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  • Material informativo, presentado con claridad
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 21

      Material informativo, presentado con claridad

      1-3. ¿Por qué se necesita material específico para que el discurso de uno sea informativo?

      1 Los discursos que valen la pena comienzan con preparación diligente, y eso exige tiempo y esfuerzo. ¡Pero qué galardonador es! Usted aumenta su fondo de conocimiento exacto y tiene algo verdaderamente provechoso para compartirlo con su auditorio. Más bien que hablar en generalidades, usted tiene detalles iluminadores que ofrecer, y sabe que lo que dice es correcto. Esto edifica el aprecio del auditorio a la Palabra de Dios, y por lo tanto honra a Jehová. Nuestra consideración de material informativo particularmente envuelve lo que usted dice en su discurso. Considere brevemente los diversos aspectos del asunto. Es el primer punto en la hoja de Consejo Oratorio.

      2 Material específico. Un discurso que exprese solo generalidades carece de peso y autoridad. Es cosa vaga. Deja al auditorio en incertidumbre. Si se quiere que las ideas se recuerden, éstas tienen que ser específicas, exactas. Esto da evidencia de investigación y conocimiento del asunto.

      3 Esta cualidad se puede adquirir en la preparación por medio de preguntar: ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? y así por el estilo. Generalmente no basta con decir que algo pasó. Dé nombres de lugares, fechas, quizás razones. No basta con declarar ciertas verdades. Muestre por qué son ciertas; muestre por qué es valioso conocerlas. Si está dando instrucción, explique cómo se ha de hacer algo. Lo que determinará cuánta de esta elaboración es esencial es lo que ya sabe el auditorio sobre el asunto. Por lo tanto, considere al auditorio para asegurarse de los detalles que se necesitan.

      4-6. Para que su discurso sea informativo para su auditorio particular, ¿qué factores hay que tener presentes?

      4 Informativo a su auditorio. Lo que pudiera serle informativo a un auditorio quizás no añadiría nada al conocimiento de otro grupo, o hasta pudiera dejarlo en total oscuridad. Es obvio, entonces, que el material debe ser apropiado para un auditorio particular. Por ejemplo, en un discurso acerca de cómo se efectúa nuestra obra, el material se trataría de maneras muy diferentes en una reunión de servicio que al hablar a una persona que está considerando dedicarse a Jehová, o en un discurso a un grupo mundano.

      5 Estos factores también tienen que considerarse en las varias asignaciones que se dan en la Escuela del Ministerio Teocrático. El material que se presenta en cualquier discurso asignado debe considerarse según lo que sea el auditorio, el marco de circunstancias y el propósito del discurso. Estos factores serán determinados por la clase de discurso y el marco de circunstancias que haya arreglado el discursante. Por supuesto, el discurso de instrucción será un discurso a la congregación. Otros discursos quizás varíen, siendo identificados el auditorio y el propósito por el marco de circunstancias. En todos los casos, tanto el estudiante como el consejero pueden preguntarse: ¿Está el material adaptado al auditorio particular envuelto en la presentación? ¿Recibirá por él información e instrucción el auditorio?

      6 En preparación, pregúntese: ¿Qué quiero lograr con este discurso? ¿Cuánto de lo que quiero decir sabe ya esta persona o grupo? ¿Qué base o fundamento debo colocar antes de que estos puntos puedan hacerse claros? ¿Cómo lo diría de manera diferente a un grupo totalmente diferente? Las comparaciones muchas veces clarifican nuestros puntos de vista. Trate diferentes maneras de tratar los asuntos ante diferentes grupos en su preparación aunque sea solo para darse cuenta de la diferencia al considerar el auditorio y hacer el material informativo al auditorio particular al que usted va a dirigir la palabra.

      7, 8. ¿Cómo podemos hacer prácticos nuestros discursos?

      7 Material de valor práctico. Mucho se puede aprender, pero no todo ello es práctico. Para nosotros, el material informativo tiene que ver con las cosas que tenemos que saber para el vivir cristiano, para nuestro ministerio. Queremos saber cómo usar esta información que hemos adquirido.

      8 El estudiante, al prepararse, y el superintendente de la escuela, al aconsejar, pudieran considerar este punto preguntando: ¿Qué principios guiadores deben hallarse en el discurso? ¿Pudiera usarse el material al tomar decisiones? ¿Puede adaptarse al ministerio del campo la información que se presenta? ¿Magnifica la Palabra de Dios y señala a Su propósito? Pocos discursos pueden contribuir toda esta información, pero para ser práctico, el material que se presenta debe ser utilizable de algún modo al auditorio.

      9-11. ¿Por qué es tan importante la exactitud en las declaraciones?

      9 Exactitud en las declaraciones. Los testigos de Jehová son una organización donde rige la verdad. Debemos querer hablar la verdad y ser absolutamente exactos en todo detalle en todo tiempo. Esto debe ser así no solo en lo concerniente a doctrina, sino también al citar, en lo que decimos acerca de otros o cómo los representamos, también en asuntos que envuelven datos científicos o noticias.

      10 Declaraciones equivocadas pronunciadas ante un auditorio quizás se repitan y el error se magnifique. Las inexactitudes que un auditorio reconoce hacen surgir preguntas en cuanto a la autoridad del discursante en cuanto a otros puntos, y quizás hasta hagan que se ponga en tela de juicio la verdad del mensaje mismo. Una persona recientemente interesada que escuchara esas declaraciones, y que hubiera oído un punto de vista diferente expresado en otra ocasión, pudiera llegar a la conclusión de que hay desunión de pensamiento entre los testigos de Jehová y descontinuar su asociación sin siquiera revelar por qué razón.

      11 El consejero no debe destrozar cada declaración que hace el estudiante, especialmente si es nuevo en la verdad y por lo tanto no está plenamente establecido en las cosas más profundas de la Palabra de Dios. Más bien, con prudencia ayudará a moldear el pensamiento del estudiante y a mostrarle cómo mejorar su exactitud por medio de prepararse cuidadosamente de antemano.

      12, 13. ¿De qué valor es el material esclarecedor adicional?

      12 Material esclarecedor adicional. Pensamientos presentados como resultado de la meditación o que se puedan obtener por investigación adicional sobre un asunto pueden contribuir mucho a un discurso y a veces pueden evitar una repetición no instructiva de información que el auditorio ya conoce. Añade frescura a la presentación, aviva el interés del auditorio, y puede hacer verdaderamente deleitable un asunto con que se está muy familiarizado. Además, da confianza al discursante. Él se apresta a dar su discurso con un entusiasmo que nace de saber que tiene algo un poco diferente que presentar.

      13 Un peligro que debe evitarse es la especulación privada. Se deben usar los Índices de la Sociedad y tenerse como apoyo. Investigue los índices de las publicaciones de la Sociedad, y las notas sobre los textos bíblicos. Asegúrese de que lo que usted diga sea esclarecedor, no una falsa representación.

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      14-16. ¿Qué se debe hacer al preparar un discurso para declarar las cosas sencillamente?

      14 Al prepararse también es importante dar atención cuidadosa a cómo va a decir lo que se propone decir. Es a esto que se refiere la hoja de Consejo Oratorio al hablar de “Claro, entendible.” El no dar atención adecuada a esto puede impedir que usted se comunique debidamente con su auditorio, o puede estorbar el que ellos retengan lo que oyen. Este asunto tiene tres aspectos principales que debemos considerar.

      15 Declarado sencillamente. Esto no significa que tiene que haberse pensado de antemano qué frases usar. Pero las ideas que se van a presentar deben ser analizadas y ciertos factores definidos deben tomarse en consideración. Esto generalmente resultará en un discurso bien unido y en la expresión de pensamiento que es sencillo, puesto en lenguaje claro. Un asunto que es envuelto en la mente del orador será complicado en la presentación.

      16 Se debe evitar la preparación apresurada de último momento. Cada punto del discurso debe pensarse en su totalidad cabalmente hasta que le sea sencillo y claro al discursante. El repasar estos puntos en preparación para presentarlos los hará tan definidamente perfilados en su mente que saldrán fácilmente cuando se les necesite y serán diáfanamente claros tanto para el auditorio como para el discursante.

      17, 18. ¿Por qué deben explicarse los términos poco conocidos?

      17 Términos poco conocidos explicados. Nuestro estudio de las Escrituras y de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower nos ha dado un vocabulario de términos que son hasta buen grado extraños para los que no están familiarizados con nuestra obra. Si fuéramos a explicar las verdades de la Biblia a algunos auditorios, usando términos de esta índole, o mucho de lo que dijéramos se perdería o nuestro discurso sería completamente ininteligible.

      18 Considere a los que forman su auditorio. ¿Qué nivel de entendimiento tienen? ¿Cuánto saben de nuestra obra? ¿Cuántas de estas expresiones entenderán ellos tan fácilmente como las entiende el discursante? Términos como “teocracia,” “resto,” “otras ovejas,” hasta “Armagedón” y “Reino,” pueden comunicar un pensamiento diferente a la mente del oyente, o ningún pensamiento. Aun términos como “alma,” “infierno” e “inmortalidad” tienen que ser explicados si el que escucha no está familiarizado con nuestra obra. Pero si el discurso se pronuncia a la congregación, no es necesario explicar términos como éstos. Así que el marco de circunstancias debe tomarse en consideración.

      19, 20. ¿Cómo podemos evitar tener demasiado material?

      19 No demasiado material. Un discurso puede contener tanta información que la gran cantidad de material inunde al auditorio y el entendimiento sea opacado o hasta se pierda por completo. Para lograr el propósito de un discurso, no se debe introducir más material que el que claramente se puede tratar en el tiempo disponible. No se debe expresar más de lo que razonablemente puede absorber el auditorio. Además, el material presentado a un extraño o una persona recientemente interesada tendría que ser simplificado considerablemente en comparación con material sobre el mismo asunto cuando se presenta a la congregación. En esto, también, el consejero debe tomar en cuenta a qué tipo de auditorio habla el discursante.

      20 ¿Cómo sabrá el estudiante cuánto material poner en un discurso? La comparación será una ventaja al prepararse. Analice lo que usted tiene para presentar. ¿Cuántos de estos puntos sabrá ya el auditorio, por lo menos en parte? ¿Cuántos serán completamente nuevos? Mientras más amplio el fundamento de conocimiento que ya se tenga, más se podrá edificar sobre él en un período de tiempo dado. Pero si casi no se sabe nada del asunto que se considerará, entonces debe ejercerse gran cuidado en cuanto a cuánto se dirá y cuánto tiempo tomará explicar estos puntos para que el auditorio los comprenda completamente.

  • Introducciones eficaces
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 22

      Introducciones eficaces

      1-3. En la introducción de un discurso, ¿de qué manera puede usted despertar interés en el asunto que se considera?

      1 Despertando interés. La introducción de un discurso debe despertar interés en el asunto de éste. Debe captar la atención de su auditorio y prepararlo para dar consideración favorable a lo que sigue. Para lograr esto, es necesario mostrar a su auditorio lo valioso del asunto que usted trata.

      2 Una de las mejores maneras de despertar interés en un discurso es envolver en él a su auditorio. Haga que se den cuenta de que esta información les es vital, que tiene que ver con su vida. Al hacer esto, debe comenzar desde el nivel del auditorio. Eso quiere decir que lo que usted diga debe estar dentro de lo abarcado por el conocimiento general de los que le escuchan. Pudiera ser una ilustración, o un problema, o una serie de preguntas. Pero siempre debe ser algo con que esté familiarizado su auditorio, para que puedan entenderlo y aplicarlo a sí mismos.

      3 Quizás en algunos casos sea necesario vencer algún prejuicio en su introducción. Esto pudiera acontecer, particularmente, si el asunto que se considera es intensamente polémico. En estos casos su introducción es vital si usted quiere tener consigo a su auditorio hasta que pueda abarcar eficazmente los argumentos que establecen su punto. En el ministerio de casa en casa a menudo es posible vencer una objeción corriente por medio de mencionarla primero con prudencia y entonces pasar al material que usted desea considerar.

      4-6. ¿Qué otros factores ayudarán a nuestras introducciones a despertar interés?

      4 Lo que usted dice es siempre de importancia primordial. Pero para despertar interés por medio de su introducción, cómo usted lo dice es probablemente más importante que en cualquier otra parte del discurso. Por esta razón su introducción exige cuidadosa preparación de antemano no solo en cuanto a lo que usted va a decir, sino también en cuanto a la manera en que usted se propone presentarlo.

      5 Ordinariamente, las oraciones cortas y sencillas lograrán mejor su propósito en la introducción. Puesto que la selección de palabras es tan importante en lograr su objetivo en el corto tiempo que tiene disponible para la introducción, pudiera ser una ventaja para usted el preparar las primeras dos o tres oraciones muy cuidadosamente. Escríbalas en sus notas para que pueda leerlas, o apréndalas de memoria para que sus palabras de apertura tengan toda la fuerza que merecen y exigen. Además, esto le dará más confianza al principio y una oportunidad de obtener suficiente compostura para seguir hablando extemporáneamente.

      6 He aquí otros puntos en cuanto a la presentación de su introducción, aunque su consejero no se preocupará en cuanto a estos puntos con relación a esta cualidad de la oratoria. Si usted se siente nervioso, disminuya la velocidad y hable con la voz en grado de elevación hacia el tono grave. Hable con confianza, pero evite toda impresión de ser dogmático. El dar esa impresión pudiera alejar de usted a su auditorio desde el principio.

      7. ¿Cuándo debe preparar usted su introducción?

      7 Aunque la introducción de un discurso es lo primero que se presenta, generalmente se prepara más eficazmente después que el resto del discurso ha sido bien organizado. Esto le permitirá saber lo que sería mejor decir para introducir adecuadamente el material que ha preparado.

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      8-10. ¿Cómo podemos hacer nuestras introducciones apropiadas al tema?

      8 Apropiada al tema. Solo si su introducción es apropiada al tema llevará con eficacia al asunto. Debe ejercerse gran cuidado para usar en la introducción solo lo que contribuya a su propósito al hablar. Por supuesto, debe estar en armonía con la dignidad del mensaje del Reino y preparada de modo que no ofenda a los que quizás sean extraños en el auditorio.

      9 Su introducción no solo debe llevar al asunto que usted considera, sino que debe presentar claramente el aspecto particular del material que usted va a tratar. Esto significa limitar el asunto que usted trata a un tema específico y entonces, de alguna manera, identificar ese tema tanto como sea práctico en su introducción. Si usted no declara el tema específicamente, pudiera, en algunos casos, usar palabras claves o temáticas en la introducción. De esta manera su auditorio no esperará que abarque otros aspectos del asunto como pudiera sugerir el título de su discurso.

      10 Todos los discursos deben ser un todo unido, sin empezar con una cosa y terminar con otra. Además, este asunto de que una introducción sea apropiada al tema debe equilibrarse con el hacer que la introducción despierte interés. En otras palabras, no se debe sacrificar el tema sencillamente por un buen cuento al principio. El propósito del discurso debe dominar la selección de su material. Y debe cuadrar y estar en coherencia con el cuerpo del discurso.

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      11-14. ¿De qué manera podemos determinar si la introducción es de largura apropiada?

      11 De largura apropiada. ¿Cuán larga debe ser una introducción? No hay una contestación específica que satisfaga toda situación. La largura de la introducción depende del tiempo que se permita para el asunto mismo, el propósito del discurso, el auditorio implicado y muchos otros puntos como ésos.

      12 En realidad, al escuchar un discurso, usualmente debería ser difícil, por la continuidad, el marcar una división claramente definida entre la introducción y el cuerpo. Este es el problema que tendrá su consejero al tratar esta cualidad en su hoja de Consejo Oratorio. Todo estudiante usa declaraciones introductorias en su discurso, pero el consejero se interesará en esto: ¿Es su introducción tan divagadora, tan detallada, tan larga, que su auditorio se inquieta antes de que usted llegue a los argumentos principales que va a presentar?

      13 Una introducción debe adelantar en progresión definida, ordenada y rápida de pensamientos hacia el asunto sin sacrificar cualidades que despierten el interés. Debe ser completa, sin brechas o lagunas. Esto exige pensamiento cuidadoso, porque si su comienzo está tan apartado de su asunto que exige explicación larga y detallada, entonces lo mejor sería revisar su introducción y quizás hallar un nuevo punto de comienzo.

      14 Si es difícil hallar una división marcada entre la introducción y el cuerpo del discurso, entonces lo más probable es que su introducción sea de largura apropiada. Indicará que usted ha llevado tan bien a su auditorio a su material que éste está escuchando los argumentos que usted presenta sin en realidad percatarse de ello. Por otra parte, si los del auditorio comienzan a preguntarse cuándo va a llegar usted al grano, entonces puede estar seguro de que su introducción es demasiado larga. Esta es frecuentemente una debilidad en las presentaciones de casa en casa, donde, de una puerta a otra, a menudo hay necesidad de cambiar la largura de sus introducciones.

      15, 16. ¿De qué largura debe ser la introducción de un discurso cuando es parte de un simposio?

      15 Cuando usted presenta el único discurso del programa, o presenta un discurso estudiantil, su introducción pudiera ser más larga que en otras ocasiones. Pero si su discurso es parte de una serie de discursos relacionados, o simposio, o si es parte de una reunión de servicio, entonces su introducción puede ser breve e ir al grano porque es parte de un todo unido que ya ha tenido introducción. Las introducciones largas y envueltas consumen innecesariamente mucho tiempo. Es el cuerpo del discurso lo que comunicará las ideas que usted quiere presentar.

      16 En resumen, su introducción es solo para establecer contacto, despertar interés y llevar al asunto que va a considerar. Haga esto con la mayor prontitud que se pueda y entonces pase a la verdadera “carne” del asunto que considera.

  • Volumen y uso de pausas
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 23

      Volumen y uso de pausas

      1, 2. ¿Por qué debemos hablar con suficiente potencia?

      1 A menos que otros lo puedan oír fácilmente, el valor de lo que usted diga se perderá. Por otra parte, si su volumen es demasiado alto, puede irritar al auditorio y de ese modo detraer de los excelentes pensamientos que ha preparado. La necesidad de que nos preocupemos en cuanto al volumen adecuado es cosa evidente en muchos Salones del Reino, en que los que comentan desde el frente del salón a menudo no pueden ser oídos por los que están atrás. A veces el que habla desde la plataforma quizás hable sin el volumen necesario y por eso no sea fuente de inspiración para su auditorio. En el servicio del campo, también, nos encontramos con personas que no pueden oír bien y tenemos que competir con ciertos ruidos, sea desde dentro de las casas que visitamos o de afuera. Todo esto indica que tenemos que dar consideración cuidadosa al volumen apropiado.

      2 Suficientemente fuerte para ser oído con comodidad. La primera cosa que se debe considerar al determinar cuánto volumen usar se analiza mejor usando la pregunta: ¿Se ejerció la potencia de voz necesaria? Es decir, ¿se le oyó en la última fila sin que ahogara a los de la primera? Esa pudiera ser consideración suficiente para el estudiante que está empezando, pero los que son más adelantados que éste deben esforzarse por dominar los siguientes aspectos de este asunto también. El superintendente de la escuela debe determinar hasta qué grado cada estudiante ha de ser aconsejado sobre esta cualidad.

      3-10. ¿Qué circunstancias nos ayudarán a determinar la cantidad de volumen que debemos usar?

      3 Volumen ajustado a las circunstancias. El discursante debe estar alerta a las condiciones variantes en medio de las cuales habla. Esto amplía sus facultades de discernimiento, lo hace más flexible y le permite llegar a su auditorio y retenerlo con mayor facilidad.

      4 Las condiciones varían de salón en salón y con la cantidad de personas que forman el auditorio. Para dominar las circunstancias usted tiene que dominar el volumen. El presentar un discurso en el Salón del Reino exige más volumen que en la sala de la casa de una persona que recientemente haya mostrado interés. Además, un grupito que esté hacia la parte anterior del salón, como para reunirse para el servicio del campo, requerirá menos volumen que cuando el salón está lleno, como en una reunión de servicio.

      5 Pero hasta estas condiciones no son constantes. Ruidos súbitos surgen dentro y fuera del salón. El pasar de un automóvil, un tren cercano, ruidos fuertes de animales, el llorar de niños, alguien que llega tarde... todas estas cosas exigen un ajuste en su potencia de voz. El no reconocer estos ruidos y compensar por ellos con el volumen hará que algo, quizás un punto vital, se pierda.

      6 Muchas congregaciones tienen equipo amplificador para la voz. Pero si no se ejerce cuidado en su uso, y el volumen fluctúa extremadamente de fuerte a débil, entonces quizás sea necesario aconsejar al estudiante por no haber prestado consideración a estas circunstancias. (vea el Estudio 13 sobre el uso del micrófono.)

      7 A veces a un discursante se le hace difícil dominar este asunto del volumen sencillamente debido a su calidad de voz. Si éste es su problema y su voz sencillamente no se proyecta con amplitud, el superintendente de la escuela considerará esto al suministrar consejo. Quizás sugiera ciertos ejercicios o un programa de entrenamiento que le ayude a desarrollar y fortalecer la voz. No obstante, la calidad de la voz en sí misma es un asunto separado para consejo y no se le dará énfasis al considerar su volumen.

      8 En un discurso no se puede juzgar toda circunstancia que existe. Se debe aconsejar en cuanto al discurso del momento, no sobre toda posibilidad que pudiera surgir. No obstante, si parece existir la necesidad para ello, el superintendente de la escuela pudiera advertir al estudiante de posibles problemas que pudiera afrontar en diferentes circunstancias, aunque al estudiante se le encomia por el discurso del momento y su hoja de consejo se marca “B.”

      9 ¿Cómo puede determinar el estudiante si su volumen es amplio? Uno de los mejores indicadores de esto es la reacción o respuesta del auditorio. Un discursante experimentado observará cuidadosamente a los que están en las filas de atrás del salón durante su introducción y podrá determinar por la expresión y actitud general de éstos si pueden oír cómodamente o no, y variará su volumen de acuerdo con esto. Una vez que percibe lo que se necesita en cuanto a volumen en el salón, no tiene más dificultad.

      10 Otro medio es observar a otros discursantes que estén en el mismo programa. ¿Se les oye con facilidad? ¿Cuánto volumen están usando? Ajuste el suyo según esto.

      11, 12. ¿Por qué es esencial tener volumen ajustado al material?

      11 Volumen ajustado al material. Este aspecto de nuestra consideración del volumen no debe confundirse con la modulación. En la actualidad sencillamente estamos interesados en ajustar el volumen al material particular que se considera. Por ejemplo, si se estuvieran leyendo denunciaciones en las Escrituras, es obvio que el volumen se regularía de manera diferente a cuando el estudiante estuviera leyendo consejo acerca de amor entre los hermanos. Compare también Isaías 36:11 con los versículos 12 y 13 de Isa 36 y vea las diferencias que deben haber existido en la manera en que estas declaraciones se expresaron. El volumen debe adaptarse al material, pero nunca se debe exagerar.

