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Tus sentimientos y emocionesLo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
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SECCIÓN 7
Tus sentimientos y emociones
¿Te sientes identificado con alguno de estos comentarios?
□ “Tengo mucho genio y me cuesta controlarme.”
□ “Soy un desastre. Nunca hago nada bien.”
□ “Siempre estoy triste. No hay nada que me haga feliz.”
□ “No puedo dejar de pensar en el sexo opuesto.”
□ “A veces me atraen personas de mi mismo sexo.”
Si es así como te sientes, no te desesperes. En los capítulos 26 a 29 aprenderás cómo controlar tus sentimientos para que ellos no te controlen a ti.
[Ilustración a toda plana de las páginas 216 y 217]
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¿Cómo puedo controlar mis emociones?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
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CAPÍTULO 26
¿Cómo puedo controlar mis emociones?
SI TE pidieran tu opinión, ¿dirías que el fuego es bueno, o malo? “Depende”, puede que respondas. En una fría noche de invierno delante de una chimenea, probablemente dirías que el fuego es bueno. Pero ese mismo fuego, si se dejara sin control, podría extenderse rápidamente y quemar toda la casa. Seguro que entonces ya no pensarías lo mismo.
Algo parecido ocurre con las emociones. Cuando las expresas de forma controlada, son beneficiosas, pues te pueden ayudar, entre otras cosas, a estrechar las relaciones con los demás. Pero si no las dominas, pueden tener un efecto desastroso en ti y en los que te rodean.
De seguro tú también has visto que es difícil dominar ciertas emociones. Quizá te cueste controlar tu genio. O puede que a veces te invada una profunda tristeza. ¿Hay algo que puedas hacer para controlar esos sentimientos? A continuación te damos algunas sugerencias.
Aprende a controlarte
Cuando una persona nos trata de forma injusta, es natural que nos enojemos. Y en estos casos hay quienes pierden el control enseguida. Cuando la Biblia habla de alguien “dado a la cólera” y “dispuesto a la furia”, se refiere a este tipo de personas (Proverbios 22:24; 29:22). Es peligroso dejarse dominar por estas emociones, pues pueden hacer que uno haga o diga algo de lo que luego se arrepienta. Entonces, si alguien te trata mal, ¿cómo puedes controlarte?
Antes que nada, analiza la situación con calma. ¿Podrías resolver el asunto “en [tu] corazón”?a (Salmo 4:4.) Recuerda que devolver “daño por daño” solo empeorará las cosas (1 Tesalonicenses 5:15). Después de pensarlo bien y orar, quizá veas que el resentimiento desaparece y que ya no estás tan enojado (Salmo 37:8).
¿Y si esto no es suficiente? Según la Biblia, hay “tiempo de callar y tiempo de hablar” (Eclesiastés 3:7). ¿Por qué no hablas con la persona que te ofendió? Si crees que eso no sería lo mejor, podrías contarles lo que te pasa a tus padres o a un amigo maduro. Y aun si ves que esa persona te trata mal a propósito, no le pagues con la misma moneda, sino que esfuérzate por ser amable. La tabla de la página 221 te ayudará a no reaccionar impulsivamente ante situaciones que hasta ahora solían enojarte.
Pero lo más importante es que no dejes de orarle a Jehová para que te ayude a librarte del rencor. Es verdad que jamás podrás cambiar lo que pasó, pero sí puedes cambiar tu forma de reaccionar. Si dejas que el resentimiento te domine, en cierto modo estás permitiendo que la otra persona controle tus pensamientos y sentimientos, tal como un pescador controla al pez que muerde el anzuelo. ¿No preferirías ser tú el que tuviera el control? (Romanos 12:19.)
Cómo combatir la tristeza
“Últimamente tengo muchos cambios de humor y soy muy dura conmigo misma —cuenta Laura, de 16 años—. No hay nada que me haga feliz. A veces lloro hasta quedarme dormida.” Al igual que Laura, muchos adolescentes se sienten abrumados por las presiones de la vida. Quizá tú te sientas igual. Las exigencias de tus padres, amigos y profesores; los cambios físicos y emocionales por los que estás pasando; la frustración que te produce algún defecto o debilidad..., en fin, todo te deja con el ánimo por el suelo.
