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No perdamos de vista la cuestión de la soberaníaLa Atalaya (estudio) 2017 | junio
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No perdamos de vista la cuestión de la soberanía
“Para que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra” (SAL. 83:18).
1, 2. a) ¿Qué asunto fundamental afecta a la humanidad? b) ¿Por qué es importante comprenderlo?
PARA muchas personas, lo más importante es el dinero. Por eso, se concentran en conseguir riquezas o en no perder las que tienen. Para otras, lo más importante es la familia, la salud o los logros personales.
2 Ahora bien, hay un asunto mucho más importante que cualquiera de estos y que no debemos olvidar jamás: la vindicación de la soberanía de Jehová. Si nos descuidamos, podemos llegar a estar tan distraídos con la rutina diaria o tan preocupados con nuestros problemas que perdamos de vista lo importante que es este asunto. Por otro lado, mientras mejor comprendamos la importancia de reconocer a Jehová como gobernante, mejor preparados estaremos para enfrentar los problemas cotidianos y más estrecha será nuestra amistad con él.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE?
3. ¿Qué afirma Satanás sobre la gobernación de Dios?
3 Satanás ha puesto en duda que Jehová tenga el derecho a gobernar. Afirma que su gobernación es corrupta, que no quiere lo mejor para nosotros y que la gente sería mucho más feliz si se gobernara a sí misma (Gén. 3:1-5). También ha dado a entender que ningún ser humano es leal a Dios de corazón, que todos rechazarán su gobernación si se les presiona lo suficiente (Job 2:4, 5). Por eso, Jehová está dejando pasar tiempo para que esta verdad quede bien clara: rechazar la gobernación de Dios tiene consecuencias terribles.
4. ¿Por qué debe resolverse la cuestión de la soberanía?
4 Es evidente que Jehová sabe que las afirmaciones de Satanás son falsas. Entonces, ¿por qué ha decidido no resolver esta cuestión, sino darle tiempo para que pruebe si son ciertas o no? La respuesta tiene que ver tanto con los ángeles como con los seres humanos (lea Salmo 83:18). Al fin y al cabo, muchos han rechazado la gobernación de Jehová, igual que hizo la primera pareja humana. Esto podría hacer pensar a algunos que tal vez el Diablo tenía razón. Mientras esta cuestión no esté clara tanto para los seres humanos como para los ángeles, surgirán desacuerdos entre naciones, razas, tribus, familias y personas. Pero después de que se vindique la soberanía de Jehová, todos viviremos para siempre bajo su justa gobernación y la creación volverá a estar en paz (Efes. 1:9, 10).
5. ¿Cómo apoyamos la soberanía de Jehová?
5 Se demostrará que la gobernación de Dios es justa y que el gobierno de Satanás y de los hombres es un fracaso, por lo que será eliminado. Triunfará el gobierno de Dios mediante el Reino mesiánico. Los seres humanos fieles habrán demostrado que el hombre puede apoyar lealmente la gobernación de Jehová (Is. 45:23, 24). ¿Nos gustaría que se nos contara entre estos siervos fieles de Dios? Por supuesto. Para lograrlo, tenemos que recordar y comprender lo importante que es esta cuestión.
MÁS IMPORTANTE QUE NUESTRA SALVACIÓN
6. ¿Cuánta importancia tiene la vindicación de la soberanía de Jehová?
6 Como ya se dijo, la vindicación de la soberanía de Jehová es un asunto fundamental para la humanidad. Es más importante que la felicidad de cualquiera de nosotros. ¿Quiere esto decir que nuestra salvación no tiene importancia o que Jehová no se interesa por nosotros? En absoluto. ¿Por qué?
7, 8. ¿Qué tiene que ver la vindicación de la soberanía de Jehová con el cumplimiento de sus promesas?
7 Para Jehová, los seres humanos somos muy valiosos. Él nos ama mucho, tanto que incluso dio la sangre de su Hijo para salvarnos y hacer posible que tengamos vida eterna (Juan 3:16; 1 Juan 4:9). Si Jehová no cumpliera sus promesas, el Diablo tendría una excusa para decir que es un mentiroso y un gobernante injusto que les niega cosas buenas a los humanos. También les daría la razón a sus enemigos, que se burlan y preguntan: “¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación” (2 Ped. 3:3, 4). Por ello, Jehová se asegurará de que la salvación de los seres humanos obedientes sea parte de la vindicación de su soberanía (lea Isaías 55:10, 11). Además, el amor caracteriza la forma de gobernar de Jehová. De modo que tenemos la seguridad de que siempre amará y tendrá en alta estima a sus siervos leales (Éx. 34:6).
