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TradiciónPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Tradiciones cristianas. Vista la tradición como información transmitida oralmente o mediante ejemplo, la información que el apóstol Pablo recibió directamente de Jesús pudo transmitirse apropiadamente a las congregaciones cristianas como tradición cristiana aceptable. Ese fue el caso, por ejemplo, de la celebración de la Cena del Señor. (1Co 11:2, 23.) Las enseñanzas y el ejemplo que pusieron los apóstoles constituyeron una tradición válida. Por lo tanto, Pablo, que había trabajado arduamente con sus manos a fin de no ser una carga económica para sus hermanos (Hch 18:3; 20:34; 1Co 9:15; 1Te 2:9), podía instar a los cristianos tesalonicenses ‘a que se apartasen de todo hermano que anduviese desordenadamente y no según la tradición [pa·rá·do·sin]’ que habían recibido. Aquel que no quisiera trabajar no estaba siguiendo el excelente ejemplo o tradición de los apóstoles. (2Te 3:6-11.)
Las “tradiciones” necesarias para la adoración limpia e incontaminada con el tiempo se incluyeron en las Escrituras inspiradas. Por lo tanto, las tradiciones —o preceptos— que transmitieron Jesús y sus apóstoles, y que eran esenciales para la vida, no se dejaron en forma oral para que se distorsionasen con el paso del tiempo, sino que se registraron con exactitud en la Biblia para el beneficio de los cristianos que viviesen en períodos posteriores. (Jn 20:30, 31; Rev 22:18.)
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TradiciónPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
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Los judíos adoptaron muchas tradiciones a través de los siglos. Estas tenían que ver con cosas como el modo de vestir y de tratar asuntos sociales, como bodas y entierros. (Jn 2:1, 2; 19:40.) También hubo aspectos del culto judío del siglo I E.C. que se convirtieron en costumbre o tradición, como usar vino en la comida de la Pascua y celebrar la rededicación del templo. (Lu 22:14-18; Jn 10:22.) Jesús y sus apóstoles no se opusieron a estas costumbres aunque sabían que la Ley no las exigía. Cuando la sinagoga se convirtió en un lugar común de adoración para los judíos, surgió la tradición de adorar allí todos los sábados. Lucas dice que Jesús también asistía, “según su costumbre”. (Lu 4:16.)
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