      12 Al decidir cuánto volumen usar, analice su material y su propósito cuidadosamente. Si quiere cambiar la manera de pensar de su auditorio, no lo aleje por demasiado volumen. No obstante, si desea estimularlo a actividad llena de vigor, quizás el volumen pudiera ser más fuerte. Si el material pide fuerza, no lo debilite hablando en tono demasiado suave o bajo.

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      13-16. Señale lo valioso del uso de pausas.

      13 Al presentar su discurso, las pausas colocadas en los lugares apropiados son casi tan importantes como el volumen adecuado. Sin ellas, el significado de las declaraciones fácilmente puede oscurecerse y los puntos principales que su auditorio debe recordar no hacen una impresión duradera. Las pausas le dan a usted confianza y equilibrio, permiten mejor control de la respiración y una oportunidad de cobrar compostura en los puntos difíciles del discurso. Las pausas le muestran al auditorio que usted está en pleno dominio de la situación, que no está indebidamente nervioso, que está tomando en consideración a su auditorio, y que tiene algo que quiere que el auditorio escuche y recuerde.

      14 El discursante novicio debe adquirir sin perder tiempo la habilidad de hacer pausas eficaces. Primero, usted debe convencerse de que lo que va a decir es importante y que desea que se recuerde. Al corregir a un niño, la madre a veces dice algunas cosas que llaman la atención del niño antes de pasar a decirle lo que quiere. No habla una sola palabra más hasta que el niño le ha dado plena atención. Entonces dice lo que se propone decir. Desea asegurarse de que el niño no pase por alto lo que ella está diciendo y de que eso se recuerde.

      15 Algunas personas nunca hacen pausas, ni siquiera en el habla diaria. Si ése es su problema, usted querrá cultivar esta cualidad para mejorar la eficacia de su ministerio en el campo. En éste nuestra habla tiene forma de conversación. El hacer pausas de modo que el amo de casa no interrumpa, sino que escuche y espere, exige la clase correcta de pausar. Pero la habilidad y eficacia en hacer pausas en la conversación es tan esencial y tan recompensadora como lo es esa habilidad cuando se ejercita en la plataforma de los oradores o discursantes.

      16 Un problema serio en cuanto al uso apropiado de las pausas en un discurso es tener demasiado material. Evite esto. Permítase tiempo para las pausas; son cosa esencial.

      17-21. Explique la importancia de pausar para puntuación.

      17 Pausa para puntuación. El hacer pausas para puntuación sencillamente quiere decir para claridad de pensamiento; para poner en agrupación aparte ideas relacionadas; para indicar frases, cláusulas, el fin de las oraciones y los párrafos. Frecuentemente esos cambios se pueden indicar por la inflexión, pero las pausas son eficaces también para dar puntuación oral a lo que se dice. Y tal como las comas y los puntos y comas tienen diferente significado en las divisiones de las oraciones, así deben variar las pausas según su uso.

      18 Pausas puestas fuera de lugar pudieran cambiar por completo el pensamiento de una oración. Sirven de ilustración de esto las palabras de Jesús en Lucas 23:43: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso.” Si los dos puntos, o pausa, se pusieran entre las palabras “digo” y “hoy” el resultado sería un pensamiento completamente diferente, como lo muestra la manera común en que se interpreta mal este texto. Por lo tanto, el hacer pausas correctamente es esencial para comunicar el pensamiento que se quiere comunicar.

      19 Aprenda a puntuar oralmente en el habla extemporánea por medio de observar toda puntuación escrita cuando lea. La única puntuación escrita que a veces puede ser pasada por alto al leer es la coma. Algunas veces el hacer una pausa o no ante una coma es cosa de selección personal. Pero los puntos y comas, puntos, comillas, y también la división en párrafos, todo esto se debe observar.

      20 Pudiera serle útil, al leer un discurso escrito o una porción de la Biblia, el marcar el material de lectura. Trace una pequeña línea vertical entre las frases donde haya de insertarse una pausa breve (quizás solo como en vacilación); dos líneas o una “X” para una pausa más larga.

      21 Por otra parte, si en su práctica de lectura ciertas oraciones le son extrañas y usted repetidamente hace las pausas donde no debe, pudiera hacer con un lápiz marcas pequeñas como de enlace entre todas las palabras que componen una frase. Entonces, a medida que lee, no pause ni se detenga brevemente sino hasta que llegue a la última de las palabras que haya enlazado. Muchos discursantes u oradores de experiencia hacen esto.

      22-24. ¿Por qué es necesario pausar para un cambio de pensamiento?

      22 Pausas para cambio de pensamiento. En una transición de un punto principal a otro, una pausa da al auditorio una oportunidad de reflexionar. Además, evita el que se interpreten mal ciertas cosas. Da a la mente una oportunidad de ajustarse, de reconocer el cambio en dirección y seguir el desarrollo del nuevo pensamiento que se presenta. El que el discursante pause al cambiar ideas es tan importante como lo es para un conductor de automóvil el disminuir la velocidad para doblar.

      23 En un discurso expresado en sus propias palabras, el material debe organizarse de tal manera en el bosquejo que se permita una pausa entre los puntos principales. Esto no tiene que interrumpir la continuidad o la coherencia del discurso, pero las ideas deben formularse tan bien que usted pueda ir edificando cierto punto particular hasta un clímax o culminación, pausar, y entonces seguir adelante a un nuevo pensamiento. Esas culminaciones y cambios hasta se pueden marcar en su bosquejo, si es necesario, para que usted los recuerde.

      24 Las pausas para cambio de pensamiento por lo general son más largas que las pausas para puntuación; no obstante, en un discurso no se deben alargar sobremanera las pausas largas, porque retardan desagradablemente el discurso. Además, es probable que suenen como afectación.

      25-28. Muestre cómo el uso de pausas nos ayuda a dar énfasis a un punto así como a tratar con circunstancias perturbadoras.

      25 Pausa para énfasis. Una pausa para énfasis es usualmente una pausa dramática. Crea expectativa o da al auditorio una oportunidad de reflexionar.

      26 El pausar antes de un punto importante crea espera por lo que viene. Una pausa después permite que toda la fuerza de la idea penetre. Estos dos usos de la pausa no son lo mismo, así que usted tiene que decidir cuál es la más apropiada en cierto momento particular o si se han de usar ambas.

      27 Las pausas para énfasis se deben limitar a declaraciones profundamente significativas, pues si no es así se pierde su valor.

      28 Pausa cuando las circunstancias lo exigen. Las interrupciones frecuentemente exigen que un discursante pause momentáneamente. Si una perturbación no es demasiado seria y usted puede aumentar el volumen y continuar, ordinariamente esto sería lo mejor. Pero, si una perturbación es lo suficientemente seria como para interferir completamente con el discurso, entonces usted debe pausar. El auditorio apreciará su consideración. Además, muchas veces el auditorio no está escuchando, de todos modos, porque la perturbación momentánea lo ha distraído. Por eso, use las pausas eficazmente, para asegurarse de que su auditorio reciba el beneficio pleno de las buenas cosas que usted quiere decirle.

  • Dirigiendo la atención a la Biblia
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 24

      Dirigiendo la atención a la Biblia

      1, 2. ¿Por qué debemos dirigir a nuestros oyentes a la Biblia?

      1 Nuestro deseo en el ministerio es dirigir la atención de toda persona a la Palabra de Dios, la Biblia. Ésta contiene el mensaje que predicamos, y queremos que la gente se dé cuenta de que lo que decimos no es de nuestra propia originalidad, sino de Dios. La gente que ama a Dios confía en la Biblia. Cuando se les lee, estas personas escuchan y toman a pechos su consejo. Pero cuando sacan su propio ejemplar de la Biblia y la lean para sí mismas, la impresión se hace considerablemente más profunda. Por eso, en el ministerio del campo, cuando las circunstancias lo hagan posible, es sabio animar al amo de casa a conseguir su propio ejemplar de la Biblia y buscar los textos junto con usted. Igualmente, en las reuniones de congregación, si a todos se les anima a usar su Biblia, los nuevos reconocerán más rápidamente que ésta es la fuente de nuestras creencias, y todos se beneficiarán por el énfasis añadido que da la impresión visual.

      2 Por lo tanto, usted definitivamente tendrá una ventaja al cumplir su propósito de hablar si los de su auditorio, dondequiera que sea práctico, siguen su lectura de textos de las Escrituras con sus propias Biblias. El que lo hagan o no lo hagan depende a gran grado de si usted les da el estímulo apropiado. A esto es que se refiere la hoja de Consejo Oratorio con la frase “Auditorio animado a usar la Biblia.”

      3, 4. ¿Cómo podemos hacer esto con eficacia?

      3 Por sugerencia. Una de las mejores maneras de hacer esto es extender una invitación directa al auditorio para que use la Biblia; este método se usa con frecuencia. A veces se puede tener el mismo resultado con sencillamente decir dónde se encuentran los textos antes de leerlos; quizás así: “Ahora mientras leemos 2 Timoteo 3:1-5, piense en las condiciones que existen en esta misma vecindad.” Entonces, al pasar al texto, mire alrededor para ver si el auditorio se está aprovechando de la sugerencia. Usualmente empezarán a buscar el texto también.

      4 Le toca al discursante decidir a cuáles textos, si a algunos, quiere dar énfasis haciendo que el auditorio los busque. Observe a su auditorio. Esté interesado en ver si le están siguiendo en su lectura. Aun si por alguna razón se requiere que usted presente un discurso leyéndolo de un escrito, usted frecuentemente puede tratar con los textos claves de tal manera que el auditorio lo siga con sus Biblias.

      5, 6. Explique por qué es beneficioso el permitir tiempo para que el auditorio halle los textos que pensamos leer.

      5 Permitiendo tiempo para hallar el texto. El meramente citar un texto bíblico no es suficiente. Si usted lo lee y entonces pasa a otro antes que el auditorio tenga tiempo para hallarlo, al fin se desanimarán y desistirán. Observe a su auditorio, y cuando la mayoría haya localizado el texto, entonces se puede leer.

      6 Usualmente es aconsejable hacer referencia al texto con suficiente tiempo de anterioridad de la lectura que se propone hacer para que no se pierda tiempo valioso por pausas largas frecuentes o “rellenar” innecesario mientras el auditorio busca el texto. Pero el pausar apropiado aquí es correcto. Por otra parte, si la referencia se hace temprano en su introducción del texto usted debe recordar que algunas de las cosas que usted diga no van a ser seguidas tan estrechamente como otras. Por lo tanto, en ese caso las cosas que son pertinentes al adelantamiento del argumento tendrían que ser declaradas antes de hacer la referencia.

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      7-18. ¿Qué métodos se pueden usar para introducir eficazmente los textos bíblicos?

      7 Los textos que se usan en un discurso son generalmente los puntos focales del discurso. Los argumentos tienen como centro estos textos. Por lo tanto, lo que contribuyan al discurso depende de lo eficazmente que se les use. Por eso el asunto de “Textos con introducción apropiada,” que se anota en su hoja de Consejo Oratorio, es un asunto importante que merece consideración.

      8 Hay gran variedad de maneras en que se puede introducir, leer y aplicar un texto bíblico. A veces, por ejemplo, la introducción de un texto no solo lleva a la lectura sino que también señala la aplicación, de modo que la lectura misma únicamente da énfasis o remate al punto. Por otra parte, algunos textos se usan con efecto poderoso cuando no se habla palabra ninguna de introducción, como, por ejemplo, al mismo comienzo de un discurso.

      9 Para aprender a dar introducción eficaz a los textos, analice lo que hacen los oradores de experiencia. Trate de identificar diferentes maneras en que se introducen los textos. Considere su eficacia. Al preparar sus propios discursos dé consideración por adelantado a lo que ha de lograr el texto, especialmente si es un texto clave a un punto principal. Proyecte cuidadosamente su introducción para que se le use con el mejor efecto. He aquí algunas sugerencias:

      10 Una pregunta. Las preguntas exigen respuestas. Estimulan el pensamiento. Permita que el texto y su aplicación suplan la contestación. Por ejemplo, al considerar transfusiones de sangre, quizás usted esté haciendo la introducción de Hechos 15:28, 29, después de haber mostrado claramente la prohibición que se dio según las Escrituras Hebreas. Pudiera introducir el texto preguntando: “Pero, ¿están los cristianos bajo esta misma prohibición? Note esta decisión autoritativa del cuerpo gobernante de la congregación primitiva al ser ellos impulsados por el espíritu santo.”

      11 Una declaración o principio, que haya de recibir el apoyo del texto que se introduce. Por ejemplo, en un discurso acerca de la delincuencia usted pudiera decir: “Aun nuestra selección de compañeros es un factor importante en lo que haya de ser nuestra actitud hacia lo correcto y lo incorrecto.” Entonces podría leer las palabras de Pablo en 1 Corintios 15:33 como apoyo para su declaración.

      12 Citando la Biblia como autoridad. Especialmente para textos bíblicos secundarios se pudiera decir sencillamente: “Note lo que declara la Palabra de Dios sobre este punto.” Esto es suficiente causa para esperar la lectura del texto y provee una razón clara por la cual usarlo.

      13 Un problema. En un discurso sobre el “infierno,” usted pudiera decir: “Si un hombre fuera a sufrir en llamas de fuego eternas, eso querría decir que tendría que estar consciente después de la muerte. Pero note lo que dice Eclesiastés 9:5, 10.”

      14 Selección múltiple. Si una pregunta directa o un problema pudiera ser demasiado difícil para cierto auditorio particular, presente varias posibilidades y permita que el texto y su aplicación suministren la respuesta. Al hablar a un católico usted pudiera usar Mateo 6:9 para mostrar a quién correctamente debe dirigirse la oración. Una pregunta directa o problema directo pudiera dirigir la atención de la mente del amo de casa en la dirección incorrecta, por lo tanto usted pudiera decir: “Hay muchos puntos de vista sobre a quién debemos orar. Unos dicen que es a María, otros dicen que es a uno de los ‘santos,’ pero otros dicen que solo a Dios debemos orar. Veamos ahora lo que Jesús dijo.”

      15 Marco histórico. Si usted fuera a usar Hebreos 9:12 en un discurso acerca del rescate para mostrar que Jesús, por ofrecer su propia sangre, “obtuvo liberación eterna para nosotros,” pudiera hacérsele necesario el preceder su lectura del texto con una explicación breve del “lugar santo” del tabernáculo, lo cual, según indica Pablo, representó el lugar donde entró Jesús.

      16 Contexto. A veces la situación que rodea un texto según se explica en los versículos circundantes es útil para introducir un texto. Por ejemplo, al usar el texto de Lucas 20:25 para mostrar lo que significa ‘pagar de vuelta a César las cosas de César,’ quizás le sería ventajoso explicar el que Jesús usara una moneda con la inscripción de César, según se relata el pasaje en el contexto.

      17 Combinación. Por supuesto, las combinaciones de estos métodos también son posibles y frecuentemente provechosas.

      18 La introducción de un texto bíblico debe despertar suficiente expectativa como para que se preste atención cuando el texto se lee y debe enfocar la atención en la razón que usted tiene para usar el texto.

      19, 20. ¿Cómo podemos determinar si hemos despertado interés por el texto que citamos?

      19 Despertado el interés en los textos que se han de leer. ¿Cómo puede usted saber cuando ha despertado interés por un texto? Principalmente por la respuesta del auditorio, pero también por la manera en que usted introduce el texto. Si al auditorio se le dejara en el aire por no leer usted el texto después de haberlo introducido, o si usted dejara una pregunta sin contestar en su introducción, entonces puede estar seguro de que ha despertado interés en el texto. Por supuesto, la introducción debe estar de acuerdo con el asunto que se trata y con el texto que se va a introducir. Y o el texto mismo o la aplicación que sigue debe contestar la pregunta que la introducción ha dejado sin contestar.

      20 La introducción del texto pudiera compararse con el sonido de trompeta que precede a una proclamación. El heraldo no se presenta para tocar un concierto entero. Más bien, las notas despertadoras de su trompeta hacen de la proclamación todo el centro de interés y atención. Introducido de este modo, su texto seleccionado será escuchado con gozo y beneficio profundos.

      21. ¿Por qué debemos enfocar la atención en la razón que tenemos para usar el texto?

      21 Atención enfocada en la razón para usar el texto. Aunque una introducción a un texto quizás deje sin contestar una pregunta, todavía debería por lo menos proveer alguna razón que muestre por qué es apropiado y digno de toda atención el texto. Por ejemplo, en una consideración de la Tierra como el hogar permanente del hombre usted pudiera estarse preparando para usar Revelación 21:3, 4. Junto con su argumento preliminar, pudiera decir: “Ahora, con este texto que sigue, Revelación 21:3, 4, busque usted el lugar donde estará la tienda de Dios cuando el sufrimiento y la muerte ya no existan.” No solo ha despertado interés por lo que sigue por medio de dejar algo sin decir para que el texto lo revele, sino que también ha enfocado la atención en la parte significativa de su texto, la cual usted fácilmente puede aplicar a su argumento después de leer el texto. Por dirigir así la atención al contenido mismo del texto bíblico, usted da énfasis a la importancia de la Palabra de Dios.

  • Leyendo y aplicando textos bíblicos
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 25

      Leyendo y aplicando textos bíblicos

      1-3. Al pronunciar discursos, ¿cómo debemos leer los textos bíblicos?

      1 Cuando usted habla a otros acerca de los propósitos de Dios, sea privadamente o desde la plataforma pública, su consideración gira alrededor de textos que usted lee de la Biblia. Por eso la lectura misma de esos textos debe hacerse bien. No se debe hacer como cosa de importancia ordinaria. Más bien, debe añadir estímulo a su presentación para que la lectura logre su propósito. Por esta razón la hoja de Consejo Oratorio alista “Textos leídos con énfasis” como algo que merece consideración especial de parte de todo el que desee ser un ministro hábil.

      2 Los textos bíblicos se deben leer con sentimiento, pero esto no se debe exagerar. La cantidad de expresión que se dé a un texto debe depender del texto mismo y su situación en el discurso. Debe añadir poder al argumento, pero no debe atraer atención a la lectura.

      3 Además, la lectura debe enfocar atención en la parte del texto que apoya su argumento. Debe recalcar y comunicar el punto para que el auditorio quede convencido. Así, el leer los textos bíblicos con el énfasis adecuado inspira confianza. Da peso de autoridad a la lectura.

      4, 5. ¿Qué se quiere decir por “palabras correctas enfatizadas”? Ilustre.

      4 Las palabras correctas enfatizadas. La razón por la cual se lee un texto debe regir lo que haya de recibir el énfasis. Si todo pensamiento que se expresa en el texto recibe el mismo énfasis, nada se destacará y el punto de su argumento se perderá. Por lo tanto, asegúrese de que las palabras a que se dé el énfasis principal sean las que llevan el pensamiento para el cual se usa el texto bíblico.

      5 Por ejemplo, si usted está usando Ezequiel 18:4 para probar que el pecado no lleva al tormento eterno, sino a la muerte, lo leería de esta manera: “El alma que esté pecando... ella misma morirá,” con énfasis especial en la palabra en letras cursivas. Pero si lo que usted quiere comunicar es que no es meramente el cuerpo, sino de hecho el alma lo que muere, usted transferiría el énfasis, leyendo: “El alma que esté pecando... ella misma morirá.” Su colocación del énfasis debe ser determinada por la razón que usted tiene para leer el texto.

      6-12. ¿De qué maneras podemos enfatizar las palabras portadoras del pensamiento de un texto?

      6 Se usa método eficaz de enfatizar. Las palabras portadoras del pensamiento que usted quiere hacer que se destaquen pueden recibir énfasis de varias maneras, y el medio que usted use debe estar en conformidad con el texto bíblico y el marco de circunstancias del discurso.

      7 La consideración de este aspecto de la cualidad “Textos leídos con énfasis” no tiene el propósito de tratar todos los métodos posibles de lograr énfasis oral. Usted tratará con estos detalles más cabalmente cuando estudie el énfasis que comunica sentido. Pero aquí se alistan algunos métodos para ayudarle a adquirir la habilidad de leer con eficacia sus textos bíblicos.

      8 Énfasis con la voz. Esto envuelve cualquier cambio en la voz, sea en grado de elevación, velocidad o potencia, que haga que las palabras que llevan el pensamiento se destaquen del resto de la oración.

      9 Uso de pausas. Esto se puede hacer antes o después de la porción clave de su texto, o en ambas ocasiones. El pausar inmediatamente antes de leer un pensamiento principal crea espera por lo que viene; el pausar después profundiza la impresión que se ha hecho.

      10 Repetición. Se puede dar énfasis a cierto punto particular por medio de interrumpirse y releer la palabra o frase. Este método debe tratarse con buen juicio.

      11 Ademanes. Movimientos del cuerpo, así como expresiones faciales, frecuentemente pueden ayudar a destacar una palabra o frase.

      12 Tono de la voz. En ciertas ocasiones el tono en que se lean las palabras puede afectar su significado y hacer que se destaquen, pero en esto, también, debe ejercerse buen juicio, especialmente al usar sarcasmo.

      13, 14. Cuando un amo de casa lee un texto, ¿cómo podemos dar énfasis a sus puntos claves?

      13 Textos que lee el amo de casa. Cuando un amo de casa lee un texto bíblico, quizás ponga el énfasis en las palabras que no lo deben llevar o no ponga ningún énfasis. ¿Qué se puede hacer entonces? Generalmente en ese caso lo mejor es que usted recurra a la aplicación del texto para recalcar los puntos que quiere enfatizar. Después de completarse la lectura, usted pudiera atraer la atención del amo de casa a estas palabras por medio de repetirlas o hacer preguntas.

      14 Hay otra manera en que se puede tratar esto, pero exige cautela y prudencia. Usted pudiera interrumpir la lectura en el punto apropiado, excusándose al hacerlo, y entonces atraer atención particular a la palabra o frase que se lee y que usted quiere que reciba énfasis. Si esto se puede hacer sin que el amo de casa se perturbe y sin causar hostilidad en él, puede ser eficaz, pero solo se debe hacer en ocasiones contadas.

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      15-17. ¿Por qué es importante esclarecer la aplicación de los textos?

      15 El leer un texto, aun con énfasis, usualmente no basta para que usted logre su propósito. Es cierto que a veces el texto bíblico mismo pudiera servir como la aplicación de la idea que usted se propone exponer en su argumento. Pero, en la mayoría de los casos, es necesario llamar atención nuevamente a las palabras del texto que llevan el pensamiento y entonces mostrar cómo aplican al argumento. Es a esto que se refiere la hoja de Consejo Oratorio con la expresión “Esclarecida la aplicación de textos.” Recuerde, la persona de término medio no está familiarizada con la Biblia y no puede absorber en una sola leída el punto que usted presenta. El volver a dar énfasis a las palabras claves y el aplicarlas permiten que las ideas penetren.

      16 Para que le sea posible aplicar un texto, debe ser apropiado a su argumento y, generalmente, debe tener una introducción apropiada. Entonces, teniendo presente la cualidad de enseñanza, usted querrá hacer su aplicación lo más sencilla posible.