8 Reconocer la importancia de la soberanía de Jehová no quiere decir que restemos valor a nuestra salvación o que seamos menos valiosos a los ojos de Dios. Sencillamente le estamos dando a cada cosa, la soberanía y la salvación, el lugar que le corresponde. Es necesario que tengamos esto muy claro para no perder de vista este asunto tan importante y apoyar la justa gobernación de Jehová.
JOB CAMBIA SU PUNTO DE VISTA
9. ¿Qué dijo Satanás sobre Job? (Vea el dibujo del principio).
9 El libro de Job, uno de los más antiguos de la Biblia, deja muy claro que es necesario tener el punto de vista correcto. Allí leemos que Satanás afirmó que Job rechazaría a Dios si sufría mucho. Le pidió a Jehová que él mismo le causara daño a Job. Dios no lo hizo, aunque le permitió que probara a su siervo. “Todo lo que tiene está en tu mano”, le dijo (lea Job 1:7-12). Job perdió en poco tiempo a sus siervos, sus medios de subsistencia y a sus diez queridos hijos. Satanás logró que pareciera que Dios era el culpable de sus sufrimientos (Job 1:13-19). Luego le causó a Job una enfermedad dolorosa y repugnante (Job 2:7). Para empeorar las cosas, su esposa y tres hombres que decían ser sus amigos lo desanimaron (Job 2:9; 3:11; 16:2).
10. a) ¿Cómo demostró Job que era leal a Dios? b) ¿En qué falló?
10 ¿Tenía razón Satanás? No, estaba totalmente equivocado, pues Job no le dio la espalda a Dios (Job 27:5). Sin embargo, durante un tiempo Job olvidó lo que era verdaderamente importante. Se concentró en demostrar que era justo y hasta exigió que se le explicara por qué estaba sufriendo (Job 7:20; 13:24). Quizá pensemos que, teniendo en cuenta todo lo que había sufrido, era comprensible su reacción, pero Dios vio la necesidad de corregirlo. ¿Qué le dijo?
11, 12. a) ¿Qué llegó a entender Job con la ayuda de Jehová? b) ¿Cómo reaccionó Job?
11 Encontramos sus palabras en los capítulos 38 a 41 del libro de Job, pero en ningún lugar leemos que le explicara por qué estaba sufriendo. Ese no era el punto central de las palabras de Jehová, como si tuviera que justificarse. Dios quería ayudar a Job a comprender que era insignificante comparado con su grandeza. Y lo ayudó a entender que había asuntos más importantes implicados (lea Job 38:18-21). Gracias a esto, Job corrigió su punto de vista.
12 ¿Fue Jehová demasiado duro al hablarle de forma tan directa a Job después de que este hubiera sufrido tanto? No, y Job tampoco lo vio así. A pesar de todo lo que había pasado, por fin comenzó a comprender el asunto. Incluso dijo: “Me retracto, y de veras me arrepiento en polvo y ceniza”. Así que las palabras de Jehová fueron oportunas y consoladoras (Job 42:1-6). Antes, un joven llamado Elihú también lo había corregido (Job 32:5-10). Jehová vio la buena reacción de Job y expresó que aprobaba su comportamiento fiel (Job 42:7, 8).
13. ¿Cómo siguieron beneficiando a Job las palabras de Jehová mucho después de que terminaran sus dificultades?
13 Las palabras de Jehová siguieron beneficiando a Job incluso después de que terminaron sus dificultades. Es verdad que Jehová “bendijo el fin de Job después más que su principio”, pero la recuperación no fue instantánea. Pasó tiempo hasta que “llegó a tener siete hijos y tres hijas” (Job 42:12-14). Seguramente Job extrañaba a los hijos que había perdido por culpa de Satanás. Y es probable que durante algún tiempo recordara muy bien todo lo que había sufrido. Incluso si llegó a entender el motivo de sus pruebas, quizás se preguntó de vez en cuando por qué había sido necesario tanto sufrimiento. Sea como sea, podía meditar en lo que Dios le había dicho. Eso lo ayudaría a conservar el punto de vista adecuado y lo consolaría (Sal. 94:19).
¿Podemos ver más allá de nuestros problemas y tener presente la cuestión de la soberanía? (Vea el párrafo 14).
14. ¿Qué podemos aprender de lo que le ocurrió a Job?
