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    • Continúa desarrollándose la escena: “Y clamaban con voz fuerte, y decían: ‘¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?’”. (Revelación 6:10.) ¿Cómo puede clamar por venganza la sangre de ellos si la Biblia muestra que los muertos están inconscientes? (Eclesiastés 9:5.) Pues bien, ¿no clamó la sangre del justo Abel después que Caín lo asesinó? En aquel tiempo Jehová dijo a Caín: “¿Qué has hecho? ¡Escucha! La sangre de tu hermano está clamando a mí desde el suelo”. (Génesis 4:10, 11; Hebreos 12:24.) La sangre de Abel no estaba literalmente pronunciando palabras. Más bien, Abel había muerto como víctima inocente, y la justicia pedía que su asesino fuera castigado. De manera semejante, esos mártires cristianos son inocentes, y es justo que se les vengue. (Lucas 18:7, 8.) El clamor por venganza es fuerte porque muchos miles han muerto así. (Compárese con Jeremías 15:15, 16.)

      6. ¿Cómo fue vengado en 607 a.E.C. el derramamiento de sangre inocente?

      6 Esta situación también se puede asemejar a la del Judá apóstata cuando el rey Manasés subió al trono en 716 a.E.C. Él derramó mucha sangre inocente, y probablemente ‘aserró en pedazos’ al profeta Isaías. (Hebreos 11:37; 2 Reyes 21:16.) Aunque Manasés después se arrepintió y reformó, aquella culpa de sangre permaneció. En 607 a.E.C., cuando los babilonios desolaron el reino de Judá, “fue solo por orden de Jehová como esto tuvo lugar contra Judá, para quitarlo de su vista por los pecados de Manasés, conforme a todo lo que había hecho; y también por la sangre inocente que él había derramado, de manera que llenó a Jerusalén de sangre inocente, y Jehová no consintió en conceder perdón”. (2 Reyes 24:3, 4.)

      7. ¿Quién es principalmente culpable de derramar “la sangre de los santos”?

      7 Como en los tiempos bíblicos, así hoy día puede que muchos de los que mataron a los testigos de Dios hayan muerto hace mucho tiempo. Pero la organización que causó su martirio está muy viva todavía y tiene mucha culpa de sangre. Es la organización terrestre de Satanás, su descendencia terrestre. Una parte prominente de ella es Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsaa. De ella se dice que está “borracha con la sangre de los santos y con la sangre de los testigos de Jesús”. Sí, “en ella se halló la sangre de profetas y de santos y de todos los que han sido degollados en la tierra”. (Revelación 17:5, 6; 18:24; Efesios 4:11; 1 Corintios 12:28.) ¡Qué carga de culpa por derramamiento de sangre! Mientras exista Babilonia la Grande, la sangre de sus víctimas clamará por justicia. (Revelación 19:1, 2.)

      8. a) ¿Qué casos de martirio había habido durante la vida de Juan? b) ¿Qué persecuciones instigaron los emperadores romanos?

      8 Juan mismo fue testigo de martirios en el primer siglo cuando la cruel Serpiente y su descendencia terrestre guerrearon contra la congregación creciente de cristianos ungidos. Juan había visto a nuestro Señor fijado en un madero y había sobrevivido a las ejecuciones de Esteban, de su propio hermano Santiago, y de Pedro, Pablo y otros compañeros íntimos suyos. (Juan 19:26, 27; 21:15, 18, 19; Hechos 7:59, 60; 8:2; 12:2; 2 Timoteo 1:1; 4:6, 7.) En 64 E.C., el emperador romano, Nerón, había puesto sobre los cristianos la culpa de haber quemado a la ciudad de Roma, para contrarrestar un rumor que aseguraba que él era el culpable. El historiador Tácito informa: “Ellos [los cristianos] murieron por métodos de burla; algunos fueron cubiertos con pieles de bestias salvajes y entonces despedazados por perros, algunos fueron [fijados en maderos]b, algunos fueron encendidos como antorchas para iluminar de noche”. Como resultado de otra ola de persecución bajo el emperador Domiciano (81-96 E.C.), Juan fue desterrado a la isla de Patmos. Como dijo Jesús: “Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán”. (Juan 15:20; Mateo 10:22.)

      9. a) ¿Qué obra maestra de engaño produjo Satanás en el siglo IV E.C., y de qué es esto la parte principal? b) ¿Cómo trataron a los testigos de Jehová durante la I y la II Guerras Mundiales algunos gobernantes de la cristiandad?

      9 Para el siglo IV E.C., aquella Serpiente antigua, Satanás el Diablo, había producido su obra maestra de engaño, la religión apóstata de la cristiandad: un sistema babilónico con apariencia de ser cristiano. Esta es la parte principal de la descendencia de la Serpiente y ha llegado a ser una multitud de sectas en conflicto. Como la Judá apóstata de la antigüedad, la cristiandad lleva grave culpa por derramamiento de sangre, pues estuvo muy implicada en los esfuerzos de ambos lados de la contienda durante la I y la II Guerras Mundiales. Algunos gobernantes políticos de la cristiandad hasta usaron estas guerras como pretexto para degollar o destruir a siervos ungidos de Dios. En un informe sobre la persecución que Hitler lanzó contra los testigos de Jehová, una reseña del libro Kirchenkampf in Deutschland (Lucha de las iglesias en Alemania), de Friedrich Zipfel, dijo: “Se dio muerte a la tercera parte de ellos [los Testigos], fuera por ejecución, otro tipo de violencia, hambre, enfermedad o trabajo de esclavos. La severidad del esfuerzo por lograr que se sometieran fue sin precedente, y se debió a que su fe intransigente no podía ser armonizada con la ideología nacional socialista”. En verdad, de la cristiandad y su sacerdocio se puede decir: “En tus faldas se han hallado las marcas de sangre de las almas de los inocentes pobres” (Jeremías 2:34)c.

      10. ¿Qué persecuciones han experimentado en muchos países algunos jóvenes de la gran muchedumbre?

      10 Desde 1935, jóvenes fieles de la gran muchedumbre han soportado lo más recio de las persecuciones en muchos países. (Revelación 7:9.) Aun para fines de la II Guerra Mundial en Europa, en un solo pueblo 14 jóvenes testigos de Jehová fueron ejecutados en la horca. ¿Qué delito habían cometido? Habían dicho que ‘no aprenderían más la guerra’. (Isaías 2:4.) En tiempos más recientes, jóvenes del Oriente y de África han muerto como resultado de golpeaduras o por fusilamiento debido a la misma cuestión. De seguro estos jóvenes mártires, dignos apoyadores de los hermanos ungidos de Jesús, tendrán una resurrección en la nueva tierra prometida. (2 Pedro 3:13; compárese con Salmo 110:3; Mateo 25:34-40; Lucas 20:37, 38.)

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    • No obstante, al final toda la sangre justa derramada por Babilonia la Grande y sus amantes políticos será vengada. Mientras tanto, podemos estar seguros de que los que han sido resucitados están ocupados en sus deberes celestiales. Descansan, no por hallarse placenteramente desocupados, sino porque esperan pacientemente el día de la venganza de Jehová. (Isaías 34:8; Romanos 12:19.) Su descanso terminará cuando sean testigos de la destrucción de la religión falsa y, como “llamados y escogidos y fieles”, junto con el Señor Jesucristo ejecuten juicio en todas las demás partes de la inicua descendencia de Satanás aquí en la Tierra. (Revelación 2:26, 27; 17:14; Romanos 16:20.)

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