      17 Además, debe entender claramente el texto y la aplicación que le dé debe ser exacta. Considere el contexto, los principios que se emplean o las personas implicadas cuando el uso que usted dé al texto pida tal cosa. Nunca use un texto bíblico de manera que esté fuera de armonía con lo que se proponía el escritor. Siga estrechamente las publicaciones de la Sociedad al aplicar los textos.

      18. ¿Cómo podemos aislar eficazmente las palabras claves que se han de aplicar?

      18 Aisladas las palabras que se han de aplicar. Antes de o durante la aplicación del texto, usualmente debe volverse a dar énfasis a las palabras claves. Esto es para asegurarse de que todo lo que haya en el texto que no esté relacionado con su argumento será subordinado o hecho secundario. Para hacer esto, no es necesario repetir las palabras mismas que aparecen en el texto, aunque así es generalmente como se hace. Pero en algunos casos usted puede, de alguna otra manera, enfocar con eficacia la atención de su auditorio en los pensamientos aislados que se consideran. Una manera en que usted puede hacer esto es sencillamente usando sinónimos al volver a declarar su idea. Otra es hacer preguntas. Si su presentación envuelve a un amo de casa, sus preguntas se pueden hacer de tal manera que saquen de la otra persona los pensamientos claves.

      19-22. ¿A qué cosa que debe venir después del uso del texto se refiere la expresión “comunicado el punto de la introducción”?

      19 Comunicado el punto de la introducción. Esto simplemente quiere decir asegurarse de que el propósito que usted tiene para usar el texto bíblico se entienda y comprenda claramente. Quizás a usted no le haya sido necesario o deseable por alguna razón dar introducción formal al texto. Eso no quiere decir que no es necesario hacer que el punto del texto quede bien comunicado. Pero, por lo general, usted habrá hecho por lo menos alguna preparación de antemano para su argumento antes de leer el texto. Ahora usted debe asegurarse de que algo venga que ponga el toque final de lo completamente claro a su uso del texto.

      20 Su auditorio y la importancia que tenga el punto dentro de la presentación del material en conjunto determinarán el grado a que se tenga que hacer la aplicación. Generalmente no basta con solo considerar el texto. Usted debe conectar con su argumento introductorio los pensamientos a que se dé énfasis en el texto. Debe decir claramente qué relación existe entre una cosa y la otra.

      21 Mientras más sencilla pueda ser su aplicación, y todavía lograr su propósito, mejor. No debe tener ningún detalle que no tenga que ver con lo que se trata. Esto se puede lograr reduciendo su argumento al menor número de hechos posible y entonces añadiendo solo lo que sea necesario para hacerlos entendibles. Si algo se ha dejado sin contestar en la introducción, su aplicación debe suplir la contestación.

      22 En este punto de su progreso en el programa de Entrenamiento en Oratoria, la sencillez y el ser directo deben ser su meta. Cuando la logre, su lectura y aplicación de textos bíblicos reflejará la habilidad de un maestro experimentado.

  • Uso de repetición y ademanes
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 26

      Uso de repetición y ademanes

      1-3. ¿Por qué es la repetición una técnica esencial del enseñar?

      1 Su propósito al hablar debe ser impartir información que su auditorio recuerde y pueda usar. Si la olvidan, el beneficio se ha perdido. Uno de los medios principales por los cuales usted puede ayudarles a fijar en la mente lo que dice es repetir los puntos que tienen la mayor importancia. Bien se ha dicho que la repetición es la madre de la retención. La repetición es una de las técnicas esenciales del enseñar. Ya usted ha aprendido su valor con relación a su uso de textos bíblicos. Pero “Repetición para énfasis” se alista por separado en su hoja de Consejo Oratorio porque aplica a otras partes de su discurso también.

      2 Para ayudarle a hacerse hábil en el uso de la repetición para énfasis, vamos a considerar el asunto desde dos diferentes ángulos. Cada uno tiene que ver con un medio diferente de repetir; cada uno tiene un diferente propósito en mira. Una repetición de puntos principales sirve como ayuda a la memoria. Una repetición de puntos que no se hayan entendido ayuda al entendimiento.

      3 Al considerar esta cualidad no solo es vital la presentación del discurso, sino también la preparación. Usted tiene que determinar de antemano qué ideas piden repetición y cuándo sería mejor repetirlas.

      4-6. Describa cómo el resumen “progresivo” y el resumen “concluyente” se pueden usar para repetir puntos principales.

      4 Repetición de puntos principales. Una repetición de puntos principales frecuentemente va acompañada por alguna clase de resumen. Consideraremos dos clases o tipos sobresalientes, llamándolos resumen “progresivo” y resumen “concluyente.”

      5 El resumen progresivo consiste en repasar los detalles esenciales de cada punto principal según se va considerando, uniendo en cada resumen sucesivo los detalles esenciales de los puntos principales que le han precedido. De esta manera el hilo del discurso se va haciendo cada vez más fuerte y firme.

      6 Al fin del discurso, un resumen concluyente, sea que se use o no con resúmenes progresivos, lo recoge todo junto y el discurso entero se puede repasar en unas cuantas declaraciones breves. De vez en cuando será una ayuda el mencionar el número exacto de puntos que se van a repasar. Esta es una ayuda más a la memoria.

      7-10. ¿Cómo se puede desarrollar interesantemente la repetición de puntos en estilo de resumen?

      7 Un resumen no tiene que ser una repetición seca o una nueva declaración seca de puntos o ideas. Puede lograrse de varias maneras: por ilustración, usando un texto bíblico, considerando el asunto desde un punto de vista diferente, por comparaciones o contrastes, por establecer paralelos, por usar sinónimos o preguntas. Por ejemplo, un resumen muy práctico de un discurso público pudiera ser una porción breve, de cinco minutos, usando los textos bíblicos básicos y los argumentos principales del discurso. Aquí está todo el discurso como en una cápsula, algo que casi todo el mundo puede llevarse consigo y usar.

      8 La repetición de estilo de resumen es particularmente útil en lo que tiene que ver con discursos en que están envueltas la razón y la lógica, y el tiempo que pasa entre la consideración y el repaso breve ayuda a hacer que los pensamientos se ahonden más profundamente en la mente del auditorio. No obstante, no siempre es necesario resumir un punto. Frecuentemente basta con simplemente declararlo de nuevo después como base eficaz para otro punto que se haya de desarrollar.

      9 Otra manera en que se pueden repetir los puntos principales es bosquejándolos en la introducción del discurso, y entonces seguir esto con un desarrollo extenso de estos puntos en el cuerpo o confirmación. Esta repetición ahonda más los pensamientos en la mente.

      10 Al familiarizarse con estas diferentes maneras de repetir puntos principales, mucho se puede lograr en cuanto a hacer a un discurso interesante y algo de que disfrutar, además de hacer que se recuerde con facilidad.

      11-14. ¿Qué factores claves están envueltos en la repetición de puntos que no se hayan entendido?

      11 Repetición de puntos que no se hayan entendido. El repetir o no un punto para que se entienda depende casi enteramente de su auditorio. Si es un punto esencial y no le sería claro sin tener la oportunidad de oírlo declarado más de una vez, usted debe considerarlo de nuevo de alguna manera o llegará al fin de su discurso sin que lo acompañe su auditorio. Por otra parte, la repetición innecesaria, la que no se emplea para énfasis, hará verboso y no interesante el discurso.

      12 Mantenga en mente a su auditorio al preparar el discurso. Esto debería ayudarle a algún grado a pensar de antemano en los problemas particulares que pudiera tener su auditorio. Prepárese para repetir esas ideas de alguna manera de modo que se puedan ver desde diferentes puntos de vista.

      13 ¿Cómo puede usted saber si no se le está entendiendo? Mire a su auditorio. Observe las expresiones faciales o, si habla a una o dos personas, haga preguntas.

      14 Pero note esto bien: El repetir las mismas palabras no siempre logrará lo que usted se propone. Para enseñar se necesita más que eso. Si su auditorio no lo entendió a usted la primera vez, el meramente decir las mismas palabras otra vez quizás no sea suficiente para hacer que se le entienda mejor. ¿Qué puede hacer usted en cuanto a esto? Usted debe hacerse adaptable. Esto pudiera exigir añadiduras de improviso a su discurso. El que usted aprenda a ajustarse a las necesidades del auditorio determinará a gran grado su eficacia como maestro.

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      15-18. ¿Cómo puede uno aprender a usar ademanes descriptivos?

      15 Los ademanes, también, añaden énfasis a lo que usted dice, y a menudo refuerzan el significado de la palabra hablada. De este modo suplementan y vigorizan las ideas. Casi no hay persona que hable sin hacer alguna clase de ademán. Por lo tanto, si usted no hace ademanes en la plataforma, su auditorio sabrá que usted no está tranquilo. Pero cuando hace ademanes de modo natural, el auditorio no pensará en usted; pensará en lo que está diciendo. Los ademanes lo ayudan a usted por medio de animarlo, agitando sus sentimientos y así poniendo vida en su presentación. No se deben sacar de algún libro. Usted nunca estudió para sonreír o reírse o mostrar indignación, de modo que no es necesario copiar los ademanes de otra persona, y mientras más naturales y espontáneos salgan, mejor. Las expresiones faciales van de concierto con los ademanes al comunicar sentimiento a la palabra hablada.

      16 Los ademanes caen en dos clasificaciones generales en cuanto a naturaleza: descriptivos y enfáticos.

      17 Ademanes descriptivos. Los ademanes descriptivos expresan acción o muestran dimensión y ubicación. Estos son los más fáciles de aprender. Por lo tanto, si a usted le es un problema hacer ademanes en la plataforma, trate primero con ademanes descriptivos simples.

      18 Cuando esté trabajando en esta cualidad en la escuela, no esté satisfecho con solo uno o dos ademanes. Trate de hacer ademanes por todo el discurso con frecuencia. Para hacer esto, busque palabras que muestren dirección, distancia, tamaño, extensión, velocidad, ubicación, contraste, posiciones relativas o comparación. Si se hace necesario, marque estas palabras de alguna manera en sus notas, para que le recuerden hacer ademanes en ese momento. Continúe esta costumbre, aunque reciba una “B” en la primera ocasión. Después de unos cuantos discursos usted verá que ya no tendrá que marcar sus ademanes o pensar en ellos por adelantado y hará ademanes con naturalidad.

      19, 20. ¿Para qué sirven los ademanes enfáticos?

      19 Ademanes enfáticos. Los ademanes enfáticos expresan sentimiento y convicción. Puntúan, vigorizan y refuerzan las ideas. Por lo tanto los ademanes enfáticos son esenciales. Pero ¡cuidado! Los ademanes enfáticos son por lo general de los que se convierten en manerismos. Para evitar esto, evite los ademanes repeticiosos.

      20 Si su problema es manerismos al hacer ademanes, limítese únicamente a ademanes descriptivos por algún tiempo. Una vez que se haya hecho hábil en ademanes de esta clase, los ademanes enfáticos deben llegar a ser cosa natural. Al adquirir experiencia y llegar a estar más tranquilo en la plataforma, sus ademanes enfáticos expresarán sus sentimientos internos naturalmente, demostrando su convicción y sinceridad. Añadirán significado a su discurso.

  • Haciendo resaltar el tema y los puntos principales
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 27

      Haciendo resaltar el tema y los puntos principales

      1-4. Explique lo que se quiere decir por el tema de un discurso.

      1 Todo discurso necesita un tema que le dé dirección y enlace todas sus partes de manera agradable. Sea cual sea su tema, debe difundirse por todo el discurso. Es la sustancia o esencia de su discurso; se pudiera expresar quizás en una sola oración y sin embargo incluiría cada aspecto del material presentado. El tema debería ser obvio a toda persona del auditorio, y lo será si se le da el énfasis apropiado.

      2 El tema de un discurso no es simplemente un asunto amplio, como “fe”; es el aspecto particular desde el cual se considera ese asunto. Por ejemplo, el tema pudiera ser “Su fe... ¿hasta dónde alcanza?” O pudiera ser “Se necesita fe para agradar a Dios” o “El fundamento de su fe” o “Siga aumentando en fe.” Aunque todos estos temas giran alrededor de la fe, cada uno considera el asunto de manera diferente y exige elaboración en direcciones completamente diferentes.

      3 En algunos casos usted quizás tenga que recoger material antes de seleccionar su tema. Pero el tema debe estar definitivamente establecido antes de que comience la preparación del bosquejo del discurso o antes de que se seleccionen los puntos principales. Por ejemplo, después de cada estudio bíblico de casa usted quizás quiera considerar la organización de los testigos de Jehová. Ese es un asunto amplio. Para decidir lo que dirá sobre este asunto, usted debe considerar a su auditorio y el propósito de su discurso. Con esto como base usted seleccionará un tema. Si usted estuviera tratando de iniciar a un nuevo en el servicio, quizás decidiría mostrar que los testigos de Jehová imitan a Jesucristo al predicar de casa en casa. Ese sería su tema. Todo lo que usted dijera se diría para desarrollar y establecer ese aspecto del asunto amplio, los testigos de Jehová.

      4 ¿Cómo puede usted dar énfasis a un tema en su discurso? Primero, usted debe seleccionar un tema apropiado, uno que convenga a su propósito. Esto exige preparación de antemano. Una vez que el tema ha sido seleccionado y su discurso ha sido desarrollado alrededor de éste, casi automáticamente recibirá énfasis si usted habla siguiendo el bosquejo que ha preparado. No obstante, en la presentación misma del discurso, el repetir de vez en cuando las palabras claves o la idea central del tema dará más seguridad de que el tema se comunique.

      5, 6. ¿Cómo puede usted determinar si un tema es apropiado o no?

      5 Tema apropiado. En la Escuela del Ministerio Teocrático usualmente no es problema tener un tema apropiado, porque en muchos casos se le suministra uno al discursante. Pero esto no será cierto en todo discurso que tenga que pronunciar. Por eso, es sabio dar atención cuidadosa al tema.

      6 ¿Qué determina si un tema es apropiado o no? Varias cosas. Usted tiene que considerar a su auditorio, su objetivo, y el material que se le ha asignado que abarque, si el caso es de esa índole. Si usted descubre que pronuncia discursos en los cuales no se da énfasis a ningún tema, eso se puede deber a que usted no esté realmente construyendo su discurso alrededor de alguna idea central. Es posible que esté incluyendo en el discurso demasiados puntos que realmente no contribuyen al tema.

      7, 8. Muestre maneras en que se puede hacer resaltar el tema.

      7 Palabras o idea del tema repetidas. Una manera en que se puede hacer que todas las partes de un discurso hagan resaltar el tema es repetir palabras claves declaradas en el tema o repetir la idea central del tema. En la música, un tema es una melodía repetida con suficiente frecuencia como para caracterizar la composición entera. En realidad, por lo general basta con solo unos cuantos compases para que se pueda reconocer la pieza. La melodía no siempre reaparece en la misma forma. A veces solo aparece una frase o dos de la melodía, a veces se usa una variación sobre el tema, pero, de una manera u otra, el compositor teje y entreteje con habilidad su melodía en la composición hasta que ésta está difundida en el todo y lo caracteriza.

      8 Así debe ser con el tema de un discurso. La repetición de las palabras claves o la idea temática es como la melodía que aparece y reaparece en una composición musical. Los sinónimos de estas palabras o la idea del tema central puesta en frases diferentes sirven como variaciones sobre el tema. Esos medios, empleados discretamente de manera que no se hagan monótonos, harán que el tema del asunto se haga la expresión característica de todo el discurso y será el pensamiento principal que su auditorio se llevará.

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      9-13. Explique lo que son los puntos principales de un discurso. Ilustre.

      9 Después de determinar el tema de su discurso, el siguiente paso en la preparación es seleccionar los puntos principales que piensa usar en la elaboración del discurso. En su hoja de Consejo Oratorio esto está alistado como “Hizo resaltar puntos principales.”

      10 ¿Qué son los puntos principales de un discurso? No son sencillamente ideas o puntos interesantes que se declaran brevemente de paso. Son las secciones principales del discurso, las ideas que reciben desarrollo hasta punto considerable. Son como rótulos de anaqueles o carteles en tiendas de comestibles que ayudan a uno a identificar lo que contiene una sección de anaqueles, y determinan lo que se puede incluir en esa sección y lo que debe dejarse fuera. Bajo el rótulo CEREALES, las jaleas y las compotas estarían fuera de lugar y solo confundirían a la gente. Bajo el cartel CAFÉ Y TÉ no debería estar el arroz. Si los rótulos de los anaqueles quedan escondidos debido a demasiada acumulación o sobrecarga de artículos, entonces es difícil hallar las cosas. Pero si los carteles permanecen claramente visibles, uno puede reconocer rápidamente lo que está delante de uno. Así sucede con los puntos principales de su discurso. Mientras se les pueda percibir y tener presentes, su auditorio necesitará muy pocos apuntes para seguirle hasta su conclusión.

      11 Otro factor. La selección y uso de los puntos principales variarán según el auditorio y el propósito del discurso. Por esta razón, el superintendente de la escuela debe evaluar la selección de puntos principales del estudiante sobre la base de cómo los usa el estudiante, no por alguna selección arbitraria de puntos que el consejero haya hecho de antemano.

      12 Al hacer su selección, escoja solo los puntos esenciales. Por lo tanto, pregúntese: ¿Qué hace esencial un punto? Es esencial si usted no puede lograr el propósito de su discurso sin él. Por ejemplo, en una discusión sobre el rescate con una persona que no estuviera familiarizada con esa doctrina, es vital establecer que Jesús fue humano en la Tierra, pues de otro modo sería imposible mostrar la cualidad de correspondencia en su sacrificio. Por lo tanto usted consideraría este punto como uno de los puntos principales de la consideración. Pero si usted ya hubiera probado a esta persona que la Trinidad es un concepto falso, entonces su consideración de la posición que Jesús ocupó como humano pudiera ser solo secundaria debido a que ya se acepta. Y debido a esto entonces sería comparativamente sencillo establecer el valor correspondiente del rescate de Jesús. En ese caso la consideración de Jesús como humano no sería punto esencial.

      13 Por lo tanto, pregúntese: ¿Qué sabe ya mi auditorio? ¿Qué debo establecer para lograr mi propósito? Si sabe la contestación a la primera pregunta, puede contestar la segunda al recoger su información, poniendo a un lado, temporalmente, todos los asuntos que ya se saben y buscando y colocando en el menor número de grupos posible los puntos restantes. Estos grupos llegan a ser sus carteles de identificación en cuanto a qué alimento espiritual está presentando al auditorio. Estos rótulos o puntos principales nunca deben llegar a estar cubiertos o escondidos. Son sus puntos principales, que deben resaltar.

      14-17. Dé razones por las cuales no debemos tener demasiados puntos principales.

      14 No demasiados puntos principales. Sobre cada asunto solo hay unos cuantos puntos esenciales. En la mayoría de los casos se les puede contar con los dedos de una mano. Esto es cierto prescindiendo del tiempo que tenga para presentarlos. No caiga en el lazo común de tratar de hacer resaltar demasiados puntos. Cuando una tienda de comestibles llega a ser demasiado grande y hay demasiadas categorías, uno quizás tenga que pedir que alguien le diga dónde están las cosas. Es razonable que su auditorio solo pueda captar cierto número de diferentes ideas de una sentada. Y mientras más largo sea su discurso más sencillo debe hacerse y más fuertes y claramente definidos deben ser sus puntos claves. Por eso, no trate de hacer que su auditorio recuerde muchas cosas. Seleccione los puntos que usted cree que es absolutamente importante que ellos se lleven consigo y entonces pase todo su tiempo hablando acerca de éstos.

      15 ¿Qué determina si hay o no hay demasiados puntos? Declarado sencillamente, si cualquier idea se puede dejar fuera y todavía lograrse el propósito de su discurso, ese punto no es un punto clave. Para redondear el discurso usted quizás decida incluir un punto como conexión o recordatorio, pero no debe sobresalir tan prominentemente como los que de ninguna manera podrían omitirse.

      16 Otra cosa: usted tiene que tener suficiente tiempo para perfeccionar cada punto con éxito, conclusivamente. Si se tiene que decir mucho en poco tiempo, retenga a un mínimo los asuntos que el auditorio ya sabe. Quite todo menos los factores con que no está familiarizado el auditorio y haga éstos tan claros que se le haga difícil al auditorio olvidarlos.

      17 Como punto final, su discurso debe dejar una impresión de sencillez. Esto no siempre depende de la cantidad de material que se presente. Puede ser solamente la manera en que se hayan agrupado sus puntos. Por ejemplo, si usted entrara en una tienda en que todo estuviera acumulado en medio del piso, todo parecería amontonado y muy confuso. Usted tendría dificultad para hallar cualquier cosa. Pero, cuando todo está arreglado apropiadamente y todos los artículos relacionados están agrupados en un solo lugar e identificados por un cartel según la sección, el efecto es bastante placentero y se puede localizar fácilmente cualquier artículo. Haga sencillo su discurso agrupando sus pensamientos bajo solo unas cuantas ideas principales.

      18. ¿Cómo deben desarrollarse o perfeccionarse los puntos principales?

      18 Ideas principales desarrolladas por separado. Cada pensamiento principal debe sostenerse por sí mismo. Cada uno debe ser desarrollado por separado. Esto no evita un bosquejo breve o resumen de los encabezamientos principales en la introducción o conclusión de su discurso. Pero en el cuerpo del discurso usted debe hablar acerca de una sola idea principal por turno, permitiendo solo los traslapos o vueltas a lo anterior que sean necesarios para conectar pensamientos o para énfasis. El aprender a hacer un bosquejo temático ayudará mucho a determinar si los puntos principales se desarrollan o perfeccionan por separado.

      19-21. ¿Cómo deben utilizarse los puntos secundarios?

      19 Puntos secundarios enfocan en ideas principales. Puntos de prueba, textos bíblicos, u otro material que se presente deben enfocar la atención en la idea principal y amplificarla.

      20 Al prepararse, analice todos los puntos secundarios y retenga solo lo que contribuya directamente a ese punto principal, ya sea para aclarar, probar o amplificar el punto. Cualquier cosa que no tenga que ver con el punto debe ser eliminada. Solo confundirá el asunto.

      21 Cualquier punto relacionado a una idea principal debe ser conectado directamente a ese pensamiento por lo que usted diga. No deje al auditorio el aplicarlo. Haga clara la conexión que existe. Diga lo que es la conexión. Lo que no se dice por lo general no se entenderá. Esto se puede lograr repitiendo palabras claves que expresen el pensamiento principal o repitiendo la idea del punto principal de vez en cuando. Cuando usted domine el arte de enfocar todos los puntos secundarios en los puntos principales del discurso, y enlazar cada punto principal con el tema, sus discursos adquirirán una deliciosa sencillez que los hará fácil de pronunciar y difíciles de olvidar.

