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¿Cómo puedo evitar contagiarme del sida?¡Despertad! 1993 | 8 de septiembre
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El consejo de Proverbios 22:3 resulta oportuno: “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena”. Una de las mejores maneras de no contraer el sida es abstenerse por completo del uso de drogas y de la inmoralidad sexual. ¿Es más fácil decirlo que hacerlo? Muchos piensan que sí, en especial por las enormes presiones a las que se enfrentan los jóvenes.
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¿Cómo puedo evitar contagiarme del sida?¡Despertad! 1993 | 8 de septiembre
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Cómo decir no
Los defensores del llamado “sexo seguro” sostienen que recomendar la abstinencia es irreal. Pero, a la larga, ¿sirve de algo favorecer la inmoralidad? Un adolescente admite que lo único que consigue es confundir a los jóvenes. Dijo: “Nos dicen que digamos no a las relaciones sexuales y que está muy bien ser sanos y puros, pero al mismo tiempo distribuyen [preservativos] y nos explican cómo tener relaciones sin pagar las consecuencias”.
No seas víctima de tal confusión moral. La Biblia, por muy pasada de moda que parezca, insta a evitar las prácticas que pueden ponerte en peligro de contagiarte del sida. Si obedeces el mandato bíblico de ‘abstenerse de sangre’, no contraerás el sida por una transfusión sanguínea. (Hechos 15:29.) Haz caso de la prohibición de la Biblia sobre el uso de las drogas, y no temerás infectarte con una aguja hipodérmica contaminada. (Gálatas 5:20, nota; Revelación 21:8, nota.) Ante todo, el código bíblico sobre la moralidad sexual te protegerá. “Huyan de la fornicación —ordena la Biblia—. Todo otro pecado que el hombre cometa está fuera de su cuerpo, pero el que practica la fornicación peca contra su propio cuerpo.” (1 Corintios 6:18.) La crisis del sida resalta la sabiduría de estas palabras.
¿Cómo puede un joven ‘huir’ de la inmoralidad? Los artículos de la sección “Los jóvenes preguntan...” han ofrecido durante años muchas sugerencias prácticas, tales como salir en grupo, evitar circunstancias comprometedoras (como, por ejemplo, estar a solas con una persona del sexo opuesto en una habitación, un apartamento o un automóvil estacionado), fijar un límite a las expresiones de afecto, abstenerse de bebidas alcohólicas (que a menudo nublan el buen juicio) y decir no con firmeza si surge una situación en que empieza a intensificarse la pasión romántica.f No permitas que nadie te presione para que te comportes de una manera que además de suponer un riesgo para tu salud, sea destructiva en sentido espiritual. (Proverbios 5:9-14.) “¿Quieres poner tu vida en las manos de otra persona?”, preguntó una joven llamada Amy, cuyas palabras se citaron en un artículo de la revista Newsweek. Un amigo le contagió el VIH antes de graduarse de la escuela superior. Amy se hizo esta acertada reflexión: “¿Vale la pena morir por ese chico o esa chica? Lo dudo”.
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