Por qué debe usted saber la verdad sobre Abrahán
ABRAHÁN... ¿fue un héroe mitológico, o un verdadero profeta? ¿Cuán importante es saber la respuesta a esa pregunta? Según la cronología bíblica, Abrahán vivió hace unos 4.000 años. Por eso, algunos quizás se pregunten: ‘¿Qué importa, en verdad, el que él haya existido o no?’.
Pues bien, la mitad de la población mundial pertenece a religiones que afirman creer en Abrahán. El anuario 1988 Britannica Book of the Year indica que 32,9% del mundo es cristiano, 17,2% es musulmán y 0,4% es judío, y Abrahán es una figura prominente en esas tres religiones. De seguro los creyentes sinceros de estas fes querrían asegurarse de que lo que se les ha enseñado sobre Abrahán es la verdad. Hasta los miembros de otras religiones o los que afirman que no tienen ninguna religión deberían interesarse en esto. ¿Por qué?
Porque la Biblia dice que Abrahán era un profeta. (Génesis 20:7.) Esa palabra bíblica describe a un vocero de Dios que lleva un mensaje a otras personas. Si Abrahán fue un verdadero profeta, todos podemos beneficiarnos. ¿Por qué? Porque el mensaje que él recibió contenía buenas nuevas para toda la humanidad. (Gálatas 3:8.) Según la Biblia, Dios prometió a Abrahán: “Ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo”. (Génesis 12:3.)
Esa es una promesa asombrosa, y Abrahán la oyó por lo menos en otras dos ocasiones. (Génesis 18:18; 22:18.) Para cumplir esta promesa, Dios hasta resucitará de entre los muertos a representantes de familias que han desaparecido en la muerte. Para esos resucitados la vida ciertamente será una bendición, puesto que, cuando la mayoría de ellos regrese, la Tierra estará en una condición como la del Paraíso que el hombre perdió originalmente. Después se les enseñará a obtener la bendición de la vida eterna. (Génesis 2:8, 9, 15-17; 3:17-23.)
Por otra parte, si Abrahán fuera solo un personaje mitológico, no habría base para creer la maravillosa promesa que recibió. Además, si no se puede confiar en las promesas bíblicas, algunos pudieran decir que lo mejor sería dedicarse enteramente a los placeres de la vida actual. Como escribió uno de los cristianos primitivos: “Si los muertos no han de ser levantados, ‘comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir’”. (1 Corintios 15:32.)
Por lo tanto, hay más que suficiente motivo para que usted examine la cuestión: ¿Fue Abrahán solo un héroe mitológico, o fue un verdadero profeta? Quizás le sorprenda saber lo que han dicho sobre esto clérigos prominentes del siglo XIX. Mientras tanto, los arqueólogos han hecho descubrimientos sorprendentes que ponen en cuestión los puntos de vista de esos clérigos.