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  • ¡Ay de la viña infiel!
    Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
    • El precio de la avaricia

      17. ¿Qué conducta malvada condena Isaías en el primero de los ayes que pronuncia?

      17 A partir del versículo 8, Isaías deja de transcribir las palabras de Jehová. El profeta pronuncia personalmente el primero de seis ayes, con el que condena algunas de las “uvas silvestres” que Judá ha producido: “¡Ay de los que juntan casa a casa, y de los que anexan campo a campo hasta que no hay más lugar y a ustedes se les ha hecho morar solos en medio del país! En mis oídos Jehová de los ejércitos ha jurado que muchas casas, aunque grandes y buenas, llegarán a ser un verdadero objeto de pasmo, sin habitante alguno. Pues hasta diez yugadas de viña producirán solo una medida de bato, y hasta una medida de homer de semilla producirá solo una medida de efá” (Isaías 5:8-10).

      18, 19. ¿Cómo desobedecen los contemporáneos de Isaías las leyes de Jehová que regulan la propiedad, y cómo sufrirán por ello?

      18 En el Israel antiguo, toda la tierra pertenecía, en última instancia, a Jehová. Cada familia recibía una herencia de Dios que podía alquilar o prestar, pero nunca vender “en perpetuidad” (Levítico 25:23). Esta ley impedía abusos como los monopolios de tierras, así como que las familias se hundieran en la miseria. No obstante, algunos habitantes de Judá estaban quebrantando con avaricia las leyes divinas que regulaban la propiedad. Miqueas escribió: “Han deseado campos y se han apoderado de ellos; también casas, y las han tomado; y han defraudado a un hombre físicamente capacitado y a su casa, a un hombre y su posesión hereditaria” (Miqueas 2:2). Ahora bien, Proverbios 20:21 da la siguiente advertencia: “Se está consiguiendo una herencia por avidez desmesurada al principio, pero su propio futuro no será bendecido”.

      19 Jehová promete que arrebatará a esos avaros sus ganancias mal habidas. Las casas que usurparon quedarán “sin habitante alguno”. Las tierras que codician no producirán más que una mínima parte de su potencial. No se dice exactamente cómo y cuándo se cumplirá esta maldición. Es probable que, al menos en parte, se refiera a las condiciones que ocasionará el futuro destierro a Babilonia (Isaías 27:10).

      20. ¿Cómo pueden guardarse los cristianos actuales de imitar la actitud avariciosa de algunos israelitas?

      20 Los cristianos han de aborrecer la avaricia insaciable que evidenciaron algunos israelitas de aquel tiempo (Proverbios 27:20). Cuando se otorga una importancia desmedida a las posesiones materiales, es fácil rebajarse a ganar dinero por medios poco honrados. Fácilmente pudiéramos enredarnos en negocios turbios o hacer caso de promesas poco realistas del tipo Hágase rico en poco tiempo. “El que se apresura a ganar riquezas no permanecerá inocente.” (Proverbios 28:20.) ¡Qué importante es, por tanto, contentarnos con lo que tenemos! (1 Timoteo 6:8.)

      La trampa de las diversiones cuestionables

      21. ¿Qué pecados condena el segundo ay de Isaías?

      21 A continuación viene el segundo ay de Isaías: “¡Ay de los que se levantan muy de mañana para buscar solo licor embriagante, que se quedan hasta tarde en la oscuridad nocturna, de modo que el vino mismo los inflama! Y tiene que resultar que haya arpa e instrumento de cuerdas, pandereta y flauta, y vino en sus banquetes; pero la actividad de Jehová no miran, y la obra de sus manos no han visto” (Isaías 5:11, 12).

      22. ¿Qué desenfreno se hace patente en Israel, y con qué consecuencias para la nación?

      22 Jehová es el “Dios feliz”, y no le molesta que sus siervos se diviertan de modo razonable (1 Timoteo 1:11). Estos hedonistas, sin embargo, traspasan todos los límites. “Por lo general los que se emborrachan están borrachos de noche”, dice la Biblia (1 Tesalonicenses 5:7). Pero los juerguistas de la profecía empiezan sus parrandas al alba y siguen bebiendo hasta muy entrada la noche. Se comportan como si Dios no existiera, como si no fuera a pedirles cuentas de sus actos. Isaías les augura un sombrío porvenir. “Mi pueblo tendrá que irse al destierro por falta de conocimiento; y su gloria será hombres muertos de hambre, y su muchedumbre estará abrasada de sed.” (Isaías 5:13.) Por su negativa a conducirse según el conocimiento verdadero, el pueblo en pacto con Dios —tanto los prominentes como los de condición humilde— irá a parar al Seol (léase Isaías 5:14-17).

      23, 24. ¿Qué comedimiento y moderación deben tener los cristianos?

      23 Las “diversiones estrepitosas”, o “juergas”, también suponían un problema para ciertos cristianos del siglo primero (Gálatas 5:21, Barclay; 2 Pedro 2:13). Por eso no sorprende que algunos cristianos dedicados de la actualidad hayan sido poco juiciosos en lo referente a las reuniones sociales. Algunas de estas ocasiones se han convertido en fiestas estrepitosas, escandalosas, por culpa del consumo descontrolado de bebidas alcohólicas (Proverbios 20:1). Bajo la influencia de estas, hay quienes han llegado al extremo de comportarse de modo inmoral, y algunas reuniones han durado casi toda la noche, lo que ha afectado a las actividades cristianas del día siguiente.

      24 Los cristianos equilibrados, en cambio, producen fruto piadoso, y son comedidos y moderados al escoger el modo de divertirse. Siguen el consejo de Pablo que se halla en Romanos 13:13: “Como de día, andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras”.

