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“Los que te escuchan” se salvaránLa Atalaya (estudio) 2019 | agosto
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1. ¿Qué nos gustaría que hicieran nuestros familiares?
UNA hermana llamada Paulineb dice: “Desde que conocí la verdad, tuve el deseo de que toda mi familia estuviera conmigo en el Paraíso. Sobre todo, quería que mi esposo, Wayne, y nuestro pequeño sirvieran conmigo a Jehová”. Si algunos de nuestros familiares aún no conocen y aman a Dios, es probable que nos sintamos como ella.
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“Los que te escuchan” se salvaránLa Atalaya (estudio) 2019 | agosto
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QUÉ PODEMOS HACER PARA AYUDAR A NUESTROS FAMILIARES
Damos el mejor testimonio cuando mostramos empatía y tenemos una buena conducta. (Vea los párrafos 6 a 8).d
6, 7. Dé un ejemplo que destaque la importancia de mostrar empatía a un cónyuge que no es Testigo.
6 Mostrar empatía. Pauline, a la que mencionamos antes, dice: “Al principio, solo quería hablar con mi esposo de cosas espirituales. No teníamos conversaciones ‘normales’”. Sin embargo, Wayne sabía poco de la Biblia y no entendía lo que ella le explicaba. Tenía la sensación de que Pauline solo pensaba en su religión. Le dio miedo de que se hubiera metido en una secta peligrosa y de que la estuvieran engañando.
7 Pauline reconoce que pasaba gran parte de las tardes y los fines de semana con los hermanos, tanto en las reuniones como en la predicación y en actividades sociales. Cuenta: “A veces, cuando Wayne llegaba a casa, no había nadie, y se sentía solo”. Como es normal, extrañaba a su esposa y a su hijo. No conocía a las personas con las que estaban y llegó a pensar que para Pauline sus nuevos amigos eran más importantes que él. Así que la amenazó con pedirle el divorcio. ¿Verdad que ella podría haber mostrado más empatía?
8. Según 1 Pedro 3:1, 2, ¿en qué es probable que se fijen más nuestros familiares?
8 Dejar que nuestra conducta hable por nosotros. Muchas veces, nuestros familiares se fijan más en lo que hacemos que en lo que decimos (lea 1 Pedro 3:1, 2). Pauline se dio cuenta de esto con el tiempo. Dice: “Sabía que Wayne nos amaba y que en realidad no quería divorciarse. Pero su amenaza me hizo comprender que tenía que empezar a hacer las cosas como Jehová manda. En lugar de tanto hablar, debía darle un buen ejemplo”. Así que dejó de obligar a su esposo a hablar de la Biblia y comenzó a conversar con él de su día a día. Wayne se fijó en que su esposa se había vuelto más apacible y en que su hijo se comportaba mejor (Prov. 31:18, 27, 28). Al ver la buena influencia de la Biblia en su familia, estuvo más dispuesto a escuchar su mensaje (1 Cor. 7:12-14, 16).
9. ¿Por qué no debemos darnos por vencidos?
9 No darnos por vencidos. Jehová nos pone el ejemplo. Una y otra vez da a la gente la oportunidad de aceptar las buenas nuevas y recibir la vida (Jer. 44:4). Y el apóstol Pablo le dijo a Timoteo que no dejara de ayudar a los demás porque de ese modo se salvaría a sí mismo y también salvaría a los que lo escucharan (1 Tim. 4:16). Como queremos a nuestros familiares, deseamos que conozcan las verdades de la Biblia. En el caso de Pauline, sus palabras y acciones acabaron teniendo un buen efecto en su familia. Ahora es feliz porque sirve junto con su esposo a Jehová, los dos son precursores y Wayne es anciano.
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“Los que te escuchan” se salvaránLa Atalaya (estudio) 2019 | agosto
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¿Cómo pueden los hermanos de la congregación ayudar a nuestros familiares no Testigos? (Vea los párrafos 15 y 16).e
Pauline, a la que mencionamos al principio, invitaba a los hermanos a su casa para que Wayne los conociera. Él recuerda cómo lo ayudó un hermano a vencer sus prejuicios. Cuenta: “Pidió un día libre en el trabajo para ver un partido conmigo. Así que me di cuenta de que era una persona normal”.
16. ¿Por qué debemos invitar a nuestros familiares a las reuniones?
16 Una magnífica forma de ayudar a nuestros familiares es invitarlos a que nos acompañen a las reuniones (1 Cor. 14:24, 25). La primera reunión a la que asistió Wayne fue la Conmemoración, pues era después del trabajo y no duraba mucho. Él explica: “No entendí todo lo que se dijo, pero recuerdo cómo me trataron. Se acercaron y me recibieron con un fuerte apretón de manos. Percibí que eran sinceros”. Un matrimonio de la congregación había ayudado mucho a Pauline con el niño durante las reuniones y en la predicación. Así que, cuando Wayne por fin decidió que debía conocer mejor las creencias de Pauline, le pidió al esposo que le diera clases de la Biblia.
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