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  • ¿Qué debes saber sobre las agresiones sexuales? Primera parte: Precauciones que deberías tomar
    Los jóvenes preguntan
    • Un hombre agarra del brazo a una joven

      LOS JÓVENES PREGUNTAN

      ¿Qué debes saber sobre las agresiones sexuales? Primera parte: Precauciones que deberías tomar

      • ¿Qué es una agresión sexual?

      • Lo que debes saber

      • Lo que puedes hacer

      ¿Qué es una agresión sexual?

      Aunque desde el punto de vista legal las definiciones pueden variar de un país a otro, la expresión agresión sexual normalmente se refiere a cualquier contacto sexual no deseado y que, a veces, conlleva el uso de la fuerza.a Puede abarcar cosas como el abuso sexual de niños o adolescentes, el incesto, la violación y otros abusos cometidos por parte de alguien que, por su profesión, se espera que sea confiable, como pudiera ser un doctor, un maestro o un sacerdote. A algunas víctimas de agresiones verbales o físicas se las amenaza con sufrir más daño si denuncian lo ocurrido.

      Según una encuesta, casi 250.000 personas denuncian cada año en Estados Unidos haber sufrido agresiones sexuales. Casi la mitad de las víctimas tienen entre 12 y 18 años de edad.

      Lo que debes saber

      • La Biblia condena la agresión sexual. La Biblia habla de un grupo de pervertidos sexuales que intentaron violar a dos viajeros que visitaban la ciudad de Sodoma hace unos cuatro mil años. Ese incidente reveló por qué Jehová decidió destruir esa ciudad (Génesis 19:4-​13). Por otra parte, la Ley que Dios dio a Moisés hace unos tres mil quinientos años prohibía el incesto, lo que incluía la agresión sexual por parte de un familiar (Levítico 18:6).

      • La mayoría de las agresiones las lleva a cabo alguien conocido. El libro Cómo hablar de sexo con los adolescentes para que te escuchen menciona: “En dos de cada tres violaciones la víctima conoce a su agresor: [...] no [es] un extraño que sale por sorpresa de detrás de un contenedor de basura”.

      • Pueden sufrir agresiones sexuales tanto hombres como mujeres. En Estados Unidos, alrededor del 10 por ciento de las víctimas son varones. Según una organización estadounidense, los varones que han sufrido agresiones “pueden sentir miedo de que la agresión les haga tener tendencias homosexuales” o que “les haga ser menos hombres” (Red Nacional contra la Violación, el Maltrato y el Incesto [RAINN, por sus siglas en inglés]).

      • El hecho de que haya tantas agresiones sexuales no debería sorprendernos. La Biblia predijo que en “los últimos días” muchas personas no tendrían “cariño natural”, serían “feroces” y no sabrían dominarse (2 Timoteo 3:1-3). Las personas que intentan aprovecharse sexualmente de otras manifiestan claramente estas características.

      • La víctima no tiene la culpa de haber sufrido una agresión sexual. Ninguna persona merece que intenten aprovecharse sexualmente de ella. El único responsable del abuso cometido es el agresor. Ahora bien, para que tengas menos probabilidades de sufrir una agresión sexual, conviene que tomes medidas.

      Lo que puedes hacer

      • Prepárate. Piensa con antelación qué harás si alguien –aunque se trate de tu novio o un familiar– intenta presionarte para mantener relaciones sexuales. Una joven llamada Erin recomienda que te prepares para cualquier tipo de presión. Para ello, aconseja que escenifiques las posibles situaciones que se pudieran presentar y pienses en cómo reaccionarías en cada una de ellas. Ella comenta: “Esto puede parecer una tontería, pero estos ensayos pueden ayudarte a evitar que, en una situación real, acabes siendo víctima de una agresión”.

        La Biblia dice: “Tengan cuidado de cómo se comportan. Vivan como gente que piensa lo que hace, y no como tontos [...], porque estamos viviendo tiempos muy malos” (Efesios 5:15, 16, Traducción en lenguaje actual).

        Pregúntate: “¿Qué haría si alguien me tocara de una manera que me hiciera sentir incómoda?”.

