus corazones, porque, de hecho, ustedes fueron llamados a ella en un solo cuerpo. Y muéstrense agradecidos”. (Colosenses 3:15.)
Mucho motivo para agradecer
3. ¿Por qué debemos estar agradecidos a Dios todos?
3 Todo el que vive tiene abundante motivo para estar agradecido. El motivo principal es el mismo gozo de vivir, porque todo lo que tenemos o pudiéramos planear perdería de súbito su valor si perdiéramos la vida. El salmista David instó a todos los humanos a recordar que “contigo [con Jehová Dios] está la fuente de la vida”. (Salmo 36:9.) Y el apóstol Pablo recordó a los atenienses la misma verdad eterna cuando habló en el Areópago. (Hechos 17:28.) Sí, tan solo el estar uno vivo es más que suficiente motivo para expresar agradecimiento. Y nuestro aprecio se profundiza cuando recordamos las facultades que Dios nos ha dado —los sentidos del gusto, el tacto, el olfato, la vista y el oído—, que nos permiten disfrutar de la vida y de las bellezas de la creación que nos rodean.
4. ¿Qué impedirá que recibamos las bendiciones de la vida sin asignarles su debido valor?
4 Con todo, muchos disfrutan de estas buenas dádivas sin asignarles su debido valor. Es solo al verse privados de una facultad —como la vista o el oído— cuando muchos se dan cuenta de las bendiciones que no apreciaron mientras se hallaban en buena salud. Los cristianos dedicados deben estar constantemente alerta para no deslizarse a una falta de aprecio similar. Tienen que esforzarse por seguir siendo tan agradecidos en actitud como el salmista que dijo: “Muchas cosas has hecho tú mismo, oh Jehová Dios mío, aun tus maravillosas obras y tus pensamientos para con nosotros; no hay nadie que pueda ser comparado a ti. Si me inclinara a informar y hablar de ellos, han llegado a ser más numerosos de lo que yo pueda relatar”. (Salmo 40:5.)
5. A pesar de las bendiciones adicionales que Israel recibió de Jehová, ¿qué derrotero vergonzoso siguió?
5 El Salmo 106 da un resumen poético de los actos poderosos de Jehová para bien de su pueblo, Israel. Los tratos de Dios con ellos iban por encima de la bondad y las bendiciones normales de la vida que él otorga a la humanidad en general. Sin embargo, como señala el salmista, ni siquiera estas ventajas hicieron que los israelitas continuaran mostrando aprecio por las bendiciones singulares que recibían. El Sl 106 versículo 13 informa: “Rápidamente olvidaron sus obras; no esperaron su consejo”. No, no era que el pasar del tiempo hubiera hecho que poco a poco se desvaneciera su agradecimiento, de modo que décadas después no recordaran lo que Dios había hecho por ellos. En vez de eso, rápidamente se les fue de la memoria aquello... solo semanas después de favorecerlos Jehová con extraordinarios milagros en el mar Rojo. (Éxodo 16:1-3.) Un dato lamentable es que los sucesos posteriores mostraron que la falta de agradecimiento se convirtió en un patrón de conducta regular en su vida.
Cómo mostrar agradecimiento
6. ¿Por qué no era penoso el requisito de dar el diezmo?
6 Jehová señaló con detalle tres modos específicos como los israelitas habían de mostrar aprecio genuino por Su bondad. Uno era por observar el requisito del diezmo dando a Jehová la décima parte de todos sus productos y su ganado. (Levítico 27:30-32.) Esto no sería penoso, porque de Dios venía la luz solar, el terreno fértil, la lluvia y el milagro del crecimiento. Por eso, el dar la décima parte a los sacerdotes en el santuario de Jehová era una expresión práctica de agradecimiento a Jehová mismo.
7. a) ¿Qué diferencia principal había entre dar el diezmo y hacer contribuciones a Jehová? b) Esto permitía que los israelitas revelaran ¿qué, acerca de sí mismos?