Algunos jóvenes hasta se lastiman a propósito tratando de aliviar su angustia.b Si tú haces lo mismo, intenta identificar la causa. ¿Hay algo que te preocupe mucho? ¿Tal vez alguna cuestión que afecte a tu familia o a tus amigos?
Una de las mejores maneras de luchar contra el desánimo es hablar con uno de los padres o con un cristiano maduro que demuestre ser “un hermano nacido para cuando hay angustia” (Proverbios 17:17). Liliana, una chica de 16 años, decidió desahogarse con algunas cristianas. “Como son mayores que yo, me dieron muy buenos consejos. Ahora son mis amigas”, relata.c En el caso de Dana, de 15 años, lo que la ayudó fue aumentar su participación en el ministerio cristiano. “Es lo mejor que pude haber hecho. Nunca me había sentido tan feliz.”
Pero, sobre todo, no dejes de orar, por muy triste que te sientas. El salmista David, que se enfrentó a muchos problemas en la vida, escribió: “Arroja tu carga sobre Jehová [...], y él mismo te sustentará” (Salmo 55:22). Jehová sabe muy bien por lo que estás pasando. Es más, “él se interesa por [ti]” (1 Pedro 5:7). Y si el desánimo domina tu corazón, recuerda que “Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas” (1 Juan 3:20). Jehová entiende mejor que tú por qué te angustias, y puede aliviarte.
Ahora bien, si tu tristeza no desaparece, es posible que tengas algún trastorno de salud, como puede ser la depresión.d En este caso, sería conveniente que fueras al médico. Fingir que no tienes un problema sería como subir el volumen de la música en tu automóvil para no oír un ruido extraño del motor. ¿Verdad que eso no resuelve nada? Así pues, busca ayuda. No tienes por qué avergonzarte de lo que te ocurre. A muchos jóvenes les ha dado buenos resultados recibir tratamiento contra la depresión o contra trastornos parecidos.
Pues bien, ¿qué hemos aprendido en este capítulo? Hemos visto que las emociones son como el fuego. Si las controlas, pueden hacerte mucho bien; pero si no las dominas, pueden tener un efecto desastroso en ti y en otras personas. Así que esfuérzate por mantenerlas bajo control. Es cierto, de vez en cuando harás o dirás cosas de las que luego te arrepentirás, pero ten paciencia. Con el tiempo serás tú el que domine tus emociones en lugar de que ellas te dominen a ti.
¿Eres perfeccionista? ¿Cómo puedes aprender a vivir con tus errores?
[Notas]
a Si sufres acoso escolar, encontrarás sugerencias útiles en el capítulo 14. Si quien te ofendió es un amigo tuyo, repasa el capítulo 10.
b Estas personas se hacen daño deliberadamente con cortes, quemaduras, golpes, rasguños, etc.
c Si no te atreves a hablar cara a cara con alguien, trata de hacerlo por teléfono o escribe una carta. Por lo general, el primer paso para empezar a sentirse mejor es confiarle a alguien el problema.
d Hallarás más información sobre la depresión en el capítulo 13 del primer volumen.
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.” (Romanos 12:21)
UNA SUGERENCIA
Todos los días trata de contarles a tus padres al menos una cosa buena que te haya pasado, por pequeña que sea. Así, cuando surja un problema grave, te será más fácil hablar con ellos. Y ellos, a su vez, estarán más dispuestos a escucharte.
¿SABÍAS ESTO?
Te resultará más fácil controlar tus emociones si comes bien y descansas lo suficiente.
¡MANOS A LA OBRA!
La emoción negativa que más me cuesta controlar es... ․․․․․
Trataré de controlarla haciendo esto: ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Por qué crees que a Dios no le gusta que te dejes llevar por la furia?
● ¿De qué maneras te perjudica no saber controlar el mal genio?
● ¿Cómo puedes vencer la tristeza?