      • Ten preparado un plan de escape. La organización RAINN recomienda “tener una palabra clave para hacerles saber a tus amigos o familiares que no te sientes cómoda con la persona con la que te encuentras sin que esta se entere. Entonces, tus amigos o familiares pueden acudir a tu rescate o inventarse alguna excusa que te permita marcharte”. Puedes ahorrarte mucho dolor si, ante todo, evitas situaciones arriesgadas.

        La Biblia dice: “El que es inteligente ve el peligro y lo evita; el que es tonto sigue adelante y sufre las consecuencias” (Proverbios 22:3, Traducción en lenguaje actual).

        Pregúntate: “¿Cuál es mi plan de escape?”

        Una joven pide a alguien que la lleve a casa

        Ten siempre preparado un plan de escape

      • Pon límites y apégate a ellos. Por ejemplo, si estás saliendo con alguien, deberías hablar con tu novio sobre qué conducta es apropiada y cuál no lo es. Si él piensa que poner límites es una tontería, entonces ese novio no te conviene. Tú necesitas a alguien que respete tus valores.

        La Biblia dice: “El amor [...] no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses” (1 Corintios 13:​4, 5).

        Pregúntate: “¿Cuáles son mis valores? ¿Qué cosas traspasan la línea de lo que es decente?”

  • ¿Qué debes saber sobre las agresiones sexuales? Segunda parte: Cómo puedes recuperarte
    Los jóvenes preguntan
    • Una joven se desahoga con su madre

      LOS JÓVENES PREGUNTAN

      ¿Qué debes saber sobre las agresiones sexuales? Segunda parte: Cómo puedes recuperarte

      • Cómo enfrentarse a los sentimientos de culpa

      • La importancia de desahogarse con alguien

      • Tiempo para recuperarse

      Cómo enfrentarse a los sentimientos de culpa

      Muchas víctimas de abusos sexuales se sienten muy avergonzadas por lo que les ocurrió. Y a veces hasta se sienten culpables. Un ejemplo de ello es Karen, que ahora tiene 19 años de edad, y que fue víctima de abusos sexuales desde los 6 hasta los 13 años. Ella dice: “Lo peor de todo es el sentimiento de culpa. Muchas veces me pregunto: ‘¿Cómo pude permitir que abusaran de mí por tanto tiempo?’”.

      Si te sientes así, ten en cuenta lo siguiente:

      • Los niños no entienden todo lo que implican las relaciones sexuales. Por lo tanto, tampoco pueden consentirlas o estar de acuerdo en tenerlas. No están ni física ni emocionalmente preparados para tener relaciones sexuales. Así que nunca tienen la culpa de los abusos que hayan sufrido.

      • Los niños suelen confiar en los adultos y no se les pasa por la cabeza que hay gente pervertida que busca hacerles daño. Eso los deja totalmente indefensos. Según una obra especializada, “los pederastas saben engañar muy bien, y su experta manipulación convierte a los niños en presas fáciles” (The Right to Innocence).

      • Es posible que un niño se excite sexualmente cuando sufre abusos. Si esto te pasó a ti, recuerda que esa es la manera automática que tiene el cuerpo humano de reaccionar cuando se le acaricia de cierta manera. No significa que aceptaste que abusaran de ti ni que tengas parte de la culpa por lo ocurrido.

      Sugerencia: Piensa en un niño que conozcas y que tenga la misma edad que tenías tú cuando sufriste abusos. ¿Verdad que no sería justo echarle la culpa si abusaran sexualmente de él?

      Karen pensó en esto mientras cuidaba a tres niños, uno de los cuales tenía casi seis años, la misma edad que ella tenía cuando empezó a sufrir abusos. Karen explica: “Me di cuenta de lo indefenso que está un niño de esa edad, de lo indefensa que estaba yo cuando era así de pequeña”.

      Cuál es la realidad: El único culpable es el que abusó de ti. La Biblia dice: “El malo será castigado por su maldad” (Ezequiel 18:20, La Palabra de Dios para todos).