7 Otro requisito era hacer contribuciones a Dios en cantidades determinadas por lo que el corazón de cada israelita lo impulsaba a hacer. Aunque no se especificaba una cantidad fija, las contribuciones serían de las primicias... lo primero del grano, el vino y la lana de los rebaños. (Números 15:17-21; Deuteronomio 18:4.) Además, Jehová estipuló que su pueblo ‘no debería dar con titubeo’ y que debería dar “lo mejor de los primeros frutos maduros”. (Éxodo 22:29; 23:19.) Así se daba a los israelitas la oportunidad de mostrar de manera tangible que estaban agradecidos a Jehová. Podían revelar lo profundo de su agradecimiento por la cantidad de las contribuciones. ¿Contribuirían solo un racimo de uvas, o por tener un corazón generoso, darían un cesto lleno? Así cada persona o familia podía demostrar su agradecimiento sin coacción.
8. a) ¿Qué dos beneficios suministraba el espigueo? b) ¿Cómo podían manifestar generosidad y agradecimiento todos los implicados en el espigueo?
8 Una tercera manera específica de mostrar agradecimiento implicaba la provisión divina de espigar. Al tiempo de la cosecha, ciertas porciones se dejaban sin segar para beneficio de los necesitados. Esto no solo enseñaba compasión y consideración para los pobres, sino que también les garantizaba no subsistir de limosnas desmoralizadoras, que no requerían ningún esfuerzo de su parte. (Levítico 19:9, 10.) No se especificaba cuánto dejar para los necesitados. Pero si los agricultores israelitas desplegaban generosidad dejando una buena cantidad de grano en los bordes de sus campos y mostrando así favor a los pobres, glorificarían a Dios. (Proverbios 14:31.) De ellos quedaba determinar si la zona que dejaban sin segar era estrecha o ancha. Pero Dios recalcó su deseo de que se desplegara generosidad cuando estipuló que cualesquiera gavillas que se pasaran por alto en el campo o cualquier fruto que se dejara en el árbol o la viña debería quedar para los espigadores. (Deuteronomio 24:19-22.) En cambio, los espigadores podían demostrar su propio agradecimiento a Jehová por esta provisión mediante contribuir en Su lugar de adoración la décima parte de lo que recogieran.
Generosidad de corazón
9. ¿Por qué en realidad se causaban daño a sí mismos los que obraban con egoísmo?
9 Si los israelitas contribuían generosamente, la bendición de Jehová estaría sobre sus casas. (Compárese con Ezequiel 44:30; Malaquías 3:10.) Sin embargo, muchas veces sucedía que, a pesar de abundantes cosechas, los israelitas no hacían sus contribuciones. Entonces Dios utilizaba a reyes o profetas para darles recordatorios que revivificaran su agradecimiento. En realidad los que salían perdiendo eran los israelitas egoístas, porque Jehová no podía bendecir a los que retenían las contribuciones asociadas con su adoración o para los pobres.
10. a) ¿Qué buenos resultados tuvieron los recordatorios del rey Ezequías sobre agradecimiento? b) ¿Se continuó manifestando aprecio?
10 En cierta ocasión los recordatorios del rey Ezequías tuvieron como resultado una gozosa celebración de 14 días en Jerusalén. El pueblo se revivificó espiritualmente. Primero destruyeron todo objeto conectado con la adoración de ídolos y después “dieron montones sobre montones. [...] Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, procedieron a bendecir a Jehová y a su pueblo Israel”. (2 Crónicas 30:1, 21-23; 31:1, 6-8.) Pero, lamentablemente, después de reavivamientos periódicos como aquel la gente se olvidaba de nuevo de ser agradecida. Finalmente Dios no les mostró más paciencia, y permitió que su pueblo fuera llevado cautivo a Babilonia. Su ciudad y su hermoso templo fueron destruidos. (2 Crónicas 36:17-21.) Posteriormente, después de la restauración, ¡de nuevo cayeron en condición tan grave que Jehová comparó la tacañería de los judíos a robarle a él! (Malaquías 3:8.)
11. ¿Qué principio aprendido de la historia de Israel puede beneficiar a los cristianos de hoy?
