-
Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1993Anuario de los testigos de Jehová 1993
-
-
Norteamérica
En la madrugada del lunes 24 de agosto de 1992, el huracán Andrés irrumpió procedente del Atlántico, azotó a su paso por el sur de Florida, viró a través del golfo de México y acabó batiendo Louisiana. Silbando como una sirena, con vientos constantes de 230 kilómetros por hora y ráfagas de como mínimo 260 kilómetros por hora, la tormenta devastó 430 kilómetros cuadrados del sur de Florida. Andrés dejó sin hogar a 250.000 personas, destruyó, según cálculos aproximados, 63.000 casas y mató a 38 personas. “Nunca había ocurrido una catástrofe como esta en Estados Unidos —explicó un veterano tasador de daños de una aseguradora—. Es lo peor que he visto en mi vida.”
Los Testigos no fueron inmunes a la furia del huracán Andrés: 3.500 quedaron sin hogar al verse afectadas sus 1.120 viviendas, de las cuales 150 quedaron totalmente destrozadas. También se registraron daños en diez Salones del Reino. El Cuerpo Gobernante reaccionó sin dilación. Designó un comité para que actuara desde un Salón de Asambleas a 60 kilómetros al norte de la zona del desastre e inmediatamente enviaron fondos para la adquisición de artículos de emergencia. Al ir amainando los vientos huracanados, fueron llegando para ayudar trabajadores Testigos de las zonas no afectadas. Para el sábado 29 de agosto, la cantidad de materiales de construcción que habían llegado al Salón de Asambleas ascendía a 305 toneladas. Al día siguiente, domingo, habían llegado unos 70 tráileres con suministros. “Alrededor de 3.000 voluntarios Testigos de todo el país habían acudido a la zona del desastre, primero para ayudar a los suyos y luego a los demás”, informó el 31 de agosto el diario Miami Herald.
Para ilustrar la velocidad con la que los Testigos emprendieron las labores de socorro, considere lo ocurrido poco después de apaciguarse los vientos. Dos automóviles que transportaban a personas que no eran Testigos se presentaron en el ayuntamiento de una de las zonas afectadas para brindar su ayuda. La policía los acompañó con su vehículo al único grupo que estaba organizado para las reparaciones: los testigos de Jehová.
Por todo Estados Unidos los Testigos —entre ellos los trabajadores de tiempo completo de la sede mundial— contribuyeron para la misión de socorro. En tan solo una semana, la familia Betel de Brooklyn, Patterson y las Haciendas de la Watchtower donó 26.291,10 dólares. Entre el dinero que se recibió en Florida había una latita con 6,81 dólares en monedas. Tenía dentro esta nota: “Queridos hermanos: Espero que estén bien. Hemos orado por ustedes. Tengo seis años. Con cariño, Chance”.
-
-
Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1993Anuario de los testigos de Jehová 1993
-
-
[Fotografías en las páginas 14, 15]
El huracán Andrés devastó el sur de Florida el 24 de agosto de 1992 y dejó a 3.500 Testigos sin hogar
-