      La importancia de desahogarse con alguien

      Hablar con un adulto en quien confíes puede hacer que te sientas mejor. La Biblia menciona: “El amigo siempre es amigo, y en los tiempos difíciles es más que un hermano” (Proverbios 17:17, Traducción en lenguaje actual).

      Quizás piensas que te sentirás más segura si no hablas con nadie de lo que pasó, y eso es comprensible.a Tal vez usas el silencio como un muro que te protege y evita que te hagan todavía más daño. Pero ten en cuenta que precisamente ese muro puede impedir que recibas la ayuda que necesitas.

      Un muro separa a una joven de las personas que pueden ayudarla

      El silencio puede parecer un muro que te protege de que te hagan más daño, pero en realidad impide que recibas ayuda

      Una joven llamada Janet se sintió aliviada cuando habló de lo que le pasó. Ella relata: “Una persona que conocía y en la que confiaba abusó de mí cuando yo era tan solo una niña. Los abusos duraron años. Cuando por fin le conté a mi madre lo que había ocurrido, me quité un gran peso de encima”.

      Al pensar en su experiencia, Janet comprende por qué algunos no quieren hablar de lo que les pasó. “Hablar de abusos es algo muy incómodo —dice ella—. Pero, en mi caso, sufrir en silencio no me estaba haciendo ningún bien. Entendí que era mejor enfrentarse al problema cuanto antes”.

      Tiempo para recuperarse

      Si has sido víctima de abusos, puede que tengas ideas equivocadas sobre ti misma que te hacen daño. Por ejemplo, quizás creas que eres inútil y no vales nada o que solo existes para dar placer sexual a otros. Pero estas ideas son mentiras, y necesitas eliminarlas de tu mente. Necesitas un tiempo para recuperarte (Eclesiastés 3:3). ¿Qué puede ayudarte?

      Estudiar la Biblia. En la Biblia están los pensamientos de Dios, que tienen el poder de “derrumbar cosas fuertemente atrincheradas”, o arraigadas (2 Corintios 10:4, 5). Entre estas cosas está la idea equivocada de que no vales nada. En vista de esto, ¿por qué no lees y reflexionas en los siguientes textos bíblicos: Isaías 41:10; Jeremías 31:3; Malaquías 3:16, 17; Lucas 12:6, 7; 1 Juan 3:19, 20?

      Orar. Cuando pienses que no vales nada o te sientas culpable, “arroja tu carga sobre Jehová” en oración (Salmo 55:22). Recuerda que nunca estás sola.

      Pedir ayuda a los ancianos de la congregación. En las congregaciones de los testigos de Jehová hay hombres bondadosos que están preparados para “ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia” (Isaías 32:2). Ellos pueden ayudarte a ver las cosas buenas que hay en ti y a seguir adelante con tu vida.

      Buscar buenos amigos. Fíjate en hombres y mujeres que pongan en práctica lo que enseña la Biblia. Observa cómo se tratan. Con el tiempo, te darás cuenta de que hay personas que no se aprovechan de su posición o fuerza para abusar de otros a quienes dicen amar.

      Esto es lo que ha aprendido una joven llamada Tanya, quien sufrió abusos sexuales por parte de varios hombres cuando era pequeña. Ella cuenta: “Todos los hombres que estaban a mi alrededor me hicieron daño”. Pero con el tiempo, Tanya entendió que hay hombres que tratan con amor sincero a los demás. ¿Cómo llegó a esta conclusión?

      Tanya cambió su punto de vista cuando empezó a pasar tiempo con un matrimonio que se comportaba tal como enseñó Jesucristo. Ella relata: “Cuando vi cómo actuaba el marido, comprendí que no todos los hombres son malos. Él de veras protegía a su esposa. Así es como Dios quiere que sean los hombres” (Efesios 5:28, 29).b

      a Aunque este artículo utiliza el género femenino, las ideas aquí expuestas también son aplicables a varones.

      b Si sufres de depresión profunda, de algún trastorno alimentario o del sueño, tienes alguna adicción o pensamientos suicidas, o tiendes a autolesionarte, puede que necesites ayuda profesional.

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