[Comentario de la página 223]
“Lo que más me ayudó fue saber que tenía a alguien que se preocupaba por mí, alguien con quien podía hablar cuando me sintiera muy deprimida.” (Jennifer)
[Ilustraciones y tabla de la página 221]
Página de ejercicios o actividades
Controla tu reacción
Completa la tabla
Situación
Un compañero de clase se burla de mí
Reacción impulsiva
Le respondo con un insulto
Reacción positiva
No le hago caso para demostrarle que no va a conseguir que me enoje
Situación
Mi hermana toma “prestados” mis zapatos favoritos sin pedirme permiso
Reacción impulsiva
Yo también le tomo “prestados” un par de zapatos
Reacción positiva
․․․․․
Situación
Estoy castigado: mis padres no me dejan salir con mis amigos
Reacción impulsiva
․․․․․
Reacción positiva
․․․․․
[Ilustración de la página 220]
La persona que se deja dominar por el rencor es como el pez que muerde el anzuelo: ahora otro lo controla
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¿Por qué tengo que ser tan perfeccionista?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
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CAPÍTULO 27
¿Por qué tengo que ser tan perfeccionista?
¿Te enojas si no consigues siempre la calificación más alta en los exámenes?
□ Sí
□ No
Cuando te señalan un error, ¿sientes que has fracasado y que no sirves para nada?
□ Sí
□ No
¿Te desilusionas con la gente fácilmente y por eso casi no tienes amigos?
□ Sí
□ No
SI CONTESTASTE que sí a una o más de estas preguntas, tal vez seas una persona perfeccionista. Por supuesto, puede que tú tan solo quieras hacer las cosas bien, y eso no tiene nada de malo. De hecho, la Biblia habla positivamente de la persona que es “hábil en su trabajo” (Proverbios 22:29). El problema del perfeccionista es que se obsesiona por no fallar nunca.
Javier, de 19 años, describe cómo se sentía cuando estaba a punto de terminar sus estudios: “Si no sacaba la calificación más alta en un examen, pensaba que era un mal estudiante. Me pasaba lo mismo con las clases de piano. No estaba contento si no tocaba como un pianista profesional”.
El perfeccionismo también pudiera afectar el servicio que uno le da a Dios. Imagínate que a un joven siempre lo ponen de ejemplo en la congregación, de modo que siente que es el centro de atención y que todo el mundo está muy pendiente de lo que hace. Es verdad que la congregación se alegra de contar con hermanos ejemplares como él. Pero si este joven se obsesiona por mantener la imagen de “cristiano ideal”, podría perder la alegría al servir a Dios. Aunque en ese caso lo lógico sería que le contara a alguien cómo se siente y le pidiera ayuda, a lo mejor no se atreve porque no quiere decepcionar a nadie. Aún peor, podría pensar que si no está a la altura de lo que se espera de él, no vale la pena tanto esfuerzo, y entonces tal vez se dé por vencido.
Cómo dejar de ser tan perfeccionista
El perfeccionista está convencido de que es posible hacer las cosas sin cometer ni un solo error. Pero eso no es cierto. La Biblia dice claramente que “todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Así es: nadie es perfecto. Creer que podemos hacerlo todo a la perfección es tan absurdo como pensar que podemos dar un salto y salir volando. Por mucho que nos empeñemos, no lo vamos a lograr nunca.
Por eso, ¿qué puedes hacer para no ser tan perfeccionista? Prueba lo siguiente:
Cambia tu concepto de lo que es el éxito. ¿Estás agotado por tratar de ser siempre el mejor? La Biblia indica que hacer eso “es como querer atrapar el viento” (Eclesiastés 4:4, Traducción en lenguaje actual). La verdad es que solo unos pocos logran ser el número uno. Y cuando alguien lo consigue, no tarda en aparecer otro que lo supera. En realidad, para tener éxito, no tienes que hacer las cosas mejor que los demás, sino esforzarte por hacerlas lo mejor que puedas (Gálatas 6:4).
Sé realista. Al ponerte metas, ten en cuenta no solo tu capacidad, sino también tus limitaciones. La modestia y la humildad son dos cualidades que te ayudarán a no ponerte objetivos demasiado difíciles de alcanzar. Mira qué consejo tan bueno da el apóstol Pablo: “Digo a cada uno [...] que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar” (Romanos 12:3). En otras palabras, ten un punto de vista realista sobre lo que puedes hacer y lo que no. Así que vuelve a analizar tus metas. Trata de hacer todo lo que puedas, pero no te obsesiones por alcanzar la perfección.