  • Contacto con el auditorio y uso de notas
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 28

      Contacto con el auditorio y uso de notas

      1. Explique la importancia del contacto con el auditorio y el papel que desempeña en esto el uso de notas.

      1 El tener buen contacto con su auditorio es una gran ayuda en la enseñanza. Se gana el respeto de ellos y le hace posible a usted enseñar con mayor eficacia. Su contacto con ellos debe ponerlo tan cerca de ellos que toda reacción de ellos sea sentida inmediatamente por usted como el orador o discursante. Su uso de notas desempeña un papel importante en determinar si usted tiene ese contacto con el auditorio o no. El tener muchas notas puede ser un estorbo, pero el uso hábil de las notas no perturba, aun si las circunstancias exigen que sean algo más largas que de costumbre. Eso se debe a que el discursante que es experimentado no pierde su contacto con el auditorio por mirar demasiado a las notas o mirarlas cuando no debe. En su hoja de Consejo Oratorio esto recibe atención, y está alistado como “Contacto con auditorio, uso de notas.”

      2-5. ¿Qué ayuda a tener contacto visual eficaz con el auditorio?

      2 Contacto visual con el auditorio. Contacto visual significa que usted ve a su auditorio. Significa no solo mirar al auditorio, sino mirar a los individuos del auditorio. Significa ver las expresiones del rostro de éstos y responder según éstas.

      3 El mirar a su auditorio no significa sencillamente un movimiento rítmico de un lado a otro de modo que nadie se quede sin haber sido mirado. Mire a alguien del auditorio y diga una oración o dos a ese individuo. Entonces mire a otro y diga otras cuantas oraciones a esa persona. No se quede mirando a alguien por tanto tiempo que éste se perturbe, y no concentre en solo unas cuantas personas de todo el auditorio. Continúe moviendo su atención por todo el auditorio de este modo, pero, al hablar a una persona, verdaderamente converse con esa persona y observe su respuesta o reacción antes de pasar a otra. Sus notas deben colocarse en el atril o estar en su mano o en la Biblia para que pueda darles miradas rápidas, con solo el movimiento de los ojos. Si se hace necesario mover toda la cabeza para ver sus notas, usted perderá contacto con su auditorio.

      4 Su consejero observará no solo cuán frecuentemente usted usa sus notas, sino cuándo las mira. Si usted está mirando sus notas cuando está llegando a una culminación, no verá cómo responde su auditorio. Si está consultando sus notas continuamente, también perderá el contacto. Esto generalmente indica o un hábito nervioso o falta de preparación para la presentación.

      5 Hay ocasiones en las cuales los oradores de experiencia tienen que pronunciar un discurso entero leyéndolo de un escrito, y, por supuesto, esto limita hasta cierto grado su contacto visual con el auditorio. Pero si están bien familiarizados con el material como resultado de buena preparación, pueden mirar a su auditorio de vez en cuando sin perder su lugar, y esto es un estímulo a la lectura expresiva de parte de ellos.

      6-9. Señale otro medio de conseguir contacto con el auditorio, y los peligros contra los cuales hay que estar en guardia.

      6 Contacto con el auditorio por dirigirse directamente a éste. Esto es tan esencial como el contacto visual. Tiene que ver con las palabras que usted usa al dirigirse al auditorio.

      7 Cuando usted habla privada o particularmente a una persona, usted le habla directamente diciendo “usted,” “su” o “nosotros,” “nuestro.” Donde sea apropiado, puede hablar de la misma manera a un auditorio más grande. Trate de considerar su discurso como una conversación con una o dos personas a la vez. Vigílelas cuidadosamente para que pueda responder a ellas como si en realidad le hubieran hablado. Esto dará connotación personal a su presentación.

      8 Sin embargo, he aquí una advertencia. Evite el peligro de hacerse demasiado familiar con su auditorio. Usted no tiene que hacerse íntimo, tal como no lo haría en la conversación dignificada con una o dos personas en la puerta en el ministerio del campo, pero puede ser y debe ser tan directo como en tal conversación.

      9 Otro peligro. Debe ser cuidadoso al usar los pronombres personales y no poner a su auditorio en categoría indeseable por su uso. Por ejemplo, en un discurso acerca de la delincuencia, usted no se dirigiría al auditorio de modo que diera a entender que los de su auditorio fueran los delincuentes. O, si en la reunión de servicio usted estuviera considerando el asunto de pocas horas, pudiera incluirse en el discurso, usando el pronombre “nosotros” en vez de siempre decir “usted” o “ustedes.” El mostrar consideración debe vencer fácilmente cualquier peligro de esta índole.

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      10, 11. ¿Qué debe animarnos a aprender a usar un bosquejo?

      10 Uso de bosquejo. Pocos discursantes en su comienzo empiezan usando un bosquejo. Generalmente ellos escriben su discurso por adelantado y entonces o lo leen o lo presentan de memoria. Su consejero pasará esto por alto al principio, pero cuando usted llegue a “Uso de bosquejo” en su hoja de Consejo Oratorio él lo va a animar a hablar usando notas. Cuando usted domine esto, descubrirá que ha dado un gran paso adelante como discursante u orador público.

      11 Niños y adultos que ni siquiera pueden leer pronuncian discursos, usando ilustraciones para sugerir ideas. Usted puede preparar su discurso con un bosquejo sencillo también, como las presentaciones bíblicas que se bosquejan en el Ministerio del Reino. Usted habla regularmente sin un escrito en el ministerio del campo. Puede hacerlo con la misma facilidad en la escuela, una vez que se haya propuesto hacerlo.

      12, 13. Dé sugerencias en cuanto a cómo hacer un bosquejo.

      12 Puesto que el trabajar en esta cualidad es para ayudarle a apartarse de un escrito, tanto en la preparación como en la presentación, no se aprenda de memoria su discurso. Eso derrotará el propósito de este Estudio.

      13 Si usted está usando textos bíblicos, se puede hacer las preguntas adverbiales: ¿Cómo? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? y así por el estilo. Entonces, según concuerden con su material, use estas preguntas como parte de sus notas. Al pronunciar su discurso, sencillamente lea un texto, hágase o haga a su amo de casa estas preguntas, según sea apropiado, y contéstelas. Así de sencillo puede ser este asunto.

      14, 15. ¿Qué factores no deberían desanimarnos?

      14 Los principiantes frecuentemente se preocupan pensando que olvidarán algo. No obstante, si usted ha desarrollado su discurso lógicamente, nadie siquiera echará de menos un pensamiento aunque sí lo pasara usted por alto. El abarcar el material no es el asunto que principalmente se está considerando en esta etapa, de todos modos. Ahora es más importante que aprenda a expresarse usando un bosquejo.

      15 Es posible que al presentar este discurso usted piense que ha perdido muchas de las cualidades que ya había aprendido. No se alarme. Volverán y usted se hallará más eficaz con ellas una vez que pueda aprender a hablar sin un escrito.

      16, 17. Al preparar notas, ¿qué debemos recordar?

      16 Un punto acerca de las notas que se usen para discursos en la escuela del ministerio. Se les debe usar para recordar ideas, no para recitarlas. Las notas deben ser breves. También deben ser nítidas, ordenadas y legibles. Si la situación que sirve de marco de circunstancias es una revisita, sus notas deben ser inconspicuas; quizás deban estar dentro de su Biblia. Si es un discurso en la plataforma y usted sabe que va a usar un atril, entonces las notas no deberían ser un problema. Pero si no está seguro, prepárese según lo conveniente.

      17 Otra ayuda es escribir el tema en la parte superior de sus notas. Los puntos principales deben destacarse también claramente al ojo. Trate escribiéndolos con todas las palabras en letras mayúsculas o subrayándolas.

      18, 19. ¿Cómo podemos practicar el uso de un bosquejo?

      18 Su uso de solo unas cuantas notas al presentar su discurso no significa que usted puede pasar cosas por alto al prepararse. Prepare el discurso en detalle primero, haciendo un bosquejo tan completo como el que desee. Entonces, prepare un segundo bosquejo, mucho más corto. Este es el bosquejo que de hecho usará para presentar el discurso.

      19 Ahora ponga ambos bosquejos enfrente de usted y, mirando solo al bosquejo abreviado, diga tanto como pueda sobre el primer punto principal. Entonces, mire al bosquejo más detallado y vea lo que haya pasado por alto. Pase al segundo punto principal de su bosquejo abreviado y haga lo mismo. Con el tiempo, el bosquejo más corto le será tan familiar que podrá recordar todo lo que hay en el bosquejo más detallado con solo mirar a sus pocas breves notas. Con la práctica y la experiencia usted empezará a apreciar las ventajas de hablar extemporáneamente y solo usará un escrito cuando absolutamente se exija. Se sentirá más tranquilo al hablar y su auditorio escuchará con mayor respeto.

  • Presentación con afluencia, como en conversación y con pronunciación correcta
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 29

      Presentación con afluencia, como en conversación y con pronunciación correcta

      1-4. Dé las causas y síntomas de la falta de afluencia.

      1 Cuando usted se coloca enfrente de un auditorio para pronunciar un discurso, ¿se encuentra frecuentemente buscando a tientas las palabras correctas? O, al estar leyendo en voz alta, ¿tropieza usted en ciertas expresiones? Si así es, tiene un problema con la afluencia. El que se expresa con afluencia es el que usa las palabras con facilidad. No quiere decir una persona “palabrera,” es decir, alguien que usa las palabras sin pensar o insinceramente. Es habla suave o agradable por su gracia, habla que fluye con facilidad o libertad. La afluencia está alistada en la hoja de Consejo Oratorio para recibir atención especial.

      2 Al hablar, las causas más comunes para la falta de afluencia son no tener los pensamientos con claridad en la mente y falta de preparación del material. Eso también puede ser el resultado de un vocabulario débil o pobre selección de palabras. Al leer, la falta de afluencia se debe usualmente a falta de práctica en leer en voz alta, aunque aquí también una falta de conocimiento de palabras hace que se tropiece o vacile. En el ministerio del campo, la falta de afluencia puede ser una combinación de estos factores junto con timidez o incertidumbre. En ese caso el problema es particularmente serio porque en algunos casos su auditorio literalmente se irá y lo dejará solo. En el Salón del Reino su auditorio no se irá literalmente, pero sus mentes divagarán y mucho de lo que usted diga se perderá. Así que es un asunto serio; la afluencia ciertamente es una cualidad que se debe adquirir.

      3 Muchos oradores tienen el desconcertante manerismo de insertar expresiones como “y . . . ah . . .” o “que . . . este . . .” o muletillas semejantes. Si usted no se da cuenta de la frecuencia con que suele añadir expresiones como ésas a su habla, usted pudiera probar con una sesión de práctica o ensayo en que haga que alguien le escuche y repita estas expresiones después de cada vez que usted las diga. Pudiera esperarle una sorpresa.

      4 Otras personas siempre hablan con regresiones, o sea, que comienzan una oración, entonces se interrumpen y empiezan de nuevo desde el principio. Si usted padece de este mal hábito, trate de vencerlo en su conversación diaria. Haga un esfuerzo consciente por pensar primero y poner el pensamiento con claridad en la mente. Entonces diga el pensamiento completo sin detenerse o cambiar de ideas “en medio de la corriente.”

      5-10. ¿Qué sugerencias se dan para mejorar la afluencia del discursante?

      5 Otra cosa. Estamos acostumbrados a usar palabras al expresarnos. Por lo tanto, las palabras deberían salir naturalmente si sabemos exactamente lo que queremos decir. Uno no tiene que pensar en las palabras. En realidad, es mejor, por la práctica, el sencillamente estar seguro de que la idea está clara en su mente y pensar en las palabras a medida que adelanta. Si hace esto, y si mantiene su mente puesta en la idea más bien que en las palabras que está enunciando, las palabras deberían venir automáticamente y sus pensamientos deberían ser expresados tal como usted verdaderamente los siente. Pero tan pronto como empiece a pensar en palabras en vez de ideas su habla se empezará a detener.

      6 Si su problema en la afluencia es asunto de selección de palabras, entonces se necesita algún estudio con regularidad para edificar un vocabulario. Note especialmente en La Atalaya y otras publicaciones de la Sociedad las palabras con que no esté familiarizado y añada algunas de ellas a su vocabulario diario.

      7 Puesto que la falta de afluencia en la lectura generalmente se debe a cierta falta de familiaridad con las palabras, sería bueno que usted practicara la lectura en voz alta con regularidad y sistemáticamente si éste es su problema.

      8 Una manera en que puede hacer esto es seleccionando un párrafo o dos de material y entonces leyéndolo con cuidado silenciosamente hasta que se familiarice con todo el pensamiento de esa porción. Aísle grupos de palabras que comuniquen un pensamiento por sí mismos, marcándolos si es necesario. Entonces empiece a practicar la lectura de esta porción en voz alta. En la práctica, lea el material varias veces hasta que pueda leer grupos enteros de palabras que comuniquen un pensamiento por sí mismos sin siquiera una vacilación o sin detenerse en lugares en que no debe.

      9 Las palabras raras o difíciles deben pronunciarse repetidas veces hasta poder decirse con facilidad. Después que pueda decir la palabra sola, entonces lea la oración entera con esa palabra en ella hasta que pueda añadirla a la oración tan libremente como puede hacer con las palabras que le son más familiares.

      10 También, tenga como práctica regular leer tan pronto como vea algo que se pueda leer. Por ejemplo, siempre lea el texto diario y los comentarios en voz alta la primera vez que los vea. Acostúmbrese a permitir que su ojo tome las palabras en grupos, expresando pensamientos completos, en vez de ver solo una palabra a la vez. Si practica, puede conquistar esta cualidad vital de hablar y leer con eficacia.

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      11-15. ¿De qué manera depende la cualidad de conversar de las expresiones que se usen?

      11 Otra deseable característica de la oratoria anotada en la hoja de consejo es “Cualidad de conversar.” Esto es algo que usted tiene en la vida cotidiana, pero ¿lo tiene cuando se levanta para pronunciar un discurso? De alguna manera, personas que conversan fácilmente aun con un grupo grande por lo general se hacen muy formales y algo “sermoneadoras” cuando se les pide que se preparen de antemano para “pronunciar un discurso.” Sin embargo, la manera más eficaz de hablar en público es el estilo de habla como en conversación.

      12 Uso de expresiones como en conversación. Mucha de la eficacia del habla como en conversación depende de las expresiones que se usen. Al preparar un discurso extemporáneo, generalmente no es bueno repetir las expresiones exactamente como aparecen en lo impreso. Un estilo escrito es diferente de la palabra hablada. Por lo tanto, forme estas ideas según su propia expresión individual. Evite usar oraciones de estructura envuelta o complicada.

      13 Su habla en la plataforma debe reflejar su expresión diaria. Usted no debe tratar de dar impresiones falsas en la plataforma. Aun así, su discurso preparado será naturalmente una cosa mejor expresada que su habla diaria, puesto que sus ideas están más cuidadosamente pensadas por adelantado y vendrán con mayor afluencia. Por consiguiente, sus expresiones mismas deberían resultar mejor fraseadas.

      14 Esto da énfasis a la importancia de la práctica diaria. Al hablar, sea usted mismo. Evite la vulgaridad. Evite la repetición constante de las mismas expresiones y frases para comunicar todo diferente pensamiento que tenga. Aprenda a hablar con significado. Enorgullézcase de que su conversación diaria sea de buena calidad y cuando esté en la plataforma, las palabras le vendrán con mayor facilidad y podrá hablar con una cualidad de conversar que le será llena de color, fácil y aceptable a cualquier auditorio.

      15 Esto es particularmente cierto en el ministerio del campo. Y en sus discursos estudiantiles, si está hablando a un amo de casa, trate de hablar como si estuviera en el servicio ministerial en el campo, usando las expresiones que usted usaría allí de manera natural y fácil. Esto producirá un discurso informal y apegado a la realidad y, lo más importante, lo entrenará para presentaciones más eficaces en el ministerio del campo.

      16-19. Señale cómo la presentación puede afectar la cualidad de conversar.

      16 Presentación al estilo de conversación. La cualidad de conversar en el discurso no depende solamente de las expresiones que se usen. Su manera o estilo de presentación también es importante. Esto envuelve el tono de la voz, la inflexión de la voz y la naturalidad de expresión. Es tan espontáneo como el habla de cada día, aunque amplificado para el auditorio.

      17 La presentación conversacional es exactamente lo contrario a la presentación afectada. No tiene ningún elemento de la presentación de “prédica” y está libre de todo fingimiento.

      18 Un modo en que frecuentemente pierden la cualidad de conversar los discursantes que están comenzando es el de dar demasiada preparación de antemano a la fraseología de la información. Al prepararse para la presentación, no piense que para estar debidamente preparado debe repasar el discurso palabra por palabra hasta que casi se lo sabe de memoria. En la oratoria espontánea, la preparación para la presentación debe dar el énfasis a un repaso cuidadoso de las ideas que se van a presentar. Estas deben repasarse como pensamientos o ideas hasta que un pensamiento siga fácilmente al otro en su mente. Si han sido desarrolladas lógicamente y se han planeado bien, esto no debe ser difícil, y al presentarse el discurso las ideas deben venir libre y fácilmente. Siendo así la cosa, si se expresan con un deseo de comunicar, la cualidad de conversar será parte de la presentación.

      19 Una manera en que usted puede asegurarse de esto es haciendo un esfuerzo por hablar a diferentes individuos del auditorio. Hable directamente a uno a la vez. Piense en esa persona como si hubiese hecho una pregunta, y entonces contéstela. Imagínese en conversación privada con esa persona mientras elabora ese pensamiento particular. Entonces pase a otra persona del auditorio y repita el mismo procedimiento.

      20-23. ¿Cómo puede uno hacer que su lectura suene natural?

      20 El mantener un estilo de presentación conversacional al leer es una de las cualidades más difíciles de dominar al discursar; sin embargo, es una de las más importantes. La mayor parte de nuestra lectura pública, por supuesto, es de la Biblia, al leer textos que son parte de un discurso en sus propias palabras. La Biblia debe leerse con sentimiento y con un sentido profundo de su significado. Debe ser una lectura viva. Por otra parte, los ministros verdaderos de Dios no emplean la inflexión santurrona del clero religioso. Los siervos de Jehová leerán Su Palabra con el énfasis natural y la realidad no pretensiosa que merece el lenguaje viviente de este Libro.

      21 Lo mismo es cierto hasta buen grado al leer La Atalaya o los párrafos en un estudio de libro. Aquí, de nuevo, las expresiones y la estructura de las oraciones no son deliberadamente conversacionales, y por eso su lectura no puede sonar así. Pero, si usted capta el sentido de lo que está leyendo y lo lee tan naturalmente y con tanto significado como pueda, frecuentemente lo puede hacer sonar como si fuera habla algo informal, aunque quizás un poco más formal de la que usted normalmente usaría. Por lo tanto debe ser costumbre suya el poner por escrito en la información cualesquier marcas que le sean útiles, si puede prepararse de antemano, y hacer lo mejor que pueda por presentar la lectura en un estilo que refleje la realidad y sea natural.

      22 En la lectura o el habla como de conversación, la sinceridad y la naturalidad son los puntos clave. Deje que su corazón rebose y hable con atractivo a sus oyentes.

      23 La buena habla no se puede asumir para cierta ocasión, tal como no se puede hacer eso con los buenos modales. Pero si usted usa buena habla todos los días, eso se mostrará en la plataforma de la misma manera que sus buenos modales aplicados en el hogar siempre se dejan ver cuando usted está en público.

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      24, 25. ¿Por qué es indeseable la pronunciación deficiente?

      24 Pronunciación. La pronunciación apropiada también es importante, y se alista por separado en la hoja de Consejo Oratorio. Aunque no todos los cristianos han recibido mucha educación académica mundana, tal como se observó que Pedro y Juan eran hombres iletrados y ordinarios, aun así es importante evitar que nuestra presentación del mensaje sufra desdoro debido a pronunciación deficiente. Esto es algo que se puede corregir fácilmente si le damos adecuada atención.

      25 Si la pronunciación de un individuo es muy mala, puede ser que hasta comunique ideas equivocadas a la mente de su auditorio, lo cual sería definitivamente indeseable. Cuando usted oye a alguien pronunciar mal una palabra en su discurso, el efecto general es que brilla en su mente como una luz o señal de parada. Es posible que usted hasta deje de seguir el hilo del argumento de la persona y empiece a pensar en la palabra que no pronunció bien. Ésta puede hacer que usted deje de prestar atención a lo que se está diciendo y la ponga en cómo se está diciendo.

      26, 27. ¿Qué problemas se alistan con relación a la pronunciación?

      26 Se pudiera decir que hay tres tipos generales de problemas con relación a la pronunciación. Uno es la pronunciación definitivamente errónea, en que el acento no se coloca en el lugar correcto o a las letras se les da el sonido incorrecto. Además, hay pronunciación que es correcta pero exagerada, demasiado precisa, dando la impresión de cosa afectada, hasta exhibición de superioridad, y esto no es deseable. El tercer problema es el habla descuidada, caracterizada por un constante “emborronar” de palabras, juntar demasiado las sílabas o dejar algunas sin pronunciar y otras cosas por el estilo. Estas cosas se deben evitar.

      27 Frecuentemente en nuestra habla de todos los días usamos palabras con las cuales estamos bien familiarizados; por lo tanto la pronunciación no es gran problema en lo que respecta a esto. El problema mayor surge en la lectura. Pero los testigos de Jehová leen mucho, tanto en público como particularmente. Leemos la Biblia a la gente cuando vamos de casa en casa. A veces se nos pide que leamos los párrafos en el estudio de La Atalaya, en un estudio bíblico de casa o en un estudio de libro de congregación. Es importante que la lectura sea exacta, que la pronunciación sea correcta. Si no lo es, da la impresión de que no sabemos de qué estamos hablando. También aparta del mensaje la atención.

      28-34. ¿Qué cosas pueden ayudar a uno a mejorar su pronunciación?

      28 El consejo sobre pronunciación incorrecta no debe sobrepasarse. Si hay alguna duda en cuanto a una palabra o dos, quizás baste con consejo en privado. Pero aun si solo se pronuncian mal unas cuantas palabras durante un discurso, si éstas son palabras que usamos regularmente en nuestro ministerio o en nuestra habla diaria, sería útil para el estudiante el que el superintendente de la escuela llamara atención a éstas para que él aprenda a pronunciarlas correctamente.

      29 Por otra parte, si al leer de la Biblia sucede que el estudiante no pronuncia bien uno o dos nombres hebreos, esto no se consideraría una debilidad sobresaliente. No obstante, si pronuncia mal muchos nombres, esto daría evidencia de falta de preparación, y se le debería suministrar consejo. Se debe ayudar al estudiante a aprender la pronunciación correcta y entonces practicarla.

      30 Lo mismo se puede decir de la pronunciación exagerada. Si realmente detrae del discurso debido a ser una costumbre constante, el estudiante debe recibir ayuda. También debe notarse que, al hablar rápidamente, la mayoría de las personas se inclinan a “emborronar” algunas palabras. No hay que dar consejo en este caso, pero si es costumbre regular, si un estudiante continuamente emborrona sus palabras y se hace difícil entender su habla o esto detrae del mensaje, entonces sería aconsejable que se suministrara alguna ayuda en cuanto a articulación.

