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Organizándonos ahora para mil años en el futuroLa Atalaya 1989 | 1 de septiembre
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Antes de que se les introdujera en el Milenio para ser parte de la “nueva tierra”, ¿participarían en la obra de predicar el Reino junto con el resto? (2 Pedro 3:13.) Estas preguntas serían contestadas por lo que sucediera después de la guerra.
11. a) ¿Qué se tendría que hacer con las otras ovejas que llegarían a ser un solo rebaño con el resto? b) ¿Por qué no era motivo para que hubiera división entre el resto y las otras ovejas el tener esperanzas diferentes?
11 Las siguientes palabras del Pastor Excelente, Jesucristo, salieron a relucir al tiempo debido: “Tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor”. (Juan 10:16.) Si desde 1919 en adelante hubo que organizar al resto ungido para la obra posbélica, y si después las otras ovejas iban a formar un solo rebaño con el resto en este redil, entonces ¿qué sucedería? Pues, ¡tendría que organizarse también a aquellas otras ovejas con relación al resto! El hecho de que las otras ovejas tuvieran una esperanza diferente —la de vivir en un paraíso terrestre de placer— no era motivo para que hubiera división entre ellas y el resto. Todos seguían solamente al mismo Pastor, y no habría separación entre los dos grupos sino hasta la glorificación del resto ungido en el Reino.
12. a) ¿Qué es mucho más importante que la salvación de la humanidad? b) ¿Cuándo y por qué se hizo sumamente importante anunciar el Reino?
12 La salvación de los humanos afectados por el pecado y la muerte, el fin de la dominación ejercida por el mundo de Satanás, y la restauración de la humanidad obediente al Paraíso restablecido por toda la Tierra son rasgos sobresalientes del propósito amoroso de Jehová. Sin embargo, hay algo mucho más importante para todo el universo. ¿Qué es? Es la vindicación de la soberanía universal de Jehová Dios junto con la santificación de su bendito nombre. Lo oportuno de anunciar el Reino de Jehová mediante Jesucristo entronizado se enfatizó en 1922, en la segunda asamblea de los Estudiantes Internacionales de la Biblia celebrada en Cedar Point, Ohio, E.U.A. Puesto que los Tiempos de los Gentiles habían terminado en 1914, había llegado el tiempo para obrar en conformidad con las palabras proféticas de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.) El Reino que vindicaría la soberanía universal de Jehová y santificaría su bendito nombre se había establecido en el cielo en 1914, y Jesucristo gobernaba en medio de sus enemigos. ¡Estas eran las magníficas buenas nuevas que se habían de predicar por todo medio utilizable para anunciar al Rey y su Reino!
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Organizándonos ahora para mil años en el futuroLa Atalaya 1989 | 1 de septiembre
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Aquella vasta compañía mixta que salió con Israel del Egipto faraónico prefiguró a una gran muchedumbre del siglo XX. Esta no se compone de israelitas espirituales, sino de otras ovejas del Pastor Excelente, Jesucristo. Junto con el resto ungido, estas personas esperan con ansia ser completamente libradas del Egipto antitípico, el sistema de cosas mundial del cual es dios el Faraón Mayor, Satanás el Diablo. (Juan 10:16; 2 Corintios 4:4; Revelación 7:9.) Pero ¿qué tienen que hacer las otras ovejas para sobrevivir a la violenta destrucción del viejo mundo de Satanás y entrar en el prometido nuevo mundo bajo el Josué Mayor, Jesucristo? (2 Pedro 3:13.) Tienen que mantenerse en conformidad con los arreglos de organización del núcleo de la organización visible de Jehová, el resto ungido.
17. En este mundo desorganizado, ¿cómo actúan los de la gran muchedumbre, y qué anhelan?
17 Especialmente desde mediados de la cuarta década del siglo XX la gran muchedumbre de otras ovejas ha sido introducida en el un solo rebaño organizado bajo el un solo Pastor glorificado, Jesucristo en su Reino. En un mundo que se desorganiza cada vez más a pesar de que existe una Organización de las Naciones Unidas, los que componen esta gran muchedumbre apoyan de todo corazón al resto ungido y así dan prueba del poder unificador que tiene el espíritu santo de Jehová.
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