No te tomes las cosas tan en serio. Intenta hacer cosas que no domines bien, como pudiera ser tocar un instrumento musical. Sin embargo, esta vez no te lo tomes tan en serio. Cuando cometas errores, trata de verlos con sentido del humor. La Biblia dice que hay “tiempo de reír” (Eclesiastés 3:4). Esa actitud te ayudará a comprender que es normal equivocarse cuando uno está aprendiendo algo. Es verdad, cuesta aceptar que no todo lo que haces te va a quedar perfecto. Pero esfuérzate por sacar de tu mente los pensamientos negativos y demasiado críticos.
Nunca olvides esto: Jehová no nos pide que seamos perfectos, sino que le seamos fieles (1 Corintios 4:2). Si haces todo lo que puedes por serle fiel, te sentirás satisfecho contigo mismo, aunque no llegues a la perfección.
Hoy día, mucha gente ve la homosexualidad como algo normal. ¿Qué puedes hacer si te sientes atraído por personas de tu mismo sexo?
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“No hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque.” (Eclesiastés 7:20)
UNA SUGERENCIA
Piensa en algo que estés posponiendo hacer por miedo a que no te quede perfecto. Ponte una fecha límite y trata de terminarlo para entonces.
¿SABÍAS ESTO?
Aunque Jehová es perfecto, no es perfeccionista. Él nunca es irrazonable o poco realista en lo que espera de los seres humanos imperfectos.
¡MANOS A LA OBRA!
Esto es lo que voy a hacer si veo que estoy siendo muy exigente conmigo mismo: ․․․․․
Esto es lo que voy a hacer si veo que estoy siendo muy exigente con los demás: ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Hay algún campo de la vida en que te pongas metas demasiado difíciles de alcanzar?
● ¿Qué pasajes de la Biblia te han ayudado a entender que Jehová no espera que sus siervos sean perfectos?
● ¿Por qué se aleja la gente de las personas perfeccionistas?
● De ahora en adelante, ¿cómo vas a reaccionar cuando cometas un error?
[Comentario de la página 226]
“Es bueno que uno ponga todo su empeño en lo que hace, pero sin obsesionarse por lograr la perfección.” (Megan)
[Recuadro de la página 228]
el perfeccionismo y la amistad
¿Has dejado de tratar a alguien sencillamente porque no cumplía todas tus expectativas? ¿Hay personas con buenas cualidades que se mantienen alejadas de ti porque piensan que eres demasiado exigente? La Biblia aconseja: “No te hagas justo en demasía, ni te muestres excesivamente sabio. ¿Por qué debes causarte desolación?” (Eclesiastés 7:16). Así es, el perfeccionista sufre “desolación”, es decir, se perjudica a sí mismo. Con su actitud aleja a los demás y pierde la oportunidad de tener buenas amistades. “A nadie le gusta estar con personas que lo hagan sentir mal —dice Amber—. Conozco a gente muy perfeccionista que ha perdido buenos amigos por simples tonterías.”
[Ilustración de la página 229]
Querer ser perfecto es tan absurdo como tratar de volar
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Buenos ejemplos: PabloLo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
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Buenos ejemplos: Pablo
El apóstol Pablo es honesto consigo mismo. Por eso admite con total franqueza: “Cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está presente conmigo”. Sin embargo, él es un buen hombre y quiere hacer bien las cosas. “Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro”, escribe. Entonces, ¿cuál es el problema? “Contemplo [...] otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.” Y claro, sus errores lo entristecen y lo llevan a exclamar: “¡Hombre desdichado que soy!” (Romanos 7:21-24).