      31 Por supuesto, su consejero recordará que la pronunciación aceptable quizás varíe en diferentes localidades. Aun los diccionarios frecuentemente alistan más de una pronunciación aceptable. Por lo tanto él ejercerá cuidado al aconsejarlo en cuanto a pronunciación. No lo hará un asunto de preferencia personal.

      32 Si usted tiene un problema con la pronunciación, no le será difícil corregirlo cuando concentre en ello. Aun discursantes u oradores experimentados, al recibir una asignación de lectura, sacan el diccionario y buscan palabras con las cuales no están bien familiarizados. Ellos no hacen simplemente un conato de pronunciación en cuanto a ellas. Por eso, use el diccionario.

      33 Otra manera en que se puede mejorar la pronunciación es leyéndole a otra persona, especialmente a alguien que sí pronuncia las palabras bien, y pedirle que lo detenga y lo corrija cada vez que usted cometa un error.

      34 Un tercer método es escuchando cuidadosamente a los buenos discursantes. Piense mientras escucha; note especialmente las palabras que pronuncian de manera diferente a usted. Escríbalas; investíguelas en el diccionario y practíquelas. Pronto usted también tendrá pronunciación correcta. La presentación con afluencia y como en conversación, junto con la pronunciación correcta, grandemente mejorarán su expresión hablada.

  • Desarrollo coherente de un discurso
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 30

      Desarrollo coherente de un discurso

      1-3. ¿Qué papel desempeña la coherencia en un discurso, y cómo se puede lograr?

      1 Un discurso coherente es uno que el auditorio puede seguir mentalmente con facilidad. Por otra parte, si falta coherencia, la atención del auditorio se pierde pronto. Obviamente, éste es un asunto que merece atención seria cuando uno prepara un discurso; por eso, se incluye en la hoja de Consejo Oratorio como punto que merece consideración cuidadosa el de “Coherencia por frases conectivas.”

      2 Coherencia significa un apegarse interno, un unirse de partes que se mantienen juntas y hacen un todo lógico. A veces esto se logra en gran medida con simplemente el orden lógico en que se arreglan las partes. Pero en la mayoría de los discursos hay partes que tienen que ser conectadas con más que el simple arreglo del material. En esos casos la coherencia exige un puente de un punto a otro. Se usan palabras o frases para mostrar la relación que tienen las ideas nuevas con lo que las precede, llenando así las brechas debidas a cambio en el tiempo o punto de vista. Esto es coherencia por frases conectivas.

      3 Por ejemplo, la introducción, el cuerpo o confirmación y la conclusión de su discurso son partes separadas del discurso, cada una distinta de la otra; sin embargo deben ser unidas estrechamente por medio de expresiones de transición. Además, los puntos principales tienen que ser unidos o enlazados en un discurso, especialmente si no están muy directamente relacionados por los pensamientos que contienen. O a veces son solo oraciones o párrafos los que necesitan frases conectivas.

      4-7. ¿Qué se quiere decir por el uso de expresiones de transición?

      4 Uso de expresiones de transición. A menudo se puede construir un puente entre ideas por el medio sencillo de usar correctamente ciertas palabras o frases conectivas. Algunas de éstas son: también, además, igualmente, similarmente, de ahí que, así, por estas razones, por ello, en vista de lo anterior, pues, luego pues, de allí en adelante, no obstante, por otra parte, por lo contrario, contrario a eso, anteriormente, hasta ahora, y así por el estilo. Esas palabras unen eficazmente oraciones y párrafos.

      5 No obstante, esta cualidad de la oratoria frecuentemente exige más que esas frases conectivas sencillas. Cuando una palabra o frase sola no basta, entonces se exige una transición que lleve completamente al auditorio al otro lado de la brecha. Esto pudiera ser una oración completa o hasta la añadidura de un pensamiento transicional más completamente expresado.

      6 Una manera en que se pueden cerrar estas brechas es tratar de hacer de la aplicación del punto anterior parte de la introducción que se da a lo que sigue. Muchas veces hacemos esto en nuestras presentaciones de casa en casa.

      7 Además, no solo se deben enlazar los puntos consecutivos, sino a veces puntos que están más ampliamente separados en el discurso. Por ejemplo, la conclusión del discurso debe enlazarse con la introducción. Quizás una idea o ilustración que se haya introducido al principio del discurso pudiera aplicarse de tal manera en la conclusión que dé motivo para acción o demuestre más la relación de la ilustración o idea con el propósito del discurso. El introducir de nuevo así algún aspecto de la ilustración o idea sirve como expresión conectiva que ayuda a la coherencia.

      8. ¿De qué manera es afectado el uso de transiciones por el auditorio?

      8 Coherencia adecuada a su auditorio. Hasta cierto grado la cantidad de expresiones conectivas que se usen la determinará el auditorio. No que algunos auditorios no necesiten expresiones de transición. Más bien, lo que sucede es que algunos auditorios sencillamente necesitan más, debido a que no están familiarizados con las ideas que se han de relacionar unas con otras. Por ejemplo, los testigos de Jehová fácilmente conectan un texto bíblico que trata del fin del inicuo sistema de cosas actual con un texto que habla del Reino. Pero alguien que considerara el Reino como una disposición de la mente o algo que hay en el corazón, no captaría tan fácilmente la relación entre una cosa y la otra y tendría que introducirse alguna idea de transición para hacer clara la conexión. Nuestra obra de casa en casa continuamente exige esos ajustes.

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      9-13. ¿Qué es desarrollo lógico, y cuáles son las dos maneras básicas de desarrollar un argumento?

      9 Un aspecto de la oratoria que está estrechamente relacionado con lo anterior es el “Desarrollo lógico y coherente,” y éste, también, se incluye en el formulario de consejo. Es un requisito fundamental del habla persuasiva.

      10 ¿Qué es lógica? Para nuestro propósito pudiéramos decir que lógica es la ciencia del pensar correcto o el razonamiento sano, sólido. Imparte entendimiento o comprensión porque es el medio por el cual un asunto se explica en sus partes conectadas. La lógica muestra por qué actúan juntas y deben estar juntas. El desarrollo es coherente si su razonamiento sigue un crecimiento gradual de tal manera que todas las partes estén unidas en orden de sucesión. Un desarrollo lógico puede ser en orden de importancia, en orden cronológico o uno que vaya de problema a solución, para mencionar unas cuantas posibilidades.

      11 Hay dos métodos básicos que se pueden seguir en el desarrollo del argumento. (1) Ponga la verdad directamente delante del auditorio, presentando hechos que la sostengan. (2) Ataque algún punto de vista erróneo, que, al ser derribado, dejará que la verdad exprese por sí misma su validez. Solo queda entonces hacer la aplicación apropiada de las verdades que se están considerando.

      12 No hay dos discursantes que razonen de manera exactamente igual. Un ejemplo perfecto de diferentes maneras de tratar el mismo asunto está en la escritura de los cuatro Evangelios. Cuatro discípulos de Jesús escribieron relatos independientes de Su ministerio. Cada uno es diferente, sin embargo todos escribieron presentaciones razonables y lógicas. Cada uno desarrolló el material para lograr un propósito particular y cada uno tuvo buen éxito.

      13 En cuanto a esto el consejero debe identificar el propósito de usted y esforzarse por evaluar el orden que sigan sus pensamientos basándose en si el propósito se logró o no. Usted puede ayudarlo a él, y a su auditorio, por medio de manifestar claramente su propósito, particularmente por la manera en que introduzca su material y entonces lo aplique en la conclusión.

      14, 15. Muestre por qué el que tengamos el material en orden razonable es tan importante.

      14 Material en orden razonable. Primero, al organizar su material o su bosquejo, asegúrese de que no se introduzca ninguna declaración o idea sin que se coloque alguna base preliminar para ella. Siga haciéndose estas preguntas: ¿Qué es la cosa que más naturalmente habría de decirse después? Habiendo llegado hasta aquí, ¿cuál sería la pregunta que más lógicamente se pudiera hacer? Habiendo identificado esta pregunta, entonces sencillamente contéstela. Su auditorio siempre debe poder decir: “Por lo que usted ya ha dicho puedo ver que este punto es así.” Si no se coloca cimiento alguno, entonces el punto usualmente se consideraría como fuera de orden lógico. Algo falta.

      15 Al arreglar su material usted debe considerar las partes que naturalmente dependen unas de otras. Debe esforzarse por ver la relación entre esas partes y entonces colocarlas en orden de acuerdo con eso. Es como al construir una casa. Ningún constructor trataría de levantar las paredes sin primero colocar el cimiento. Tampoco colocaría todos los tubos para las cañerías después que hubiese enyesado las paredes. Así debería ser en la construcción de un discurso. Cada parte debe contribuir su porción para la construcción de un todo sólido y compacto, cada una en orden, cada una añadiendo algo a la parte tras la cual viene y preparando el camino para las que le siguen. Usted siempre debe tener alguna razón para el orden en que presenta los hechos en su discurso.

      16-20. ¿Cómo puede uno estar seguro de que tiene solo material pertinente en su discurso?

      16 Solo se usa material pertinente. Cada punto que usted use debe ser unido estrechamente con el discurso. Si no se hace esto, parecerá que no está relacionado, no encajará bien; sería material no pertinente, es decir, que no tuviera que ver o estuviera conectado con el asunto de que se habla.

      17 No obstante, su consejero no llamará arbitrariamente cosa no pertinente a algo que aparentemente no esté relacionado si se enlaza con buen éxito en el discurso. Quizás usted haya decidido usar ese punto con un propósito particular, y, si encaja en el tema, se hace parte del discurso, y se introduce en orden lógico, su consejero lo aceptará.

      18 ¿Cómo puede identificarse rápida y fácilmente el material que no es pertinente cuando uno prepara su discurso? Aquí es donde un bosquejo temático rinde tan buen servicio. Ayuda a uno a clasificar su información. Trate usando tarjetas o algo similar, con todo material relacionado en cada tarjeta. Ahora, rearregle estas tarjetas según el orden natural en que usted cree que se presentarían normalmente los puntos. Esto no solo ayudará a determinar de qué manera abordar el asunto, sino que también ayudará a identificar toda cosa que no sea pertinente al tema. Los puntos que no encajan en el orden deben ajustarse de modo que encajen, si son necesarios para el argumento. Pero, si no son necesarios, deben ser eliminados como no pertinentes al tema.

      19 De esto se puede ver fácilmente que el tema de su discurso, seleccionado teniendo presente el auditorio y el propósito, controla en cuanto a determinar lo pertinente de un punto. En ciertas circunstancias quizás haya un punto que sea vital para el logro de su propósito, dependiendo de lo que haya en la mente del auditorio, o quiénes sean, mientras que, para un auditorio diferente o al tratar un tema diferente, quizás sea innecesario o totalmente sin pertinencia.

      20 En vista de esto, ¿hasta qué grado debe tratarse el material de su asignación? El desarrollo lógico y coherente no debe sacrificarse solo para poder abarcar todo punto que quizás esté incluido en su asignación. Mejor sería seleccionar una situación o marco de circunstancias que le permita a uno abarcar solo tanto del material como sea práctico, puesto que los discursos estudiantiles son una parte instructiva del arreglo de la escuela. No obstante, las ideas que son esenciales al desarrollo de su tema como puntos claves no pueden ser omitidas.

      21. ¿Por qué es vital no omitir ninguna idea clave?

      21 No omitidas las ideas claves. ¿Cómo sabe usted si una idea es una idea clave o no? Es esencial si usted no puede lograr el propósito de su discurso sin ella. Esto es particularmente cierto en el desarrollo lógico y coherente. Por ejemplo, ¿qué pudiera hacer usted si un contratista le edificara una casa de dos pisos y no le hiciera escaleras? Igualmente, un discurso en que se hubiesen omitido ciertos puntos esenciales no podría de ninguna manera ser lógico y coherente en desarrollo. Algo falta y algunos del auditorio se hallarán perdidos. Pero eso no sucede cuando un discurso tiene desarrollo coherente y lógico.

  • Convenza a su auditorio, razone con él
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 31

      Convenza a su auditorio, razone con él

      1, 2. ¿Qué es argumento convincente?

      1 Cuando usted habla, espera que su auditorio le escuche, pero eso no es todo. Usted también quisiera que ellos aceptaran los argumentos que usted presenta y pusieran en práctica la información. Esto lo harán si quedan convencidos de la veracidad de lo que usted dice y si tienen corazón recto. Convencer significa satisfacer por pruebas. Pero las pruebas solas no bastan siempre. Generalmente se necesita argumento en apoyo de ellas. Por lo tanto, el convencer por argumento envuelve tres factores básicos: primero, las pruebas mismas; segundo, la secuencia o el orden en que se presentan las pruebas; tercero, la manera y métodos que se usan al presentarlas. En esta consideración, que corresponde con “Argumento convincente” en el formulario de Consejo Oratorio, vamos a considerar qué se dice, qué pruebas se dan, más bien que cómo usted lo presenta.

      2 El argumento convincente depende de razones básicas sólidas, y así es como su consejero lo estará considerando. Sus pruebas deben ser convincentes aun si uno fuera a leerlas de un frío papel impreso. Si la cualidad convincente de su discurso depende de la manera en que se presenta y no de los hechos que usted ha usado para establecer su punto, entonces usted tendrá que perfeccionar más esta cualidad para hacer que su argumento sea verdaderamente sólido y sostenido por hechos.

      3-6. Señale por qué debe ponerse un cimiento.

      3 Colocado el cimiento. Antes de presentar sus argumentos, es necesario colocar un cimiento apropiado. Usted debe hacer claro cuál es el punto que se está considerando. Y es ventajoso establecer un terreno común por medio de dar énfasis a asuntos de importancia en que se concuerda.

      4 En algunos casos es necesario definir claramente los términos. Todo lo que no es pertinente debe eliminarse. No se apresure al colocar su cimiento. Hágalo firme, pero no haga del cimiento todo el edificio. Si está refutando un argumento, analice los diferentes puntos que se usan para apoyarlo de modo que pueda hallar los puntos débiles y eso le ayude a determinar la línea de argumentación que seguirá y cómo llegar a la raíz del asunto.

      5 Al preparar su discurso, usted debe tratar de pensar de antemano en cuánto sabe ya su auditorio acerca del asunto que usted trata. Esto determinará a gran grado cuánto cimiento tendrá que colocar antes de entrar realmente en la presentación de sus argumentos.

      6 La prudencia o tacto y los modales cristianos dictan una manera bondadosa y considerada de abordar el asunto que se trata, aunque ése no es el punto en que estamos trabajando ahora. Siempre haga uso a plenitud de su conocimiento de los principios cristianos y abra el corazón y la mente de su auditorio.

      7-13. Explique el significado de “dada prueba sólida.”

      7 Dada prueba sólida. Un asunto no está “probado” sencillamente porque usted, como discursante, lo crea o declare. Usted tiene que recordar siempre que su auditorio está completamente justificado al preguntar: “¿Por qué es eso cierto?” o, “¿Por qué dice usted que eso es así?” Como discursante usted siempre tiene la obligación de poder contestar la pregunta “¿Por qué?”

      8 Las preguntas “¿Cómo?” “¿Quién?” “¿Dónde?” “¿Cuándo?” “¿Qué?” producen solo hechos e información en respuesta, pero la pregunta “¿Por qué?” produce razones. En este respecto está por sí sola y exige más de usted que solo hechos. Le hace usar su habilidad de pensador. Debido a esto, al preparar su discurso, hágase esa misma pregunta repetidamente: “¿Por qué?” Entonces esté seguro de que puede suministrar las respuestas.

      9 Como razones para declaraciones que usted haga, puede frecuentemente citar a alguien a quien se acepte como autoridad. Eso sencillamente quiere decir que si él lo dijo, debe ser verdad porque a él se le reconoce como alguien que sabe. Eso lo hace suficiente razón para creerlo. La Autoridad suprema en este campo es, por supuesto, Jehová Dios. Por lo tanto, el citar un texto de la Biblia en apoyo es evidencia suficiente para probar un punto. A esto se le llama evidencia “testimonial” porque consiste de “testimonio” procedente de un testigo aceptable.

      10 Al producir evidencia testimonial usted debe estar seguro de que su testigo le será aceptable a su auditorio. Si usted usa autoridades humanas, esté seguro de los antecedentes de éstas y de cómo se les considerará. Muchas personas aceptan la Biblia como Autoridad divina, pero algunos la consideran obra del hombre y por lo tanto de autoridad no absoluta. En esos casos usted quizás tenga que recurrir a otras evidencias o quizás establecer primero la autenticidad de la Biblia.

      11 Una advertencia. Toda evidencia debe usarse con honradez. No saque de su contexto una cita. Esté seguro de que lo que diga sea exactamente lo que la autoridad que usted cita se propuso decir. Sea específico en sus referencias. Tenga cuidado también con las estadísticas. Si no se presentan apropiadamente, éstas pueden volverse contra uno con resultado devastador. Recuerde al hombre que no podía nadar y que se ahogó en una corriente que como promedio tenía solo un metro de profundidad. Se olvidó del hoyo de tres metros que había en el medio.

      12 La evidencia circunstancial es la que se da aparte del testimonio humano o la autoridad divina. Es evidencia que se basa en deducciones tomadas de hechos más bien que en citas de testigos. Para establecer sus conclusiones y hacer convincente la evidencia circunstancial, usted debe tener suficiente cantidad de hechos y argumentos en apoyo de sus conclusiones.

      13 Si las pruebas que en general usted ofrezca (no necesariamente en orden) son suficientes para satisfacer al auditorio al cual usted habla, su consejero lo considerará satisfactorio. El consejero se preguntará a sí mismo, considerando el asunto desde la mente del auditorio: “¿Quedé convencido?” Si quedó, entonces le dará encomio a usted por su presentación.

      14. ¿Qué es un resumen eficaz?

      14 Resumen eficaz. Usualmente alguna clase de resumen es esencial para la argumentación convincente. Es una llamada final a la razón, profundizando el aprecio a los argumentos que se han usado. Un resumen no debe ser sencillamente declarar nuevamente los hechos, aunque básicamente es sencillamente un asunto de “puesto que esto es así, y puesto que aquello es así, por lo tanto concluimos . . .” Este aspecto tiene el propósito de enlazar todos los puntos y llevarlos a una conclusión. Muchas veces es el resumen eficaz lo que comunica los argumentos de modo que de veras convenzan.

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      15, 16. ¿Por qué debemos ayudar al auditorio a razonar?

      15 Aunque los argumentos que usted use en un discurso sean sólidos, no basta con simplemente declarar los hechos. Debe presentarlos de tal manera que ayude a su auditorio a razonar, a entender sus argumentos y a llegar a las mismas conclusiones a que usted ha llegado. A esto es que se refiere la hoja de Consejo Oratorio con la expresión “Auditorio ayudado a razonar.”

      16 Usted debe desear esta cualidad porque Dios razona con nosotros. También, Jesús explicó sus parábolas a sus discípulos y los equipó para enseñar esas mismas verdades a otros. El ayudar a razonar a su auditorio, entonces, significa usar las técnicas necesarias para ayudar a su auditorio a entender su argumento, llegar a sus conclusiones y estar equipado para usar sus argumentos para enseñar a otro.

      17, 18. ¿Cómo se mantiene el terreno común?

      17 Mantenido el terreno común. Tanto lo que usted dice como la manera en que lo dice son vitales para establecer un terreno o base común al principio de su discurso. Pero este terreno común no se debe perder al progresar el discurso, porque si así sucede usted perderá también su auditorio. Tiene que seguir expresando sus puntos de tal manera que ganen recepción en la mente de los que componen su auditorio. Esto exige que tenga presente el punto de vista de ellos sobre el asunto que se considera y use este conocimiento para ayudarles a ver lo razonable de sus argumentos.

      18 Un ejemplo clásico de establecer un terreno común y mantenerlo hasta el fin, es decir, ayudando al auditorio a razonar, es el argumento del apóstol Pablo, según se registra en Hechos 17:22-31. Note cómo estableció un terreno común al principio y prudentemente lo sostuvo por todo su discurso. Cuando concluyó había convencido de la verdad a algunos de su auditorio, incluso a un juez que allí se hallaba.—Hech. 17:33, 34.

      19-23. Sugiera métodos por medio de los cuales se pueden desarrollar adecuadamente los puntos.

      19 Desarrollo adecuado de puntos. Para que un auditorio razone sobre un asunto debe tener a su disposición suficiente información que le sea presentada de tal manera que no rechace los argumentos sencillamente porque no los entiende completamente. Le toca a usted ayudarlos.

      20 Para hacerlo eficazmente, cuide de no considerar demasiados puntos. Lo bueno de su material se perderá si se presenta apresuradamente. Permítase tiempo para explicar cuidadosa y completamente los puntos, para que su auditorio no solo los oiga, sino que los entienda. Cuando usted declare un punto importante, dése tiempo para perfeccionarlo o darle desarrollo. Conteste preguntas como ¿Por qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? De esta manera ayude a su auditorio a captar la idea más plenamente. A veces usted puede presentar argumentos a favor y en contra de un punto para dar énfasis a lo razonable de su punto de vista. Igualmente, después de declarar un principio, quizás le sea ventajoso ilustrarlo para que su auditorio vea su aplicación práctica. Por supuesto, se debe usar discreción. El grado a que cualquier punto se desarrolle dependerá del tiempo disponible y la importancia relativa que tenga el punto con el asunto que se considera.

      21 Las preguntas son siempre buenas para ayudar a razonar al auditorio. Preguntas de retórica, es decir, preguntas que se presentan al auditorio sin esperar respuesta a ellas, acompañadas de pausas apropiadas, estimularán el pensamiento. Si usted está hablando a solo una o dos personas, como en el ministerio del campo, puede hacer que se expresen por medio de hacer preguntas a medida que habla, y de este modo asegurarse de que estén captando y aceptando las ideas que está presentando.

      22 Puesto que desea dar dirección a la mente o pensamientos de los que están en su auditorio, debe edificar sobre cosas que ellos ya saben, ya sea por propia experiencia de ellos o por algo que usted ya haya considerado. Por eso, al determinar si usted ha dado suficiente desarrollo o perfeccionamiento a ciertos puntos, usted tiene que tomar en cuenta lo que su auditorio ya sabe acerca del asunto que se considera.

      23 Siempre es importante vigilar cómo responde su auditorio para asegurarse de que le esté siguiendo. Donde sea necesario, vuelva atrás y clarifique los puntos antes de pasar al argumento siguiente. A menos que usted se encargue de ayudar a su auditorio a razonar, es posible que fácilmente pierdan de vista el encadenamiento de sus pensamientos.

      24. ¿Qué buen propósito se cumple con hacer la aplicación de los argumentos para su auditorio?

      24 Aplicación hecha para el auditorio. Cuando esté presentando algún argumento, esté seguro de llevarlo a logro completo señalando claramente cómo afecta la cuestión que se considera. También incluya la implantación de motivos en el discurso, instando a sus escuchas a tomar acción que sea consistente con los hechos que se han presentado. Si verdaderamente han sido convencidos por lo que usted dijo, estarán dispuestos a actuar.

