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  • El final próximo del “libro de las Guerras de Jehová”
    La Atalaya 1990 | 1 de julio
    • El final próximo del “libro de las Guerras de Jehová”

      “Se dice en el libro de las Guerras de Jehová.” (NÚMEROS 21:14.)

      1, 2. ¿En qué ocasión de la antigüedad demostró Jehová a los egipcios que era un Dios guerrero, y cómo lo hizo?

      LOS hombres de la actualidad apenas comprenden que el Dios de la Biblia, Jehová, es un guerrero, una persona varonil de guerra. Este hecho se representó gráficamente cuando él libertó de la opresión en Egipto a su pueblo de tiempos antiguos. El enemigo invisible de aquel pueblo, Satanás el Diablo, había incitado a Faraón a tratar de acabar con los israelitas mediante trabajo pesado. Ahora bien, cuando Faraón se dio cuenta de lo que iba a perder por dejar que los israelitas partieran libremente, salió con sus fuerzas militares a perseguirlos.

      2 Sin embargo, Faraón no percibió que el Dios de los israelitas podía hacerse un Dios guerrero para libertar a Su pueblo. Cuando aquellas fuerzas egipcias los siguieron de cerca por el lecho seco del mar Rojo con intención de vengarse, el Dios de aquellos israelitas en peligro entró en acción y ahogó a los conductores de carros y los jinetes al hacer que las aguas que se habían mantenido aguantadas a los lados cayeran sobre el pasillo de escape que había sido abierto milagrosamente para los israelitas. (Éxodo 14:14, 24-28.)

      3. En su canción de victoria, ¿como qué clase de Dios describieron a Jehová los israelitas, pero de qué hecho hacen caso omiso las naciones hoy día?

      3 A salvo en la ribera oriental del mar Rojo, los jubilosos israelitas procedieron a cantar una canción de victoria que enaltecía a su Libertador celestial: “Cante yo a Jehová, porque se ha ensalzado soberanamente. Al caballo y a su jinete ha lanzado en el mar. Mi fuerza y mi poderío es Jah, puesto que él sirve para mi salvación. Este es mi Dios, y yo lo elogiaré; el Dios de mi padre, y lo enalteceré. Jehová es persona varonil de guerra. Jehová es su nombre. Los carros de Faraón y sus fuerzas militares él ha echado en el mar, y los selectos de sus guerreros han sido hundidos en el mar Rojo”. (Éxodo 15:1-4.) Allá, en el mar Rojo, Jehová mostró que es un guerrero capaz de hechos espectaculares. Las naciones mundanas han hecho caso omiso de eso.

      4, 5. ¿De qué antepasado común descendieron aquellas jubilosas 12 tribus de Israel, y de quién llegó a ser amigo él debido a qué cualidad?

      4 El profeta Moisés, quien dirigió el canto de aquella canción inspirada, llamó a Jehová “el Dios de mi padre”. El hebreo Abrahán fue un antepasado sobresaliente de la nación de Israel. De él —mediante Isaac, Jacob y los 12 hijos de Jacob— descendieron las 12 tribus de Israel. Abrahán demostró que era un adorador ejemplar de Jehová Dios. Fue un hombre de fe tan firme que, cuando Jehová lo llamó para que saliera de su hogar en Ur de los caldeos, sin vacilar se puso en camino a la tierra que Jehová le mostraría, seguro de que Dios cumpliría Su promesa de darla a él y a su prole.

      5 Por la magnífica fe de Abrahán, Jehová prometió que le daría una “descendencia” o prole mediante la cual se bendecirían todas las familias de la Tierra, incluso las de la actualidad. (Génesis 12:2, 3; 22:17, 18.) Abrahán entró en una relación tan estrecha con su Dios que fue conocido como “amigo de Jehová”, y Dios mismo llamó al fiel patriarca “mi amigo”. (Santiago 2:23; Isaías 41:8.)

      6. Aunque Abrahán fue un nómada pacífico en la Tierra Prometida, ¿cómo demostró que era un combatiente que confiaba en Jehová?

