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El catolicismo del Tercer Mundo, ¿cuán estable es?¡Despertad! 1987 | 8 de noviembre
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“TODOS los cristianos son discípulos de un prisionero político que fue asesinado en la cruz.” “El papa Juan Pablo II es el Papa más político que jamás hemos visto.” “Es imposible vivir nuestra fe independientemente de la política.” Estas son solo unas pocas de las muchas declaraciones controvertidas que hicieron algunos teólogos católicos en un foro celebrado en Ciudad de México en diciembre de 1986.
Algunos de los presentes en esa reunión no concordaron con los oradores. Hubo quienes empezaron a gritar en defensa de la iglesia católica, mientras que otros apoyaron a los teólogos visitantes. Algunos se quedaron sin habla... confundidos por la falta de unidad. Entre tanta confusión, el sacerdote sudafricano Bonganjalo Goba exclamó: “¡Hermanos, parece como si tuviéramos una lucha de católicos contra católicos!”.
¿Por qué se produjo esta confrontación? ¿Qué se discutía?
La cuestión
El tema que se trataba era la práctica de la teología de la liberación: una lucha, apoyada por sacerdotes y teólogos de todo el planeta, para liberar a los pobres y oprimidos del Tercer Mundo de ‘los mecanismos socioeconómicos que enriquecen a las personas de los ricos a costa de los pobres’.
Aunque algunos la llaman radical o revolucionaria, otros se refieren a ella como una ‘nueva expresión de la iglesia católica romana’. En la segunda Conferencia Episcopal Latinoamericana, celebrada en Medellín (Colombia) en 1968, se declaró que la causa del sufrimiento de la gente en las naciones tercermundistas es el “pecado estructural”, y que, para seguir a Cristo, la Iglesia tiene que ejercer “una opción preferencial en favor de los pobres”. Pero, ¿qué implicaciones pueden tener estos puntos de vista?
El sacerdote católico brasileño Leonardo Boff advierte, según informó un periódico de Ciudad de México, que “si no se llega a una sociedad sin divisiones, la alternativa es la violencia”, y que esta es “justificable cuando se violan los derechos fundamentales”. Sí, Boff y otros que abogan por la teología de la liberación en todo el Tercer Mundo creen que el terrorismo, las revoluciones y la guerra pueden ser necesarios para aliviar a los pobres de su “miseria”.
Sin embargo, como dice la revista Newsweek, “la teología de la liberación tiene una gran capacidad para enfrentar a los católicos romanos entre sí”. Eso es lo que sucedió en la reunión que se celebró en Ciudad de México.
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La teología de la liberación, ¿ayudará a los pobres?¡Despertad! 1987 | 8 de noviembre
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“EL FUTURO de la Iglesia parece radicar en los pobres.” Así se expresó la revista Newsweek. Algunos creen que esta “nueva iglesia” que trabaja por la liberación puede ser “la mejor esperanza” para los pobres y para la consecución de un cambio pacífico en sus países. ¿Lo es?
Primero examinemos la teología de la liberación desde el punto de vista de sus defensores. ¿Por qué a veces se considera necesaria la lucha armada para liberar a los pobres? ¿Qué condiciones se dice que justifican la teología de la liberación?
Pobreza y opresión
Las dos terceras partes de la población mundial, mayormente en América Latina, África y Asia, viven en degradante pobreza, y en esos continentes son comunes los informes de violencia política. Para “esta gente oprimida”, la pobreza, el sufrimiento y el cautiverio siempre han sido un modo de vivir. Estos son algunos de los informes:
◻ El teólogo de la liberación brasileño Leonardo Boff dice que en su país “se asesina a un campesino cada veintidós horas”.
◻ “Nicaragua está intentando organizar una nación en el interés de aquellos que han estado oprimidos durante generaciones... el 80% de la gente.” Aun así, se dice que más del 40% de la economía del país se usa para la defensa militar.
◻ Según el periódico El Universal, de Ciudad de México, 40 millones de personas viven en la pobreza debido a la “injusticia social”. Se informa que el 40% de la población puede alcanzar “niveles mínimos de subsistencia”, mientras que solo el 18% tiene una ‘dieta equilibrada’.