¿Te pasa a ti lo mismo? ¿Te entristeces cuando ves que te equivocas? Recuerda que Pablo también se sintió así a veces. Pero como sabía que Cristo había muerto por todos nosotros para liberarnos del pecado, dijo: “¡Gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor!” (Romanos 7:25). Para él, el rescate era como un regalo que alguien le había hecho con mucho amor. Mira lo que dijo: “El Hijo de Dios [...] me amó y se entregó por mí” (Gálatas 2:20). Si tus errores te desaniman, piensa en el rescate. Jamás olvides que Cristo dio su vida por pecadores, y no por gente perfecta.
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¿Qué hago si me gusta alguien de mi mismo sexo?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
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CAPÍTULO 28
¿Qué hago si me gusta alguien de mi mismo sexo?
“Cuando era adolescente, me sentía atraído hacia otros muchachos. Pero algo dentro de mí me decía que eso no era normal.” (Óscar)
“Me besé una o dos veces con una amiga, pero como me seguían gustando los chicos, pensé que a lo mejor era bisexual.” (Sara)
HOY ya nadie considera que la homosexualidad sea un tema tabú, como sucedía hace décadas. ¡Y pobre del que se atreva a criticar ese estilo de vida! Seguro que todos se volverán en su contra. Amy, de 16 años, dice: “Como no estoy de acuerdo con la homosexualidad, una chica me preguntó si era igual de intolerante con la gente de otras razas”.
Las ideas liberales de nuestros días han llevado a una gran cantidad de jóvenes a probar las relaciones homosexuales. “Algunas compañeras de clase dicen que son lesbianas; otras, que son bisexuales, y otras, que están abiertas a todo”, afirma Beatriz, de 15 años. Cristina, de 18, dice que en su centro de estudios pasa algo parecido: “Dos compañeras me hicieron proposiciones. Una me dijo en una nota si quería saber qué se siente al hacerlo con otra chica”.
Como el estilo de vida homosexual recibe tanta publicidad, quizá pienses: “¿Será tan malo? ¿Y si me gusta alguien de mi mismo sexo? ¿Significa eso que soy homosexual?”.
¿Qué piensa Dios de la homosexualidad?
Hoy día, muchas personas, entre ellas algunos líderes religiosos, le restan importancia a este asunto. Pero la Biblia no anda con rodeos. Dice que cuando Jehová Dios creó al hombre y a la mujer, dispuso que los deseos sexuales se iban a satisfacer únicamente entre esposo y esposa (Génesis 1:27, 28; 2:24). Por lo tanto, es lógico que la Biblia no apruebe las relaciones homosexuales (Romanos 1:26, 27).
Algunas personas se apresuran a decir que la Palabra de Dios está pasada de moda. Pero ¿por qué crees que lo hacen? ¿No será porque no les conviene lo que dice? La verdad es que muchos rechazan la Biblia porque lo que enseña es muy diferente de lo que ellos quieren creer. Sin embargo, nosotros no debemos dejarnos influir por ese prejuicio, que es producto de una mentalidad cerrada.
¿Y qué pasa si te gusta alguien de tu mismo sexo? ¿Te convierte eso automáticamente en homosexual? No. Recuerda que estás en “la flor de la juventud”, una etapa en la que es muy común sentirse excitado involuntariamente (1 Corintios 7:36). El hecho de que a veces te sientas atraído por alguien de tu mismo sexo no significa que seas homosexual. Por lo general, dicha atracción desaparece con el tiempo. Pero mientras tanto, ten mucho cuidado para no llevar a la práctica esos deseos. ¿Qué puedes hacer para protegerte?
Pídele ayuda a Jehová. David hizo la siguiente súplica: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso, y guíame en el camino de tiempo indefinido” (Salmo 139:23, 24). Si tú también oras a Jehová, él te fortalecerá y te dará la paz que “supera a todo pensamiento”, la cual protegerá tu corazón y tu mente. Así tendrás “el poder que es más allá de lo normal” para controlar tus impulsos sexuales (Filipenses 4:6, 7; 2 Corintios 4:7).
Llena tu mente de pensamientos sanos (Filipenses 4:8). Algo que te ayudará es leer la Biblia a diario. Nunca subestimes la poderosa influencia que las Escrituras pueden tener en tu mente y corazón (Hebreos 4:12). Un joven llamado Raúl comenta: “Cuando empiezo a tener deseos inmorales, me pongo a leer pasajes como 1 Corintios 6:9, 10 y Efesios 5:3, y siento el poder de la Palabra de Dios”.
