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Internet: cómo usar la red sin caer en ellaLa Atalaya 2011 | 15 de agosto
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¿Vale la pena reenviarlo?
Internet nos brinda la libertad de buscar y compartir información con los demás. Pero esto conlleva la responsabilidad de comprobar que lo que mandamos o reenviamos sea cierto y moralmente limpio. Hacemos bien en preguntarnos: “¿Puedo garantizar que es exacto? ¿Tengo autorización para transmitirlo?a ¿Es sano y edificante? ¿Por qué quiero enviarlo? ¿Es simplemente para impresionar a mis amigos?”.
El correo electrónico puede beneficiarnos de muchas formas, pero también puede saturarnos de información. Hay quienes envían montañas de noticias y mensajes triviales a una interminable lista de contactos, robándoles así su valioso tiempo. Para no caer en este error, es recomendable pensarlo dos veces antes de presionar el botón de enviar. A fin de cuentas, ¿cuál es la finalidad del correo? En el pasado, la gente escribía cartas a sus familiares y amigos para contarles cómo le iba y qué le había ocurrido últimamente. ¿No deberían cumplir el mismo objetivo nuestros mensajes electrónicos? ¿Tiene algún sentido enviar información cuya veracidad no podemos confirmar?
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Internet: cómo usar la red sin caer en ellaLa Atalaya 2011 | 15 de agosto
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a Lo mismo puede decirse de las imágenes. El hecho de poseer fotos para uso personal no implica necesariamente que estemos autorizados a distribuirlas, ni mucho menos a revelar el nombre o el lugar de residencia de quienes aparecen en ellas.
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