      6 Aunque Abrahán estuvo mudándose de un lugar a otro como un extraño en la Tierra Prometida, demostró que podía ser combatiente, guerrero. En cierta ocasión cuatro reyes del exterior invadieron la Tierra Prometida y se llevaron consigo a Lot, sobrino de Abrahán, y la familia de este. Abrahán, impelido por los vigorosos lazos familiares, armó a 318 de sus siervos y, junto con refuerzos de tres de sus aliados de aquel local —Aner, Escol y Mamré— fue tras los merodeadores. Al atacarlos por sorpresa de noche, Abrahán y su partida derrotaron a los invasores, aunque estos eran un cuerpo armado muy superior. Hubo una “matanza de los reyes”. (Hebreos 7:1; Génesis 14:13-17.) Abrahán rescató a Lot y su familia y recobró todo lo hurtado.

      7-9. a) ¿A qué sacerdote visitó Abrahán, y qué bendición recibió? b) ¿Cómo mostró Abrahán que quería que solo el Dios Altísimo lo hiciera rico? c) Según lo confirmó Melquisedec, ¿quién dio a Abrahán la victoria militar?

      7 Abrahán reconocía que había logrado su hazaña militar solamente mediante la ayuda de Jehová Dios, y en su viaje triunfal de regreso tuvo la oportunidad de admitir públicamente ese hecho. Sabía que el sacerdote aprobado de su Dios estaba en la ciudad de Salem. De modo que se dirigió hacia aquella ciudad. La última parte del capítulo 14 de Génesis nos informa lo que sucedió entonces:

      8 “Y Melquisedec rey de Salem sacó pan y vino, y él era sacerdote del Dios Altísimo. Entonces lo bendijo y dijo: ‘¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que ha entregado a tus opresores en tu mano!’. Ante aquello, Abrán le dio el décimo de todo. Después de eso el rey de Sodoma dijo a Abrán: ‘Dame las almas, pero toma los bienes para ti’. Ante esto, Abrán dijo al rey de Sodoma: ‘De veras alzo la mano en juramento a Jehová el Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra, y juro que, desde un hilo hasta una correa de sandalia, no, no tomaré nada de lo que es tuyo, para que no digas: “Yo fui quien enriqueció a Abrán”. ¡Nada para mí! Solamente lo que ya hayan comido los jóvenes, y la parte que les corresponde a los hombres que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamré... que tomen ellos la parte que les corresponde’”. (Génesis 14:18-24.)

      9 Como lo indican esos versículos, Melquisedec, el sacerdote real de la ciudad de Salem, confirmó la convicción de Abrahán de que había sido el Dios Altísimo quien había peleado por él y sus fuerzas militares y les había dado la victoria. El rey-sacerdote Melquisedec no restó importancia a la participación de Jehová en aquel asunto.

      El libro de las Guerras de Jehová

      10. ¿Cuál es la primera mención de guerra en la Biblia, y por qué fue solo el comienzo de las guerras victoriosas de Jehová?

      10 La descripción que da Génesis 14 de la invasión de la Tierra Prometida y la derrota que Abrahán infligió a los invasores armados es la primera mención de guerra en las Santas Escrituras. Así Jehová se dio a conocer como guerrero, “persona varonil de guerra”, más de cuatro siglos antes de su hazaña en el mar Rojo. Con todo, aquello fue simplemente el principio. Victorias mucho mayores y más resonantes vendrían luego, incluso una final hoy día en la “conclusión del sistema de cosas”. (Mateo 24:3.)

      11. ¿Qué es “el libro de las Guerras de Jehová”, pero qué otra fuente hay de muchísimos relatos de sus hazañas militares?

      11 Según lo que se dice en Números 21:14, se escribió un “libro de las Guerras de Jehová”. Esa crónica o historia confiable de las guerras de Dios a favor de su pueblo tal vez haya comenzado con aquella batalla a favor del fiel Abrahán. Moisés sabía de aquel libro, pero no nos da otros detalles de él. Por lo tanto, no se nos da información completa de cómo Jehová demostró que era un guerrero durante el período que abarca ese libro de las Guerras de Jehová. Con todo, desde la mención de ese libro en adelante llegó a escribirse la mayor parte de la Santa Biblia, y esta contiene muchos relatos de las hazañas militares de Jehová.

      El Melquisedec Mayor: un guerrero

      12. ¿A qué Oficial mayor del Dios Altísimo prefiguró Melquisedec, y qué salmo compuesto por David lo llama sacerdote y guerrero?