◻ Un informe dice que en Guatemala el 80% del suelo cultivable pertenece a solo el 2% de la población. El 81% de los niños menores de cinco años padece de desnutrición. Durante los últimos treinta años ha habido 100.000 manifestaciones de violencia política y 38.000 secuestros.
◻ En Filipinas, el 2% de la población posee el 75% de las riquezas. “¡Si no solucionamos esto —dice la monja filipina Mary John Mananzan—, no vamos a solucionar nada!”
Se dice que en muchos países la gente vive en constante temor a las autoridades, a los ejércitos paramilitares y a los grupos de vigilancia. Miles de personas han buscado refugio en países vecinos.
Esta es la razón por la que algunos prelados católicos están “poniéndose de parte de los pobres”. “Hemos oído mucho acerca de confesores, vírgenes y profetas —dice Boff—, [pero] ¿qué hay de los campesinos y los trabajadores?” No obstante, ¿qué prescriben los teólogos de la liberación para remediar esta situación? ¿Qué significa ‘ponerse de parte de los pobres’?
La lucha del Tercer Mundo
“La pobreza es una injusticia”, sostienen los teólogos de la liberación. De modo que ‘la opción preferencial en favor de los pobres’ significa ‘ayudarles a buscar la vida digna a que tienen derecho’. En su libro El poder de los pobres en la historia, el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, considerado el padre de la teología de la liberación, dice que “hoy, más que nunca antes, es importante pertenecer a aquellos que resisten, que luchan, que creen y esperan”. Pero según los teólogos de la liberación, esto solo es posible por medio de “la realización de la justicia social mediante profundas transformaciones estructurales de la sociedad”. ¿Cómo se está haciendo esto en algunas partes del mundo?
◻ Se dice que en Haití la iglesia católica ha ayudado a derribar la “tiranía” de Duvalier.
◻ Se ha informado que el cardenal de Manila, Jaime Sin, ha hecho “más que nadie en Filipinas para derribar la dictadura de Ferdinand Marcos”.
◻ Bonganjalo Goba, de África del Sur, explica: “Nuestra experiencia es la de una gente que llega con la Biblia en una mano y las armas en la otra, prometiendo a Dios construir una iglesia si él les da el territorio”.
Pero la pobreza es solo uno de los problemas. En muchos países, el analfabetismo, el desempleo, el hambre y la enfermedad son también los resultados de una deficiente estructura socioeconómica. De modo que los pobres y los oprimidos están luchando por sus derechos.
Sin embargo, ¿cómo armonizan su teología con la Biblia los teólogos de la liberación, entre ellos Gutiérrez y Boff?
Los teólogos de la liberación y la Biblia
“La liberación es una parte esencial de la Biblia”, explica el sacerdote católico de Corea del Sur Augustine Ham Sei Ung. Para explicarlo, Gutiérrez dice que “la historia [...] debe leerse de nuevo desde el lado de los pobres”.
De este modo, los teólogos de la liberación alegan que ciertos relatos bíblicos, como el de la “liberación de Israel”, son acciones políticas. “Dios [...] se revela a través de [...] ‘los pobres’ y ‘los desvalidos’”, dice Gutiérrez. “Si la Iglesia quiere ser fiel a [...] Dios [...], tiene que ser consciente de sí misma desde abajo, desde la posición de los pobres de este mundo.” Así, “el amor de Dios a su pueblo —razonan— podría manifestarse políticamente” también hoy.
¿Qué piensan los teólogos de la liberación en cuanto a la relación entre la Biblia y la política? Leonardo Boff explicó a ¡Despertad! que “no es función de la Biblia ser un libro de inspiración de métodos políticos y de alternativas políticas; más bien, la Biblia es una fuente de inspiración en la búsqueda de relaciones humanas más justas”. No obstante, ¿cuáles son los resultados de la participación del clero en la reforma social?
La violencia suele conducir a la muerte. No debe pasarse por alto el hecho de que el clero se ha estado inmiscuyendo en la política de este mundo durante siglos. Se han alineado con los reyes de la tierra y los dictadores o las clases dirigentes que han aplastado a los pobres. Como resultado, se han perdido muchas vidas.
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