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¿Qué piensa Dios del tabaco?La Atalaya 2014 | 1 de junio
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La Biblia nos ayuda a ver el asunto desde la perspectiva correcta al decir: “¿No saben que si siguen presentándose a alguien como esclavos para obedecerle son esclavos de él porque le obedecen?” (Romanos 6:16). Cuando las ansias de fumar dominan los pensamientos y acciones de una persona, la convierten en esclava de este degradante vicio. Pero Dios —que se llama Jehová— quiere que estemos libres, no solo de costumbres que perjudican el cuerpo, sino también de las que corrompen nuestro espíritu, es decir, nuestras actitudes e inclinaciones (Salmo 83:18; 2 Corintios 7:1). La persona que llega a amar y respetar a Dios comprende que él merece lo mejor y que no podrá dárselo mientras siga esclavizado a un hábito mortífero; eso, a su vez, le ayuda a resistir la tentación.
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¿Qué piensa Dios del tabaco?La Atalaya 2014 | 1 de junio
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Por medio de su Palabra, la Biblia, Jehová nos enseña a tener un punto de vista apropiado de nuestra vida, cuerpo y facultades. Jesús se refirió a esto cuando dijo: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37). En efecto, Dios desea que usemos correctamente nuestra vida y nuestro cuerpo y que los tratemos con respeto. Conocer a Dios y sus promesas nos ayuda a amarlo y valorar lo que ha hecho por nosotros, lo cual nos impulsa a mantenernos alejados de cualquier cosa que nos perjudique.
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¿Qué piensa Dios del tabaco?La Atalaya 2014 | 1 de junio
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Jesús dijo que el mandato más importante después de amar a Dios es amar al prójimo, es decir, a quienes nos rodean, como nuestros familiares y amigos. Él declaró: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). No podemos obedecer este mandato y tener un hábito que perjudica a los demás. El amor nos moverá a seguir este consejo: “Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona” (1 Corintios 10:24).
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