Evita todo contacto con la pornografía y la propaganda homosexual (Colosenses 3:5). Rechaza todo lo que te provoque pensamientos eróticos. Esto incluye todo tipo de pornografía, ciertas películas y programas de televisión, y hasta las revistas de moda o de fisicoculturismo que presentan modelos semidesnudos. Saca de tu mente las ideas inmorales y piensa en cosas buenas. “Cuando siento deseos por alguien de mi mismo sexo —dice un adolescente—, me pongo a pensar en mi texto bíblico preferido.”
Desde luego, habrá quienes digan que no sirve de nada seguir estos consejos, que cada uno debe reconocer su orientación sexual y aceptarse tal como es. Pero la Biblia indica que no tienes por qué resignarte y ceder a tus deseos. De hecho, menciona que algunos homosexuales del siglo primero lograron cambiar y se hicieron cristianos (1 Corintios 6:9-11). Como ellos, tú también puedes ganar la batalla. Ten la seguridad de que podrás dominar los deseos que hay en tu corazón.
¿Y si a pesar de todo te siguen gustando las personas de tu mismo sexo? Recuerda que lo que Jehová condena son las prácticas homosexuales. Así que no caigas en la tentación. Quien se lo proponga puede alcanzar este objetivo: no llevar a la práctica sus deseos.
Veámoslo del siguiente modo. Un hombre pudiera ser violento, o estar “dispuesto a la furia” (Proverbios 29:22). Aunque antes de estudiar la Biblia se ponía furioso a la menor provocación, ahora ha aprendido que debe controlarse. Pero ¿significa eso que nunca volverá a sentir que le hierve la sangre? Pues no. Solo que, como ya sabe lo que Jehová piensa sobre los arranques de cólera, se esforzará para no dejarse llevar por sus emociones.
Algo parecido le sucede a la persona con inclinaciones homosexuales que llega a aprender lo que enseña la Biblia sobre este tipo de prácticas. Tal vez algún día le invadan malos pensamientos. Pero ver las cosas como Jehová las ve le dará las fuerzas para resistirlos.
¡No te des por vencido!
Puede que te sientas como cierto muchacho que dijo: “He tratado de cambiar mis sentimientos; le he orado a Jehová; he escuchado varios discursos sobre el tema, y también leo la Biblia. Ya no sé qué más puedo hacer”.
Si te pasa como a él, está claro que te enfrentas a un conflicto que te costará mucho resolver. Pero para tener una buena relación con Dios, debes cumplir con sus normas y esforzarte por no caer en conducta inmoral, aun cuando esto sea terriblemente difícil. No olvides que Jehová conoce la lucha que hay en tu corazón y que él es misericordioso con quienes lo aman (1 Juan 3:19, 20).a Dios te bendecirá si le obedeces. De hecho, todo aquel que respeta sus leyes recibirá “un galardón grande” (Salmo 19:11). Incluso ahora, puedes ser feliz pese a vivir en un mundo con tantos problemas.
Por lo tanto, confía en Jehová y sigue luchando contra los deseos inmorales (Gálatas 6:9). Esfuérzate al máximo por obedecer este mandato bíblico: “Aborrezcan lo que es inicuo [o malo]; adhiéranse a lo que es bueno” (Romanos 12:9). Al perseverar en tu lucha, probablemente verás que esos deseos se van apagando. Pero lo mejor de todo es que, si te resistes a caer en prácticas homosexuales, tendrás la oportunidad de vivir para siempre en el nuevo mundo de Dios.
¿Cómo puedes controlar la atracción que sientes por las personas del sexo opuesto?
[Nota]
a El cristiano que haya participado en prácticas sexuales inmorales debe pedir ayuda a los ancianos de la congregación (Santiago 5:14, 15).
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso.” (Salmo 139:23, 24)
UNA SUGERENCIA
Para tener una idea clara de lo que es la verdadera masculinidad, fíjate en el ejemplo de Jesús (1 Pedro 2:21). En él se combinan perfectamente la fuerza y la ternura.
¿SABÍAS ESTO?