  • Énfasis que comunica sentido y modulación
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 32

      Énfasis que comunica sentido y modulación

      1, 2. ¿Qué hace para un discurso el énfasis que comunica sentido?

      1 El énfasis que comunica sentido y la modulación se combinan para dar significado y color al discurso. Sin ellos, los pensamientos se desfiguran y se pierde interés. Puesto que el énfasis que comunica sentido es por lo general lo más fácil de dominar de estas dos cosas, le daremos atención primero.

      2 Mantenga presente lo que se quiere lograr con el énfasis que comunica sentido. Es enfatizar palabras o pensamientos de tal manera que se comunique significado exacto y se indique a su auditorio su importancia relativa. A veces el énfasis que se necesita es sencillamente intenso o leve, pero también hay veces en que exige matices más delicados.

      3-7. Diga cómo se puede adquirir el buen énfasis que comunica sentido.

      3 Enfatizadas las palabras portadoras del pensamiento en las oraciones. La colocación del énfasis es básicamente un asunto de qué palabras reciben énfasis. Envuelve reconocer las palabras que llevan el pensamiento y, por el énfasis apropiado, hacer que éstas se destaquen con relación a las palabras que las rodean. Si reciben énfasis palabras que no sean las que llevan el pensamiento, el significado se oscurecerá o deformará.

      4 En el habla normal de todos los días la mayoría de la gente hace claro lo que quiere decir. A menos que usted tenga un manerismo particular, como el de dar énfasis a las preposiciones, este aspecto no debe presentar un verdadero problema. Cualquier debilidad sobresaliente en el asunto de la colocación del énfasis es usualmente el resultado de algún manerismo de esa clase. Si ése es su problema, trabaje diligentemente en él para vencerlo. Ordinariamente esos hábitos no pueden ser rotos en un discurso o dos, y por eso su consejero quizás no lo retenga a usted si la colocación equivocada del énfasis por usted no es tan pronunciada como para deformar su significado. Pero para habla más vigorosa y eficaz, siga trabajando hasta que haya dominado completamente la colocación apropiada del énfasis.

      5 Usualmente es necesario dar más pensamiento consciente al énfasis que comunica sentido al prepararse para la lectura pública que al prepararse para un discurso puramente extemporáneo. Eso es cierto de la lectura de textos bíblicos en un discurso tal como es cierto de la lectura de párrafos en el estudio de congregación de La Atalaya. La razón por la cual es necesario dar más atención al énfasis que comunica sentido cuando se va a leer es que el material que leemos por lo general ha sido escrito por otra persona. Por eso tenemos que estudiarlo cuidadosamente, analizar el pensamiento y repetir las expresiones mismas hasta que se nos hacen naturales.

      6 ¿Cómo se logra el énfasis que comunica sentido? Hay una variedad de maneras, que frecuentemente se usan en combinación: por mayor volumen, por más intensidad o sentimiento, bajando el tono, aumentando el grado de elevación de la voz, por expresión lenta y deliberada, por aumentar la velocidad, por pausar antes o después de una declaración (o ambas cosas), por ademanes y expresiones del rostro.

      7 Al principio interésese principalmente en si ha colocado el énfasis bien y en suficiente grado como para hacer que las palabras claves se destaquen. Así, al preparar su material, subraye las palabras claves si va a leerlo. Si va a hablar extemporáneamente, haga que los pensamientos estén claramente definidos en su mente. Use palabras claves en sus notas y entonces dé énfasis a esas palabras.

      8, 9. ¿Por qué es importante enfatizar las ideas principales?

      8 Enfatizadas las ideas principales del discurso. Este es el aspecto del énfasis que comunica sentido que más frecuentemente falta. En esos casos no hay cumbres en el discurso. Nada resalta sobre las demás cosas. Cuando termina el discurso, frecuentemente es imposible recordar algo como sobresaliente. Aun si los puntos principales se preparan apropiadamente para hacer que se destaquen, el no darles el énfasis apropiado al presentar el discurso puede debilitarlos hasta tal punto que por completo se pierdan.

      9 Para resolver este problema, usted debe primero analizar su material cuidadosamente. ¿Cuál es el punto más importante del discurso? ¿Cuál es el segundo punto en importancia? Si a usted se le pidiera que declarara la esencia del discurso en una o dos oraciones, ¿qué diría? Esa es una de las mejores maneras de identificar los puntos principales. Después que sepa éstos, márquelos en sus notas o su escrito. Ahora puede edificar su presentación adelantando hacia estos puntos como culminaciones. Son las cumbres de su discurso y, si el material está bien bosquejado y usted lo presenta con fuertes grados de énfasis, las ideas principales serán recordadas. Ese es su propósito al hablar.

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      10-12. Explique lo que significa modulación.

      10 El énfasis sencillo para comunicar sentido hace posible que el auditorio entienda lo que usted dice, pero la variedad en el énfasis que ofrece la modulación puede hacer que ellos disfruten de escuchar. ¿Utiliza usted bien la modulación en su ministerio del campo y en los discursos que tiene el privilegio de pronunciar en la congregación?

      11 La modulación es una variación intermitente del grado de elevación de la voz, la velocidad y potencia que tiene el propósito de retener el interés y demostrar sus pensamientos y emociones progresivos como discursante. Para que le sirva mejor, su modulación debe abarcar toda la gama de colores que permite el material de cualquier discurso en particular. En la gama superior de la modulación uno pudiera tener, en grado descendente, excitación, entusiasmo e interés profundo. En la gama mediana está el interés moderado, mientras que en la gama inferior está la seriedad y la solemnidad.

      12 En ningún momento quisiera usted parecer teatral por extremos de inflexión. Nuestra habla debe ser colorida, no solemne con piedad fingida como la del clero ortodoxo, ni violentamente histérica como la del evangelizador de reuniones en tiendas de campaña. La dignidad y el respeto apropiados para el mensaje del Reino evitará cualesquier despliegues no cristianos de esa clase.

      13, 14. ¿Qué quiere decir variedad en potencia?

      13 Variedad en potencia. Quizás la manera más sencilla de obtener modulación es variar la potencia de la voz. Ésta es una manera de edificar culminaciones y dar énfasis a los puntos principales de su discurso. No obstante, el sencillamente aumentar su volumen no siempre hace que los puntos se destaquen. En algunos casos quizás los haría más prominentes, pero la potencia añadida con que se presentan puede derrotar el propósito suyo. Quizás sus puntos pidan más bien calor de amistad y sentimiento que un tono animado. En este caso, baje de volumen, pero aumente su intensidad. Lo mismo sería cierto si usted estuviera expresando ansiedad o temor.

      14 Aunque la variedad en la potencia es esencial para la modulación, se debe ejercer cuidado para no hablar tan bajo que algunos no oigan. Tampoco debe aumentarse el volumen a tal punto que sea desagradable.

      15-17. ¿De qué manera da realce a un discurso la variedad en la velocidad?

      15 Variedad en la velocidad. Pocos discursantes de los que comienzan varían su velocidad de expresión en la plataforma. Nosotros lo hacemos constantemente en nuestra habla diaria porque nuestras palabras fluyen de nosotros espontáneamente tal como las pensamos o las necesitamos. Pero el discursante nuevo en la plataforma generalmente no se permite esto a sí mismo. Prepara sus palabras y frases demasiado cuidadosamente, de modo que todas las palabras salen a la misma velocidad. El hablar usando un bosquejo le ayudará a corregir esta debilidad.

      16 Su discurso debe fluir principalmente a velocidad o paso moderado. Puntos menores, narración, la mayoría de las ilustraciones, etcétera, le permitirán apresurarse. Argumentos de más peso, culminaciones y puntos principales usualmente exigen una presentación más lenta. En algunos casos, para énfasis particularmente fuerte, hasta pudiera usar énfasis lento y deliberado. Pudiera hasta detenerse completamente, haciendo una pausa, que es un cambio total de velocidad.

      17 Unas palabras de precaución. Nunca hable tan rápidamente que su dicción sufra. Un excelente ejercicio en sesiones de ensayo particulares es tratar de leer en voz alta tan rápidamente como pueda sin tropezar. Repita el mismo párrafo vez tras vez, aumentando constantemente su velocidad sin tropezar en su articulación o embozarla. Entonces pase a leer tan lentamente como sea posible, con cla-ra pro-nun-cia-ción, sin acortar las palabras. Entonces apresúrese y reduzca la velocidad alternativa y espasmódicamente hasta que su voz sea flexible y haga lo que usted quiere que haga. Ahora, cuando usted hable, sus cambios de velocidad vendrán automáticamente, según el sentido de lo que usted diga.

      18-20. Explique cómo uno puede adquirir variedad en el grado de elevación de la voz.

      18 Variedad en el grado de elevación de la voz. El cambio del grado de elevación de la voz es probablemente el medio más difícil de modular, es decir, en cualquier grado. Por supuesto, constantemente damos énfasis a las palabras por subir un poco la elevación de la voz, usualmente con un pequeño aumento de potencia. Le damos a la palabra, por decirlo así.

      19 Pero si usted quiere obtener el mayor beneficio de este aspecto de la modulación, necesitará más cambio en el grado de elevación de la voz que eso. Lea en voz alta Génesis 18:3-8 y Gén 19:6-9. Note la gran variedad que tanto de la velocidad como del grado de elevación de la voz se pide en estos versículos. La excitación y el entusiasmo siempre tienen su vía de expresión en un grado más elevado de la voz que el dolor y la ansiedad. Cuando estas emociones aparezcan en su material, expréselas de acuerdo con esto.

      20 Una de las principales causas de debilidad en este aspecto de la oratoria es la falta de suficiente alcance de la voz. Si ése es su problema, esfuércese por dominarlo. Trate con un ejercicio similar al que se ha sugerido antes en este estudio. En este caso, sin embargo, esfuércese por aumentar y disminuir el grado de elevación de la voz más bien que variar la velocidad.

      21-24. ¿Por qué debe la modulación ser adecuada al pensamiento o la emoción?

      21 Modulación adecuada al pensamiento o la emoción. De nuestra consideración de esta cualidad hasta ahora se hace bastante claro que las variaciones de la voz no pueden hacerse solo para obtener variedad. Sus expresiones deben corresponder con el carácter de lo que usted está diciendo. Entonces, ¿dónde comienza la modulación? Obviamente, comienza con el material que usted ha preparado para presentar. Si usted no tiene otra cosa que argumentación o nada sino exhortación en su discurso, tendrá muy poca variedad en su presentación. Por lo tanto, analice su bosquejo después que lo haya terminado y asegúrese de que tiene todos los ingredientes presentes para una presentación llena de color y significativa.

      22 Pero a veces en medio de su discurso a uno le parece que debe cambiar la velocidad. Uno tiene la impresión de que el discurso va avanzando penosa y lentamente. ¿Qué se puede hacer? Aquí también la presentación en sus propias palabras tiene ventaja. Uno puede cambiar la naturaleza de su información según discursa. ¿Cómo? Una manera sería dejando de hablar y empezando a leer un texto de la Biblia. También uno pudiera convertir cierta declaración en una pregunta, con una pausa para énfasis. Quizás uno pudiera insertar una ilustración, haciéndola una adaptación de un argumento de su bosquejo.

      23 Estas técnicas usadas durante el discurso son, por supuesto, para discursantes de experiencia. Pero usted puede usar las mismas ideas al preparar por adelantado su información.

      24 Se dice que la modulación es la sal y pimienta de un discurso. Si es que se usa la clase correcta de modulación y en la cantidad correcta, sacará el sabor pleno de su información y lo hará un deleite a su auditorio.

  • Manifestando entusiasmo y calor de amistad
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 33

      Manifestando entusiasmo y calor de amistad

      1. ¿Qué servirá de estímulo para mostrar entusiasmo?

      1 El entusiasmo es la vida de un discurso. Si usted no está entusiasmado en cuanto a lo que dice, ciertamente su auditorio no lo estará. Si no lo mueve a usted, no los moverá a ellos. Pero para que usted como discursante manifieste entusiasmo genuino, tiene que estar firmemente convencido de que su auditorio necesita oír lo que va a decir. Eso significa que los ha tomado en consideración al preparar el discurso, y ha seleccionado puntos que les serán muy provechosos y los ha plasmado de manera que sus oyentes apreciarán con facilidad su valor. Si ha hecho esto, se sentirá impelido a hablar con intensa sinceridad, y su auditorio responderá.

      2-5. ¿Cómo expresa entusiasmo una presentación animada?

      2 Entusiasmo mostrado por presentación animada. El entusiasmo se manifiesta de la manera más clara por lo animado de su presentación. Usted no puede ser de actitud indiferente o apática. Debe estar completamente vivo en su expresión facial, en su tono de voz y en su manera de hablar. Eso significa que debe hablar con fortaleza y vigor. Usted debe sonar convencido, aunque no dogmático. Aunque debe ser entusiástico, nunca debe arrebatarse. El que uno pierda el dominio de sí mismo significa perder su auditorio.

      3 El entusiasmo es contagioso. Si usted siente entusiasmo por su discurso, su entusiasmo se le comunicará a su auditorio. En cambio, habiendo buen contacto con el auditorio, el entusiasmo se le reflejará de vuelta a usted y mantendrá vivo su propio entusiasmo. Por otra parte, si usted está muerto, su auditorio se morirá con usted.

      4 Pablo dice que debemos estar fulgurantes con el espíritu de Dios. Si usted lo está, su presentación animada hará que el espíritu de Dios fluya a su auditorio e impulse al auditorio a actividad. Apolos mostró ese espíritu en su habla y se le llama un orador elocuente.—Rom. 12:11; Hech. 18:25; Job 32:18-20; Jer. 20:9.

      5 Para estar entusiasmado con un discurso usted debe estar convencido de que usted tiene algo que merece presentarse. Trabaje en el material que va a presentar hasta que sienta que tiene algo que primero lo estimulará a usted como el discursante. No tiene que ser material nuevo, pero su manera de abordar el asunto puede ser nueva. Si cree que tiene para su auditorio algo que los fortalecerá en su adoración, que los hará mejores ministros o mejores cristianos, entonces tiene toda razón para estar entusiasmado con su discurso, y sin duda alguna lo estará.

      6-9. ¿Qué conexión existe entre el material del discurso de uno y el entusiasmo en la presentación?

      6 Entusiasmo apropiado al material. Por la variedad de su discurso y para beneficio de su auditorio, usted no debe llevar su entusiasmo a un plano demasiado elevado durante todo su discurso. Si lo hace, el auditorio se cansará aun antes de comenzar a actuar. Esto da énfasis de nuevo a la necesidad de preparar material de suficiente variedad como para que permita variedad en su presentación. Significa que algunos puntos de los que usted considera piden naturalmente una presentación más entusiástica que otros, y deben ser entretejidos hábilmente por todo su discurso.

      7 Particularmente los puntos principales deben presentarse con entusiasmo. Debe haber cumbres en su discurso, culminaciones hacia las cuales usted vaya edificando. Puesto que éstos son puntos sobresalientes de su discurso, usualmente serán los puntos que tendrán el propósito de impulsar a acción a su auditorio, de comunicar la aplicación de su argumentación, sus razones o su consejo. Habiendo convencido a su auditorio, ahora tiene que estimularlo, demostrarle los beneficios de sus conclusiones, los gozos y privilegios que el seguir estas convicciones le traerá. Esto exige una presentación entusiástica.

      8 A pesar de esto, sin embargo, nunca debe caer en la indiferencia en su presentación en otras ocasiones. Nunca debe perder su sentimiento intenso a favor de su asunto o manifestar de alguna manera que pierde interés. Imagínese a un ciervo pastando tranquilamente en un claro del bosque. Aunque aparentemente descansado y tranquilo en reposo, en sus delgadas patas hay poder latente que pueden hacer que salga disparado en saltos tremendos ante el más pequeño indicio de peligro. Está tranquilo, pero constantemente alerta. Así puede estar usted, aun cuando no esté hablando con todo su entusiasmo.

      9 Entonces, ¿qué significa todo esto? Que la presentación animada nunca es obligada. Debe haber una razón para ella y su material debe proveerle esa razón. Su consejero se interesará en ver si su entusiasmo ha sido apropiado a su material. ¿Era demasiado, o muy poco, o estaba fuera de lugar? Por supuesto, él considerará la propia personalidad individual de usted, pero lo animará si usted es tímido y retraído y le dará advertencia si usted parece estar exageradamente excitado en cuanto a todo lo que dice. Por lo tanto, armonice su entusiasmo con su material y varíe su material para que su presentación entusiástica esté equilibrada por todo su discurso.

      **********

      10-12. ¿Qué quiere decirse con calor de amistad y sentimiento?

      10 El entusiasmo está estrechamente relacionado con el calor de amistad y el sentimiento. No obstante, las expresiones de estas cosas están impulsadas por diferentes emociones y producen diferentes resultados en su auditorio. Como discursante, usted usualmente está entusiasmado debido a su material, pero tiene calor de amistad cuando piensa en su auditorio con el deseo de ayudarlo. La cualidad de “Calor de amistad, sentimiento,” alistada en la hoja de Consejo Oratorio, merece atención meditativa.

      11 Si usted manifiesta calor de amistad y sentimiento, su auditorio sentirá que usted es una persona que muestra amor, bondad y tierna compasión. Se sentirán atraídos a usted como a un fuego en una noche fría. Una presentación animada es estimuladora, pero también se necesita ternura. No basta siempre con persuadir la mente; es necesario mover el corazón.

      12 Por ejemplo, ¿sería apropiado leer de Gálatas 5:22, 23 acerca del amor, la gran paciencia, la benignidad y la apacibilidad sin reflexión alguna de esas cualidades en su propio comportamiento? Note, también, el sentimiento tierno expresado en las palabras de Pablo en 1 Tesalonicenses 2:7, 8. Estas son expresiones que piden calor de amistad y sentimiento. ¿Cómo se debe mostrar?

      13, 14. ¿Cómo puede mostrarse calor de amistad en las expresiones faciales?

      13 Calor de amistad evidente en la expresión facial. Si usted tiene un sentimiento de amistad hacia su auditorio, se debe mostrar en su rostro. Si no es así, es posible que su auditorio no se convenza de que usted sinceramente siente calor de amistad hacia él. Pero debe ser genuino. No puede ser cosa que se ponga como una máscara. Tampoco debe confundirse el calor de amistad y sentimiento con sentimentalismo y emocionalismo. Una expresión facial de bondad demostrará legitimidad y sinceridad.

      14 En la mayor parte de los casos usted hablará a auditorios amistosos. Por lo tanto, si en realidad mira a su auditorio sentirá calor de amistad hacia él. Se sentirá tranquilo y amistoso. Escoja a alguien del auditorio que tenga un rostro particularmente amistoso. Hable a ese individuo personalmente por unos momentos. Seleccione a otro y hable a ése. Esto no solo le dará buen contacto con el auditorio; usted también se sentirá atraído al auditorio, y su expresión facial de calor de amistad en respuesta atraerá su auditorio a usted.

      15-19. Señale qué hará que se manifieste calor de amistad y sentimiento en la voz de un discursante.

      15 Calor de amistad y sentimiento evidentes en el tono de la voz. Ha quedado bien establecido que hasta los animales pueden interpretar las emociones de uno hasta cierto grado por el tono de la voz de uno. ¡Cuánto más, entonces, responderá un auditorio a una voz que expresa calor de amistad y sentimiento por su mismo tono!

      16 Si usted en realidad se siente separado de su auditorio, si está pensando más en las palabras que está diciendo que en cómo va a responder a ellas su auditorio, será difícil esconder esto de un auditorio que esté atento y sea alerta. Pero si su interés está sinceramente puesto en las personas a quienes habla y tiene un deseo sincero de comunicarles sus pensamientos para que ellos piensen como usted piensa, su sentimiento se reflejará en toda inflexión de su voz.

      17 Obviamente, sin embargo, éste debe ser un interés sincero. El calor de amistad sincero no puede fingirse tal como el entusiasmo no puede fingirse. Nunca debe un discursante dar una impresión de dulzura hipócrita. Tampoco debe confundirse la cualidad de calor de amistad y sentimiento con el sentimentalismo o la voz asumida y temblona del emocionalista barato.

      18 Si usted tiene una voz dura y áspera, será difícil manifestar calor de amistad en su expresión. Debe esforzarse concienzuda y diligentemente por vencer cualquier problema de esa índole. Es asunto de la calidad de la voz y requerirá tiempo, pero la atención y el esfuerzo apropiados pueden lograr mucho en cuanto a mejorar el calor de amistad de su voz.

      19 Una cosa que pudiera ayudarle desde un punto de vista puramente mecánico es recordar que las vocales acortadas, dichas rápidamente, hacen que el habla suene dura. Aprenda a alargar las vocales. Esto las ablandará y automáticamente hará su habla más cálida en expresión de tono.

      20, 21. ¿De qué manera afecta el material de un discurso al calor de amistad y el sentimiento en la presentación?

      20 Calor de amistad y sentimiento apropiados al material. Como en el caso del entusiasmo, el calor de amistad y el sentimiento que usted ponga en su expresión dependen en gran medida de lo que usted esté diciendo. Un ejemplo de esto es la narración que hay en Mateo 23 de cómo Jesús condenó a los escribas y fariseos. No podemos imaginárnoslo expresando estas palabras ardientes de denunciación de manera insípida y desanimada. Pero en medio de esta expresión de indignación e ira hay una frase llena de calor de amistad y sentimiento tierno expresando la compasión de Jesús con las palabras: “¡cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne sus pollitos debajo de sus alas! Pero ustedes no lo quisieron.” Aquí obviamente se indica sentimiento tierno, pero la siguiente declaración: “¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes,” no lleva esta misma emoción. El tono es de rechazo, disgusto.

      21 ¿Dónde, pues, serían apropiados el calor de amistad y el sentimiento? La mayoría de las cosas que usted diría en el ministerio del campo o en un discurso estudiantil se prestarían a esta expresión, pero particularmente cuando usted está razonando, animando, exhortando, simpatizando, y así por el estilo. Al recordar tener calor de amistad, no se olvide de ser entusiástico cuando sea apropiado. Sea equilibrado en todas las cosas, pero dé la expresión más plena posible a todo lo que diga.

  • Ilustraciones adecuadas
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 34

      Ilustraciones adecuadas

      1, 2. Muestre brevemente lo que hacen las ilustraciones para un discurso.

      1 Cuando un discursante usa ilustraciones, de hecho graba cuadros significativos en la mente de su auditorio. Las ilustraciones estimulan el interés y hacen que se destaquen las ideas importantes. Estimulan los procesos del pensamiento y hacen más fácil captar nuevas ideas. Las ilustraciones bien seleccionadas combinan el atractivo intelectual con el impacto emocional. El resultado es que el mensaje se comunica a la mente con una potencia que frecuentemente no es posible con simples declaraciones de hechos. Pero esto es verdad solamente si las ilustraciones son adecuadas. Deben ser adecuadas a su material.