14 A nosotros, el relato de Job también puede ayudarnos a tener el punto de vista adecuado y darnos consuelo. Después de todo, Jehová lo conservó “para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza” (Rom. 15:4). La lección principal es que no debemos centrarnos tanto en lo que nos ocurre a nosotros que perdamos de vista esta cuestión tan importante: la vindicación de la soberanía de Jehová. Y recordemos que mostramos nuestro apoyo a la gobernación de Dios permaneciendo fieles incluso en las circunstancias más difíciles, igual que Job.
15. ¿En qué resulta que seamos fieles cuando pasamos por dificultades?
15 ¿Por qué nos reconforta reflexionar en la importancia de ser fieles? Porque nos recuerda que no sufrimos inútilmente. Las pruebas no significan que Dios esté molesto con nosotros; nos dan la oportunidad de demostrar que estamos de acuerdo con que él nos gobierne (Prov. 27:11). Si aguantamos, conseguimos la aprobación de Jehová y nuestra esperanza se hace más fuerte (lea Romanos 5:3-5). La historia de Job confirma que “Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso” (Sant. 5:11). Así que podemos tener la seguridad de que recompensará a todos los que apoyan su soberanía. Saberlo nos ayuda a aguantar todas las dificultades con paciencia y alegría (Col. 1:11).
NO PERDAMOS DE VISTA LA CUESTIÓN DE LA SOBERANÍA
16. ¿Por qué es importante que nos recordemos la importancia de que se vindique la soberanía de Jehová?
16 Desde luego, no siempre es fácil tener presente la vindicación de la soberanía de Jehová, en especial cuando nos sentimos ahogados por las dificultades. Incluso los problemas pequeños pueden recibir toda nuestra atención si pensamos mucho en ellos. Por lo tanto, hacemos bien en recordarnos regularmente la importancia de apoyar la soberanía de Jehová cuando pasamos por circunstancias difíciles.
17. ¿Por qué estar ocupados en la obra que nos ha dado Jehová nos ayuda a no perder de vista la cuestión de la soberanía?
17 Estar ocupados en la obra que nos ha dado Jehová puede ayudarnos a no perder de vista la cuestión de la soberanía. Veamos un ejemplo. Una Testigo llamada Renee sufrió un derrame cerebral, tenía dolores constantes y también padecía cáncer. Cuando recibía tratamiento, predicaba al personal del hospital, a otros pacientes y a quienes la visitaban. En cierta ocasión, dedicó ochenta horas a predicar durante las dos semanas y media que estuvo hospitalizada. No perdió de vista la soberanía de Jehová ni siquiera cuando iba a morir. Eso, a su vez, alivió su sufrimiento.
18. ¿Qué nos enseña sobre los beneficios de apoyar la soberanía de Jehová lo que le ocurrió a una hermana?
18 Claro, todos los días nos enfrentamos a problemas más pequeños, y también en estos casos queremos estar centrados en la soberanía de Jehová. Jennifer estuvo tres días en un aeropuerto esperando un vuelo que la llevara a su casa. Uno tras otro, todos los vuelos se cancelaban. Lo fácil hubiera sido que, sintiéndose sola y agotada, comenzara a compadecerse de sí misma. Pero no lo hizo. Le pidió a Jehová que la guiara para dar ayuda espiritual a los demás pasajeros, que estaban igual de frustrados. ¿Cómo le fue? Dio testimonio a muchas personas y dejó muchas publicaciones. Cuenta: “Aunque fue una situación complicada, sentí que Jehová me bendijo y me dio fuerzas para llevar su nombre de una manera digna”. En efecto, no perdió de vista el propósito de Jehová.
19. ¿Cuál es la actitud del pueblo de Jehová respecto a su soberanía?
19 El pueblo de Jehová siempre ha comprendido la importancia de la soberanía de su Dios y la ha apoyado. Eso lo ha distinguido de la religión falsa. Cada uno de nosotros debe asegurarse de hacer lo mismo, pues apoyamos la adoración verdadera.
20. ¿Cómo ve Jehová lo que hacemos en apoyo de su soberanía?
20 Podemos estar seguros de que Jehová valora mucho el apoyo que damos a su soberanía con nuestro aguante y servicio fiel (Sal. 18:25). En el próximo artículo, profundizaremos en por qué la soberanía de Jehová merece todo nuestro apoyo y cómo podemos dárselo.
