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El juicio de la infame rameraApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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“Y [el ángel] me llevó en el poder del espíritu a un desierto. Y alcancé a ver a una mujer sentada sobre una bestia salvaje de color escarlata que estaba llena de nombres blasfemos y que tenía siete cabezas y diez cuernos”. (Revelación 17:3.)
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El juicio de la infame rameraApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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Entonces, ¿qué es esta nueva bestia salvaje de color escarlata? Debe ser la imagen de la bestia salvaje que fue producida por instancia de la bestia salvaje angloamericana que tiene dos cuernos como de cordero. Después de hecha la imagen, se permitió que la bestia salvaje de dos cuernos diera aliento a la imagen de la bestia salvaje. (Revelación 13:14, 15.) Juan ahora ve que esa imagen vive y respira. Es una representación de la organización de la Sociedad de Naciones que la bestia salvaje de dos cuernos trajo a la existencia en 1920. El presidente Wilson, de los Estados Unidos, tenía la visión de que aquella Sociedad “serviría de foro para dispensar justicia a todo hombre y eliminaría para siempre la amenaza de guerra”. Cuando fue resucitada después de la II Guerra Mundial, en forma de la Organización de las Naciones Unidas, su propósito, según su carta constitucional, era “mantener la paz y la seguridad internacionales”.
17. a) ¿Por qué se dice que la simbólica bestia salvaje de color escarlata está llena de nombres blasfemos? b) ¿Quién cabalga sobre la bestia salvaje de color escarlata? c) Desde el mismo principio, ¿cómo se enlazó la religión babilónica con la Sociedad de Naciones y su sucesora?
17 ¿De qué manera está llena de nombres blasfemos esta bestia salvaje simbólica? Por el hecho de que los hombres han levantado este ídolo multinacional como sustitutivo del Reino de Dios... para lograr lo que Dios dice que solamente su Reino puede lograr. (Daniel 2:44; Mateo 12:18, 21.) Sin embargo, lo que es notable en cuanto a la visión de Juan es que Babilonia la Grande cabalga sobre la bestia salvaje de color escarlata. Según lo manifestaba la profecía, la religión babilónica, particularmente en la cristiandad, se ha enlazado con la Liga o Sociedad de Naciones y su sucesora. El 18 de diciembre de 1918 el organismo conocido ahora como Concilio Nacional de las Iglesias de Cristo en América adoptó una declaración que decía, en parte: “Tal Sociedad no es meramente un expediente político; es más bien la expresión política del Reino de Dios en la Tierra. [...] La Iglesia puede dar un espíritu de buena voluntad, sin el cual ninguna Sociedad de Naciones podrá durar. [...] La Sociedad de Naciones tiene sus raíces en el Evangelio. Igual que el Evangelio, su objetivo es ‘paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres’”.
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¿Qué hay de la sucesora de aquella Sociedad, la Organización de las Naciones Unidas? Desde el mismo comienzo la gran ramera ha cabalgado sobre ella, pues se ha asociado visiblemente con ella y ha tratado de guiar su destino. Por ejemplo, en su vigésimo aniversario, en junio de 1965, representantes de la Iglesia Católica Romana y de la Iglesia Ortodoxa Oriental, junto con protestantes, judíos, hindúes, budistas y musulmanes —en representación, según se dijo, de dos mil millones de habitantes de la Tierra— se reunieron en San Francisco para celebrar su apoyo y admiración a la ONU. En una visita a la ONU en octubre de 1965, el papa Paulo VI describió a aquel organismo como “la más grande de todas las organizaciones internacionales”, y añadió: “Los pueblos de la Tierra se vuelven a las Naciones Unidas como la última esperanza de concordia y paz”. Otro visitante papal, el papa Juan Pablo II, hablando a la ONU en octubre de 1979, dijo: “Espero que las Naciones Unidas siempre sigan siendo el foro supremo de la paz y la justicia”. Fue significativo que el Papa casi no mencionara a Jesucristo ni al Reino de Dios en su discurso. Durante su visita a los Estados Unidos en septiembre de 1987, según informó el periódico The New York Times, “Juan Pablo dijo mucho acerca del papel positivo de las Naciones Unidas en promover [...] ‘nueva solidaridad mundial’”.
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