11 ¿Qué principio podemos aprender de la historia errática de los israelitas? Este: mientras había firme agradecimiento en su corazón, lo demostraban dando “montones sobre montones,” con gozo, a Jehová. Pero cuando se les olvidaba ser agradecidos o eran muy deficientes en ello, casi desaparecía el dar con gozo de lo material. ¿Podrían desplegar tan mala actitud cristianos dedicados de hoy día? Sí, porque todavía somos humanos imperfectos. ¡Cuánto nos alegramos de que Dios hiciera un registro escrito de sus tratos con Israel para que nosotros, los que vivimos al fin de este sistema de cosas, podamos aprender y beneficiarnos de ellos! (Romanos 15:4; 1 Corintios 10:11.)
12. a) ¿Cómo se parece la situación del pueblo de Jehová hoy a la de los israelitas? b) ¿Qué debemos preguntarnos?
12 Como los israelitas, hoy día el pueblo de Jehová tiene muchas razones para mostrarse agradecido. Nosotros también hemos recibido más bendiciones que nuestros semejantes humanos. De hecho, sobre los propósitos de Jehová sabemos mucho más de lo que sabía el pueblo de Israel. Hemos aprendido que Dios estuvo dispuesto a sacrificar a su Hijo, y comprendemos las bendiciones que esto traerá a los que tienen la aprobación divina. Y hoy tenemos el privilegio de hallarnos en un paraíso espiritual, porque, desde 1919, Jehová ha creado una magnífica heredad espiritual para su pueblo. Sí, los testigos de Jehová tienen muchas razones adicionales para mostrar agradecimiento. Por eso, debemos preguntarnos: ¿Cuán agradecidos estamos a Dios? ¿Y cómo podemos mostrar que estamos agradecidos en este siglo XX?
Paralelos del día moderno
13, 14. Aunque los cristianos no están bajo la Ley de Moisés, ¿se puede derivar de la ley del diezmo algún paralelo que les aplique?
13 Los cristianos no están bajo la Ley de Moisés, que indicó cómo demostrar agradecimiento a Dios. (Gálatas 3:24, 25.) Nuestro “sacrificio” de alabanza a Jehová es “el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre”. (Hebreos 13:15.) Por eso, es principalmente así como los cristianos dedicados muestran su agradecimiento a Dios. Pero se pueden derivar interesantes paralelos de las leyes sobre el diezmo, las contribuciones y el espigueo.
14 Pagar el diezmo era dar la cantidad específica de una décima parte... y no se podía hacer otra cosa. Hoy sucede algo parecido: hay mandatos específicos para todo siervo de Jehová, y tampoco se puede hacer otra cosa. Tenemos que reunirnos con regularidad, y tenemos que predicar públicamente las buenas nuevas del Reino de Dios y ayudar a otros a hacerse discípulos de Cristo. (Hebreos 10:24, 25; Mateo 24:14; Mt 28:19, 20.)
15. En nuestros tiempos, ¿qué indicaciones de generosidad se asemejan a las que se revelaban como resultado de los arreglos de contribuciones y espigueo en el Israel antiguo?
15 Recuerde, también, los arreglos de las contribuciones y el espigueo. No se estipulaban cantidades específicas. De igual manera, las Escrituras no imponen cantidades específicas de tiempo que cada testigo de Jehová deba dedicar al servicio sagrado. La cantidad de tiempo que se dedique a estudiar la Palabra de Dios y predicarla a otros se deja a la motivación de corazones generosos, altruistas. De manera similar, es el corazón de cada individuo lo que debe dictar hasta qué grado contribuirá materialmente para el adelanto de los intereses del Reino. El grado de agradecimiento determinará si el siervo de Dios hoy traerá “montones sobre montones” o solo lo suficiente para irla pasando. (2 Crónicas 31:6.) Sin embargo, como en el caso de Israel, mientras más agradecimiento demuestre uno, mayores serán las bendiciones que recibirá de Dios.
Maneras de mostrar agradecimiento
16-18. ¿De qué maneras específicas pueden mostrarse agradecidos los cristianos dedicados?