      12 Después que Abrahán derrotó a Kedorlaomer y sus reyes confederados, Melquisedec lo bendijo. El rey-sacerdote Melquisedec prefiguró proféticamente a Uno que sería el Sumo Sacerdote del Dios Altísimo y también un poderoso guerrero apoyado por el Dios Supremo. El Salmo 110, compuesto bajo inspiración por el guerrero-rey David, se dirige a Aquel que es mayor que el Melquisedec de Salem cuando dice: “La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos’. Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!’. Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera”. (Salmo 110:2, 4, 5.)

      13. En los capítulos 7 y 8 de Hebreos, ¿a quién se identifica como Uno mayor que el Melquisedec de la antigüedad, y en qué lugar elevado entró este y con qué clase de sacrificio?

      13 El escritor inspirado del libro de Hebreos reveló quién era Aquel a quien realmente se dirigieron aquellas palabras cuando dijo: “Un precursor ha entrado a favor nuestro, Jesús, que ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre”. (Hebreos 6:20.) En el capítulo siguiente de Hebreos se explica la grandeza del Melquisedec de la antigüedad. Sin embargo, su grandeza sacerdotal está superada por Aquel a quien él prefiguró, el resucitado y glorificado Jesucristo, quien entró en la santa presencia de Jehová Dios mismo con el valor de un sacrificio mucho más grandioso que cualquiera que el rey-sacerdote Melquisedec de Salem pudiera haber ofrecido. (Hebreos 7:1–8:2.)

      14. ¿Ha autorizado el Melquisedec Mayor al clero de la cristiandad para que participe en las operaciones militares de las llamadas naciones cristianas?

      14 El sacerdote real Melquisedec bendijo a un guerrero, al victorioso Abrahán. Pero ¿qué hay del Melquisedec Mayor, el Fundador del cristianismo verdadero? El clero de la cristiandad afirma de sí que representa a Jesucristo cuando bendice a los ejércitos de las llamadas naciones cristianas y al orar por ellos. Pero ¿ha apoyado el Sumo Sacerdote de Jehová en el cielo a los clérigos de la cristiandad en tales acciones? ¿Ha aceptado así que es responsable de todo el derramamiento de sangre que ha ocurrido durante la llamada era cristiana, incluso la sangre que fue derramada durante las I y II Guerras Mundiales? ¡Por supuesto que no! En ningún momento ha autorizado él a sus verdaderos discípulos para que se hagan parte de este mundo y se unan a su militarismo derramador de sangre.

      El Dios guerrero hace para sí un nombre hermoso

      15, 16. ¿Qué hizo Jehová para sí cuando peleó por su pueblo para librarlo de Egipto?

      15 Nehemías 9:10 se refiere a la liberación de las 12 tribus de Israel en Egipto por Jehová y dice: “Entonces diste señales y milagros contra Faraón y contra todos sus siervos y toda la gente de su tierra, porque sabías que habían actuado presuntuosamente contra ellos [los israelitas]; y procediste a hacer para ti un nombre, como en este día”. (Compárese con Éxodo 14:18.)

      16 El profeta Isaías se refiere a la calidad de ese nombre cuando describe a Jehová como “Aquel que hizo que Su hermoso brazo fuera a la diestra de Moisés; Aquel que partió las aguas de delante de ellos para hacer para sí mismo un nombre de duración indefinida”. Y dirigiéndose a Jehová dice: “Así condujiste a tu pueblo para hacer para ti mismo un nombre hermoso”. (Isaías 63:12-14.) Daniel, al suplicar a Jehová que actúe de nuevo por su pueblo, se dirige a él así: “Tú que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto por mano fuerte y procediste a hacer un nombre para ti como en este día”. (Daniel 9:15; Jeremías 32:20.)

      17. ¿A quién enviará Jehová para que pelee en su nombre, y qué mostrará así a todas las naciones de la actualidad?