Tal vez no puedas controlar por completo tus deseos, pero sí puedes controlar tus acciones. Puedes decidir no llevar esos deseos a la práctica.
¡MANOS A LA OBRA!
Cuando una persona me pregunte por qué la Biblia condena la homosexualidad, le responderé así: ․․․․․
Si alguien dice que la Biblia refleja una mentalidad cerrada, razonaré con él diciéndole esto: ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Por qué condena Dios la homosexualidad?
● ¿Qué pasos puedes seguir para no caer en prácticas homosexuales?
● Si ves la homosexualidad como Dios la ve, ¿quiere decir eso que eres homofóbico (es decir, que odias a los homosexuales)?
[Comentario de la página 236]
“Este mundo pervertido influyó en mi manera de pensar y me dejó más confundida de lo que ya estaba sobre mi identidad sexual. Ahora me aparto de toda persona o cosa que promueva la homosexualidad.” (Ana)
[Ilustración de la página 233]
Los jóvenes deben decidir qué rumbo tomarán en los asuntos sexuales: si adoptarán el punto de vista degradado del mundo o si seguirán las elevadas normas morales de la Palabra de Dios
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¿Cómo puedo dejar de pensar en el sexo opuesto?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
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CAPÍTULO 29
¿Cómo puedo dejar de pensar en el sexo opuesto?
“ME PASO el día entero pensando en las chicas. Ni siquiera tengo que verlas para empezar a soñar despierto —dice un joven llamado Michael—. Es frustrante. ¡A veces no logro concentrarme en nada!”
¿Te ocurre lo mismo que a Michael? Quizá te sientas como si tu mente te hubiera declarado la guerra y te bombardeara sin parar con pensamientos sobre el sexo opuesto. “La mente lo lleva a uno a hacer cosas absurdas —confiesa Michael—. A veces doy todo un rodeo en el estacionamiento o en el supermercado solo para ver de cerca a una chica bonita.”
Con todo, recuerda que los deseos sexuales no son malos en sí mismos. Dios creó al hombre y a la mujer para que se sintieran atraídos el uno por el otro y para que pudieran satisfacer esos deseos, eso sí, dentro del matrimonio. Por lo tanto, el que un joven soltero tenga fuertes impulsos sexuales no significa que sea una mala persona ni que vaya a caer en la inmoralidad. Si te lo propones, puedes mantenerte limpio en sentido moral. Pero para lograrlo, tendrás que controlar tus pensamientos. ¿Quieres saber cómo?
Elige bien tus compañías. Si tus compañeros de clase empiezan a hablar de sexo, tal vez no quieras ser diferente y te sientas tentado a participar en la conversación. Pero si lo haces, te costará más trabajo mantener bajo control tus pensamientos. “¿Qué se supone que haga entonces? ¿Levantarme y marcharme?”, puede que preguntes. Sí, eso es lo que debes hacer. ¡Y no tienes por qué avergonzarte! Muchas veces encontrarás la forma de irte sin convertirte en el blanco de las burlas y sin parecer que te crees mejor que ellos.
Evita las películas y la música inmorales. Obviamente, no toda la música ni todas las películas son malas. Pero sí es cierto que gran parte del entretenimiento actual fomenta la inmoralidad. ¿Y qué es lo que nos aconseja la Biblia? “Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” (2 Corintios 7:1.) Así pues, evita cualquier forma de diversión que alimente los deseos inmorales.a
El problema de la masturbación
Algunos jóvenes tratan de calmar sus deseos sexuales masturbándose. Pero esto pudiera llevarlos a tener problemas graves. La Biblia aconseja a los cristianos que se controlen: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo [...] en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia” (Colosenses 3:5). En realidad, masturbarse no disminuye la intensidad del “apetito sexual”, sino todo lo contrario: lo aviva.
Además, la masturbación puede convertirte en esclavo de tus deseos (Tito 3:3). ¿Cómo puedes librarte entonces de esa mala costumbre? El primer paso es contárselo a alguien. Un cristiano que durante años luchó contra este hábito dijo: “Cuando era joven, nunca me atreví a contarle mi problema a nadie. ¡Lamento tanto no haberlo hecho! La conciencia me molestó por años, y también se vio perjudicada mi relación con otras personas y, sobre todo, con Jehová”.
