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“¿Nunca llueve en Lima?”¡Despertad! 2003 | 22 de mayo
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Cuando sí llueve
Aun así, a veces cae agua en algunas partes del desierto, incluida Lima. Cada pocos años, la corriente fría del Perú cede el paso a las cálidas aguas que proceden del Pacífico occidental. Este fenómeno se conoce como El Niño y marca la inminente llegada de las precipitaciones. Algunos azotes de El Niño particularmente fuertes se produjeron en 1925, 1983 y 1997-1998. No sorprende que los habitantes del desierto, acostumbrados a que casi no llueva, estén muy mal preparados para las lluvias torrenciales y las inundaciones que estas causan.
En 1998, una de tales inundaciones asoló la ciudad de Ica. El río con el mismo nombre inundó extensas zonas de esta, y las casas de adobe sencillamente se deshicieron. Otras regiones del desierto se beneficiaron, pues absorbieron la humedad y se cubrieron de abundantes pastizales. El episodio más reciente del fenómeno de El Niño transformó gran parte del desierto de Sechura en un verde jardín salpicado de preciosas flores, lo que nos recuerda la promesa divina de que un día “el desierto [...] florecerá como el azafrán” (Isaías 35:1). Las fuertes precipitaciones también crearon un inmenso lago en el desierto —se calcula que tiene 300 kilómetros de largo y 40 kilómetros de ancho—, al cual los periódicos llamaron La Niña.
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“¿Nunca llueve en Lima?”¡Despertad! 2003 | 22 de mayo
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[Ilustración de la página 26]
Las lluvias torrenciales del 30 de enero de 1998, atribuidas al fenómeno climático de El Niño, provocaron graves inundaciones en Ica (Perú)
[Reconocimiento]
AP Photo/Martin Mejia
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