      17 Al debido tiempo Jehová Dios enviará a Jesucristo, el Melquisedec Mayor, como un poderoso guerrero. Mediante él, Jehová hará para sí un nombre por encima de todo cuanto ha hecho en el pasado según lo descrito en el libro de las Guerras de Jehová o en las Escrituras Hebreas de la Santa Biblia. En el último capítulo del penúltimo libro de las Escrituras Hebreas se predice un ataque internacional contra Jerusalén. (Zacarías 14:2.) Entonces, según el Zac 14 versículo 3, “Jehová ciertamente saldrá y guerreará contra aquellas naciones como en el día de su guerrear, en el día de pelea”. Así el Dios de la Biblia mostrará a todas las naciones de hoy que todavía es el mismo Dios guerrero de los días del Israel de la antigüedad.

      18, 19. ¿Cuál Jerusalén será objeto de un ataque de esfuerzo máximo por las naciones?

      18 Esa perspectiva todavía es del futuro. Pero ¿cuál Jerusalén experimentará ese ataque de esfuerzo máximo? La profecía no se cumplió en el caso de la Jerusalén de los días de Zacarías. Aquella ciudad fue destruida por los ejércitos de Roma en 70 E.C. Con todo, Jerusalén fue reedificada y hoy día la consideran sagrada tanto la cristiandad como la nación del Israel carnal. En la guerra de los seis días de 1967, el Israel carnal tomó posesión de toda la Jerusalén terrestre reedificada. Sin embargo, no hay la menor prueba de que Jehová Dios haya participado en aquella lucha entonces. Su Rey entronizado, Jesucristo, no reina en la Jerusalén terrestre, y esta ya no es “la ciudad del gran Rey”, es decir, de Jehová. (Mateo 5:35.)

      19 No, esa capital oficial del miembro judío de las Naciones Unidas no es la Jerusalén mencionada en la profecía de Zacarías. Más bien, Zacarías se refiere a la Jerusalén acerca de la cual leemos en el libro de Hebreos. Allí Pablo se dirige a los cristianos ungidos y dice: “Ustedes se han acercado a un monte Sión y a una ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles”. (Hebreos 12:22.) Esa Jerusalén celestial es nada menos que el Reino Mesiánico de Dios, representado en la Tierra hoy por un grupito de cristianos ungidos que abrigan la esperanza de gobernar con Jesucristo en ese Reino. Estos serán objeto del ataque profetizado.

      20. ¿Qué palabras fortalecedoras dijo el rey Ezequías a su pueblo amenazado, y en las palabras de cuál Rey mayor que Ezequías se apoyan los testigos de Jehová hoy día?

      20 No obstante, ni ellos ni la gran muchedumbre de cristianos que tienen la esperanza de vivir en la Tierra y han salido de todas las naciones para unírseles en la adoración pura tienen que temer el resultado de ese ataque. Cuando los aterradores ejércitos de Senaquerib, el rey de Asiria, se plantaron contra Jerusalén durante la gobernación real del rey Ezequías, los israelitas en peligro oyeron una opinión sosegadora de aquella situación cuando el rey Ezequías les dijo: “Con él está un brazo de carne, pero con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas”. El resultado fue que “el pueblo empezó a apoyarse en las palabras de Ezequías el rey de Judá”. (2 Crónicas 32:8.) Hoy día, cuando los testigos de Jehová se ven amenazados por las fuerzas nacionales de este sistema mundial, pueden apoyarse en palabras parecidas de un rey mayor que Ezequías: Jesucristo.

      21. a) Durante el ataque venidero contra la Jerusalén celestial, ¿por qué vendrán a la memoria las palabras de Jahaziel? b) ¿Cuál será el resultado de la batalla que se peleará?

      21 Entonces las palabras inspiradoras de fe de Jahaziel el levita vendrán a la memoria: “No tendrán que pelear en esta ocasión. Tomen su posición, esténse quietos y vean la salvación de Jehová a favor de ustedes. Oh Judá y Jerusalén, no tengan miedo ni se aterroricen. Mañana salgan contra ellos, y Jehová estará con ustedes”. (2 Crónicas 20:17.) Sí, durante todo ese período peligroso, Jehová estará con su pueblo. La seguridad y el resguardo de este pueblo dependerá de que él pelee por ellos. ¡Y eso es precisamente lo que él hará mediante su Rey guerrero, Jesucristo! ¿Qué resultado tendrá esto? La aniquilación total de la organización visible del Diablo en la Tierra. (Revelación 19:11-21.)