¿No sabes con quién hablar? ¿Por qué no pruebas con uno de tus padres? Otra opción es hablar con un cristiano maduro de la congregación. Podrías empezar diciendo que te gustaría comentarle algo que te preocupa mucho.
Un joven de nombre Andrés abordó a un superintendente cristiano, y se alegra mucho de haberlo hecho. “Mientras me escuchaba, se le llenaron los ojos de lágrimas —recuerda—. Lo primero que me dijo cuando terminé de hablar fue que Jehová me amaba mucho. Luego me comentó que mi problema era algo bastante común. Además, prometió estar pendiente de cómo me iba y dijo que buscaría más información en las publicaciones bíblicas. Después de hablar con él, me decidí a no darme por vencido, aunque tuviera recaídas.”
Mario decidió hablar con su padre, quien fue muy comprensivo y hasta le confesó que él también había tenido ese problema cuando era joven y que le había costado dejarlo. “Me animó mucho que papá fuera tan franco conmigo —dice Mario—. Pensé que si él lo había conseguido, yo también podría. Me impresionó tanto su reacción que no pude contenerme y me eché a llorar.”
Andrés y Mario no son la excepción. Si ellos dejaron el hábito de masturbarse, tú también puedes lograrlo. Así que si recaes, no te rindas: puedes ganar la batalla.b
Controla tu mente
El apóstol Pablo dijo: “Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo” (1 Corintios 9:27). Cuando te vengan a la cabeza malos pensamientos, ¿por qué no tratas de ser tan estricto contigo mismo como lo fue Pablo? Si aun así no consigues librarte de esos pensamientos, intenta hacer algo de ejercicio. La Biblia dice que “el ejercicio del cuerpo sirve para algo” (1 Timoteo 4:8, Versión Popular, 1983). Puede que sea suficiente con dar una caminata a paso rápido o hacer un poco de actividad física.
Eso sí, nunca subestimes la ayuda que puede darte nuestro Padre celestial. “Cuando siento fuertes deseos sexuales, le suplico a Dios que me ayude”, dice un joven. Es verdad, Dios no hará que milagrosamente dejes de pensar en el sexo opuesto. Pero con su ayuda, encontrarás la forma de pensar en otras cosas.
[Notas]
b Encontrarás más información sobre este tema en el capítulo 25 del primer volumen.
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“Cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.” (Filipenses 4:8)
UNA SUGERENCIA
Si estás luchando contra la masturbación y sufres una recaída, ¡no te des por vencido! Piensa qué te llevó a recaer y trata de no repetir el error.
¿SABÍAS ESTO?
Aquello en lo que más piensas moldea tu personalidad e influye en lo que haces (Santiago 1:14, 15).
¡MANOS A LA OBRA!
Si veo que estoy pensando demasiado en el sexo opuesto, voy a... ․․․․․
Esto es lo que haré cuando mis compañeros se pongan a hacer comentarios con doble sentido o vulgares: ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Por qué no son malos los deseos sexuales?
● ¿Por qué tienes que dominar tus impulsos sexuales?
● ¿Qué tipo de entretenimiento puede hacer que fantasees sobre el sexo opuesto?
● ¿Por qué deberías irte cuando tus compañeros se ponen a hacer comentarios con doble sentido o vulgares?
[Comentario de la página 240]
“Cuando empiezo a fantasear con cosas que me excitan, trato de pensar en algo diferente y me repito que esos impulsos irán desapareciendo.” (Scott)
[Ilustración de la página 239]
¿Verdad que nadie dejaría que un virus se introdujera en su computadora? ¿Por qué dejar entonces que los pensamientos inmorales entren en la mente?
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Tus reflexiones: Tus sentimientos y emocionesLo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
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SECCIÓN 7
Tus reflexiones: Tus sentimientos y emociones
¿Qué sentimiento o emoción te cuesta más trabajo controlar? ¿De qué modo te afecta?
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¿Cómo vas a poner en práctica a partir de ahora lo que leíste en esta sección?
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