      2 A veces, una ilustración se puede usar para poner a un lado el prejuicio. Puede barrer objeciones antes de la introducción de una doctrina controversial. Por ejemplo usted pudiera decir: “Ningún padre pondría la mano de su hijo sobre una estufa caliente como manera de castigarlo.” El introducir con esa ilustración la doctrina del “infierno” haría inmediatamente repugnante el falso concepto religioso del “infierno” y por lo tanto haría que éste fuera echado a un lado con más facilidad.

      3-6. ¿De qué fuentes se pueden obtener ilustraciones?

      3 Las ilustraciones pueden ser de muchas formas. Pueden ser analogías, comparaciones, contrastes, símiles, metáforas, experiencias personales, ejemplos. Pueden escogerse de muchas fuentes. Pueden tratar con objetos animados o inanimados de la creación. Pueden basarse en ocupaciones del auditorio, en cualidades o características humanas, en artículos del hogar, o en obras de los hombres como casas, barcos, etc. Sin embargo, sea cual sea la ilustración que se use, debe escogerse debido a la ocasión y el material, no solo porque sea una ilustración favorita del discursante.

      4 He aquí una advertencia. No sazone el discurso con demasiadas ilustraciones. Úselas, pero no las use de más.

      5 El uso apropiado de las ilustraciones es un arte. Exige habilidad y experiencia. Pero son importantes; de gran eficacia. Para aprender a usar ilustraciones usted debe aprender a pensar en términos de ilustraciones. Al leer, note las ilustraciones que se usan. Al mirar a las cosas, piense en ellas en términos del vivir cristiano y el ministerio. Por ejemplo, si ve en una vasija de barro una flor que está seca y marchita, pudiera pensar: “La amistad es como una planta. Para florecer tiene que ser regada.” Hoy algunas personas miran a la Luna solo en términos de viaje sideral. El cristiano la ve como obra de Dios, un satélite creado por Él, un objeto que dura para siempre, algo que afecta nuestra misma vida diaria, al hacer que las mareas suban y bajen.

      6 Al preparar un discurso, si no le vienen a la mente unas ilustraciones sencillas, investigue material relacionado en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. Note si se usan ilustraciones en ellas. Piense en palabras claves del discurso y los cuadros que le comunican a su mente. Edifique sobre éstos. Pero recuerde, una ilustración que no encaja, que no es adecuada, es peor que ninguna ilustración. Al considerar “Ilustraciones adecuadas al material,” que está alistada en el formulario de Consejo Oratorio, hay varios aspectos del asunto que debemos tener presentes.

      7-9. ¿Por qué son tan eficaces las ilustraciones sencillas?

      7 Sencillas. La ilustración sencilla se recuerda con mayor facilidad. Contribuye a la línea del argumento más bien que restarle fuerza por su naturaleza complicada. Frecuentemente las ilustraciones de Jesús constaban de solamente unas cuantas palabras. (Por ejemplo, vea Mateo 13:31-33; 24:32, 33.) Para que sea sencilla, la terminología debe entenderse. Si una ilustración necesita mucha explicación, es carga excesiva. Descártela o simplifíquela.

      8 Jesús usó cosas pequeñas para explicar cosas grandes, cosas fáciles para explicar cosas difíciles. Una ilustración debe ser fácil de visualizarse, sin que se presenten demasiados elementos de una vez. Debe ir al grano y ser concreta. Ilustraciones de esa índole no se pueden aplicar mal fácilmente.

      9 La ilustración es mejor si está en completo paralelo con el material que se quiere ilustrar con ella. Si algún aspecto de la ilustración no es apropiado, mejor es no usarla. Alguien pensará en los rasgos no apropiados y la ilustración perderá su efecto.

      10, 11. Muestre por qué la aplicación de las ilustraciones tiene que ser aclarada.

      10 Aplicación aclarada. Si no se suministra la aplicación de una ilustración, algunos quizás comprendan el punto, pero muchos no lo entenderán. El discursante debe tener grabada con precisión la ilustración en la mente y saber el propósito de ésta. Debe declarar sencillamente cuál es el valor de la ilustración. (Vea Mateo 12:10-12.)

      11 Una ilustración se puede aplicar de varias maneras. Se puede usar para establecer un principio que se declara sencillamente antes o después de la ilustración. Se puede aplicar dando una idea clara de lo que sería el resultado o las consecuencias del argumento demostrado por la ilustración. O se puede aplicar con solo atraer atención a las similaridades de los puntos de la ilustración con el argumento.

      12-14. ¿Qué ayudará a determinar lo que es una ilustración adecuada?

      12 Enfatizados los puntos importantes. No use una ilustración sencillamente porque al momento piensa en una. Analice el discurso para saber cuáles son los puntos principales y entonces seleccione ilustraciones que hayan de ayudar a comunicar eficazmente esos puntos. Si se usan ilustraciones poderosas para los puntos menores, el auditorio podría recordar los puntos menores en vez de los principales. (Vea Mateo 18:21-35; 7:24-27.)

      13 La ilustración no debe eclipsar el argumento. Pudiera ser lo que el auditorio recordara, pero al venir a la mente la ilustración, el punto que se quería ilustrar con ella debería también venir a la mente. Si no sucede así, la ilustración se ha hecho demasiado prominente.

      14 Al preparar un discurso y seleccionar ilustraciones, pese el valor de la ilustración en comparación con los puntos que se han de recalcar. ¿Añade sostén a estos puntos? ¿Hace que se destaquen? ¿Hace que los puntos se entiendan y se recuerden con mayor facilidad? Si no es así, no es una ilustración adecuada.

      **********

      15, 16. Explique por qué las ilustraciones deben ser adecuadas al auditorio.

      15 Las ilustraciones no solo deben ser adecuadas al material, sino que también deben ser adaptadas a su auditorio. Esto está alistado por separado en el formulario de consejo como “Ilustraciones adecuadas al auditorio.” Cuando Natán tuvo que corregir a David en cuanto a su pecado con Bat-seba, él escogió la ilustración de un hombre pobre y su única ovejita. (2 Sam. 12:1-6) Esta ilustración no solo fue prudente, sino que era adecuada para David, puesto que él había sido pastor. Él comprendió inmediatamente.

      16 Si la mayoría de las personas del auditorio son personas entradas en años, no se usarían ilustraciones que solo atrajeran la atención de jóvenes. Pero para un grupo de estudiantes universitarios, esas ilustraciones pudieran ser perfectamente apropiadas. Algunas veces uno puede abordar las ilustraciones desde dos puntos de vista opuestos para los del auditorio, como para ancianos y jóvenes, hombres y mujeres.

      17-19. Para que las ilustraciones atraigan a su auditorio, ¿de dónde se deben sacar?

      17 Sacadas de situaciones familiares. Si usted usa las cosas que están a la mano al hacer ilustraciones, le serán familiares a su auditorio. Jesús hizo esto. Para la mujer que encontró en el pozo él comparó las cualidades dadoras de vida a agua. Sacó ilustraciones de las cosas pequeñas de la vida, no de las excepcionales. Sus ilustraciones comunicaban fácilmente un cuadro a la mente de los que le oían, o les recordaban inmediatamente alguna experiencia personal de sus propias vidas. Él usaba sus ilustraciones para enseñar.

      18 Igualmente es hoy. Las amas de casa quizás sepan acerca del mundo del comercio, pero usted haría mejor si ilustrara sus declaraciones con cosas que son parte de la vida diaria de ellas, sus hijos, sus tareas domésticas y los artículos que se usan en la casa.

      19 Son eficaces también las ilustraciones que se basan en algo que es definitivamente local, que quizás solo sea de esa localidad en particular. Sucesos corrientes que son bien conocidos en la comunidad, como asuntos de que tratan las noticias locales, también son apropiados si son de buen gusto.

      20-22. Mencione algunos peligros que deben evitarse al usar ilustraciones.

      20 De buen gusto. Toda ilustración que se use debe ser propia para una consideración bíblica. Es obvio que las ilustraciones no deben ser “de color subido,” es decir, en cuanto a moralidad. Evite declaraciones con doble significado si pudieran entenderse mal. Una buena norma que se puede seguir es: Si tiene dudas, no la use.

      21 Las ilustraciones no deberían ofender innecesariamente a ninguna persona de su auditorio, especialmente a los que recientemente se están asociando. Por esta razón, no sería bueno sacar a relucir asuntos doctrinales o de controversia que no sean en realidad puntos que hayan de considerarse como cuestiones importantes en su consideración. Por ejemplo, usted no usaría un ejemplo como el de la transfusión de sangre o el saludar una bandera si ése no fuera el punto principal del discurso. Eso pudiera alejar a alguien o hasta hacerlo tropezar. Si un punto de su discurso es considerar esos asuntos entonces es diferente. Entonces usted tiene una oportunidad de razonar acerca de ellos y convencer a su auditorio. Pero no derrote su propósito permitiendo que sus ilustraciones creen prejuicio en su auditorio contra las importantes verdades que usted está considerando.

      22 Por eso, use discernimiento al seleccionar sus ilustraciones. Asegúrese de que sean apropiadas. Lo serán si son adecuadas a su material y cuadran con su auditorio.

  • Material adaptado al ministerio del campo
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 35

      Material adaptado al ministerio del campo

      1-3. ¿Por qué es valioso aprender a adaptar nuestro material al ministerio del campo?

      1 Una gran parte de nuestra obra como ministros cristianos hoy implica el predicar y enseñar la Palabra de Dios a personas que saben muy poco acerca de la Biblia. Algunas de ellas nunca han poseído una; otras meramente tienen un ejemplar en el estante. Esto significa que, si es que van a recibir el beneficio pleno de lo que les decimos, tenemos que adaptarlo a las circunstancias de esas personas. No que cambiemos el mensaje, sino que hacemos un esfuerzo especial por expresarlo en lenguaje que ellos entiendan. Realmente, el que tengamos que adaptar nuestro material de esta manera somete a prueba lo cabalmente que nosotros mismos lo entendemos.

      2 Adaptar significa modificar para enfrentarse a nuevas condiciones, conformar una cosa con otra. Significa reconciliar algo a la satisfacción de uno o de otra persona. La consideración del asunto de adaptar material al ministerio del campo debe dar énfasis a la necesidad de hacer que las presentaciones en el ministerio del campo o cualquier otro discurso sean sencillos y entendibles a un auditorio específico y particularmente a las personas recién interesadas que uno encuentra en el ministerio del campo. Al trabajar en esta cualidad en la escuela, por lo tanto, usted debe siempre considerar a su auditorio como consideraría a las personas que encuentra al testificar de casa en casa.

      3 Esto no quiere decir que mientras usted trabaja en esta cualidad su discurso debe adoptar la forma de una presentación de casa en casa. En cuanto a la manera de presentación todos los discursos serán según se bosqueja en sus instrucciones corrientes para la escuela. Lo que sí significa es que, prescindiendo del tipo de presentación que esté haciendo, los argumentos que desarrolle y el lenguaje que use serán de la clase que usaría ante personas a quienes encontrara en el campo. Puesto que la mayor parte de nuestro hablar se hace en el ministerio del campo, esto debe ayudar a hacer que usted esté alerta a la necesidad de hablar sencillamente, en un nivel que la mayoría de la gente que encontrara en el servicio del campo pudiera entender. Usted ha tenido ya alguna preparación para esta cualidad en el Estudio 21. Ahora se tratará por separado debido a su sobresaliente necesidad e importancia.

      4, 5. Explique por qué nuestras expresiones deben hacerse entendibles al público.

      4 Expresiones hechas entendibles al público. La necesidad que hay de tener esta cualidad se demuestra por las expresiones que algunos de los hermanos usan en el ministerio de casa en casa y en estudios nuevos. Nuestro entendimiento de las Escrituras nos ha dado un vocabulario que no se conoce comúnmente. Usamos tales palabras como “resto,” “otras ovejas,” y así por el estilo. Si las usamos al expresarnos, esas expresiones generalmente no comunican absolutamente ningún significado a las personas a quienes testificamos en el servicio ministerial en el campo. Deben ser esclarecidas usando una expresión sinónima apropiada o una explicación para que se entiendan. Hasta referencias al “Armagedón” y “el establecimiento del Reino” comunican poco significado sin alguna explicación en cuanto a lo que dan a entender.

      5 Al considerar este aspecto, su consejero se preguntará a sí mismo: ¿Entendería ese punto o expresión una persona que no estuviera familiarizada con la verdad bíblica? Él no necesariamente lo desanimará de usar esos términos teocráticos. Son parte de nuestro vocabulario y queremos que las personas recientemente interesadas se familiaricen con ellos. Pero si usted sí usa cualquiera de estos términos, él tomará nota de si se explican o no.

      6-8. Al preparar nuestros discursos, ¿por qué debemos ejercer cuidado para seleccionar puntos apropiados?

      6 Se seleccionan puntos apropiados. Su selección de las ideas que va a presentar en el servicio ministerial en el campo variará tal como varían los términos que usted usa, dependiendo del marco de circunstancias. Eso se debe a que normalmente hay algunas cosas que no escogeríamos para considerarlas con una persona que recientemente mostrara interés. En esas circunstancias la selección de material se deja enteramente a usted. Pero cuando a usted se le da una asignación en la escuela, el material que usted va a abarcar ha sido seleccionado de antemano para usted. Solo puede seleccionar entre lo que contiene la asignación. ¿Qué debe hacer?

      7 Ante todo, puesto que usted está limitado en cuanto a los puntos que puede usar, debe determinar un marco de circunstancias para su discurso que le permita la mayor selección de puntos apropiados. Su consejero se interesará en los puntos que usted seleccione y cómo encajan con las circunstancias de su discurso. Eso se debe a que usted está demostrando, en esta cualidad que se está considerando, que diferentes rasgos del servicio del campo exigen diferentes clases de material. Por ejemplo, para invitar a una persona recientemente interesada a una reunión usted no usaría el mismo material que usaría al hacer una presentación de casa en casa. Por lo tanto, sea que su asignación pida una conversación con un amo de casa o haya de ser un discurso corriente desde la plataforma, identifique el auditorio particular al cual usted habla por las cosas que diga y por los puntos que seleccione del material asignado.

      8 Para determinar si los puntos son apropiados o no, su consejero considerará el objetivo de su discurso. En una visita de casa en casa su propósito generalmente es enseñar y estimular al amo de casa a estudiar más. En una revisita su objetivo es desarrollar el interés y, si es posible, comenzar un estudio bíblico de casa. Si es una presentación que sigue a un estudio, entonces es hacer que el amo de casa asista a una reunión o participe en el servicio ministerial en el campo, y así por el estilo.

      9, 10. ¿Cómo podemos determinar si los puntos que hemos seleccionado son apropiados?

      9 Por supuesto, aun en el mismo rasgo del servicio, su selección de puntos quizás varíe debido a su auditorio. Por lo tanto, esto también debe considerarse. Los puntos de su material asignado que no se prestan a su objetivo no deben ser introducidos en su discurso.

      10 En vista de estos factores el marco de circunstancias debe seleccionarse antes de preparar el discurso. Pregúntese: ¿Qué quiero lograr? ¿Qué puntos se necesitan para lograr este propósito, y cómo deben ser modificados estos puntos para que se conformen a las circunstancias del discurso? Una vez que haya decidido estos asuntos, los puntos apropiados se pueden seleccionar sin dificultad y se pueden presentar de tal manera que se adapte el material al ministerio del campo.

      11-13. ¿Por qué es importante señalar el valor práctico del material que hemos presentado?

      11 Se hace destacar el valor práctico del material. El hacer que se destaque el valor práctico del material significa mostrar al amo de casa clara e inequívocamente que es cosa en que debe interesarse, algo que necesita o le puede ser útil. Desde el mismo principio del discurso el amo de casa debe darse cuenta de que “esto tiene que ver conmigo.” Esto es necesario para ganarse la atención del auditorio. Pero, para mantener esa atención, es necesario continuar esa misma aplicación personal del material consistentemente por todo el discurso.

      12 Esto envuelve más que solo contacto con el auditorio y ayudar al auditorio a razonar. Ahora usted tiene que ir más allá y en realidad poner a su amo de casa dentro de la aplicación del material. Nuestro propósito en el ministerio del campo es enseñar a las personas la verdad de la Palabra de Dios y ayudarles a aprender el camino a la salvación. Por lo tanto, con prudencia y consideración, usted debe mostrar a su amo de casa los beneficios prácticos que le resultarán de escuchar y actuar en conformidad con lo que usted dice.

      13 Aunque este aspecto de la cualidad se ha mencionado en último lugar, no se debe a que sea el menos importante. Es un punto vital y nunca debe pasarse por alto. Trabaje en él, porque es importante en el ministerio del campo. Rara vez podrá usted retener la atención de un amo de casa por tiempo alguno a menos que él pueda ver claramente que lo que usted está diciendo tiene algún valor en su propia vida.

  • Conclusión apropiada y su tiempo
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 36

      Conclusión apropiada y su tiempo

      1-3. ¿Cómo puede hacer usted que la conclusión se relacione con el tema de su discurso?

      1 Frecuentemente lo último que uno dice es lo que se recuerda primero. Por eso la conclusión de su discurso merece preparación cuidadosa. Debe enfocar claramente los puntos principales que usted quiere que se recuerden y comunicar el tema con finalidad. Como resultado de su composición y su presentación debe estimular al auditorio a actuar. Es a esto que lo instamos a dar atención cuando llegue a “Conclusión apropiada, eficaz” en el formulario de Consejo Oratorio.

      2 Conclusión en relación directa con el tema del discurso. Para ideas en cuanto a cómo relacionar la conclusión con el tema del discurso, sugerimos que repase el Estudio 27. No es necesario que en la conclusión se declare de nuevo el tema del discurso en precisamente las palabras que dicen lo que es, aunque esto posiblemente le sea útil a algunos estudiantes, especialmente a los que son nuevos; pero debe atraer atención al tema. Entonces, teniendo como base el tema, muestre lo que el auditorio puede hacer.

      3 Si la conclusión no se relaciona directamente con el tema, no redondeará el material y lo enlazará como un todo unido. Aun si usted usa una conclusión de resumen directo, presentando a manera de un esqueleto de los puntos principales, todavía sin duda querrá añadir una o dos oraciones finales, expresando la idea central o tema del discurso.

      4-9. ¿Por qué debe mostrar su conclusión a sus oyentes qué hacer?

      4 Conclusión muestra a los oyentes qué hacer. Puesto que ordinariamente su propósito al hablar es estimular a alguna clase de acción o persuadir de modo que se adopte cierto punto de vista, ciertamente, pues, los pensamientos concluyentes del discurso deberían recalcar estos puntos. Por lo tanto, el propósito principal de la conclusión es mostrar al auditorio qué hacer y animarlo a hacerlo.

      5 Por esta razón, además de hacer claro el propósito de su discurso, la conclusión debe tener intensidad sincera, convicción, una fuerza que dé motivos para actuar. Se notará con frecuencia que las oraciones cortas son ventajosas para dar vigor a la conclusión. Pero, prescindiendo de la estructura de las oraciones, se deben suministrar razones sólidas para actuar, incluso los beneficios que se derivarán de tomar tal derrotero.

      6 La conclusión debería seguir lógicamente a lo que ya se ha declarado en el discurso. Así, lo que usted diga en su conclusión es para mover a su auditorio a actuar según lo que se ha declarado ya en el cuerpo del discurso. Su conclusión clarificará y dará énfasis a lo que su auditorio debe hacer para actuar según las cosas que usted ha tratado en su discurso, y particularmente lo moverá a hacer eso lo potente y vigoroso de su conclusión.

      7 En el ministerio de casa en casa las conclusiones generalmente son débiles. Esto sucede cuando al amo de casa no se le muestra definitivamente el proceder que esperamos que adopte, ya sea obteniendo una de las publicaciones, concordando en que lo visitemos de nuevo o algo por el estilo.

      8 Las conclusiones de asignaciones en la escuela también serán débiles si son sencillamente resúmenes del material y no mueven a acción al auditorio. Se debe dar alguna aplicación al material, o de alguna otra manera se debe mostrar que el material es de valor particular al auditorio.

      9 Para algunos discursantes es muy útil concluir un discurso sobre un tema bíblico con un resumen corto de todo el discurso, usando los textos claves y el tema del discurso como la base para éste. Al hacer así un epítome del discurso considerando unos cuantos textos como lo haría en una puerta, usted no solo hará claro el punto del discurso, sino que dará al auditorio algo que éste podrá llevar consigo y usarlo al repetir los puntos principales del discurso. Este es el propósito primario de la conclusión, y este método no solo es apropiado, sino que también logra eficazmente ese propósito.

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      10-14. Dé sugerencias en cuanto a la largura de la conclusión.

      10 Conclusión de largura apropiada. La largura de la conclusión no debe ser determinada por el reloj, aunque eso sucede con frecuencia. Una conclusión es de largura apropiada si es eficaz y logra su propósito. Por lo tanto, lo apropiado de su largura debe determinarse por los resultados de ella. Esto es lo que su consejero hará cuando usted esté trabajando en “Conclusión de largura apropiada,” en la hoja de Consejo Oratorio.

      11 Como comparación de conclusiones en proporción con la largura del cuerpo de material, note la conclusión breve que se da en Eclesiastés 12:13, 14 de todo el libro de Eclesiastés, y compare esto con el Sermón del Monte de Jesús y su conclusión en Mateo 7:24-27. He aquí dos diferentes tipos y larguras de conclusiones; sin embargo, ambas logran su propósito.

      12 Una conclusión no debe llegarle por sorpresa al auditorio. Las palabras que se hablan no solo deben señalar obviamente que se acerca el fin del discurso, sino que también deben tener tono de palabras finales. Lo que usted dice y cómo lo dice debe terminar su consideración. No debe alargarse innecesariamente. Si usted no puede enlazar todo su discurso y todavía retener el interés durante toda la conclusión, entonces debe volver a trabajar en ella. Todavía es demasiado larga.

      13 Si usted es principiante como discursante, lo mejor, frecuentemente, es hacer su conclusión más corta de lo que usted quizás creyera que debería ser. Hágala sencilla, directa y positiva. No deje que continúe sin fin.

      14 Si usted está presentando un discurso que es parte de un simposio, o si está hablando en una reunión de servicio, entonces su conclusión enlazará con la introducción del siguiente discurso y por lo tanto puede ser más corta. No obstante, cada parte por sí misma debe tener una conclusión que logre el propósito del discurso Si lo hace, entonces tiene la largura apropiada.

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      15-18. Si el tiempo no recibe atención cuidadosa, ¿qué resultados se producen?

      15 Tiempo. La largura de la conclusión no es lo único que es importante; el tiempo que se dé a cada parte del discurso merece atención. Por esa razón hay un alistamiento por separado en la hoja de Consejo Oratorio para “Tiempo.”