      22. a) ¿Qué triunfante conclusión tendrá el libro de las Guerras de Jehová, y qué hará Jehová para sí por medio de ella? b) ¿Qué se sentirán impelidos a hacer por Su victoria los que aman el nombre de Jehová?

      22 ¡Qué hermoso nombre hará Dios para sí mediante su impresionante victoria en “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har–Magedón! (Revelación 16:14, 16.) Se añadirá un nuevo capítulo, por decirlo así, al libro de las Guerras de Jehová. Será una conclusión triunfante, un final grandioso con relación a este sistema de cosas. El libro completo mostrará, por decirlo así, que el Dios Todopoderoso nunca ha perdido una batalla. ¡Con cuánto júbilo alabarán a Jehová después los que aman su nombre! Entonces ciertamente se realizará de manera grandiosa el último versículo del libro de Salmos: “Toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!”. (Salmo 150:6.)

  • Se resuelve para siempre la cuestión universal
    La Atalaya 1990 | 1 de julio
    • Se resuelve para siempre la cuestión universal

      “Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera.” (SALMO 110:5.)

      1, 2. En el año 70 E.C., ¿qué suceso pudiera haber puesto en duda la universalidad de la soberanía de Jehová Dios, pero a quiénes había dirigido él su favor para ese tiempo?

      LA SOBERANÍA universal del Creador del cielo y la Tierra es la cuestión más importante ante los hombres y los ángeles. Dentro de poco esa cuestión se resolverá para siempre, pero por muchos siglos los enemigos de Jehová han desafiado su soberanía. De hecho, el que la ciudad de Jerusalén y su templo dedicado a Jehová fueran destruidos en 70 E.C. pudiera haber puesto en duda la universalidad de la soberanía del Creador. No obstante, hubo una razón válida para que Jehová no optara por ser entonces un Dios guerrero a favor del Israel carnal.

      2 ¿Qué razón fue esa? Para ese tiempo Jehová Dios había dirigido su favor a una nación nueva, un Israel espiritual, “el Israel de Dios”, como el apóstol Pablo llama a la congregación de Jesucristo. (Gálatas 6:16.) Sin embargo, hasta ahora, durante toda la llamada era cristiana Jehová no ha peleado por el Israel espiritual como un Dios guerrero como peleó por el Israel natural bajo el pacto de la Ley de Moisés. Hasta permitió que soldados romanos, a instigación de los judíos, dieran muerte a Jesucristo en un madero de tormento en el Calvario. Eso ocurrió 37 años antes de la segunda destrucción de Jerusalén a manos de los romanos en 70 E.C.

      3, 4. Desde los días de Moisés hasta los del rey Ezequías, ¿cómo había mostrado Dios que era un guerrero? Pero en el caso de los israelitas espirituales, ¿en qué clase de pelear han participado tanto él como ellos?

      3 Desde los días del profeta Moisés hasta la gobernación del rey Ezequías de Jerusalén Jehová Dios peleó milagrosamente por la nación de Israel, y los israelitas pelearon bajo su dirección con armas mortíferas. (Deuteronomio 1:30; 3:22; 20:3, 4; Josué 10:42.) ¡Pero no ha sido así en el caso del Israel espiritual! Desde la muerte de Jesucristo fuera de Jerusalén y a través de nuestra era común, este Dios guerrero no ha optado por pelear en una guerra física por el Israel de Dios. Correspondientemente, no ha autorizado a los israelitas espirituales, que componen la congregación cristiana, a pelear con armas carnales de guerra. Los cristianos pelean en otra clase de guerra.

      4 En conformidad con eso, uno de los principales luchadores por la fe cristiana escribió a compañeros cristianos en Corinto, Grecia: “Las armas de nuestro guerrear no son carnales, sino poderosas por Dios para derrumbar cosas fuertemente atrincheradas. Porque estamos derrumbando razonamientos y toda cosa encumbrada que se levanta contra el conocimiento de Dios; y ponemos bajo cautiverio todo pensamiento para hacerlo obediente al Cristo; y nos mantenemos listos para infligir castigo por toda desobediencia, tan pronto como la propia obediencia de ustedes haya sido plenamente llevada a cabo”. (2 Corintios 10:4-6.) Antes en la misma carta Pablo había hablado de “las armas de la justicia a diestra y a siniestra”. (2 Corintios 6:7; véase también Efesios 6:11-18.)