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Apoyemos la soberanía de JehováLa Atalaya (estudio) 2017 | junio
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Apoyemos la soberanía de Jehová
“Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas” (REV. 4:11).
1, 2. ¿De qué debemos estar convencidos? (Vea el dibujo del principio).
COMO vimos en el artículo anterior, el Diablo asegura que Jehová no tiene el derecho a ser el Soberano y que a los seres humanos les iría mejor si se gobernaran a sí mismos. Pero ¿es cierto? Supongamos que quienes deciden gobernarse solos vivieran para siempre. ¿Les iría mejor que si los gobernara Dios? ¿Cree usted que sería más feliz si tuviera libertad absoluta y además vida eterna?
2 Nadie puede responder por usted. Todos tenemos que pensar bien en el asunto. No debería quedarnos ninguna duda de que Dios tiene el derecho a gobernar y de que su gobernación es la mejor y merece todo nuestro apoyo. La Biblia nos da buenas razones para tener esta seguridad. Por ejemplo, veamos lo que nos dice sobre el derecho de Jehová a ser el Soberano.
JEHOVÁ TIENE EL DERECHO A GOBERNAR
3. ¿Por qué es Jehová el único con derecho a gobernar?
3 Jehová es el único con derecho a gobernar, porque es el Dios todopoderoso y el Creador (1 Crón. 29:11; Hech. 4:24). En una visión, los 144.000 que gobernarán con Cristo dicen: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas” (Rev. 4:11). Jehová lo hizo todo, así que tiene pleno derecho a gobernar a los seres humanos y a los ángeles.
4. ¿Por qué oponerse a la soberanía de Jehová es darle mal uso a la libertad de elección?
4 Satanás no tiene ningún derecho de gobernar el universo porque no ha creado nada. Cuando él y la primera pareja se rebelaron contra la soberanía de Jehová, actuaron con arrogancia (Jer. 10:23). Es verdad que tenían libertad de elección y que por eso podían decidir independizarse de Dios, pero ¿tenían el derecho de hacerlo? No. Esta libertad nos permite tomar muchas buenas decisiones todos los días, pero no nos da el derecho de rebelarnos contra nuestro Creador. Queda claro que oponerse a Jehová es darle mal uso a la libertad de elección. Los humanos necesitamos que Dios nos gobierne.
5. ¿Por qué podemos estar seguros de que las decisiones de Dios son justas?
5 Hay otra razón por la que Jehová tiene el derecho a gobernar: ejerce su autoridad con justicia perfecta. Él mismo declara: “Yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito” (Jer. 9:24). Él es la fuente de la justicia. No tiene que consultar ninguna ley hecha por hombres imperfectos para decidir qué es justo. Y las leyes escritas que le dio al hombre se basan en su justicia perfecta. La Biblia dice: “Justicia y juicio son el lugar establecido de tu trono [el de Jehová]”. Por eso, podemos estar seguros de que todas sus leyes, principios y decisiones son justas (Sal. 89:14; 119:128). En cambio, Satanás, que asegura que la forma de gobernar de Jehová no es buena, ha sido incapaz de producir un mundo en el que siempre haya justicia.
6. ¿Cuál es una razón por la que Jehová tiene el derecho a gobernar el mundo?
6 Una razón más por la que Jehová tiene el derecho a ser el Soberano es que posee el conocimiento y la sabiduría que se necesitan para cuidar de toda la creación. Pensemos, por ejemplo, en el poder que le dio a su Hijo para sanar enfermedades que ningún doctor podía curar (Mat. 4:23, 24; Mar. 5:25-29). Lo que Jesús hizo no fue un milagro para Dios, que sabe cómo funciona el cuerpo y puede curarlo. También tiene el conocimiento necesario para resucitar a los muertos y prevenir los desastres naturales.
7. ¿Por qué es la sabiduría de Jehová muy superior a la que hay en el mundo de Satanás?
7 El mundo controlado por Satanás sigue buscando maneras de acabar con los conflictos nacionales e internacionales. Jehová es el único con la sabiduría para traer paz mundial (Is. 2:3, 4; 54:13). Mientras más descubrimos sobre el conocimiento y la sabiduría de Dios, más se parecen nuestros sentimientos a los del apóstol Pablo, que dijo: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e ininvestigables sus caminos!” (Rom. 11:33).
LA GOBERNACIÓN DE JEHOVÁ ES LA MEJOR
8. ¿Qué aspectos de la forma de gobernar de Dios lo conmueven más?