      16 La importancia de mantener apropiadamente en su tiempo un discurso no debe minimizarse. Si el discurso se prepara apropiadamente, también se habrá considerado el tiempo, pero si el discursante, en un esfuerzo por incluir en él por fuerza todo el material, se pasa del tiempo, en realidad no está logrando su objetivo. Esto se debe a que el auditorio empezará a sentirse incómodo, a mirar el reloj y a no prestar atención a lo que se está diciendo. La conclusión, que debe incorporar la aplicación y el dar motivos para acción que son vitales para lograr el propósito del discurso, se perderá. Aun si se presenta, en muchos casos el auditorio no se beneficiará de ella debido a que el discursante se pasa del tiempo.

      17 No solo el auditorio se siente incómodo cuando el discursante se pasa del tiempo, sino también el discursante. Cuando ve que se le acaba el tiempo y le queda demasiada información, quizás se esfuerce por incluirla, destruyendo la eficacia del discurso. Esto muchas veces resulta en falta de equilibrio. Por otra parte, si el discursante descubre que no tiene suficiente información para llenar el tiempo que se le ha asignado, en el esfuerzo por alargarlo es muy posible que llegue a hacerse incoherente y divague en su presentación.

      18 Aunque es cierto que el superintendente de la escuela le indicará al estudiante cuándo se le ha terminado el tiempo, es desilusionador, tanto para el estudiante como para el auditorio, el que un discurso tenga que ser cortado antes de que termine. El discursante debe tener suficiente interés en su información como para querer presentarlo. El auditorio sentirá como si se le hubiera dejado colgando en el aire si no oye la conclusión. Uno que consistentemente se pasa del tiempo en sus discursos muestra que no está considerando a los demás o da evidencia de falta de preparación.

      19, 20. ¿Por qué es particularmente importante vigilar el tiempo en las reuniones de servicio y los programas de las asambleas?

      19 Cuando varios discursantes tienen parte en un programa, es de importancia particular quedarse dentro de los límites del tiempo asignado. Por ejemplo, quizás en una reunión de servicio haya cinco partes. Si cada discursante hablara por solamente un minuto más del tiempo asignado, eso haría que la reunión se pasara de tiempo por cinco minutos. Sin embargo, cada uno se habría pasado solo por muy poco tiempo. El resultado puede ser que algunas personas tengan que salir antes de que se termine la reunión para poder tomar el autobús que las llevará a casa, o quizás se irrite a cónyuges no creyentes que hayan venido a buscar a sus cónyuges que estén en la reunión y a quienes se haga esperar. El resultado general no es bueno.

      20 También puede haber dificultades si un discursante que forma parte de un simposio o grupo que considera cierto tema no llena el tiempo que se le ha asignado. Si, por ejemplo, un hermano a quien se le ha asignado un discurso de media hora en el programa de una asamblea terminara después de veinte minutos, pudiera causar una perturbación en el programa si sucediera que el siguiente discursante no estuviese listo para comenzar inmediatamente.

      21-24. Relate brevemente algunos de los problemas que tienen que ver con el uso del tiempo y las causas de estos problemas.

      21 Por supuesto, una de las razones básicas por las cuales un discursante se pasa de tiempo en un discurso es que tiene demasiada información. Esto es algo que debe corregirse cuando se está preparando el discurso. No obstante si los otros puntos, los puntos anteriores en la hoja de Consejo Oratorio, han sido dominados, el mantenerse dentro de su tiempo no será problema. Si usted ya ha aprendido a aislar sus puntos principales y preparar un bosquejo apropiado, verá que el quedar dentro del tiempo asignado viene como resultado natural. El tiempo se considera hacia el fin de la hoja de consejo porque depende a buen grado de las cualidades anteriores de la oratoria que ya se han considerado.

      22 Generalmente el problema en cuanto al tiempo es pasarse del período asignado. Un discursante bien preparado por lo general tiene abundancia de información, pero tiene que ejercer cuidado de no usar más de la que el tiempo asignado le permita.

      23 No obstante, a veces los discursantes nuevos o de poca experiencia tienden a quedarse sin suficiente información. Su deseo debería ser aprender a usar plenamente el tiempo que tienen disponible. Al principio les será un poco difícil ir midiendo sus discursos de manera que tengan exactamente la duración que se desea, pero deben esforzarse por acercarse tanto como sea posible al tiempo asignado. Sin embargo, a menos que el discurso quede considerablemente corto en vista del tiempo asignado, no se contaría débil el tiempo si el estudiante se ha preparado y ha presentado un discurso acabado y satisfaciente.

      24 La mejor manera de determinar si el tiempo que se haya tomado un discursante debe considerarse débil o no es observando el efecto que haya tenido en el auditorio la presentación. Cuando el superintendente de la escuela señala que se ha terminado el tiempo, el estudiante puede terminar la oración que ha empezado. Si con esa oración puede dar a su discurso una conclusión eficaz de modo que el auditorio piense que ha oído una discusión acabada, entonces el tiempo no debe considerarse débil.

      25-29. ¿Cómo puede asegurarse una persona de que su discurso tenga una distribución bien proporcionada del tiempo?

      25 ¿Cómo puede lograrse el quedarse apropiadamente dentro del tiempo asignado? Fundamentalmente es asunto de preparación. Es importante el preparar, no solo la información que formará parte del discurso, sino la presentación del discurso. Si hay preparación adecuada para la presentación, el tiempo generalmente resultará correcto.

      26 Al bosquejar su discurso indique claramente cuáles son sus puntos principales. Bajo cada punto principal puede tener varios puntos secundarios que vaya a considerar. Algunos, por supuesto, serán más importantes que otros. Sepa cuales son vitales a la presentación y cuáles se pueden descartar si se hace necesario. Entonces, si durante su presentación nota que se está retrasando, será cosa sencilla presentar solo los argumentos principales y descartar los secundarios.

      27 Esto es algo que constantemente tenemos que hacer en el ministerio del campo. Cuando vamos a las puertas de la gente, si la persona escucha le hablamos por unos minutos. Pero también estamos listos para hacer la misma presentación abreviada, en uno o dos minutos, si fuese necesario. ¿Cómo? Tenemos presente nuestro punto clave o puntos clave y la información más importante que se necesita como apoyo. También tenemos presente otra información de importancia secundaria que pudiera usarse para ampliar la consideración, pero sabemos que, cuando la situación lo requiera, esto se puede descartar. Este mismo procedimiento se puede seguir al presentar un discurso desde la plataforma.

      28 Frecuentemente le es útil a un discursante hacer un apunte en el margen de su discurso para indicar cuánto debe haber considerado de su información cuando haya pasado la mitad de su tiempo asignado, o, si es un discurso más extenso, quizás querrá dividirlo en cuatro porciones iguales. Entonces, al pasar esas marcas del tiempo en su bosquejo, debe mirar al reloj y ver cómo le va. Si está atrasándose, ése es el tiempo en que debe empezar a descartar información de importancia secundaria en vez de esperar hasta el último momento y dejar muy poco espacio para la conclusión y así destruir su eficacia. No obstante, es cosa que distrae mucho el que el conferenciante esté continuamente mirando a su reloj o el que lo haga de manera muy conspicua, o el que le diga al auditorio que su tiempo se le está acabando y tiene que apresurarse a abarcar la información. Esto es algo que se debe manejar muy naturalmente sin perturbar con ello al auditorio.

      29 El lograr una distribución proporcionada del tiempo exige que la introducción sea de largura apropiada, que cada uno de los puntos clave se desarrolle o perfeccione en proporción apropiada, y que se deje suficiente tiempo para la conclusión. No es algo que deba considerar sencillamente cuando vea que se le está acabando el tiempo. Si vigila su tiempo desde el mismo principio, el resultado será una presentación bien proporcionada.

  • Equilibrio y apariencia personal
    Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático
    • Estudio 37

      Equilibrio y apariencia personal

      1-9. Defina equilibrio y confianza, y diga cómo se pueden lograr estas cosas.

      1 Un discursante que despliega equilibrio o aplomo es un discursante tranquilo. Está en calma y sereno porque domina la situación. La falta de equilibrio, por otra parte, demuestra cierta falta de confianza. Estas dos cosas van juntas. Por eso “Confianza y equilibrio” se alista como un solo punto en la hoja de Consejo Oratorio.

      2 Aunque es deseable que el discursante tenga confianza y equilibrio, esto no se debe confundir con la confianza exagerada, que se manifiesta por una actitud jactanciosa o demasiado relajada si se está sentado o recostado con demasiado abandono sobre la jamba de una puerta, si se está predicando de casa en casa. Si algo de su presentación sugiere una actitud de confianza exagerada, su superintendente de la escuela sin duda alguna le dará consejo privado, debido a que su interés estará en ayudarle a vencer cualquier impresión como esa que usted esté dando que pudiera ser estorbo a la eficacia de su ministerio.

      3 No obstante, si usted es un discursante nuevo, lo más probable es que sienta timidez al acercarse a la plataforma. Puede ser que tenga verdadera nerviosidad e intranquilidad, que pudiera hacer que creyera que su presentación resultará ineficaz. No tiene que ser así. La confianza y el equilibrio se pueden adquirir por esfuerzo diligente y si se sabe por qué faltan.

      4 ¿A qué se debe el que algunos discursantes muestren falta de confianza? Generalmente a una de dos razones, o a ambas. Primero, falta de preparación o punto de vista equivocado sobre la información. Segundo, una actitud negativa en cuanto a su capacidad como discursante.

      5 ¿Qué le dará confianza? Básicamente es el conocimiento o creencia de que podrá lograr su propósito. Es la seguridad de que sí tiene las riendas de la situación y puede dominarla. En la plataforma esto podría requerir alguna experiencia. Habiendo presentado varios discursos, usted puede estar razonablemente seguro de que éste también tendrá buen éxito. Pero aunque usted sea relativamente nuevo, sus primeros discursos deberían animarlo, y verá que pronto podrá manifestar esta cualidad a un grado razonable.

      6 Otro requisito vital para la confianza, tenga o no experiencia, es conocer su información y tener la convicción de que tiene valor. Esto quiere decir no solo preparación cuidadosa y cabal por adelantado de su asunto, sino también preparación cuidadosa para la presentación. Si usted se da cuenta de que es para su propio adelanto teocrático así como para instruir a los hermanos que asisten, se acercará a la plataforma con la actitud del que considera las cosas con oración. Se absorberá en el asunto y se olvidará de sí mismo y de su nerviosismo. Estará pensando en agradar a Dios, no a los hombres.—Gál. 1:10; Éxo. 4:10-12; Jer. 1:8.

      7 Esto significa que debe estar convencido de todo lo que va a decir. Asegúrese de que esto sea así en su preparación. Y después que haya hecho todo lo que pueda para preparar un discurso interesante y animado, si todavía cree que al discurso le falta colorido o está muerto, recuerde que un auditorio vivo prestará calor a su discurso. Por lo tanto, avive al auditorio con su presentación, y el interés de éste le dará a usted confianza en lo que presenta.

      8 Tal como un médico busca síntomas de enfermedad, así su consejero notará señales que indiquen inequívocamente falta de compostura. Y tal como el buen médico trabaja en la causa de su enfermedad más bien que en los síntomas, así su consejero se esforzará por ayudarle a corregir las causas verdaderas de falta de confianza y equilibrio. No obstante, el conocer los síntomas y aprender a controlarlos le ayudará de hecho a vencer las causas subyacentes de esos síntomas. ¿Cuáles son éstos?

      9 Hablando en términos generales, hay dos medios de salida para las emociones restringidas o la tensión. Se pueden clasificar como evidencias físicas o corporales y manifestaciones vocales. Cuando hay alguna manifestación de éstas, decimos que a la persona le falta el equilibrio o aplomo apropiado.

      10, 11. ¿Cómo puede el porte físico manifestar falta de confianza?

      10 Equilibrio manifiesto en el porte físico. La primera evidencia de equilibrio, entonces, se manifiesta en su porte físico. He aquí algunas cosas que revelarán deficiencia en usted si le falta confianza. Considere primero las manos: manos enlazadas en la espalda, puestas rígidamente a los lados o agarradas firmemente del atril; manos que entran y salen repetidamente de los bolsillos, que abotonan y desabotonan una chaqueta, que se mueven sin objetivo a la mejilla, la nariz, los anteojos o gafas; ademanes incompletos; jugar con un reloj pulsera, un lápiz, un anillo o las notas. O considere un constante mover de los pies, un oscilar del cuerpo de lado a lado; o hacia atrás como el atacador de un cañón o un aflojamiento de las rodillas; el mojar frecuentemente los labios, el tragar repetidamente, la respiración rápida y somera.

      11 Todas estas evidencias de nerviosidad se pueden controlar o disminuir por esfuerzo consciente. Si usted hace ese esfuerzo dará una impresión de equilibrio en su porte físico. Por lo tanto, respire con naturalidad y a un ritmo uniforme, y esfuércese definitivamente por estar tranquilo. Pause antes de empezar a hablar. Su auditorio no podrá menos que responder a esto favorablemente, y esto, a su vez, le ayudará a usted a obtener la confianza que busca. Concéntrese en su material, sin pensar en el auditorio ni en usted mismo.

      12-14. Si la voz de uno manifiesta falta de confianza, ¿qué se puede hacer para adquirir equilibrio?

      12 Equilibrio mostrado por voz bajo control. Las evidencias vocales que muestran nerviosidad son un grado de elevación de la voz anormalmente alto, un temblar de la voz, un repetido aclararse de la garganta, un poco usual afinamiento del tono causado por falta de resonancia por causa de la tensión. Estos problemas y manerismos también se pueden vencer con esfuerzo diligente.

      13 No se apresure mientras camina a la plataforma o arregla sus notas, sino esté tranquilo y feliz porque puede compartir con otros las cosas que ha preparado. Si sabe que está nervioso al empezar a hablar, entonces en la introducción tiene que hacer un esfuerzo especial para hablar más lentamente de lo usual y con un grado más bajo de elevación de la voz que el que usted cree que es normal para usted. Esto le ayudará a controlar su nerviosidad. Descubrirá que tanto el hacer ademanes como las pausas le ayudarán a tranquilizarse.

      14 Pero no espere hasta que suba a la plataforma para poner en práctica todas estas cosas. Aprenda a estar equilibrado y en control en su habla diaria. Esto le ayudará mucho a adquirir confianza en la plataforma y en su ministerio del campo, donde es más esencial. Una presentación con calma tranquilizará a su auditorio y éste podrá concentrar en el material. El comentar con regularidad en las reuniones le ayudará a acostumbrarse a hablar delante de un grupo.

      **********

      15. ¿Por qué es tan importante la buena apariencia personal?

      15 La buena apariencia personal puede ayudarle a tener aplomo o equilibrio, pero también es importante por otras razones. Si no se le da atención adecuada, quizás la apariencia del ministro distraiga al auditorio de modo que realmente no preste atención a lo que él diga. En vez de eso, el discursante se está atrayendo la atención a sí mismo, lo cual, por supuesto, él no quiere hacer. Si alguien es extremadamente descuidado en cuanto a su apariencia personal, hasta pudiera hacer que otros menospreciaran la organización de la cual es parte o rechazaran el mensaje que él presenta. Esto no debe suceder. Por eso, aunque “Apariencia personal” se alista en último lugar en el formulario de Consejo Oratorio, no debe considerarse como de menos importancia.

      16-21. ¿Qué consejo se da en cuanto a la vestimenta y el arreglo apropiados?

      16 Vestimenta y arreglo apropiados. Deben evitarse los extremos en la vestimenta. El ministro cristiano no seguirá las manías de la moda del mundo que atraen atención a la persona. Evitará ser exagerado al vestirse, o vestirse de manera muy saltona de manera que la atención se dirija a la ropa. También ejercerá cuidado para no estar vestido desgarbadamente. El estar bien vestido no exige que se lleve un vestido nuevo, pero siempre se puede estar bien arreglado y limpio. Los pantalones deben estar planchados y la corbata derecha. Estas son cosas que cualquiera puede hacer.

      17 El consejo en cuanto a vestimenta que el apóstol Pablo puso por escrito, como se halla en 1 Timoteo 2:9, es apropiado para las mujeres cristianas hoy. Según es cierto de los hermanos, ellas no deben vestirse de tal manera que atraigan atención a sí mismas, y no sería apropiado el que lucieran extremos en modas mundanas de vestir que dan evidencia de falta de modestia.

      18 Por supuesto, debe recordarse siempre que no todas las personas visten del mismo modo. Esto no sería de esperarse. La gente tiene diverso gusto, y eso es bastante apropiado. Además, lo que se considera vestido apropiado varía en diferentes partes del mundo, pero siempre es bueno evitar vestirse de tal manera que se comuniquen ideas desfavorables al auditorio, y evitar ser causa de tropiezo a los que vienen a nuestras reuniones.

      19 En cuanto a vestido apropiado de parte de los hermanos al presentar discursos en la escuela o en la reunión de servicio, se pudiera decir que deben estar vestidos de la misma manera que se viste el hermano que presenta un discurso público. Si en su localidad se acostumbra que los que presentan discursos públicos usen corbata y chaqueta, eso también sería apropiado cuando se presentan discursos en la Escuela del Ministerio Teocrático, puesto que a usted se le entrena para discursar en público.

      20 El arreglarse el cabello o peinarse debidamente también debe recibir atención. El pelo despeinado puede dejar mala impresión. Se debe ejercer cuidado razonable para presentar una apariencia nítida en este sentido. Igualmente, cuando hombres de la congregación tienen asignaciones en las reuniones, deben vigilar que estén debidamente afeitados.

      21 En cuanto a consejo sobre el arreglo personal apropiado, donde hay ocasión para dar encomio siempre se puede dar apropiadamente desde la plataforma. En realidad, encomiar a los que cuidan bien su arreglo personal estimula a otros a seguir ese buen ejemplo. No obstante, cuando hay necesidad de mejoramiento en cuanto a vestimenta y arreglo personal, sería mejor que el superintendente de la escuela ofreciera estas sugerencias de manera bondadosa en privado, más bien que aconsejar al estudiante desde la plataforma.

      22-28. Considere cómo la postura puede afectar la apariencia personal de uno.

      22 Postura correcta. La postura correcta también está envuelta en la apariencia personal. De nuevo, no toda persona se comporta en cuanto al manejo del cuerpo de la misma manera, y no se debe hacer ningún esfuerzo por lograr que los hermanos se amolden a cierto patrón rígido. Sin embargo, los extremos que no son deseables y que atraen atención al individuo y la alejan del mensaje deben recibir alguna atención para que puedan ser corregidos o eliminados.

      23 Por ejemplo, no todo el mundo coloca sus pies precisamente del mismo modo en el suelo, y, hablando en términos generales, poco importa cómo se pare usted, mientras se mantenga erguido. Pero si un discursante se para con los pies tan apartados que da al auditorio la impresión de que se cree que está montado a caballo, eso puede distraer mucho la atención.

      24 También, cuando un discursante se ve encorvado por no pararse derecho, se despierta en el auditorio un sentimiento de compasión para con el discursante porque parece que no se siente bien, y esto, por supuesto detrae de la presentación. Los pensamientos del auditorio no están puestos en lo que está diciendo, sino en él.

      25 El pararse en un pie, con la otra pierna puesta atrás, da evidencia de obvia falta de equilibrio, lo mismo que el pararse con las manos metidas en los bolsillos. Estas son cosas que se deben evitar.

      26 De igual manera, aunque no es incorrecto que el discursante de vez en cuando deje descansar sus manos en el atril, si hay uno, ciertamente no debe apoyarse en él, tal como un publicador que estuviera en el ministerio del campo no se apoyaría contra la jamba de la puerta. Eso no presenta buena apariencia.

      27 Debe recalcarse otra vez, no obstante, que los individuos son diferentes. No todos se paran de la misma manera, y son solo los extremos indeseables que detraen de la presentación de uno los que deberían recibir atención en la Escuela del Ministerio Teocrático.

      28 El corregir la postura de uno es definitivamente asunto de preparación. Si usted necesita mejorar en este aspecto, debe pensar en el futuro y saber que cuando sube a la plataforma debe asumir la postura correcta antes de comenzar a hablar. Esto también es algo que se puede corregir practicando la postura correcta todos los días.

      29-31. ¿Por qué debe estar presentable nuestro equipo?

      29 Equipo presentable. Si, cuando uno está conversando a la puerta o pronunciando un discurso desde la plataforma, sale un puñado de papeles de la Biblia que uno está usando, ello obviamente es una cosa que distrae. Produce mala apariencia. Esto no significa que nunca se debe poner nada en la Biblia, pero cuando empieza a haber dificultades que detraen del discurso de uno, eso indica que ha de darse mayor atención a la apariencia apropiada. Es bueno también examinar la condición de su Biblia. Debido al mucho uso puede ensuciarse o gastarse y presentar apariencia desgarbada. Por eso, sería bueno determinar si la Biblia que se usa en la plataforma o en el ministerio del campo ofendería a las personas a quienes deseamos ayudar.

      30 Lo mismo es cierto del maletín de literatura de uno. Hay muchas maneras de colocar las cosas nítidamente en el maletín, pero si cuando vamos a la puerta y buscamos una publicación en nuestro maletín tenemos que rebuscar entre un enredo de papeles para hallarla, o si cuando sacamos una revista otras cosas salen y caen al suelo a la puerta, entonces definitivamente hay que hacer algo en cuanto al asunto.

      31 También puede distraer mucho al auditorio el que el orador tenga sus bolsillos exteriores cargados de plumas y lápices y otro equipo que se vea claramente. No se debe hacer ninguna regla en cuanto a dónde debe poner estas cosas uno, pero cuando empiezan a atraer atención a uno y alejarla del discurso, entonces algo debe hacerse.

      32-34. ¿Qué papel desempeñan las expresiones faciales en nuestra apariencia?

      32 Ninguna expresión facial no apropiada. Al preparar un discurso es aconsejable considerar la disposición mental y emocional que pide el material. Por ejemplo, al hablar acerca de muerte y destrucción, no sería apropiado tener en el rostro una amplia sonrisa. Igualmente, al hablar acerca de las condiciones de felicidad del nuevo sistema de cosas, difícilmente sería apropiado mirar al auditorio con el ceño fruncido.

      33 Generalmente la expresión facial no es problema, y, por supuesto, algunas personas tienen mayor inclinación a tener una expresión seria que otras. Lo que hay que vigilar para evitarlo, sin embargo, es el extremo que detrae del discurso. Si la expresión facial haría surgir una pregunta en la mente del auditorio en cuanto a la sinceridad del orador, esto definitivamente no sería deseable.

      34 Por lo tanto, es bueno que cuando uno se prepara para un discurso considere la disposición mental y emocional con que éste debe ser presentado. Si es un asunto serio, que considera la destrucción de los inicuos, entonces debe presentarse con seriedad. Y si usted está pensando en el material y lo mantiene presente, en la mayoría de los casos su expresión facial reflejará eso naturalmente. Si es un asunto que tiene que ver con felicidad, uno que debe producir gozo en el auditorio, entonces se debe presentar con felicidad. Y si usted está tranquilo en la plataforma, su expresión facial generalmente comunicará ese gozo.

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