      Odiemos el pecado y amemos la verdad

      25, 26. ¿Qué manera de pensar malvada denuncia Isaías en los ayes tercero y cuarto?

      25 Escuchemos ahora los ayes tercero y cuarto de Isaías: “¡Ay de los que tiran hacia sí el error con sogas de falsedad, y el pecado como con cuerdas de carreta; de los que están diciendo: ‘¡Apresúrese la obra de él; sí, venga rápidamente, a fin de que la veamos; y acérquese y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo conozcamos!’! ¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por amargo!” (Isaías 5:18-20).

      26 ¡Qué descripción tan gráfica de los que viven entregados al pecado! Están tan atados a él como los animales de tiro a las carretas. Estos pecadores no temen ningún día de juicio venidero. En son de burla, dicen: ‘¡Venga rápidamente la obra de Dios!’. En vez de someterse a la Ley divina, tuercen la realidad y afirman que “lo bueno es malo y lo malo es bueno” (compárese con Jeremías 6:15; 2 Pedro 3:3-7).

      27. ¿Cómo pueden evitar una actitud semejante a la de los israelitas los cristianos de la actualidad?

      27 Los cristianos de la actualidad han de evitar a toda costa esa actitud. Por ejemplo, rehúsan adoptar el criterio mundano de que la fornicación y la homosexualidad son aceptables (Efesios 4:18, 19). Claro, un cristiano podría ‘dar un paso en falso’ que lo llevara a cometer algún pecado grave (Gálatas 6:1). Los ancianos de la congregación están dispuestos a dar ayuda a quien ha caído y la necesita (Santiago 5:14, 15). Las oraciones y los consejos basados en la Biblia pueden contribuir a su recuperación espiritual. De otro modo, corre el peligro de convertirse en “esclavo del pecado” (Juan 8:34). En lugar de mofarse de Dios y perder la conciencia de que el día de juicio se aproxima, los cristianos se afanan por permanecer “inmaculados y sin tacha” ante Jehová (2 Pedro 3:14; Gálatas 6:7, 8).

      28. ¿Qué pecados se condenan en los últimos ayes de Isaías, y cómo pueden evitarlos los cristianos de la actualidad?

      28 Es apropiado, pues, que Isaías añada estos últimos ayes: “¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos, y discretos aun enfrente de sus propios rostros! ¡Ay de los que son poderosos en beber vino, y de los hombres con energía vital para mezclar licor embriagante, los que pronuncian justo al inicuo a cambio de un soborno, y que hasta la justicia del justo quitan de él!” (Isaías 5:21-23). Probablemente, estas palabras iban dirigidas a los jueces del país. Hoy en día, los ancianos de las congregaciones procuran no parecer “sabios a sus propios ojos”. Aceptan con humildad los consejos de otros ancianos y siguen cuidadosamente las directrices de la organización (Proverbios 1:5; 1 Corintios 14:33). Son moderados con la bebida, y nunca consumen alcohol precisamente antes de cumplir con sus responsabilidades en la congregación (Oseas 4:11). Asimismo se guardan de dar siquiera la apariencia de mostrar favoritismo (Santiago 2:9). Son muy distintos de los clérigos de la cristiandad, muchos de los cuales encubren a los pecadores ricos e influyentes de su grey, desoyendo por completo las advertencias del apóstol Pablo que se hallan en Romanos 1:18, 26, 27; 1 Corintios 6:9, 10, y Efesios 5:3-5.

      29. ¿Qué trágico final le espera a la viña israelita de Jehová?

      29 Isaías concluye este mensaje profético refiriéndose al trágico final de quienes “han rechazado la ley de Jehová” y no han producido fruto justo (Isaías 5:24, 25; Oseas 9:16; Malaquías 4:1). Declara: “[Jehová] ha levantado una señal enhiesta a una gran nación lejana, y le ha silbado en la extremidad de la tierra; y, ¡miren!, apresuradamente vendrá con celeridad” (Isaías 5:26; Deuteronomio 28:49; Jeremías 5:15).

      30. ¿Quién convocará a “una gran nación” para que se alce contra el pueblo de Jehová, y con qué resultado?

      30 En tiempos antiguos, un poste situado en un alto podía constituir “una señal enhiesta”, un punto de reunión para personas o ejércitos (compárese con Isaías 18:3; Jeremías 51:27). Jehová mismo convocará “a una gran nación”, cuyo nombre no se menciona, para que ejecute su sentencia.b ‘Le silbará’, es decir, atraerá la atención de ella hacia su pueblo descarriado para que considere que merece la pena conquistarlo. El profeta alude entonces al rápido y aterrador ataque de esos conquistadores que, como leones, “agarrarán la presa”, esto es, la nación de Dios, “y se la llevarán con seguridad” al cautiverio (léase Isaías 5:27-30a). ¡Y qué lamentables consecuencias tendrá eso para la tierra del pueblo de Jehová! “Uno realmente mirará con fijeza la tierra, y, ¡miren!, hay oscuridad angustiosa; y hasta la luz se ha oscurecido a causa de las gotas que caen en ella.” (Isaías 5:30b.)

      31. ¿Cómo pueden los cristianos verdaderos evitar el castigo que se le impuso a la viña israelita de Jehová?

      31 En efecto, la viña que Dios plantó con tanto amor resulta estéril, merecedora tan solo de sufrir destrucción. Las palabras de Isaías contienen una lección magistral para cuantos sirven a Jehová en la actualidad. Que todos ellos procuren producir únicamente fruto justo, para la alabanza de Dios y para su propia salvación.

  • ¡Ay de la viña infiel!
    Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
    • [Ilustración a toda plana de la página 85]

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