8 La Biblia no solo demuestra que Jehová tiene el derecho de gobernar. También explica por qué su manera de hacerlo es superior a las demás. Uno de los motivos es que gobierna con amor. De hecho, nos conmueve su forma de gobernarnos. Él es “misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad” (Éx. 34:6). Trata a sus siervos humanos con dignidad y respeto. Nos cuida mejor que nosotros mismos. Al contrario de lo que dice Satanás, Jehová no les niega cosas buenas a sus siervos fieles. Es más, hasta dio a su querido hijo para que tengamos la esperanza de vivir para siempre (lea Salmo 84:11 y Romanos 8:32).
9. ¿Cómo sabemos que Dios se interesa en cada uno de nosotros?
9 Jehová se preocupa por el bienestar de su pueblo como grupo, pero también se interesa mucho en cada persona. Pensemos, por ejemplo, en lo que pasó en el tiempo de los jueces de Israel. Durante unos trescientos años, Jehová usó jueces para salvar a los israelitas de sus enemigos. Pues bien, aun en una época de tantos conflictos, se fijó en Rut, una mujer que no era israelita pero que hizo muchos sacrificios para ser parte de su pueblo. Jehová la bendijo dándole un esposo y un hijo. Además, cuando resucite, Rut sabrá que su hijo fue uno de los antepasados del Mesías. Y se enterará de que su historia está en un libro de la Biblia que lleva su nombre. ¿Se imagina cómo se sentirá? (Rut 4:13; Mat. 1:5, 16).
10. ¿Es restrictiva la soberanía de Jehová? Explique.
10 Jehová no es un gobernante opresivo ni inflexible. Las personas a las que gobierna se sienten libres y felices (2 Cor. 3:17). David lo expresó con estas palabras: “Dignidad y esplendor están ante él [Jehová], fuerza y gozo están en su lugar” (1 Crón. 16:7, 27). Y un salmista llamado Etán dijo: “Feliz es el pueblo que conoce el gozoso gritar. Oh Jehová, en la luz de tu rostro ellos siguen andando. En tu nombre están gozosos todo el día, y en tu justicia son ensalzados” (Sal. 89:15, 16).
11. ¿Qué podemos hacer para estar más convencidos de que la forma de gobernar de Dios es la mejor?
11 Mientras más meditemos en la bondad de Jehová, más convencidos estaremos de que su forma de gobernar es la mejor. Nos sentiremos como el salmista que dijo: “Un día en tus patios es mejor que mil en otro lugar” (Sal. 84:10). No podía ser de otra manera. Jehová nos diseñó y nos creó, así que sabe lo que necesitamos para ser felices de verdad y nos lo da con generosidad. Cualquier cosa que nos pida es para nuestro beneficio, y obedecerlo resulta en que disfrutemos de completa felicidad, aunque implique algunos sacrificios (lea Isaías 48:17).
12. ¿Cuál es la razón principal para apoyar la soberanía de Jehová?
12 La Biblia indica que, después del Reino de Mil Años de Cristo, algunas personas se pondrán en contra de la soberanía de Jehová (Rev. 20:7, 8). ¿Por qué harán algo así? Porque Satanás, que habrá sido liberado de su prisión, tratará de despertar egoísmo en la humanidad, como siempre ha hecho, con el propósito de engañarla. Quizás intente convencer a las personas de que pueden vivir para siempre sin obedecer a Jehová. Por supuesto, esto nunca será posible. Pero deberíamos preguntarnos si nos atraerá esa mentira. Si amamos a Jehová y le servimos porque es bueno y porque es el Soberano legítimo del universo, nos repugnará esa mentira de Satanás. Siempre querremos vivir bajo la soberanía de Dios, que es legítima y amorosa.
APOYEMOS LEALMENTE LA SOBERANÍA DE DIOS
13. ¿Qué relación hay entre imitar a Dios y apoyar su soberanía?
13 Como hemos visto, Jehová tiene el derecho de gobernar, y su forma de hacerlo es la mejor. No cabe duda de que su soberanía merece nuestro apoyo incondicional. Se lo damos siendo íntegros y sirviéndole fielmente. También, haciendo las cosas a su manera. De este modo, no solo apoyamos su forma de gobernarnos, sino que además demostramos nuestro amor por ella (lea Efesios 5:1, 2).
14. ¿Cómo pueden imitar a Jehová los ancianos y los cabezas de familia?
