¿Mostramos personalmente nuestro aprecio mediante apartar tiempo para beneficiarnos plenamente del programa que él provee para instruirnos en el camino de la verdad?

² Se requiere cierta medida de esfuerzo y autodominio de parte nuestra a fin de apartar tiempo que pueda aprovecharse bien para el estudio personal y la preparación para las reuniones. Pero ¿no es verdad que nos sentimos refrescados y abundantemente bendecidos cuando compramos el tiempo necesario cada semana para recibir educación teocrática? (Efe. 5:15-17.) ¿Cuáles son algunas de las maravillosas provisiones que Jehová ha hecho para enseñarnos?

LO QUE ÉL HA PROVISTO

³ Ante todo tenemos la Biblia como nuestro principal libro de texto. Se ha fijado un excelente programa semanal de lectura de la Biblia. ¿Nos mantenemos al día con este? ¿Nos hace falta apartar tiempo en nuestro horario personal para hacer esto?

⁴ ¿Necesitamos algo más, o basta con leer la Biblia? (Sant. 1:5, 6.) También necesitamos la organización visible que Jehová utiliza para suministrarnos regularmente abundante alimento espiritual. Este “alimento [espiritual] al tiempo apropiado” se provee mediante publicaciones basadas en la Biblia, reuniones de congregación y asambleas de circuito y de distrito. (Mat. 24:45.)

AYUDEMOS A NUESTROS HIJOS Y A OTRAS PERSONAS

⁶ Un aspecto particularmente importante de la educación teocrática es instruir a nuestros hijos en la verdad. Los padres cristianos no ven esto como algo opcional para sus hijos. Es muy importante proveer hábilmente “disciplina y regulación mental”. (Efe. 6:4.) De ello depende si crecerán hacia la madurez espiritual o abandonarán la verdad por completo. Para esta instrucción se requiere tiempo. No hay ningún sustitutivo.

⁷ A los más nuevos se les puede ayudar a apreciar el valor del tiempo que apartan para su estudio bíblico semanal. Debemos animarlos a prepararse bien para cada estudio. Desde el mismo principio queremos que se les ‘enseñe la palabra’ a cabalidad. (Gál. 6:6.) Si hacemos nuestra parte en enseñarles, dentro de poco nos acompañarán de buena gana en la obra de evangelizar. La educación teocrática no termina una vez que aprenden “las cosas elementales”. (Heb. 5:12–6:3.) Queremos ayudarlos a que ‘pasen adelante a la madurez’. Esto toma tiempo.