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    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
    • EXPO 86: la Exposición internacional de 1986

      La exposición internacional más reciente fue la EXPO 86, de Vancouver (Canadá), celebrada del 2 de mayo al 13 de octubre de 1986. Hubo más de 90 pabellones en las 70 hectáreas del recinto de la feria, y participaron 54 naciones. La EXPO 86 estaba centrada en “el transporte y las comunicaciones”, y su tema era: “Mundo en movimiento, mundo en contacto”. El pabellón central, Expo Centre, era una cúpula geodésica de acero inoxidable de diecisiete pisos. Entre otras cosas, albergaba un teatro Omnimax de 500 asientos para proyectar películas en una pantalla de visión periférica de ocho pisos de altura.

      La Unión Soviética y Estados Unidos exhibieron sus vehículos y satélites espaciales para mostrar lo que habían conseguido en viajes y comunicaciones. Sin embargo, la obra maestra de la feria era el pabellón de Canadá, ubicado en la plaza de Canadá: una espectacular estructura que costó 144.800.000 dólares y que después sería “un complejo permanente para el gobierno federal”. Construido en un muelle en el puerto de Vancouver, parece la combinación de un transatlántico de lujo y un gigantesco velero de cinco mástiles a punto de ser botado.

      Después de que concluyó la Expo 86, la plaza de Canadá se convirtió en el Centro Comercial Mundial. Está bien preparada para ello. Su interior es tan grande como dos campos de fútbol. Puede acomodar un auditorio de hasta 5.000 personas, tiene 23 salas de reuniones e incluso un hotel de 500 habitaciones y un salón de baile.

      “¿Valió la pena?”

      El uso posterior de los edificios y demás instalaciones de la feria hace pensar a algunas personas que, independientemente de su coste, una exposición internacional siempre vale la pena. Hacen referencia a los empleos creados, el aumento del turismo, los impuestos que genera y los nuevos sistemas de transporte, puentes y autopistas, así como otros beneficios.

      Muchos alaban la cantidad de entretenimiento sano para las familias que se ofrece en una exposición. Además de las exhibiciones educativas que había en cada pabellón de la Expo, esta contaba con una avenida central, cuatro anfiteatros y cines, y más de 43.000 representaciones gratuitas, como danzas y conciertos. Su ambiente hizo decir a un escritor: “Te sientes bien con solo andar por aquí”. Uno de los filmes fue “nominado para un premio de la Academia al mejor corto de acción”.

      Pero, “¿verdaderamente valió la pena?”, preguntó un periódico. El último día de la Expo 86, hablando de los cientos de millones de dólares de deudas a las que había que hacer frente, un periódico canadiense dijo: “Mañana empieza la resaca”.

      Costes y deudas

      “La feria terminó con un déficit de 349.000.000 de dólares”, informó el periódico The Toronto Star. En el recuadro al que se hizo referencia se anotan también las pérdidas de algunas de las pasadas exposiciones. De modo que la Expo 86 no fue una excepción. Es cierto que recibió más de 22.000.000 de visitantes, cantidad superior a la esperada. Tuvo una excelente publicidad gratuita por todo el mundo: diez mil periodistas de sesenta países estaban acreditados para escribir acerca del acontecimiento. Fueron ocho años de preparación, y tuvo una “brillante campaña mundial de mercadotecnia” para promoverla. Pero, aun así, se perdió dinero.

      Sin embargo, ¿no supuso un empuje para la economía? “La preocupante economía de la provincia recibió un pequeño estímulo como el que busca el drogadicto: rápido, eufórico. Pero la inversión internacional prometida no parece haberse materializado”, dice un informe. El desempleo en la zona volvió al nivel que tenía antes de la Expo.

      Los costes para los contribuyentes no han terminado. Aunque una hermosa estructura como la plaza de Canadá podrá usarse en el futuro, tendrá que ser renovada. Se calcula que solo vaciarla costará unos 10.000.000 de dólares. El coste de la renovación se ha elevado ya a unos 18.000.000 de dólares. Pero hay otros factores que son indicativos de la decadencia de las exposiciones.

      Otros factores de la decadencia

      Un escritor hizo la siguiente observación: “Hemos llegado a sospechar de la tecnología; al menos, ya no nos asombra”. Ya no suscita admiración incondicional.

      David Suzuki, científico canadiense, dijo acerca de la Expo 86: “En medio de la esperanzadora promesa de inteligencia artificial, viaje espacial y fusión nuclear, no dio ninguna indicación de las primordiales consecuencias militares de este trabajo, los enormes beneficios que la industria privada cosechará ni las consecuencias ambientales, sociales o personales de los cambios venideros”.

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    ¡Despertad! 1988 | 8 de enero
    • Abajo: Expo Centre, Exposición de Vancouver, 1986

      [Fotografía en la página 24]

      Escenas de la EXPO 86, Vancouver

      [Reconocimiento en la página 22]

      Foto del fondo: Librería del congreso

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