      Jehová peleará en Armagedón

      5. En el jardín de Getsemaní, ¿cuál fue la postura de Jesús respecto al uso de armas carnales para defensa propia, y qué proceder siguen sus discípulos?

      5 Jesucristo, cuando estuvo en la Tierra, nunca recurrió a armas mortíferas para defenderse. La noche en que fue traicionado en el jardín de Getsemaní, su discípulo devoto Simón Pedro sacó una espada y le cortó una oreja al siervo del sumo sacerdote judío. Pero Jesús le devolvió milagrosamente la oreja a su sitio y dijo: “Todos los que toman la espada perecerán por la espada. ¿O crees que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de ángeles? En tal caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras en el sentido de que tiene que suceder de esta manera?”. (Mateo 26:52-54.) Al considerar todo esto, los verdaderos imitadores del abnegado Hijo de Dios mantienen su neutralidad, tanto directa como indirectamente, en lo relacionado con el guerrear mundano. (Juan 17:16; 18:36.)

      6. Durante la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso en Armagedón, ¿qué postura adoptarán los testigos de Jehová?

      6 Por eso, que las naciones sepan que durante “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso [...] en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón” los testigos de Jehová no tomarán parte en la pelea. Dejarán eso al Dios guerrero, “Jehová de los ejércitos”, junto con sus legiones de ángeles capitaneados por Jesucristo. (Revelación 16:14-16; 19:11-21; Salmo 84:12.)

      Jehová está por reanudar sus actividades militares

      7. Como Dios guerrero, ¿con qué título llegó a designarse a Jehová? ¿Se le sigue considerando así?

      7 Al Dios del Israel de la antigüedad se le llegó a conocer y llamar por la frase Jehová tseva·’óhth, o Jehová de los ejércitos. (1 Samuel 1:3, 11.) En Romanos 9:29 (Versión Hispanoamericana) el apóstol cristiano Pablo se refiere a Isaías 1:9 y escribe: “Si el Señor de Sabaot no nos hubiera dejado simiente, habríamos llegado a ser como Sodoma, y a Gomorra habríamos sido hechos semejantes”. Además, el discípulo cristiano Santiago escribe: “El clamor de los que segaron, ha penetrado en los oídos del Señor de Sabaot”. (Santiago 5:4, VH.) Así que Pablo y Santiago veían a Dios en su rango de Jehová de los ejércitos durante el primer siglo de nuestra era común. Por los siguientes 18 siglos Dios no ha participado en guerrear carnal por el Israel espiritual, el Israel de Dios, como lo hizo por el Israel de la antigüedad; sin embargo, sigue siendo Jehová de los ejércitos.

      8-10. a) ¿Quién autorizó la guerra en el cielo, y por qué estaba muy bien capacitado para guerrear Miguel? b) ¿Qué resultado tuvo la guerra que se peleó en el cielo, y cuánto tiempo queda antes de la guerra del gran día de Jehová?

      8 Cuando el Reino Mesiánico nació en 1914, al fin de “los tiempos de los gentiles”, estalló guerra en el dominio celestial de Jehová Dios. (Lucas 21:24, Reina-Valera, 1977.) ¿Quién autorizó aquella guerra? Jehová Dios mismo. Envió a su entronizado Hijo al campo de batalla bajo el nombre de Miguel porque este es la Persona más capacitada para contestar la pregunta que contiene ese nombre, es decir: “¿Quién Es Como Dios?”. Miguel entró en acción inmediatamente como el representante de Jehová de los ejércitos en combate.

      9 Por consiguiente, en Revelación 12:7-10 leemos: “Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron, pero este no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él. Y oí una voz fuerte en el cielo decir: ‘¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos[!]’”.

      10 Actualmente, más de 70 años después de esa batalla en los cielos, solo queda “un corto espacio de tiempo” antes que estalle la guerra del gran día de Jehová y este se revele claramente como Jehová de los ejércitos a la generación actual de la humanidad. (Revelación 12:12; Zacarías 14:3.)

      El Combatiente por la vindicación de Jehová

      11. ¿Qué tiempo señalado esperan el resto del rebaño pequeño y la gran muchedumbre, y por qué aplaudirán con júbilo entonces?