14 La Biblia nos enseña que Jehová ejerce su autoridad con amor. Por eso, los cabezas de familia y los ancianos que aman su soberanía no serán exigentes, como si tuvieran una soberanía propia. Más bien, imitarán a Jehová. Así lo hizo Pablo, que imitó a Dios y a su Hijo (1 Cor. 11:1). No avergonzó ni presionó a otros para que hicieran lo correcto, sino que los motivó con cariño (Rom. 12:1; Efes. 4:1; Filem. 8-10). Así es como Jehová hace las cosas. Y así es como deben hacerlas quienes aman y apoyan su manera de gobernar.
15. ¿Por qué respetar el orden teocrático demuestra que amamos la soberanía de Dios?
15 ¿De qué otra manera apoyamos el gobierno de Dios? Colaborando respetuosamente con aquellos a los que él ha dado autoridad. Apoyaremos el orden teocrático incluso si no comprendemos bien una decisión o no estamos totalmente de acuerdo con ella. Esta es una actitud muy distinta a la del mundo, pero es la forma de hacer las cosas bajo el gobierno de Dios (Efes. 5:22, 23; 6:1-3; Heb. 13:17). Si somos obedientes, nos beneficiaremos, pues Jehová quiere lo mejor para nosotros.
16. ¿En qué basan sus decisiones los que apoyan la soberanía de Jehová?
16 Nuestras decisiones también demuestran si apoyamos o no la soberanía de Dios. Él no nos dice lo que debemos hacer en cada situación. En lugar de eso, nos revela cómo piensa. Por ejemplo, no nos da una lista de ropa que podemos ponernos, sino que nos dice que desea que nuestra ropa sea decente y propia de ministros cristianos (1 Tim. 2:9, 10). Además, no quiere que hagamos tropezar a nadie ni que nuestras decisiones molesten a los demás (1 Cor. 10:31-33). Demostramos que amamos su forma de gobernar y la apoyamos cuando nuestras decisiones se basan principalmente en lo que él piensa y no en nuestras preferencias.
Apoyemos la soberanía de Dios al tomar decisiones y en la familia. (Vea los párrafos 16 a 18).
17, 18. Mencione algunas maneras en las que los matrimonios apoyan la soberanía de Jehová.
17 Veamos cómo pueden apoyar los matrimonios cristianos la forma de gobernar de Dios. Para algunas parejas, la vida de casados puede ser más difícil de lo que esperaban, y hay quienes hasta se sienten defraudados. ¿Qué pueden hacer? Podrían pensar en la relación de Dios con Israel. Él se comparó a sí mismo a un esposo (Is. 54:5; 62:4). Este fue un “matrimonio” muy difícil. Sin embargo, Jehová no se dio por vencido fácilmente. Una y otra vez perdonó a los israelitas y fue leal al pacto que había hecho con ellos (lea Salmo 106:43-45). ¿Verdad que el amor leal de Jehová nos atrae a él?
18 Los cristianos casados que aman a Jehová tratan de imitarlo. No intentan romper un matrimonio difícil sin tener base bíblica. Entienden que Jehová los unió y que desea que sigan juntos. Según las Santas Escrituras, la inmoralidad sexual es el único motivo por el que una persona puede divorciarse y volverse a casar (Mat. 19:5, 6, 9). Al hacer todo lo posible para que su matrimonio funcione, apoyan la soberanía de Jehová.
19. ¿Qué debemos hacer cuando cometemos errores?
19 Como somos imperfectos, en ocasiones haremos cosas que decepcionarán a Jehová. Él lo sabe, pero envió a su Hijo para que entregara su vida como rescate para salvarnos porque nos ama. Así que debemos pedirle a Jehová que nos perdone cuando cometemos un error (1 Juan 2:1, 2). No nos torturemos constantemente por nuestros fallos; esforcémonos por aprender de ellos. Si permanecemos cerca de Dios, él nos perdonará y nos ayudará a sanar nuestras heridas, así como a superar situaciones parecidas que se presenten en el futuro (Sal. 103:3).
20. ¿Por qué debemos apoyar la soberanía de Jehová?
20 Jehová gobernará sobre la humanidad entera en el nuevo mundo, y todos aprenderemos sus caminos justos (Is. 11:9). Pero ya estamos aprendiendo mucho sobre ellos. Y está muy cerca el día en que nadie cuestione el derecho de Jehová a gobernar. Este es el momento de apoyar su soberanía obedeciéndole, sirviéndole fielmente y esforzándonos todo lo posible por imitarlo en todo lo que hacemos.
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