16 Una de las maneras más directas de demostrar agradecimiento a Jehová es participando en el ministerio de tiempo completo. ¿Es tanto su agradecimiento que su corazón anhele eso? Bien se ha dicho del precursor de éxito que primero debe tener el deseo de servir y después las circunstancias apropiadas. Cuando hay agradecimiento profundo, el corazón repleto de aprecio rebosa del intenso deseo de dar a Dios la mayor cantidad de servicio posible. ¿Es eso lo que usted siente? El que sus circunstancias actuales le impidan participar en el ministerio de tiempo completo no debe apagar en usted el espíritu de precursor. Usted puede dar apoyo y estímulo sincero a los precursores.
17 Si no puede ser precursor ahora, ¿pudiera ser precursor auxiliar de vez en cuando? Cada año hay períodos especiales durante los cuales la congregación cristiana anima a sus miembros a esforzarse más de lo usual en la predicación. Por ejemplo, los meses del verano son ideales para muchos, y en octubre hay actividad adicional en la campaña de obtener suscripciones a las revistas. Respecto a dedicar más tiempo al servicio sagrado, rige el principio de que el agradecimiento impele a la generosidad.
18 Otra manera específica de mostrar agradecimiento es apoyando el programa teocrático de construcción que adelanta por toda la Tierra. En muchos países se están edificando nuevos Salones del Reino, y se agrandan los ya existentes para dar cabida a las muchedumbres que asisten a las reuniones. Se construyen nuevos Salones de Asamblea, y hay expansión de Hogares Betel y fábricas. ¡Qué manera práctica de mostrar agradecimiento a Jehová... contribuir nuestro esfuerzo o apoyo financiero para estos proyectos de construcción!
El excelente ejemplo de la viuda necesitada
19. ¿Qué dato le impresiona más respecto a la viuda necesitada en el templo?
19 Un muy conocido ejemplo bíblico de mostrar agradecimiento mediante una dádiva material generosa es el de la viuda descrita por Jesús. (Lucas 21:1-4.) Ella tiene que haber sabido que sus dos monedas de tan poco valor no tendrían mucho efecto en la buena condición material del templo ni de los que servían en él. Pero no miró al templo ni a los sacerdotes que servían allí diciéndose: ‘Ellos llevan mejor vida que yo y están en mejor edificio que mi humilde hogar’. Es cierto que el templo era mucho más lujoso y bello. “Estaba adornado de piedras hermosas y cosas dedicadas.” (Lucas 21:5.) Pero eso no impidió que la viuda diera su contribución. Quería mostrar agradecimiento a Jehová, no a los hombres que servían en el templo.
20. ¿Cómo podemos desplegar la misma admirable actitud de la viuda pobre?
20 De este ejemplo el pueblo de Jehová hoy día aprende una lección. Como la viuda necesitada, saben que sus contribuciones, grandes o pequeñas, se dan a Dios. Y tienen la garantía de saber que la organización terrestre de Jehová está estructurada de modo que nadie pueda alguna vez lucrarse financieramente. Los edificios e instalaciones de la Sociedad se construyen y funcionan para que trabajadores devotos obtengan el mejor resultado en la producción, con buena calidad, de Biblias y de ayudas para el estudio de la Biblia, y en dar adelanto al Reino. Esto está en contraste agudo con la manera escandalosa como usan el dinero contribuido ciertos evangelizadores de la televisión, según informes recientes.
Beneficio de que se nos recuerde ser agradecidos
21, 22. Los corazones que aprecian, ¿cómo deben responder cuando bondadosamente se les recuerda que deben manifestar agradecimiento?
21 Los israelitas necesitaron que se les recordara constantemente su deber para con Jehová, especialmente lo necesario de exteriorizar su agradecimiento. Por lo general se revivificó el aprecio en su corazón cuando se les habló de ello, con el resultado de que expresaron su aprecio y agradecimiento por más que solo palabras. Estuvieron dispuestos a dar “montones sobre montones” de productos agrícolas a Jehová para uso en Su casa de adoración.
22 Del mismo modo, que los del “Israel de Dios” de hoy día y sus compañeros de la “gran muchedumbre” siempre piensen así. (Gálatas 6:16; Revelación 7:9.) Que sus corazones agradecidos los muevan a dar “montones sobre montones” de alabanza a Jehová. Entonces podrán decir en verdad: “Estamos mostrándonos agradecidos a nuestro Dios generoso y amoroso, Jehová”.
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