      11 Bajo inspiración, el sabio rey Salomón del Israel de la antigüedad escribió: “Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos: [...] tiempo para guerra y tiempo para paz”. (Eclesiastés 3:1-8.) En la Tierra los discípulos del Rey en funciones que es “algo más que Salomón” esperan el tiempo y la ocasión en que Él dirija a los victoriosos ángeles celestiales a la batalla de Har–Magedón. (Mateo 12:42; Revelación 19:11-16.) Allí él “pastoreará [a las naciones] con vara de hierro” al quebrarlas “con cetro de hierro”. (Revelación 19:15; Salmo 2:9.) ¡Cuánto aplaudirán sus discípulos pacíficos y protegidos la impresionante liberación que él les dará! Estos serán tanto el resto del “rebaño pequeño” de sus coherederos del Reino como la “gran muchedumbre” de sus “otras ovejas” que tienen la esperanza de heredar la Tierra paradisíaca bajo su pacífico reinado de mil años. (Lucas 12:32; Revelación 7:9-17; Juan 10:16.) Con júbilo, “bajo la mismísima sombra del Todopoderoso” aplaudirán por la resonante victoria del Pastor-Rey Jesucristo, para la vindicación de la soberanía universal de Jehová Dios. (Salmo 91:1.)

      12. ¿De qué fuente amenaza una guerra a las naciones, y cuál será el resultado según Salmo 68:1, 2?

      12 Sin exagerar, ahora se puede decir que una guerra de una fuente superior a lo humano y con el uso de armas cuya gran precisión supera a la de las bombas nucleares del hombre amenaza a todas las naciones terrestres, sean o no parte de la Organización de las Naciones Unidas. Escuche: “Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y los que lo odian intensamente huyan a causa de él. Como el humo es impelido, quieras impelerlos tú; como se derrite la cera a causa del fuego, perezcan los inicuos de delante de Dios”. (Salmo 68:1, 2.)

      13. A medida que adelantan los preparativos para la guerra, ¿a quién se dirigen ahora las palabras de Salmo 45:1-6 de manera muy oportuna?

      13 Los preparativos para la guerra superlativa están en curso. Como el Combatiente principal a favor de Dios, al Batallador por la vindicación de Jehová se le dirigen las siguientes palabras compuestas bajo inspiración por un miembro de la nación de Israel: “Eres realmente más hermoso que los hijos de los hombres. Gracia encantadora se ha derramado sobre tus labios. Por eso Dios te ha bendecido hasta tiempo indefinido. Cíñete la espada sobre tu muslo, oh poderoso, con tu dignidad y tu esplendor. Y en tu esplendor sigue adelante al éxito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad y la justicia, y tu diestra te instruirá en cosas inspiradoras de temor. Tus flechas son agudas —debajo de ti siguen cayendo pueblos— en el corazón de los enemigos del rey. Dios es tu trono hasta tiempo indefinido, aun para siempre; el cetro de tu gobernación real es un cetro de rectitud”. (Salmo 45:1-6.)

      Las naciones se reúnen en masa contra Jehová

      14, 15. Después que se les puso en libertad, ¿qué palabras del Salmo 2 en cumplimiento citaron los apóstoles, y qué pidieron a Dios?

      14 Poco después del establecimiento de la congregación cristiana el día del Pentecostés de 33 E.C. los cristianos ungidos discernieron una aplicación de Salmo 2:1, 2. Este texto bíblico dice: “¿Por qué han estado en tumulto las naciones, y los grupos nacionales mismos han seguido hablando entre dientes una cosa vacía? Los reyes de la tierra toman su posición, y los altos funcionarios mismos se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido”. Después que los apóstoles del Ungido de Jehová habían experimentado su primer arresto y maltrato a manos de los judíos enemigos, se reunieron de nuevo con sus compañeros cristianos y entonces citaron estas palabras del Salmo 2, según las compuso el rey David. Hechos 4:23-30 informa lo sucedido, y dice:

      15 “Después de haber sido puestos en libertad, ellos fueron a su propia gente e informaron las cosas que los sacerdotes principales y los ancianos les habían dicho. Al oír esto, ellos levantaron la voz de común acuerdo a Dios y dijeron: ‘Señor Soberano, tú eres Aquel que hizo el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas que hay en ellos, y que por espíritu santo dijiste por boca de nuestro antepasado David, tu siervo: “¿Por qué se pusieron tumultuosas las naciones, y los pueblos meditaron cosas vacías? Los reyes de la tierra tomaron su posición y los gobernantes se reunieron en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido”. De veras, pues, tanto Herodes como Poncio Pilato con hombres de naciones y con pueblos de Israel realmente fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, a fin de hacer cuantas cosas tu mano y consejo habían predeterminado que sucedieran. Y ahora, Jehová, da atención a sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo, mientras extiendes tú la mano para hacer curaciones y mientras ocurren señales y portentos presagiosos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús’”.

      16, 17. a) En toda la historia humana, ¿ha sucedido alguna vez algo comparable con lo que empezó a suceder en 1914? Explique. b) ¿Qué proceder siguen adoptando las naciones, lo que obliga a Jehová Dios a escribir qué en cuanto al ‘libro de sus guerras’?

      16 No obstante, en lo relacionado con naciones tumultuosas, reyes que toman su posición como uno solo, líderes políticos que se reúnen en masa contra Jehová y su Ungido, Jesucristo, ¿qué, en toda la historia humana, puede compararse con lo que empezó hace 76 años en 1914? Ese no solo fue el año en que estalló la primera guerra mundial de la existencia humana, ¡sino particularmente el año en que terminaron los tiempos de los Gentiles, “los tiempos señalados de las naciones”! (Lucas 21:24.) Está claro que el Salmo 2 ha tenido su cumplimiento mayor desde ese año.

      17 Al fin de los tiempos de los Gentiles en 1914 ninguna de las naciones —ni siquiera las llamadas naciones de la cristiandad, en las que muchos ciudadanos se consideran israelitas espirituales en sentido religioso— estuvo dispuesta a dar la bienvenida al Ungido de Jehová, Jesucristo, al trono de gobernación sobre la Tierra. Y ahora, 71 años después que “estas buenas nuevas del reino” empezaron a ‘predicarse en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones’ —desde 1919 en adelante—, las naciones, sean o no parte de la cristiandad, ciertamente no van a aclamar al Rey de Jehová por tanto tiempo anunciado ni jurarle lealtad a la vez que renuncian a su propia gobernación sobre la Tierra. (Mateo 24:14.) Al contrario, por fin han llegado al tiempo y a la situación en que obligan a Jehová a escribir, por decirlo así, el magnífico final del “libro de las Guerras de Jehová”. (Números 21:14.)

      El glorioso triunfo del Dios guerrero

      18. ¿A favor de qué acción por Jehová estamos, y quién estará a su lado, por decirlo así, para el cumplimiento del Salmo 110?

      18 ¡Adelante, pues, a la batalla, oh Jehová de los ejércitos, con Jesucristo tu Hijo real a tu lado! A este se dirigen las palabras proféticas: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos. Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera. Ejecutará juicio entre las naciones; causará una plenitud de cuerpos muertos. Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa”. (Salmo 110:2, 5, 6.)

      19. Respecto a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso tan cercana, ¿qué oración le hacemos a Jehová a favor de la gran muchedumbre de las otras ovejas?

      19 ¡Oh Jehová de los ejércitos, que tus siervos fieles en la Tierra lleguen a ser testigos jubilosos de tu incomparable victoria mediante tu Rey guerrero Jesucristo, con motivo de la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón! (Revelación 16:14.) Junto al resto de los verdaderos israelitas espirituales, ¡que la gran muchedumbre de personas mansas como ovejas, quienes “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”, ‘salgan de la gran tribulación’ con regocijo para ser tus testigos terrestres por toda la eternidad! (Revelación 7:14.) Bajo tu cuidado amoroso, permíteles pasar con vida al dominio sin guerra de tu victorioso Hijo, quien gobernará sobre la Tierra limpiada que ha de ser transformada en un hermoso paraíso, de acuerdo con tu propósito original. ¡Que sirvan de testimonio visible a todos los resucitados para la vindicación de la soberanía que es justamente tuya sobre todo el universo! ¡Te damos gracias porque entonces habrás resuelto para siempre la cuestión universal!

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